Introducción
El sistema de salud cubano es uno de los más reconocidos a nivel mundial, por sus logros, calidad y avances hacia la salud universal. Dentro de él, cabe destacar la importancia de la atención primaria de salud, que juega un papel primordial en los indicadores que se han alcanzado.
Un servicio de salud de calidad, además de ser accesible, debe estar en correspondencia con los avances tecnológicos existentes y contar, conjuntamente, con un personal calificado. Puede ocurrir que aun con la existencia de todas esas condiciones no se obtengan los resultados esperados, lo que puede estar dado por una incorrecta relación entre los que brindan el servicio y los usuarios. Es por eso que debe existir la voluntad de explorar sistemáticamente el nivel de satisfacción de los servicios de salud.1)
Un aspecto importante para evaluar la calidad de la atención es también la satisfacción de los prestadores de los servicios de salud. Esta se define como el estado emocional positivo o placentero con base a la percepción subjetiva de las experiencias laborales del propio trabajador de acuerdo con su actitud frente a su labor, basada en las creencias y valores que él desarrolla en su propio trabajo por lo que se reconoce como un elemento imprescindible del proceso asistencial relacionado directamente con la calidad de los servicios prestados.2
La satisfacción es mucho más que una aspiración humana, constituye, sobre todo, un instrumento y una función para lograr la excelencia. No se puede construir excelencia de la calidad en la atención en instituciones sanitarias si no se garantiza la satisfacción.3
Según Herzberg, la satisfacción en el trabajo está relacionada con dos factores motivacionales: intrínsecos, relacionados con su contenido, tales como el trabajo mismo, los logros, los reconocimientos, la responsabilidad y los ascensos; y extrínsecos, relacionados con el contexto del trabajo y que no pueden ser controlados o modificados directamente por el trabajador, como el salario, las relaciones humanas, las políticas de la institución, la supervisión y la seguridad. La satisfacción se logra por la integración de ambos factores.4
En el sector salud, la satisfacción en el trabajo es altamente asociada con la calidad de los servicios, la continuidad de los cuidados, la satisfacción de los pacientes, el desempeño de las instalaciones, la rotación del personal y los costos de los servicios médicos.5
La magnitud de la satisfacción laboral de los trabajadores de salud alrededor del mundo varía. Estudios en Arabia Saudita revelaron que había un bajo nivel de satisfacción.6 En una encuesta realizada a médicos de familia en el 2015, que incluyó 11 países (Australia, Canadá, Francia, Alemania, Normandía, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido y los Estados Unidos), y la cual cubrió su opinión sobre los cuidados de salud en sus países y la satisfacción con aspectos de su práctica, evidenció predominio de las condiciones de satisfechos y muy satisfechos.7
Linzer y otros8) mostraron que las condiciones de trabajo en los cuidados primarios estaban fuertemente asociadas a situaciones adversas en los médicos como el estrés, “burnout”, insatisfacción e intento de abandono. En Cuba, Suárez y otros,1 en un estudio realizado con los prestadores que laboran en los consultorios médicos de Colón, hallaron que estos se encontraban insatisfechos y que las dimensiones estudiadas fueron evaluadas como no aceptables.
El hecho de ser la satisfacción de los prestadores una variable que debe de ser evaluada periódicamente y la necesidad de fortalecer el primer nivel de atención nos estimuló a desarrollar la presente investigación con el objetivo de determinar el nivel de satisfacción laboral de médicos de la familia.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal. La población estuvo constituida por los 18 médicos de la familia que se encuentran prestando asistencia en los 18 consultorios del Policlínico Docente Norte de Placetas en el año 2019. La muestra quedó conformada por 15; con un muestreo no probabilístico deliberado y con carácter casuístico a partir de no haber contactado a algunos por difícil acceso. Se tuvo en cuenta la voluntariedad de participar como criterio de inclusión.
Se empleó como método empírico la encuesta y las variables utilizadas para evaluar el grado de satisfacción fueron:
Condiciones estructurales del consultorio médico de la familia (paredes y techo en buen estado, iluminación, ventilación, suministro de agua, sala de espera, seguridad del local, recogida de desechos sólidos, servicios sanitarios y privacidad de la consulta), que se definieron como adecuado y no adecuado.
Condiciones de trabajo propiamente dichas (limpieza, muebles de la consulta, muebles de la sala de espera, estado de las sábanas, estado de las toallas y jabón), que se definieron como adecuado y no adecuado.
Elementos relacionados con el diagnóstico - tratamiento (modelaje, material de oficina, instrumentos para examen clínico como estetoscopio, esfigmomanómetro, martillo y diapasón, material para curas y otros), que se definieron como adecuado y no adecuado.
Factores subjetivos (maltrato por parte de pacientes y familiares hacia personal médico, reconocimiento social, sobrecarga, agotamiento, estrés, adecuada relación administrativo-trabajador y acceso a la superación profesional) que se definieron como sí o no; grado de satisfacción laboral (insatisfecho, poco satisfecho y satisfecho).
En el procesamiento de los datos se utilizó el programa estadístico SPSS versión 13 determinándose frecuencias absolutas y relativas para su mejor comprensión y los resultados se exponen en tablas. Previo al estudio se obtuvo el consentimiento informado de los profesionales teniéndose en cuenta los aspectos bioéticos de la investigación, que fue aprobada por el comité de ética del municipio.
Resultados
Al analizar las condiciones estructurales, como se muestra en la tabla 1, se puede apreciar que en la mayoría de los consultorios las paredes y el techo en buen estado, así como la seguridad del local fueron evaluados de adecuados (66,6 %), mientras que los aspectos más señalados como no adecuados fueron los servicios sanitarios (93,3 %) y la privacidad de la consulta (73,3 %).
La tabla 2 expresa la distribución de acuerdo a condiciones de trabajo propiamente dichas y se observa que las variables: muebles de la consulta y muebles de la sala de espera fueron los acápites más señalados como no adecuados para un 86,6 % ambos. No hubo diferencias significativas con la limpieza, sábanas, toallas y jabón.
Los elementos relacionados con el diagnóstico y tratamiento de que disponían los médicos quedan expuestos en la tabla 3 y puede apreciarse que en todos predominó la condición de no adecuados, los más relevantes fueron: el modelaje que representó el 80 % y el material de oficina, con un 73,3 %.
En la tabla 4 quedan expresados los factores subjetivos que afectaron a los profesionales, el estrés fue el más frecuente, de manera que se manifestó en 14 de los 15 sujetos encuestados para un 93,3 % seguido por la sobrecarga y el agotamiento para un 86,6 % en ambos casos. En menor medida, pero con un componente importante está el reconocimiento social, el 60 % de los médicos refirió no serlo. Positivamente es necesario destacar que la casi totalidad (93,3 %) refirió tener acceso a la superación.
El grado de satisfacción, expresado en la tabla 5, muestra que de los 15 profesionales, 80 % manifestó estar poco satisfecho con las condiciones para desempeñar su trabajo, seguido en menor medida por el insatisfecho (13,3 %).
Discusión
Las condiciones de infraestructura influyen en la buena calidad del servicio prestado a los usuarios. Inferimos que las condiciones no adecuadas están en relación con que todos los consultorios del municipio se hallan en locales adaptados que no reúnen todas las condiciones óptimas como se deseara. En Erzurum, Turquía,9) las condiciones físicas en el lugar de trabajo fueron inadecuadas para el 30,1 % del total de la muestra y adecuadas y parcialmente adecuadas para el resto, mientras que Torres y otros refieren que el 28,4 % de las unidades de salud estudiadas cumplían con los requisitos necesarios.10) El presente estudio tiene puntos de convergencia con investigaciones realizadas en consultorios médicos cubanos en Las Tunas,11 con relación al suministro de agua y los servicios sanitarios; también, puntos de divergencia en los mismos ítems con Matanzas.1 En este último, la infraestructura para el 7 % de las unidades era mala e irregular.
En relación a condiciones de trabajo propiamente dichas, Manyazewal no encontró asociación entre el ambiente laboral y la satisfacción.12 Los resultados obtenidos no coinciden con la situación del municipio Colón, donde todos los acápites fueron evaluados de bien,1 pero sí se asemejan con los consultorios de Las Tunas en lo relacionado a las malas condiciones de los muebles para pacientes y en que el mobiliario clínico era regular.11 En la limpieza se difiere de lo hallado por Torres quien afirma que la misma se cumplía en un 62,6 %.10
En Golestan, Irán,13 se halló que hubo relación significativa entre las condiciones de las consultas y la satisfacción de los prestadores.
Los resultados obtenidos en lo referente a los elementos relacionados con el diagnóstico y tratamiento de que disponían los médicos no tienen puntos de contacto con los de Colón y Jesús Menéndez, ya que en el estudio todos fueron no adecuados mientras que para estos municipios había disponibilidad de materiales y medios diagnósticos.1,11 Se infiere que pudiera estar en relación con gestiones administrativas a nivel provincial y municipal o a que dichos estudios fueron realizados hace 3 y 6 años respectivamente, existiendo cambios en el perfil económico del país.
El estrés, el agotamiento y la sobrecarga mostraron porcentajes significativos. Esto no coincidió con lo referido por los prestadores de Las Tunas al plantear que su carga de trabajo era adecuada,11) pero tiene nexos con Linzer y otros que mostraron alto estrés en su grupo de intervención.8 También Kristel determinó que había insatisfacción con la presión laboral, tensión alta por el trabajo y satisfacción baja o indiferente en la relación del trabajador con su jefe.14) En el presente trabajo, el acápite relación administrativo-trabajador no fue significativo. Se infiere que el resultado obtenido tenga su origen en la fuerte presión asistencial, el nuevo panorama epidemiológico de las arbovirosis y las exigencias de programas como el materno infantil además de factores subjetivos.
Con respecto al grado de satisfacción, los resultados tienen puntos de convergencia con los obtenidos en estudios realizados en el primer nivel de atención en otras provincias del país como: Las Tunas,11 Matanzas y el municipio 10 de Octubre.1,2 En ellos se muestra que existe insatisfacción laboral de los prestadores en este nivel de atención, pero difiere de lo encontrado en Santiago de Cuba, que reflejó la existencia de un personal de salud satisfecho.3 En Tabasco,4 México y otros 11 países se encontró que en el nivel de satisfacción predominaron las categorías de alto y muy alto,7 pero divergiendo, en la red asistencial de Jauja en Perú era alta la insatisfacción laboral.14 Por otra parte, Aras y otros demostraron que la satisfacción general con el trabajo, en su estudio, era moderada.9 El sistema de salud cubano es excelente y requiere de una adecuada relación prestador-usuario y si uno de estos elementos, o sea, los médicos como prestadores de servicios tienen poca satisfacción laboral, entonces puede influir negativamente en un servicio de calidad y afectar la atención médica. Por lo tanto, se debe de crear condiciones favorables para el desarrollo de la consulta médica y adoptar nuevos métodos de trabajo.
En conclusión, hubo poca satisfacción laboral de los médicos del Policlínico Docente Norte de Placetas, debido a un conjunto de factores interrelacionados entre sí como son: las condiciones estructurales del consultorio médico, condiciones de trabajo propiamente dichas, el déficit en la disposición de elementos relacionados con el diagnóstico y tratamiento y la presencia de algunos factores subjetivos.