Introducción
El estrés académico se define como un estado emocional que tiene el estudiante alrededor de su entorno. Es común que se presente ante situaciones angustiantes durante su proceso formativo relacionando con la pérdida de control y manifestaciones físicas que pueden desencadenar en un deterioro en la salud.1 El individuo suele generar estímulos de estrés llamados estresores académicos a nivel universitario que se clasifican de la siguiente manera: sobrecarga académica, exceso de información y muy poco tiempo para realizar las tareas universitarias.2
Con relación al estrés académico, se agrega la salud mental que representa un desperfecto de las funciones mentales e incremento de emociones negativas en los individuos, mediante sintomatología ansiosa, depresiva y estresante.3 Se señala que estos síntomas se pueden mostrar en forma de tristeza, inquietud y fatiga crónica. Esto se suma a la falta de apetito, enfermedades relacionadas con mal funcionamiento hepático, presión arterial, aumento del nivel de colesterol y triglicéridos, entre otras.1
Sobre lo mencionado, se adiciona la dinámica de la funcionalidad familiar, que se presenta mediante relaciones interpersonales originadas dentro de la familia, lo cual aporta a salud mental como física de las personas.4 El contexto familiar tiene un gran impacto a nivel personal como colectivo en los individuos, además esta dinámica puede organizarse en familias funcionales, disfuncionales moderadas o disfuncionales severas.5
Vidal y otros manifiestan que la salud mental en los estudiantes universitarios durante la pandemia tuvo una significativa afectación, debido a las clases virtuales. Esto implicó un limitante en la actividad física y convivencia.6 Según Rodríguez y otros, también se han incluido problemas excesivos para adaptarse a las nuevas tecnologías, expectativas de tener un horario académico fijo, brechas digitales, problemas en el entorno familiar, entre otros, lo que ha originado preocupación y tensión en los universitarios.7
A su vez, Robles y otros mencionan que en el transcurso del confinamiento por la COVID-19 surgieron conflictos y problemáticas familiares como causas psicosociales relacionadas con las medidas de distanciamiento social, provocando que las familias desarrollen nuevas formas de comunicación e interacciones en todos los miembros del hogar, aumentando la tensión en seno familiar.8
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las dificultades emocionales de las personas se ven influenciadas por el estrés provocado en el entorno familiar y el aislamiento social, llevando a que ciertas personas tengan problemas en los ámbitos de convivencia, trabajo, educación u otros.9 La Organización Panamericana de Salud (OPS) informa que el deterioro de la salud en los individuos se puede manifestar a nivel mental y físico,10) durante la pandemia por la COVID-19 esta se ha convertido en un riesgo de alto impacto e incremento. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) manifiesta que la población estudiantil tuvo un 70 % de afectación,11 debido a la presencia de factores relacionados con lo académico, social, económico y de salud.
Recapitulando los antecedentes y el planteamiento del problema, se justifica la importancia de realizar una investigación en la que se aborde la relación entre el estrés académico con la salud mental y el funcionamiento familiar en estudiantes universitarios. Con respecto a la carrera de Enfermería en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Santo Domingo, los estudiantes comparten sus actividades académicas con las prácticas durante largos períodos de horas, lo cual es un factor que provocaría estrés académico. Del mismo modo, es relevante que los docentes consideren el nivel de estrés entre los estudiantes, ya que esto puede llegar a ser una de las causas de bajas calificaciones, pérdidas de la materia o deserción de la carrera.
En definitiva, es notable realizar un análisis del bienestar y salud de los estudiantes de Enfermería. Por esta razón, el objetivo del artículo fue determinar la relación entre el estrés académico general, la salud mental y el funcionamiento familiar de los estudiantes de enfermería de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Santo Domingo que recibieron clases virtuales durante el confinamiento por la COVID-19.
Métodos
El estudio se realizó en el mes de agosto de 2021, en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador de la ciudad de Santo Domingo. Se aplicó un enfoque cuantitativo con diseño no experimental transversal de tipo correlacional y descriptivo. La población de estudio se conformó de 565 estudiantes de primero a sexto semestre de la carrera de Enfermería en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Santo Domingo. Para calcular la muestra probabilística se consideró los criterios de un 5 % de margen de error, nivel de confianza 95 % y heterogeneidad del 50 %, lo que dio como resultado 229 estudiantes.
Para la selección de los sujetos se empleó un muestreo estratificado proporcional aleatorio, que considera los siguientes criterios de inclusión: Estudiantes matriculados legalmente en la carrera de enfermería, estudiantes cuya edad mínima fuera de ños, estudiantes que han recibido clases virtuales durante el 2020 y primer semestre del 2021. Por otro lado, los criterios de exclusión fueron: estudiantes de la escuela de Enfermería que no hayan aceptado el consentimiento informado en la encuesta establecida.
Para la recolecta de la información se utilizaron cuestionarios estandarizados: El primero se enfocó en información sobre el estrés académico mediante el inventario SISCO SV que se conforma de 21 preguntas con una una escala ordinal de Likert del 1 al 5. La evaluación de la salud mental se realizó con la aplicación la Escala de Salud General (GHQ), que se conforma de 12 preguntas con una escala ordinal de Likert 0 al 3. El instrumento para la evaluación de la dinámica familiar se basó en el Test de Percepción del Funcionamiento Familiar, que tiene una escala ordinal de Likert del 1 al 5.
El inventario SISCO SV-21 propuesto tiene las dimensiones: Estresores, síntomas de estrés y afrontamiento del estrés, donde se demuestra que alcanza un valor Alpha de Cronbach de 0,850 y una validación fundamentada en la estructura interna adaptada en cinco países latinoamericanos entre ellos Ecuador.12,13) A su vez, el Test de Funcionamiento Familiar (FF-SIL), que tiene las dimensiones de: Cohesión, armonía, comunicación, afectividad, roles, adaptabilidad y permeabilidad, con una alta confiabilidad evidenciada mediante un Alpha de Cronbach de 0,890.14,15 El último instrumento fue la Escala de Salud General (GHQ), que contiene las siguientes dimensiones: bienestar psicológico y problemas psiquiátricos no psicóticos. Tiene una confiablidad alta de 0,89.16,17
Como parte del proceso de investigación se realizó una comprobación del Alpha de Cronbach de los instrumentos con base en un pilotaje conformado por 15 participantes que integran la muestra del estudio. A partir de los resultados, el inventario SISCO SV-21 tuvo un valor 0,801, en el caso del FF-SIL, se tuvo un valor de 0,721, mientras que en el GHQ se tuvo un valor de 0,838. Con base en esta comprobación se demuestra que los instrumentos son confiables para obtener datos válidos de la muestra.
Para el análisis de la información se utilizó el programa estadístico SPSS para analizar los estadísticos del Rho de Spearman y Excel para la presentación de las bases de datos.
Dentro de las condiciones éticas se hizo firmar el respectivo consentimiento informado a cada uno de los encuestados. También se llevó a cabo el proceso de permiso en la universidad para la aplicación de los instrumentos.
Para la realización de la presente investigación, se solicitó la aprobación por parte del Comité de Ética de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y del Departamento de Investigación de la misma facultad. Se mantuvo la confidencialidad de la información mediante el anonimato, además, durante su realización se priorizaron los principios de bioética.
Resultados
El 100 % de los participantes del estudio correspondieron a la ciudad de Santo Domingo, de los cuales el 81,22 % fue del género femenino y un 18,78 % masculino. En cuanto a la edad, la mayoría se encontraba en el rango de 17 a 21 años (65,50 %). El mayor porcentaje de estudiantes participantes pertenecían al de tercer semestre (21,40 %), y en menor porcentaje para el quinto y sexto (ambos 10,92 %) (tabla 1).
Datos informativos | f | % |
---|---|---|
Ciudad | ||
Santo Domingo | 229 | 100 |
Género | ||
Femenino | 186 | 81,22 |
Masculino | 43 | 18,78 |
Total | 229 | 100 |
Edad (años) | ||
Entre 17 y 21 | 150 | 65,50 |
Entre 22 y 26 | 50 | 21,83 |
Entre 27 y 31 | 23 | 10,04 |
Más de 32 años | 6 | 2,62 |
Total | 229 | 100 |
Semestre | ||
Primero | 41 | 17,90 |
Segundo | 47 | 20,52 |
Tercero | 49 | 21,40 |
Los resultados del estrés académico de los estudiantes evidencian que el 75,11 % de los evaluados tenía un nivel moderado, a diferencia de un 24,45 % que presentaba un estrés grave. Sobre la salud mental se demuestra que un 39,30 % tenía un deterioro normal y un 24,45 % de los evaluados tenía un bajo deterioro de la salud mental. Los datos sobre la funcionalidad familiar muestran que un 48,03 % de los evaluados tenía una percepción de tener una familia moderadamente funcional y un 4 % percibían a su familia como disfuncional (tabla 2).
Estrés académico | f | % |
---|---|---|
Nivel | ||
Leve | 1 | 0,44 |
Moderado | 172 | 75,11 |
Grave | 56 | 24,45 |
Total | 229 | 100 |
Salud mental | ||
Bajo deterioro | 56 | 24,45 |
Deterioro normal | 90 | 39,30 |
Alto deterioro | 83 | 36,24 |
Total | 229 | 100 |
Funcionalidad familiar | ||
Funcional | 55 | 24,02 |
Moderadamente funcional | 110 | 48,03 |
Disfuncional | 60 | 26,20 |
Severamente disfuncional | 4 | 1,75 |
Total | 229 | 100 |
Para la realización del cálculo del Rho de Spearman se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov (> 50 casos), considerando los siguientes criterios de aceptación o rechazo de la hipótesis de normalidad: p< 0,05 se rechazar H0, no hay normalidad en los datos y si p> 0,05 se acepta H0, hay normalidad en los datos. Debido a que en la variable de estrés académico se obtuvo un estadístico de 0,093 y una significancia de 0,000; en la variable de salud mental con un estadístico de 0,087 y una significancia de 0,000 y en la variable de funcionalidad familiar se tuvo un estadístico de 0,084 y una significancia de 0,000; se rechaza la H0; por lo tanto, los datos no presentaron normalidad (tabla 3).
En los resultados del Rho de Spearman se descarta por significancia superior al 0,05 la relación entre la variable de estrés académico y la funcionalidad familiar (p= 0,183), además de la relación entre la variable salud mental y funcionalidad familiar (p= 0,016). De este modo, se comprueba que existe una correlación positiva baja de 0,349, con una significancia del 0,000 entre el estrés académico y salud mental general de Goldberg.
Discusión
En consideración de los resultados obtenidos, se notó que la muestra de estudiantes con género femenino fue superior a la del género femenino, ante lo cual los porcentajes de afecciones evidenciados en el presente estudio están mayormente asociados al género femenino, lo cual determina que este grupo de personas sufrió de niveles moderados y graves de estrés, contradiciendo de esta manera a investigaciones que determinaron que las mujeres son menos propensas a la presencia de afecciones en la salud mental.6 A su vez, respalda a otras investigaciones que han equilibrado las unidades de análisis respecto al género y han descubierto que las mujeres presentan mayores niveles de estrés y, por ende, de afecciones en su salud mental.18,19
Otro elemento a considerar en este estudio fue la edad de los evaluados, en donde el mayor porcentaje en edades se concentró entre 17 a 21 años, resultados que se asemejan a otras investigaciones que se han desarrollado dentro de este campo de estudio,2,4 respaldando de esta manera que los estudiantes universitarios matriculados en los primeros niveles de la carrera son los más afectados y tienen la mayor propensión a tener estrés académico moderado y alto.17
Sobre la base de los resultados, el estrés académico fue el que mayormente afectó, poniendo en evidencia que la carencia de interrelación social producida por el efecto del confinamiento, las clases virtuales y los procesos de aprendizaje desarrollados incidieron en la presencia de estrés moderado y grave en los estudiantes universitarios de la carrera de enfermería, lo cual conlleva a que este grupo de estudiantes se vean en la necesidad de adoptar estrategias de afrontamiento para combatir estas afecciones. Este resultado respalda la postura de otros estudios que han determinado que los factores estresores y las estrategias de afrontamiento suelen ser proporcionales con el estrés general, y que a medida que aumentan los niveles de estrés más afrontamiento debe tener un individuo.20,21
En lo que respecta a la salud mental, los datos evidenciaron que los participantes presentaron un deterioro normal y alto de prevalencia. Esta información se complementa con el estrés académico, puesto que el deterioro de la salud mental afecta el rendimiento académico de los estudiantes y los efectos son evidentes a corto, mediano y largo plazo.19
En cuanto a la funcionalidad familiar, el mayor porcentaje de los estudiantes percibió a su familia como moderadamente funcional, lo cual se encuentra dentro de los parámetros normales, debido a que la familia tiene un valor importante en el desempeño académico de los estudiantes,16 sobre todo en condiciones en las que se puede generar estrés o dificultades de aprendizaje.
Por otra parte, al considerar las tres variables de estudio, se demostró que los estudiantes presentaron estrés académico y deterioro en su salud mental. Sin embargo, la mayoría de los participantes del estudio determinaron que existe adecuada funcionalidad familiar, dando a entender que durante el tiempo de confinamiento por la COVID-19 se pudieron haber restablecido los lazos familiares y, por consiguiente, se mejoraron las relaciones familiares, pero esto no pasó a ser un elemento que impida la presencia del estrés académico y la salud mental de los estudiantes de enfermería.
Por otra parte, el estrés general se correlacionó con la salud mental de los estudiantes de la carrera de enfermería (0,349** p< 0,01), demostrando que los factores estresores que se presentaron al momento de desarrollar clases virtuales durante la pandemia afectó considerablemente los estados de salud mental de los estudiantes. Este resultado se pone a favor de la determinación que el estrés afecta en la salud mental de las personas, provocando en ellas inestabilidad emocional, síntomas de ansiedad y estados depresivos.23
Finalmente, los resultados demostraron que la funcionalidad familiar presentó correlación negativa (-0,159* p< 0,05), evidenciando que las relaciones familiares afectaron indirectamente en la salud mental, lo cual demuestra que mientras más alta es la funcionalidad familiar, menor va a ser la propensión de presencia de afecciones en la salud mental. Este resultado respalda la postura de investigaciones que han determinado que mientras mejor sea la comunicación, la comprensión y las relaciones familiares, menor va a ser la posibilidad de que una personas sufra de trastornos depresivos.6
En conclusión, las mujeres tienen mayor propensión a tener niveles superiores de estrés académico y una menor posibilidad de afectación a la salud mental, a diferencia de los hombres. Se comprueba que no existe correlación entre el estrés académico y la funcionalidad familiar, ya que los valores no son significantes para el caso de estudio.
Aporte científico
El estudio sobre el estrés académico, la salud mental general y la funcionalidad familiar es una contribución a la literatura académica sobre la salud mental de los estudiantes de carreras de enfermería, sobre todo, por las relaciones que se establecen entre las variables de estudio para comprender la presencia de estresores, tensiones, síntomas y prevalencia en los estudiantes de enfermería que recibieron y siguen recibiendo clases en la modalidad virtual.