Introducción
De acuerdo con la Asociación Americana de Tinnitus, la prevalencia de tinnitus es 25,3 % entre los adultos y la de tinnitus crónica es 7,9 %.1) Dicha condición es un síntoma prevalente en la población adulta. La mayoría de estudios epidemiológicos tienen una prevalencia estimada entre 10-15 % de la población adulta, (2,3,4 y varía entre los grupos de edad. Si bien se encontró que en adolescentes es de 5 %,5 en los adultos mayores se ha informado que es de hasta 61 %.6 En otro estudio realizado en Corea del Sur fue de 19,7 % en mayores de 12 años.7 Aproximadamente el 20 % de los adultos que lo experimentan requieren intervención clínica.8
El tinnitus es persistente, molesto y costoso. Puede tener un gran efecto económico para el estado, por ejemplo, dicha condición fue la discapacidad más frecuente para los veteranos militares estadounidenses que recibieron compensación al final del año fiscal 2012, lo que resultó en casi 1 millón de veteranos recibiendo beneficios de incapacidad. 8) En general, alrededor del 25 % de pacientes con tinnitus reportan un aumento en la severidad de este con el tiempo.9) Asimismo, este síntoma puede interferir con la vida cotidiana y se asocia con un trastorno psicológico significativo, ansiedad y otros problemas relacionados con la salud.10,11
A pesar de esto, la literatura médica es escasa con respecto a la evaluación del impacto del tinnitus sobre la calidad de vida. Una de las herramientas más usada para evaluar esto es el Tinnitus Handicap Inventory (THI). La prevalencia de discapacidad debido al tinnitus en estudios que usan esta herramienta fluctúan entre 5,8 y 21,4 %.7,12,13 El objetivo del estudio fue evaluar la calidad de vida y determinar sus factores asociados en adultos con tinnitus.
Métodos
Se realizó un estudio analítico transversal. El universo estuvo constituido por pacientes adultos con síntoma de tinnitus, atendidos en el servicio de otorrinolaringología del Hospital III Suárez Angamos de Essalud en Lima, Perú. Para el cálculo de muestra se usó la fórmula para estimación de prevalencia en población infinita con un nivel de confianza del 95 %, un error de precisión 0,1 y una prevalencia estimada de 50 %. De acuerdo con ello, el tamaño muestral requerido fue 97 pacientes. Sin embargo, a fin de incrementar la potencia estadística del presente trabajo, facilitar el estudio de subgrupos y considerando los posibles datos incompletos se amplió el tamaño muestral a 150 pacientes.
Se incluyeron pacientes mayores de 18 años atendidos por tinnitus, quienes aceptaron el consentimiento informado. Se excluyeron los cuestionarios THI con datos incompletos para cuantificar los puntajes, pacientes con cerumen impactado, patología del oído medio y aquellos con historia de disfunción cognitiva y condiciones médicas que pueden afectar su calidad de vida, por ejemplo: retardo mental o insuficiencia renal crónica.
La variable dependiente utilizada fue la calidad de vida medida mediante el cuestionario THI. Se incluyeron covariables como la edad, sexo, estado civil, antecedentes patológicos y quirúrgicos, localización, clasificación, duración, frecuencia y calidad del tinnitus, manifestaciones clínicas y hallazgos clínicos.
Se aplicó el cuestionario THI, previamente validado en Chile, Brasil y España.14,15,16,17) Contiene 25 ítems que fueron llenados por los participantes y consiste en 3 subescalas: funcional, emocional y catastrófica.18) La subescala funcional (12 preguntas) evaluó el impacto del tinnitus en las funciones diarias, la concentración, audición, sueño, lectura, actividades sociales, trabajo, tareas domésticas, relaciones interpersonales y la vida en su conjunto. La subescala emocional (8 preguntas) evaluó el impacto de este síntoma en las emociones y su tendencia para causar enojo, ansiedad, depresión, desesperación, irritabilidad, frustración, inseguridad, miedo y fatiga. La subescala catastrófica (5 preguntas) fue usada para evaluar la capacidad de los que sufren de tinnitus para hacer frente al problema.19 El cuestionario THI cuantifica el impacto de dicha condición en la vida diaria.20,21,22
Para el análisis estadístico se utilizó el programa STATA versión 13 (Stata Corporation, College Station, TX). El análisis descriptivo se realizó con medidas de tendencia central (media) y dispersión (desviación estándar) de acuerdo con la distribución de los datos. En el análisis bivariado se evaluó la asociación entre variables dependientes e independientes mediante las pruebas de chi cuadrado y la t de Student de acuerdo con la distribución de las variables independientes. Asimismo, se dicotomizó el puntaje THI en discapacidad ligera a leve (puntaje THI ≤ 36) y discapacidad moderada a severa (THI ≥ 38).23 El análisis multivariado se realizó mediante el uso de modelos de regresión logística múltiple. Se consideró un valor de p < 0,05 como estadísticamente significativo y p < 0,01 como altamente significativo.
La colección de datos fue realizada en el consultorio externo de otorrinolaringología del Hospital III Suárez Angamos.
Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética para la Investigación del Hospital III Suárez Angamos y se aplicaron las recomendaciones de la Declaración de Helsinki.24 Asimismo, se obtuvo el consentimiento informado de cada participante.
Resultados
De 151 pacientes con tinnitus, 31,2 % fueron varones y la media fue 66,6 años +/- 13.7 (tabla 1). Dicho síntoma fue unilateral en 45,1 % de los pacientes. El 61,5 % de los pacientes presentó disfunción de la articulación temporomandibular.
Los grados de discapacidad del THI fueron: ligero 35,7 %, leve 31,1 %, moderado 12,5 %, severo 10,6 % y catastrófico 9,9 %. El THI tuvo una mediana de 26 (rango intercuartil: 8-50), un valor mínimo de 0 y un valor máximo de 100. Se encontró una frecuencia de discapacidad por tinnitus ligera a leve en 101 (66,8 %) y moderada a severo en 50 (33,1 %) participantes.
En el análisis bivariado se encontró que el antecedente de trastorno depresivo (p = 0,01), ansiedad (p = 0,002), hipoacusia (p = 0,002) y cefalea (p = 0,01) se asociaron a la presencia de discapacidad moderada a severa por tinnitus.
Asimismo, en el análisis multivariado se encontró que la ansiedad OR de 2,59 (IC 95 % 1,14-5,9; p = 0,02), hipoacusia OR de 12,9 (IC 95 % 1,65-102,1; p = 0,01) y cefalea OR de 2,61 (IC 95 % 1,18-5,8; p = 0,01) se asociaron a tinnitus moderado a severo. La historia de depresión no fue incluida en el análisis multivariado por estrecha interrelación con ansiedad.
Las figuras 1, 2 y 3 muestran la distribución de los puntajes del THI de acuerdo con los factores potencialmente asociados a tinnitus.
Discusión
El principal hallazgo del estudio es que los pacientes adultos con dicho síntoma tienen una frecuencia de discapacidad por tinnitus moderada a severa de 33 %. Este resultado es diferente a lo hallado por Young y otros,2 quienes encontraron una mayor frecuencia de tinnitus moderado a severo, 56 % en adultos jóvenes y 54 % en adultos mayores. Ukaegbe y otros19) reportaron 41,3 % de discapacidad leve debida al tinnitus, seguido de discapacidad moderada (28,6 %) y discapacidad severa (15,9 %) en un hospital terciario en Nigeria. El estudio mostró que dicho síntoma tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida de los que sufren de él.19) Otro estudio realizado en el Reino Unido encontró que 56 % de los pacientes adultos mayores presentaron tinnitus moderado a severo.25) Asimismo, Sunilkumar26 reportó que 1,7 % a 0,2 % de universitarios estadounidenses presentaron tinnitus moderado a severo.
Otro hallazgo importante del estudio es que los factores asociados a la mayor discapacidad asociada a tinnitus incluyen la ansiedad, cefalea e hipoacusia. Por tanto, se podría decir que los pacientes que presentan tinnitus con estos síntomas tienen una afectación en su calidad de vida, sin embargo, se desconoce hasta qué punto puede ser perjudicial. Esto concuerda con Hu y otros,27 quienes hallaron que la depresión y la ansiedad se correlaciona con el tinnitus. Aazh y otros25 determinaron que ansiedad, depresión, hiperacusia e insomnio fueron asociados a dicho síntoma en pacientes adultos mayores. Ho y otros7 reportaron que el tinnitus fue asociado con el deterioro de la calidad de vida, hipoacusia, rinitis, síntomas depresivos y sensación de mareo o desequilibrio en una encuesta nacional de salud coreana. Además, dicho problema fue asociado con hipoacusia, historia de enfermedad cardiaca y estrés.7Ukaegbe y otros encontraron que la discapacidad más reportada fueron la dificultad de concentración, la ansiedad, la falta de sueño, la irritabilidad y la depresión en pacientes con tinnitus.19
La tabla 2 muestra que los síntomas más frecuentes encontrados en varios estudios fueron el estado depresivo y la hipoacusia en pacientes adultos con tinnitus.
El modelo propuesto por Georgiewa y otros y Hazell y Jastreboff describen la percepción continua del tinnitus soportado en la amígdala, que también es activada por emociones negativas. Cuando este síntoma y las emociones negativas están presentes juntas, hay una amplificación (a través de un aumento de la excitabilidad neuronal) y cronificación (a través del mecanismo de plasticidad neuronal) de las señales, lo que resulta en la persistencia tanto de síntomas emocionales como del propio tinnitus.30
El tinnitus es una problemática que se ve en la atención primaria con frecuencia. Por lo tanto, es importante identificar los trastornos de ansiedad y otros problemas de salud mental en pacientes con tinnitus, porque pueden afectar la calidad de vida y deberían ser direccionados para un manejo multidisciplinario. Asimismo, dicha condición puede provocar privación del sueño, disminución de la productividad laboral y un deterioro general del estilo de vida que, en consecuencia, podría conducir a estrés psicológico y depresión.7,19 Igualmente, los trastornos depresivos mayores y la ansiedad generalizada pueden exacerbar el tinnitus, mientras que sus tratamientos pueden aliviarlo. Se ha reportado que las puntuaciones de depresión y ansiedad son más altas en la etapa inicial del desarrollo del tinnitus.7,12
El presente estudio es el primero a nivel peruano en evaluar la calidad de vida en pacientes con tinnitus y determinar los factores asociados en una muestra con suficiente poder estadístico. Dichos hallazgos brindan una primera aproximación a la magnitud del problema y la frecuencia de factores asociados a tinnitus en la población peruana. Entre las limitaciones, el pequeño tamaño de muestra significa que el estudio puede tener poca potencia para detectar asociaciones con odds ratio (OR) menores al utilizado en la formulación del cálculo de muestra.
Si bien el tinnitus no es una causa de mortalidad, puede afectar notablemente el desarrollo de las actividades cotidianas del paciente que la sufre. De acuerdo con estos resultados, los pacientes con discapacidad moderada a severa debido al tinnitus cursan frecuentemente con síntomas ansiosos y depresivos, por lo tanto, debería plantearse la posibilidad de una intervención en salud mental probablemente basados en el tamizaje de ansiedad y depresión para aquellos pacientes que acuden a consulta por dicho problema. El impacto de esas intervenciones debe evaluarse antes de una implementación generalizada. El tratamiento de los síntomas de ansiedad y depresión en pacientes adultos con tinnitus podría mejorar su calidad de vida e incluso ayudar a aliviar este síntoma. Además, los pacientes con tinnitus moderado a severo presentaron frecuentemente hipoacusia, por ello, recomendamos realizar exámenes audiológicos y rehabilitación auditiva cuando sea necesario.
En conclusión, los pacientes adultos con tinnitus frecuentemente tienen un compromiso moderado a severo de su calidad de vida. Ansiedad, cefalea e hipoacusia fueron asociados con discapacidad moderada a severa debido al tinnitus.