Introducción
La hipertensión arterial (HTA) es causa importante de muerte prematura en los adultos; constituye un factor de riesgo independiente para la cardiopatía isquémica y las enfermedades cardiovasculares, y representa una de las causas más frecuentes en el desarrollo de las enfermedades cerebrovascular y renal crónica. Se considera una señal aterosclerótica temprana por su relación con el desarrollo de la aterosclerosis. Suele tener sus orígenes en la infancia.1 La prevalencia en los niños varía entre 3 y 5 %, en adolescentes se reportan cifras entre 10 y 15 %.2,3
La HTA es la elevación de la presión arterial por encima de valores establecidos como normales, todo adulto al que se le comprueben cifras de 140 mmHg o más de presión sistólica y/o 90 mmHg o más de diastólica, al menos en dos ocasiones, se diagnóstica como hipertenso. Su prevención es la medida más importante universal y menos costosa, y la modificación positiva de los estilos de vida es un pilar para la obtención de sus beneficios.4 Las enfermedades crónicas no transmisibles han emergido de tal forma que constituyen un grave problema para la humanidad, el estimado de hipertensos en el mundo es de mil millones de personas y en Cuba está alrededor de los 3 millones.1,4,5,6
Muchas publicaciones abogan por el uso de la medicina tradicional y natural, la cual considera al hombre de manera holística y dentro de un aspecto ecológico parte de que la falta de salud o enfermedad producen un desequilibrio del hombre en su sistema ecológico total y no solo del agente causal y la evolución patógena. Para mantener una adecuada salud mental y física debe existir un equilibrio biológico, cuando este se rompe aparece la enfermedad. A ese equilibrio, desde el punto de vista de la medicina tradicional china, se le da el nombre de Yin y Yang.7,8
Las alteraciones que se encuentran en el curso de una crisis hipertensiva son: debilidad del yin de riñón y exceso del yang de hígado, el tratamiento está dirigido a sedar el yang de hígado y tonificar el yin de riñón.9,10 Las crisis hipertensivas mal tratadas, pueden conllevar a las urgencias hipertensivas, que de no ser tratadas oportunamente evolucionan a las emergencias hipertensivas.4,9
Es por ello que cobra una mayor relevancia el uso de la acupuntura, la cual tiene un importante efecto en la regulación neuroendocrina, produce descenso de la presión arterial, por la participación de las hormonas de las glándulas pituitarias y adrenalina, así como de los polipéptidos B, endorfinas y neurotensinas, no solo induce cambios de energía, sino que provoca a su vez, cambios neurológicos, vasculares, químicos y musculares.11 Su empleo como tratamiento dada su inocuidad, efectividad y bajo costo aumenta en Cuba y en el mundo. El International Council of Medical Acupunture and Related Techniques estandariza la práctica de la acupuntura para integrarla de forma segura y responsable en la medicina convencional, enfocado en la medicina integrativa y la evidencia científica.7,8,10 En Cuba lo evidencian los resultados obtenidos por Cordoví11 y Chaveco12 y otros, mostrando que los pacientes hipertensos que se sometieron al tratamiento acupuntural obtuvieron porcientos superiores de mejoría que los pacientes tratados con la terapéutica farmacológica en un 48,2 % ( en base a 50 %) y 98,1 %, respectivamente.
Se impone asumir una conducta integral en el manejo de los pacientes con urgencias hipertensivas y, con la utilización de las recetas según el diagnóstico oriental, disminuirían las posibles interacciones medicamentosas y las reacciones adversas a la anestesia a que estos pacientes se verían sometidos, logrando un equilibrio energético. Por lo que el objetivo de este estudio fue evaluar la efectividad del tratamiento acupuntural en las urgencias hipertensivas durante el preoperatorio en los pacientes que serán sometidos a intervenciones quirúrgicas ambulatorias menores.
Métodos
Se realizó un estudio de intervención terapéutica en pacientes portadores de urgencias hipertensivas durante el preoperatorio, que acudieron al salón de cirugía ambulatoria del Hospital Clínico Quirúrgico “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonsoˮ, en el período comprendido de enero a octubre del 2019.
El universo estuvo constituido por el total de los pacientes hipertensos de ambos sexos cuya cifra ascendió a 150, los que se dividieron en dos grupos de tratamientos denominados control y estudio con 75 casos cada uno. El grupo estudio recibió tratamiento acupuntural y al grupo control se le administro tratamiento medicamentoso. La asignación de pacientes se realizó aleatoriamente. Se realizó la confirmación de los pacientes incluidos en el grupo control a partir del número del paciente asignado al grupo estudio.
Criterios diagnósticos: A todos estos pacientes se les realizó diagnóstico occidental y diagnóstico oriental.
Diagnóstico Occidental: La elevación brusca de la tensión arterial con cifras por encima de 140 mmHg para la presión sistólica y 90 mmHg diastólica, acompañado o no de cefalea, zumbidos de oídos, visión borrosa, malestar general con ausencia de síntomas y signos que traduzcan daño de órgano diana como:
Diagnóstico Tradicional Oriental: La hipertensión es causada en general por la desarmonía entre yin y yang del hígado y del riñón.
Criterios de inclusión: Consentimiento del paciente a participar en la investigación y pacientes con diagnóstico de urgencia hipertensiva.
Criterios de exclusión: Paciente con contraindicación para recibir el tratamiento (embarazo, cardiópatas descompensados, psiquiátricos, neoplásicas).
Criterios de salida: Deseo de no seguir participando en la investigación, y durante el tratamiento aparición de alguna reacción adversa que implicara peligro inminente para la vida del paciente. (Fracaso terapéutico)
Grupo control
El tratamiento de la urgencia hipertensiva:
Medicación: Captopril
Presentación: Tabletas de 25 mg.
Dosis: 25-50 mg
Administración: 1 tableta de 25 mg por vía oral, se puede repetir a los treinta minutos de no haber respuesta a la medicación inicial hasta 50 mg.
Grupo estudio
Tratamiento Acupuntural: Procedimiento que incluye:
El enfermo no debe estar en ayunas.
Posición correcta: Decúbito supino para los síndromes de déficit de yin de riñón y decúbito lateral para los síndromes de hiperactividad fuego de hígado.
Medidas de asepsia: En el sitio donde serán insertadas las agujas con alcohol al 86 %.
Para tonificar se estimularán las agujas cada cinco minutos con estímulos manuales suaves en direcciones a las agujas del reloj, en un tiempo igual o menor de 20 minutos.
Para sedar se mantendrán las agujas luego de insertadas más de 20 minutos con estimulaciones fuertes cada cinco minutos en direcciones contraria a las agujas del reloj.
El tratamiento se establecerá según diagnóstico tradicional oriental, se tratará con los siguientes puntos acupunturales:
Receta I: En síndrome de déficit de yin de riñón
Localización: En la depresión entre el maléolo interno y el tendón del calcáneo, a nivel del ápex del maléolo interno.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente a 3 fen. Bilateral.
Acción: Tonificar.
Localización: A 3 cun más arriba de la punta del maléolo interno sobre el borde posterior de la tibia.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente de 5-10 fen. Bilateral.
Acción: Tonificar.
Localización: Cara ventral del antebrazo a 2 cun del pliegue de la muñeca entre los tendones de los músculos flexores de los dedos.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente de 5-10 fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Localización: A 7 cun por encima de la línea posterior del cabello, en el centro de la línea imaginaria que une los ápex de las orejas.
Técnica: Se inserta la aguja oblicuamente de 3-5 fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Receta II: Por hiperactividad fuego de hígado
Localización: Entre el 1 y 2 metatarsiano, cerca de la comisura.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente a5 fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Localización: En la depresión distal en la unión del 1 y 2 metatarsiano.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente a 5fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Localización: A nivel de 1.5 cun hacia fuera del borde inferior de la apófisis espinosa de la 9 vertebra dorsal.
Técnica: Se inserta la aguja oblicuamente a 5fen. Bilateral.
Acción: Tonificar.
Localización: A 7 cun por encima de la línea posterior del cabello, en el centro de una línea que une los ápex de las orejas.
Técnica: Se inserta la aguja oblicuamente de 3 - 5 fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Localización: Cara ventral del antebrazo a 2 cun del pliegue de la muñeca entre los tendones de los músculos flexores de los dedos.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente de 5 -10fen. Bilateral.
Acción: Tonificar.
Localización: En la depresión entre el maléolo interno y el tendón del calcáneo, a nivel del ápex del maléolo interno.
Técnica: Se inserta la aguja perpendicularmente a 3fen. Bilateral.
Acción: Tonificar.
Localización: En la nuca, por debajo del occipital, en la depresión que se forma entre los músculos esternocleidomastoideo y trapecio.
Técnica: Se inserta la aguja oblicuamente a 5fen. Bilateral.
Acción: Sedar.
Las variables fueron recogidas de las historias clínicas (HC) y plasmadas en una planilla de recolección de datos (Anexo).
I-variables epidemiológicas y socio demográficas: Edad y Sexo
II-variables clínicas
Manifestaciones clínicas presentes antes de iniciar el tratamiento: Se explorará solo la presencia o ausencia de los signos y síntomas para confirmar los diagnósticos según la medicina oriental (se afirma que el éxito terapéutico de la acupuntura depende del diagnóstico correcto de los trastornos que se desean curar y de la adecuada prescripción de los puntos sobre los cuales se desea actuar).11
Cefalea
Dolor lumbar
Epistaxis
Mareos
Vómitos
Acúfenos de lenta aparición
Palpitaciones
Hipoacusia
Cansancio en miembros inferiores
Insomnio
Rubicundez facial
Congestión ocular
Pulso áspero y tenso
Lengua roja
Fotofobia
Lagrimeo
Irritabilidad
Boca seca y amarga
Pulso tenso y rápido
Lengua con saburra amarilla
Síndromes presentes según Medicina Tradicional Oriental: Solo se explorará su presencia o ausencia.
Síndrome de déficit de yin de riñón: insomnio, acúfenos de aparición lenta, hipoacusia, dolor lumbar, miembros inferiores sin fuerza, lengua roja y pulso áspero y lento.
Síndrome de hiperactividad fuego de hígado: molestias costales, mareos, vómitos, cefalea, congestión ocular, rubicundez facial, fotofobia, boca seca y amarga, epistaxis ansiedad e irritabilidad, lagrimeo, lengua roja / saburra amarilla, pulso tenso y rápido.
Respuesta terapéutica a los 60 minutos:
La tensión arterial se tomó cada 10 minutos durante una hora. A los 60 minutos los pacientes fueron evaluados en 2 categorías:
Mejorado: Cuando las cifras tensionales disminuyeron como mínimo 20 mmHg y desaparecieron o mejoraron los síntomas y signos.
No mejorado: Cuando las cifras de tensión arterial no disminuyeron y/o persistieron los síntomas y signos. Los pacientes que no mejoraron en el período de una hora de aplicarse el tratamiento acupuntural en el grupo estudio fueron tratados con terapéutica medicamentosa. En caso de que algún paciente presentara alguna reacción adversa la conducta a seguir será la siguiente:
La información se procesó por el paquete estadístico SPSS versión 22.5, se analizaron los resultados y se arribaron a conclusiones. Para las variables cualitativas se utilizaron como medidas de resumen, el porcentaje y las frecuencias. Se cumplieron los principios éticos y lo estipulado en el Reglamento de la Ley General de Salud del Ministerio de Salud Pública. Se les explicó a los pacientes el proceder al que se iban a someter. Se les informó que no constituía ningún daño para su salud ni para el proceder quirúrgico al que se enfrentarían, ellos decidirían su participación, así como el abandono al tratamiento si lo deseaban y acogerse a la terapia utilizada habitualmente por ellos. Los pacientes dieron su aprobación por escrito mediante el llenado de una planilla de conformidad.
Resultados
La tabla 1 muestra que a medida que aumenta la edad va aumentando la presión arterial. El grupo etario de 45 a 54 años fue el que más pacientes aportó, con 102 y un 68,0 %, asimismo se comportó esta variable en ambos grupos.
En la tabla 2 hacemos referencia a los pacientes con urgencias hipertensivas según sexo y grupos de tratamientos. Se observó un predominio de las mujeres con un 59,3 % sobre los hombres que representaron el 40,6 %. Igual comportamiento se obtuvo al analizarlos por grupos de tratamiento, predominando el sexo femenino con 43 pacientes y un 57,3 % en el grupo estudio y en un 61.3 % con 46 mujeres enfermas en el grupo control.
En la tabla 3 se relacionan los pacientes con urgencias hipertensivas según manifestaciones clínicas antes de iniciar el tratamiento para ambos grupos de tratamientos. El síntoma predominante fue la cefalea para ambos grupos de tratamientos con 128 pacientes para un 85,3 %. Se observó igual comportamiento en ambos grupos.
La tabla 4 muestra a los pacientes con urgencias hipertensivas según síndromes presentes en medicina natural y tradicional y grupos de tratamientos, la cual evidenció que en ambos grupos predominó el síndrome hiperactividad de hígado en un 84,0 % en el grupo estudio y 80,0 % en el grupo control, representando el 82,0 % del total de los síndromes diagnosticados.
En la figura se realiza una evaluación a la respuesta terapéutica a los sesenta minutos después de iniciado el tratamiento y 74 pacientes del grupo estudio mejoraron representando el 98,6 %.
Discusión
En algunas naciones la tensión arterial aumenta con la edad para los hombres por razones desconocidas y en las mujeres el alza ocurre luego de la menopausia y puede relacionarse con causas hormonales.13 Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Rodríguez y otros,14 en los que se constata mayor prevalencia de la enfermedad con el incremento de la edad, al igual que en nuestra investigación. Sin embargo, en nuestra casuística hubo un predominio del sexo femenino en ambos grupos de tratamiento. Estudios nacionales e internacionales sobre hipertensión abogan que el efecto de la edad está relacionado con el deterioro del endotelio vascular y perdida de la respuesta a la acetilcolina, lo que se asocia a una vasodilatación reducida y a la formación de placas de ateromas.4,14
Martín y otros15 igualmente nos favorecen en el criterio de mayor predominio de las mujeres si son obesas y tienen más de treinta años, ya que a partir de esta edad se pierde el efecto estrogénico y esto duplica el riesgo. López16 expuso que después de los 45 años la HTA es más frecuente en la mujer, estando relacionado con los cambios hormonales, pues los estrógenos desempeñan función protectora sobre las enfermedades cardiovasculares.17Cordoví11 planteó que las mujeres llevan sobre sí, generalmente, todo el peso de la atención a la familia, están más propensas al estrés y tienen mayor tendencia al sedentarismo y la obesidad, factores que influyen en una mayor aparición de la hipertensión arterial.
Para la Medicina Natural Asiática, la hipertensión arterial está comprendida dentro de los síndromes de calor de hígado y déficit de yin de riñón, predominando el síndrome de hiperactividad de fuego de hígado. Este se debe a la deficiencia del yin de hígado y riñón, a la pérdida de control sobre el yang de hígado o a la depresión emocional.8,10
Viorel8 y Ferrer9 plantean que los riñones vacían el corazón de plenitud ya que en el transcurso de la vida presentan deficiencias alterando el biorritmo, su vacío tiene como consecuencia más inmediata las relaciones con el fuego.
El calor en exceso se hace fuego. La expresión de calor a nivel del hígado es la plenitud calor-fuego. Si el yin está vacío esencialmente a nivel de los riñones e hígado el resultado será calor-fuego de vacío. Por lo que plantean que es más frecuente el síndrome de hiperactividad de fuego de hígado, originando la hipertensión arterial. En el síndrome de hiperactividad de fuego de hígado (máxima expresión de calor), se invocan entre los factores climáticos el exceso de calor, así como los emocionales.8,9,10
A los 60 minutos de comenzado el procedimiento terapéutico, se observó que la mayoría de los integrantes del grupo de estudio fueron catalogados como mejorado. En dicho grupo, fue precoz la estabilización de las cifras tensiónales y los síntomas, no así para el grupo de control que tuvo menor número de los pacientes con mejoría. Estos resultados pueden explicarse por los efectos bondadosos de la acupuntura.9,10,12
En la urgencia hipertensiva se necesitan 24 horas para regular la tensión arterial, la literatura plantea que en la primera hora solo se debe reducir del 20 al 25 % de la tensión arterial media, o disminuir la presión arterial diastólica a un valor entre 100 y 110 mmHg según la situación clínica del paciente; se contraindican medicamentos que disminuyan bruscamente de la tensión arterial.18,19,20 Aquí radican otras de las ventajas del uso de la acupuntura, pues no produce un descenso brusco de la tensión arterial.
En conclusión, el tratamiento acupuntural resultó ser efectivo en los pacientes con urgencias hipertensivas durante el preoperatorio para las intervenciones quirúrgicas ambulatorios menores.