Introducción
La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica no transmisible que se manifiesta como un conjunto de trastornos metabólicos que afecta a diferentes órganos y tejidos y se caracteriza por una alteración de los niveles de glucosa en sangre.1 La causan varios factores, pero el principal es la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células beta de los Islotes de Langerhans de la porción endocrina del páncreas o por el inadecuado uso que le da el cuerpo, aunque también influyen de manera significativa la obesidad, la predisposición genética y el sedentarismo.2
Actualmente es una enfermedad principal de salud pública del siglo XXI,3 que conlleva una importante carga en términos de morbilidad, mortalidad y discapacidad en todo el mundo.4) Su incidencia y prevalencia va en aumento y se puede observar en todos los grupos etarios.
Es una enfermedad crónica asociada a múltiples complicaciones micro y macrovasculares (retinopatía, enfermedad renal crónica, neuropatía, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular y arteriopática), así como al aumento de la incidencia de algunos tumores.5) Constituye la causa principal de ceguera en las poblaciones adultas, representa además el 20 % de los pacientes con enfermedad renal terminal, y agrava entre un 2 y un 7 % el peligro de enfermedades vasculares, del corazón, cerebro y árbol vascular periférico.6
Como muchas enfermedades crónicas que requieren tratamiento a largo plazo y otros cuidados para prevenir complicaciones y desenlaces negativos, la diabetes representa un costo alto para la sociedad y sistemas de salud;6 tanto de carácter médico, como social y económico en todo el mundo, las cuales socavan los beneficios del desarrollo alcanzados hasta el momento por numerosas naciones de ingresos bajos y medios. Lo que atenta contra la sostenibilidad socioeconómica y el propio desarrollo humano de las sociedades.7
La DM se ha convertido en una de las entidades de mayor prevalencia del presente siglo y es un reto para los sistemas de salud pública de todas las naciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó en 2014 que 422 millones de personas padecían diabetes.8) En Cuba, esta enfermedad constituye la octava causa de muerte, con más de 560 mil afectados en 2016, según datos de la Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública.9) Su prevalencia en la provincia de Holguín fue de 41,5 por cada mil habitantes para el cierre del 2018.10
La prevención primaria de la diabetes, identificación de los personas de riesgo, diagnóstico y tratamiento oportuno, así como mejorar la adherencia al manejo farmacológico y no farmacológico, son temas prioritarios. El Finnish Diabetes Risk Score es, probablemente, una de las herramientas más eficaces que permiten identificar personas con alto riesgo de padecer la enfermedad en los próximos diez años.
Debido a la alta incidencia de la diabetes mellitus en el municipio Holguín, particularmente en el área de salud del Policlínico Docente Universitario “Alex Urquiola Marrero”, y a la importancia de la detección temprana de las enfermedades crónicas así como de sus factores de riesgo se decidió realizar este estudio, cuyo objetivo fue identificar el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 en pacientes que debutaron con hipertensión arterial y que contaban con tratamiento farmacológico.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de tipo serie de casos, en el Policlínico Docente Universitario “Alex Urquiola Marrero” en el año 2019, en pacientes que debutaron con hipertensión arterial, que tenían tratamiento farmacológico.
El universo estuvo constituido por los 74 pacientes pertenecientes al área de salud del Policlínico Docente Universitario “Alex Urquiola Marrero” que debutaron con hipertensión arterial en el año 2019; se estudió todo el universo.
Las variables estudiadas fueron:
Edad (Menos de 45; 45 a 54; 55 a 64; 65 o más) según años cumplidos.
Sexo (masculino; femenino) según sexo biológico
Factores de riesgo asociados a la diabetes mellitus (obesidad; sedentarismo; hábitos alimenticios inadecuados; glucosa basal alterada) según antecedentes de presentar estos factores de riesgo
Antecedentes familiares de diabetes mellitus (1er grado; 2do grado; sin antecedentes) según presencia o no de antecedentes familiares de diabetes mellitus
Riesgo de padecer diabetes mellitus (bajo; ligeramente elevado; moderado; alto; muy alto) según resultados tras aplicación de la escala Finnish Diabetes Risk Score.
La fuente empleada fue la entrevista médica. Luego de recolectar la información, esta fue digitalizada para su posterior procesamiento en una computadora. La base de datos y su procesamiento se realizó utilizando el paquete de programas estadísticos SPSS (Statistic Package for Social Science, Chicago Illinois, Versión 15.0). Se realizó el análisis de los datos procesados, presentándolos en tablas en frecuencias absolutas (Fa.)y porcientos. Se utilizó la escala Finnish Diabetes Risk Score para calcular el riesgo de padecer Diabetes Mellitus tipo 2.
Para la realización del presente estudio se obtuvo la aprobación por parte del Comité de Ética Médica del Policlínico Docente Universitario “Alex Urquiola Marrero”, teniendo en cuenta los principios éticos establecidos en la Declaración de Helsinki.
Resultados
La tabla 1 muestra la distribución de los pacientes en estudio según edad y sexo, donde se puede apreciar que predominó el sexo masculino, con 40 pacientes; mientras que el grupo etáreo que predominó fue el de 55 a 64 años, con 22 pacientes (29,7 %). En el sexo femenino predominaron los mayores de 65 años.
Grupo de edades | Sexo | Total | % | |
---|---|---|---|---|
Masculino | Femenino | |||
Menos de 45 | 9 | 6 | 15 | 20,3 |
45 - 54 | 10 | 7 | 17 | 23,0 |
55 - 64 | 13 | 9 | 22 | 29,7 |
65 o más | 8 | 12 | 20 | 27,0 |
Total | 40 | 34 | 74 | 100 |
La tabla 2 muestra el comportamiento de factores de riesgo asociados a la diabetes mellitus, donde se aprecia que, a excepción de la glucosa basal alterada, donde solo 14 pacientes la presentaron, representando un 18,9 %, todos los factores de riesgo evaluados estuvieron presentes en más del 50 % de los pacientes.
Factor de riesgo | Fa. | % |
---|---|---|
Obesidad | 38 | 51,4 |
Sedentarismo | 46 | 62,2 |
Hábitos alimenticios inadecuados | 70 | 94,6 |
Glucosa basal alterada | 14 | 18,9 |
La tabla 3 muestra la distribución de los pacientes en estudio según antecedentes familiares de diabetes mellitus, donde se puede apreciar que la mayor cantidad, 44 pacientes, presentaban antecedentes familiares de segundo grado, representando el 59,5 %.
Antecedentes familiares | Fa. | % |
---|---|---|
1er grado | 12 | 16,2 |
2do grado | 44 | 59,5 |
Sin antecedentes | 18 | 24,3 |
Total | 74 | 100 |
La tabla 4 muestra la distribución de los pacientes en estudio según riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2, donde se puede apreciar que la mayor cantidad, 24 pacientes, presentaban un riesgo de padecer diabetes mellitus alto, para un 32,4 %, mientras que solo 6 pacientes presentaron un riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 bajo, representando un 8,1 %. Un total de 39 pacientes presentaron riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 alto o muy alto, representando un 52,7 % del total.
Discusión
En estudio investigación predominó el sexo masculino y el grupo etáreo entre 55 y 64 años; sin embargo, otros estudios sobre comportamiento epidemiológico de la hipertensión arterial muestran resultados divergentes entre sí. En Ecuador, Ortiz11 encontró que los pacientes que debutaban con hipertensión arterial generalmente eran del sexo femenino, mientras que otro estudio realizado por Rojas12 en Venezuela encontraba como sexo predominante el masculino.
La obesidad, el sedentarismo y los hábitos alimentarios inadecuados estuvieron presentes en la mayor cantidad de pacientes. Esto se encuentra asociado a que el universo de estudio lo constituyen los pacientes que debutaron con hipertensión arterial y estos son factores de riesgo comunes a ambas enfermedades.
Cuanto más elevado es el sobrepeso, más elevada es la cantidad de grasa en el organismo. De forma paralela, se observa un aumento de la glucemia. Efectivamente, la grasa proporciona energía al músculo en detrimento de la glucosa, lo que provoca un aumento de la glucemia. El páncreas secreta insulina en exceso para intentar reducir la elevada cantidad de glucemia, lo que conlleva un estancamiento de este, que no es capaz de producir suficiente insulina. De este modo, la insulina ya no puede regular la glucemia. Entonces se produce la hiperglucemia y también se desarrolla la diabetes.
En cuanto al sedentarismo, es válido destacar que junto a los hábitos alimentarios inadecuados son dos de las principales causas de obesidad, contribuyendo de esta manera al desarrollo de la diabetes mellitus.
Estudios realizados demuestran la asociación de estos factores de riesgo con la diabetes mellitus, y la obesidad es el de mayor importancia.13,14
Los antecedentes familiares de diabetes mellitus de segundo grado predominaron. Al igual que en estudios realizados por Columbié13 y Cordero15) en Cuba y Ecuador respectivamente, donde se demostraba la asociación de los antecedentes familiares con la aparición de esta enfermedad.
En el año 2015 fue publicado un artículo en la Revista 16 de abril Pereda y otros,7) donde caracterizaban la diabetes mellitus y las diferentes puntuaciones de riesgo existentes para la identificación de individuos con probabilidad de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 sin alteraciones previas de la glucemia. En ese estudio se concluyó que en la actualidad existen muchas puntuaciones de riesgo que permiten identificar aquellos individuos más susceptibles a padecer dicha enfermedad; para el contexto cubano, la escala FINDRISC al parecer constituye la más usada y recomendada para la atención primaria de salud.
El Finish Diabetes Risk Score (FINDRISC) fue la primera escala predictiva de estilos de vida y parámetros clínicos descrito para la identificación de individuos en riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. Fue desarrollada en 1987 por un equipo de investigación para una muestra de población en Finlandia, conformada por personas que respondieron a un cuestionario, este grupo fue seguido por 10 años y se demostró su utilidad para predecir la detección de DM.
Esta escala comprende ocho aspectos que incluyen: edad, índice de masa corporal, circunferencia abdominal, grado de actividad física, dieta, uso de medicamentos antihipertensivos, antecedente personal de glucemia elevada y antecedentes familiares de diabetes.
En este estudio fue utilizada esta escala para predecir el riesgo de padecer de diabetes mellitus tipo 2 en los próximos 10 años; predominaron los pacientes con riesgo alto y muy alto de padecer diabetes mellitus, o lo que es lo mismo, en los próximos 10 años la mayor cantidad de pacientes presentan un riesgo de padecer diabetes mellitus entre 33 y 50 %, cifras alarmantes en la actualidad.
Sánchez16 realizó una investigación sobre percepción de riesgo de desarrollar diabetes mellitus en personas no diabéticas del área de salud del consultorio 15 del Policlínico Manuel Fajardo del municipio Cienfuegos, donde concluyó que en la población estudiada existió percepción del riesgo de desarrollar diabetes mellitus de forma general.
Ascar,17 en un estudio realizado en la ciudad de Córdoba, Argentina, en el período de agosto de 2015 a agosto de 2016, compara 2 poblaciones de diferentes niveles socioeconómicos según los indicadores de riesgo que contempla el test de FINDRISC y encontró que al analizar el porcentaje de pacientes hipertensos con alto riesgo de padecer diabetes mellitus los resultados no fueron significativos entre los grupos, siendo el 38 y el 29 % para los grupos 1 y 2 respectivamente.
En conclusión, en pacientes con hipertensión arterial de debut, el riesgo de padecer diabetes mellitus tipo 2 es predominantemente alto y muy alto.