Introducción
La violencia familiar es una conducta humana encaminada a someter y manipular el comportamiento de otros miembros de la familia, violando sus espacios materiales y espirituales, éticos morales y cívicos legales que le son dados por su condición social y humana. Igualmente, puede reflejarse en el uso intencional de la fuerza tanto psicológica como física contra uno mismo u otro miembro vulnerable de la familia, que provoque daños y conflictos entre los diferentes integrantes de la familia, repercutiendo de forma negativa en su bienestar equilibrado. Es más frecuente de lo que se supone; en muchos casos, las víctimas silencian el hecho y no siempre buscan ayuda, lo que evidencia la necesidad de prestarle atención al problema por su incidencia en las relaciones sociofamiliares.1
Las consecuencias se manifiestan en variados trastornos, tanto en el individuo como en la familia, que se torna disfuncional y promotora de actos violentos tanto en la comunidad como entre sus miembros, que verán afectados el modo, el estilo, las aspiraciones y la calidad de sus vidas, las cuales siempre se percibirán lejos de lograrse. Los efectos más evidentes de este problema de salud son las lesiones y la muerte violenta que tensionan al sector, a las comunidades y a la sociedad en general, quienes se verán sufragando los costos de la atención a las consecuencias en los afectados.2
Estas consecuencias generan la necesidad de contar con servicios de salud capaces de afrontarlas en cualquier momento, por lo que los profesionales de la salud en las comunidades deben estar en capacidad de ejecutar una intervención asistencial, curativa, rehabilitadora y educativa con acciones preventivas de la violencia en la salud familiar.3
La íntima relación de la violencia con la salud permite abordarla con el enfoque de riesgo, en el que se tienen los factores determinantes, los propios de riesgo más los factores que condicionan su reproducción.4
La violencia familiar desborda al sector salud. Ante la imposibilidad de lograr erradicar las causales, actuando sobre las determinantes con respuestas sustentadas en la intersectorialidad, donde resulta primordial la participación ciudadana con acciones a nivel local que favorezcan la prosperidad y el bienestar libres de violencia.5
En estas circunstancias, la comunicación educativa familiar centra su atención en los complejos procesos comunicativos familiares con el propósito de regular la interrelación entre los sujetos y entre estos y el entorno natural y social, fortalecer su identidad y el desempeño dentro de la familia como institución esencial. Esta juega un doble papel en el manejo de la violencia: su ausencia incide en el desencadenamiento y su presencia favorece su control y prevención.6 El bienestar de la familia constituye una directiva en la política de Salud Pública que demanda el desarrollo teórico, metodológico y práctico de sistemas de acciones para su tratamiento en la atención primaria.7
Cuba cuenta con todos los programas económicos, políticos y sociales que implementa, crea condiciones ideales para que se logre una cualidad resultante superior en sus ciudadanos: el desarrollo a plenitud de su potencial humano con coexistencia y convivencia pacífica. No obstante a estas realidades, la sociedad cubana tampoco está exenta de la violencia familiar, asociada en lo fundamental a factores socioculturales, con lo educativo comunicativo familiar como primer punto de vista.8
En el municipio Corralillo, al igual que en la provincia y el resto del país, en ocasiones se presentan irregularidades que pueden generar violencia intrafamiliar afectando a los niños, existiendo poca información en las familias de lo que, a violencia intrafamiliar respecta, dado que este es un tema que en general es poco tratado, incluso a criterio de la autora existe una escasa percepción no solo de la repercusión que tiene para la familia, sino también del propio niño.
Si no se tienen en cuenta las condiciones que generan violencia intrafamiliar, se producirán consecuencias trascendentales relacionadas, sobre todo, con la salud biopsicosocial del infante, que distarían mucho del modelo de familia que se espera en una sociedad como la nuestra.
Partiendo de la temática anteriormente expuesta, el objetivo del presente estudio fue diseñar un programa educativo sobre violencia intrafamiliar dirigido familias con niños en edad prescolar.
Métodos
Se realizó un estudio cualitativo en el Consultorio Médico de Familia # 1, del poblado de Cuatro Caminos perteneciente al Policlínico Docente “Mártires del 10 de abril” del municipio Corralillo, en el período comprendido de julio a diciembre del 2021. Previamente, se había realizado una caracterización del estado actual de la violencia intrafamiliar en 64 familias con un niño en edad prescolar.
A partir de los resultados obtenidos, se precisaron los principales elementos detectados como necesidades de información. Estos resultados permitieron en este estudio diseñar un programa educativo relacionado con la prevención de la violencia intrafamiliar dirigido a familias.
En el programa se proponen acciones educativas y técnicas participativas, donde se produce una relación sujeto-sujeto, genera una interacción informativa entre el coordinador y las familias, condicionados por las relaciones interpersonales que surjan entre ellos, propician además el establecimiento de un estrecho vínculo entre la información y su aplicación práctica. La asimilación de información no se concibe como el único objetivo de la enseñanza, sino también como un recurso para la solución de problemas, tareas o situaciones en condiciones reales o modeladas. El programa cuenta de un total de 60 horas para la realización de 10 actividades, apoyándose metodológicamente en el modelo analítico de intervención. Cada uno de ellos cuenta con actividades individuales y grupales basadas en los cuatro procesos del método analítico (entender, criticar, contrastar e incorporar), y en las tres actitudes generales de dicho método (escuchar, analizar e intervenir) aplicadas a cada uno de los procesos. El programa ofrece inicialmente un proceso de reconocimiento de la historia familiar y de la dinámica de las relaciones internas de sus integrantes y finaliza con el diseño de nuevas estrategias de afrontamiento de las dificultades por parte de la familia y un seguimiento o evaluación de todo el proceso.
Una vez diseñado el programa educativo se seleccionó un grupo de expertos para su valoración. En la selección del panel de expertos el investigador preparó un listado preliminar de profesionales de la salud para participar como expertos. A cada miembro se le solicitó su consentimiento informado para participar en la investigación y luego de conocer su aceptación se les entregó el cuestionario de autoevaluación en manos propias para determinar la competencia.
Al final, se seleccionó un panel de expertos con las categorías siguientes: Máster en Atención Integral al Niño, Licenciado en Psicología, Especialista en Medicina General Integral, Especialista de I Grado en Pediatría, Especialista de I Grado en Psiquiatría Infanto-juvenil.
Los datos fueron procesados a través de los programas Microsoft Excel y Epidat 3.0, lo que permitió el procesamiento matemático y estadístico describiendo las frecuencias absolutas y porcentajes correspondientes que se agruparon en tablas para su mejor análisis y comprensión.
Resultados
El diseño del programa surge a raíz de en una etapa diagnóstica realizada en una investigación previa, donde se detectó violencia intrafamiliar en 21 familias, relacionada, sobre todo, con las malas relaciones entre los adultos, el maltrato en la niñez de los adultos a cargo del niño y los padres ausentes físicamente. Se constató, además, que la violencia psicológica estuvo presente en la totalidad de las familias, principalmente, en las extensas y un bajo nivel de información de las familias en cuanto a violencia intrafamiliar.
El programa educativo diseñado se tituló “Prevenir la violencia intrafamiliar, por una infancia feliz”, con el objetivo general de elevar el nivel de información que permita reconocer las causas y evitar las consecuencias de esta.
Los principales temas abordados en programa educativos fueron los siguientes:
Reconocimiento: Confianza en el equipo.
Importancia de la autoestima.
¿Qué es violencia?
Proyecto de vida.
Nuestra familia. ¿Cómo nos hicimos familia?
Nuestro lugar en la familia. ¿Quién soy para mi familia?
Conductas normales en la infancia.
Las dificultades en nuestra familia. ¿Por qué y para qué se presentan?
Las respuestas ante las dificultades de nuestra familia. ¿Cómo resolvemos los problemas familiares?
Nuestros logros y retos. ¿Qué hemos construido y qué podemos seguir modificando?
Se desarrolló bajo dos modalidades de intervención: una en la cual un profesional cumplió la función de facilitador y otra donde los integrantes de las familias intervienen sobre ellas sin el acompañamiento de un profesional.
Las actividades se desarrollaron de forma dinámica y amena, a través de dinámicas grupales, talleres, lluvia de ideas, juegos de roles, presentación y debate de materiales audiovisuales: fragmentos de películas, videos, diapositivas, fotos. Además, la aplicación de cuestionarios relacionados con vivencias, reflexiones y proyectos de vida para su análisis y discusión en grupo. Con la utilización de medios de enseñanza como: de materiales de apoyo impresos, tarjetas con preguntas, diapositivas, computadora, televisor y teléfono móvil y/o Tablet.
Todo este proceso está orientado mediante textos breves que introducen los momentos y las actividades, pero que implícitamente transmiten a la familia aspectos elementales de la lógica de la violencia que se convierten en un estímulo para favorecer el análisis. En las actividades grupales, se utilizaron mensajes cortos que tienen la función de favorecer la transmisión de las tres actitudes analíticas, para que, con ello, se dé prioridad a la verbalización del material implícito al discurso familiar. Además de lo anterior, cada momento finalizó con un breve escrito y con una serie de preguntas que tienen el propósito particular de indagar por el sentido de la violencia en las tres acepciones antes descritas: significación, propósito y orientación.
El grupo de especialistas estuvo conformado por 11 profesionales, en su mayoría con más de 15 años en la docencia (cuadro).
Fueron consultados 11 especialistas para la valoración del diseño del programa educativo y el 100 % señaló que es pertinente y factible, ya que se cuenta con recursos humanos necesarios y contribuye a la prevención de la violencia intrafamiliar.
Discusión
La Medicina General Integral como una disciplina científico médica, cuyo objetivo fundamental es la prevención de enfermedades, pone a sus especialistas como los más indicados para hacer el diagnóstico precoz de la violencia familiar y realizar la intervención educativa comunicacional. En el Policlínico Docente “Mártires del 10 de abril” del municipio Corralillo, los especialistas consideraron que el diseño del programa es pertinente y factible para su puesta en práctica. El programa diseñado presenta 10 acciones educativas y técnicas participativas, que propician el establecimiento de un estrecho vínculo entre los conocimientos teóricos y su aplicación práctica. Baena9 planteó que la violencia familiar es más fácil de tratar cuanto más temprano se descubre.
Por otra parte, Rodríguez10 expresó que, desde su punto de vista, percibe una insuficiente labor de promoción educativa sobre este problema de salud en la comunidad, con serias repercusiones negativas en los órdenes económicos, psicoemocionales, familiares y sociales en las personas, su familia, su comunidad y la sociedad en general.
Es por ello que en la actividad educativa comunicativa familiar es vital reconocer el papel protagónico del hombre éticamente digno y comunicacionalmente dialógico en los complejos procesos de toma de decisiones, por lo que no se puede prescindir de personalidades con ascenso en la comunidad, líderes comunitarios y familiares que de seguro aportarán sus experiencias en la dirección de los miembros de la comunidad.
El amplio margen de acción que posee en la atención primaria y la promoción de una elevada cultura higiénica sanitaria en la población, lo hace ser un médico que vive en la comunidad y cuida de su bienestar, por lo que puede monitorear el problema de la violencia en su área de salud.
En conclusión, la propuesta de un programa educativo sobre violencia intrafamiliar dirigido a familias con niños en edad prescolar permitirá elevar el nivel de información familiar, lo que repercutirá en la disminución de la violencia intrafamiliar y brindará a los profesionales de la salud una herramienta de trabajo para educar a la población.
Aporte científico
El diseño de un programa educativo sobre violencia intrafamiliar dirigido a las familias con niños en edad prescolar, no diseñado anteriormente en el territorio, contribuirá a elevar el nivel de información de las familias sobre el tema y lograr estrategias de afrontamiento de las dificultades por parte de esta, para prevenir la violencia intrafamiliar, por lo que sería muy favorable su implementación.