Introducción
La obesidad se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal. La obesidad afecta a sujetos de todas las edades y sexos, presentando una prevalencia de tendencia elevada. Su frecuencia aumenta con la edad hasta alrededor de los 60 años en ambos sexos y es constantemente mayor en mujeres de todas las edades, independientemente del nivel socioeconómico.1 Se asocia a una mayor frecuencia de aparición de enfermedades crónicas no transmisibles como: hipertensión arterial, diabetes mellitus, cálculos vesiculares, elevación del colesterol y triglicéridos en sangre, cardiopatía coronaria, algunos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias, psiquiátricas y osteoarticulares, las cuales limitan las expectativas de vida, con un mayor costo de salud para la población, lo cual representa un serio problema para la salud pública mundial.2
La obesidad se clasifica fundamentalmente en base al Índice de masa corporal (IMC) o Índice de Quetelet, que se define como el peso en kilogramos dividido por la talla expresada en metros y elevada al cuadrado.3 Según Garrow, podemos clasificar a los sujetos en cuatro grados, de acuerdo al IMC.4
La circunferencia de cintura se utiliza también como marcador de obesidad. Se considera que aquellas mujeres con circunferencia de cintura mayor a 88 cm poseen riesgo metabólico substancialmente incrementado.5
Según la OMS el 75 % de la población femenina mayor de 30 años padece de sobrepeso u obesidad a nivel global.4 Los datos de Cuba sugieren que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es más elevada que en algunos países europeos y latinoamericanos.6 Según el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, en el 2002, el 15,44 % de la población femenina cubana era obesa y el 31,5 % padecía de sobrepeso.7 Los datos recogidos por la III Encuesta Nacional de factores de riesgo y actividades preventivas de enfermedades no transmisibles muestran que en el 2010 el 18,4 % de las féminas eran obesas y el 29,9 % padecían de sobrepeso.8
El objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres laboralmente activas.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal, en el área de atención del Policlínico Docente “Antonio Pulido Humarán” del municipio de la Lisa, en la Habana, en el período comprendido entre octubre de 2018 y enero del 2019.
La muestra quedó constituida por 237 mujeres de un universo de 7560 mujeres pertenecientes al área de atención objeto de estudio. Se realizó un muestreo aleatorio simple sin reemplazo. Para calcular el tamaño de la muestra, se utilizó la herramienta propuesta por Feedback Networks.9) Con un valor K de 1,96; error muestral deseado de 5 %; proporción de individuos que poseen en la población la característica de estudio de 0,5 y la proporción de individuos que no poseen esa característica 0,5 se obtuvo una muestra representativa con un nivel de confianza del 95 %.
Criterios de inclusión: edad comprendida entre 18 y 60 años y la voluntariedad a participar en el estudio.
Criterio de exclusión: pacientes que se negaron a participar.
Se interrogaron y examinaron los pacientes. Los datos recogidos fueron plasmados en una planilla de recolección de datos.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad se estimó a partir de las mujeres obesas y sobrepeso en el periodo de octubre de 2018 a enero de 2019 y como divisor, el total de mujeres en igual periodo.
El indicador de sobrepeso y obesidad se obtuvo a partir del Índice de Masa Corporal (IMC) y la medición de la circunferencia de cintura; mediante la utilización de pesa con tallímetro y cinta métrica.
Además, se estimó la prevalencia de obesidad y sobrepeso para las variables: edad, índice de masa corporal, circunferencia de cintura, profesión y realización periódica de ejercicio físico.
El análisis estadístico descriptivo se realizó con el paquete estadístico SPSS 23 y se representaron en tablas de frecuencias. Se verificó para cada variable registrada, que no existieran valores extremos, inconsistentes o perdidos.
Se respetó el principio a la confidencialidad de la información de la base de datos y de las historias clínicas que se revisaron. La investigación fue aprobada por el Consejo científico y el Comité de ética de las investigaciones.
Resultados
La edad promedio fue de 43,6 años. El grupo de edades más representado en el estudio fue el de 40-49 años (53,2 %; IC: 47,3-60,3), seguido por el grupo de 50-59 años (24,5 %; IC: 19-30) y el de 30-39 años (11,4 %; IC: 7,6-16).
Según el Índice de Masa Corporal (Tabla 1) el 45,6 % de la muestra padece de sobrepeso (IC: 39,2-51,9) y el 28,6 % de obesidad (IC: 21,1-31,6).
El 44,3 % (IC: 38-51) de la población estudiada presentó una circunferencia de cintura con riesgo metabólico substancialmente incrementado.
Atendiendo a la distribución del IMC y grupos de edades, por debajo de los 30 años prevalecieron aquellas mujeres normopeso, entre los 30-39 años, se equipara la prevalencia entre aquellas con normopeso y con sobrepeso. Y a partir de los 40 años la prevalencia fue significativamente superior en las que poseen sobrepeso y obesidad sobre las normopeso (Fig.).
Según la distribución del IMC y profesión, se constató que la actividad que predominó fue la concerniente al área administrativa representando esta el 17,3 % de las mujeres sobrepeso y el 11,4 % de las obesas; le sigue las profesoras (9,3 %, 3,4 %) y las que laboran en gastronomía (3 %, 4,6 %). (Tabla 2).
Según distribución de IMC en correspondencia con la realización de ejercicio físico periódico, predominaron aquellas mujeres que no realizaban ejercicio físico periódico, representando aquellas con sobrepeso el 35 % y las obesas el 24,9 % (Tabla 3).
Discusión
La prevalencia de sobrepeso y obesidad en Cuba es superior a algunos países de Latinoamérica y de Europa, así lo confirman varios estudios realizados en nuestro país.8) En este estudio se constata una prevalencia elevada de sobrepeso (45,6 %) y obesidad (28,6 %), siendo estos resultados superiores a la media nacional. La diferencia puede deberse a que se incluyeron mujeres con rango de 18 hasta 60 años. Se ha documentado que el IMC se incrementa con la edad (9 y que la etapa de la vida en que las mujeres tienden a aumentar más de peso va de los 40 a los 50 años, que corresponde a la etapa perimenopáusica, en la cual, debido a los cambios hormonales, retienen más agua, acumulan más grasa y se vuelven más sedentarias.10
La obesidad definida por el IMC solo informa acerca de un exceso de grasa corporal, presentando la obesidad abdominal (medida por la circunferencia de cintura) mayor trascendencia clínica, ya que se relaciona con las alteraciones metabólicas y cardiovasculares que forman parte del síndrome metabólico o de resistencia a la insulina.11
En el presente estudio la prevalencia de obesidad abdominal según la circunferencia de cintura fue de 44,3 %; superior a la establecida en otras investigaciones cubanas como la III Encuesta Nacional de factores de riesgo y actividades preventivas de enfermedades no transmisibles (28,8 %) y muy próxima a la media para Estados Unidos.12
La tendencia actual en nuestro país es al aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la mujer. En el año 1982 la prevalencia de sobrepeso fue de 27,2 % y de la obesidad de 12,2 %.13 Valores que han ido progresivamente aumentando como lo muestran las estadísticas.7,8,13
Varios estudios de tipo epidemiológico reportan la relación inversa entre la actividad física y la aparición de sobrepeso y obesidad.14 Existe información que apoya que la realización de ejercicio físico de forma frecuente dado por actividades como trote, ciclismo y natación son superiores a aquellas actividades que se realizan diariamente (caminar, los quehaceres de la casa); independientemente de que estas últimas se realicen con intensidad moderada o severa.15
En tal sentido, aquellas profesiones que conllevan menos esfuerzo físico tienen más probabilidades de desarrollar sobrepeso y obesidad para las personas que le ejercen.16,17
Los valores de sobrepeso y obesidad reportados en este estudio representan un riesgo a padecer de enfermedades crónicas no transmisibles. Con los consiguientes aumento de costes a la salud pública, así como a los centros de trabajo en función de días no trabajados y pago de licencias médicas.
La difusión de estudios de este tipo debe servir para la reformulación de las políticas públicas para la prevención de esta enfermedad.
Los resultados que se exponen tienen como limitación que se trata de un estudio transversal.
En conclusión, la obesidad y el sobrepeso constituyen un problema emergente de salud pública. Su prevalencia en Cuba es elevada y con tendencia al aumento. En nuestra investigación se halló superior a otros estudios realizados en Cuba.