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Educación Médica Superior

versión impresa ISSN 0864-2141

Educ Med Super v.24 n.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2010

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Desafíos y respuestas para el fortalecimiento de los valores en la Salud Pública en Cuba

 

Challenges and answers for the strengthening of Public Health values in Cuba

 

 

Marianela Díaz Rivero

Máster en Educación Médica. Licenciada en Tecnología de la Salud (Perfil Laboratorio Clínico). Hospital Clínico Quirúrgico "Hermanos Ameijeiras". La Habana, Cuba.

 

 

 


 

Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida.

José Martí

 

RESUMEN

En este trabajo se aborda el análisis de la situación del proceso de formación de valores en los estudiantes de ciencias médicas y la influencia de los profesores, así como del resto de los trabajadores de la salud. Partiendo de la relación entre el ser social y la conciencia social se puntualizan los conceptos de principios, valores y convicciones, la importancia de la educación en la formación de valores, las dimensiones del valor y su relación íntima con los principios de la Bioética en el campo de la salud. Se identifican los valores fundamentales del profesional de la salud y la necesidad de desarrollar en los estudiantes la virtud de concatenar dialécticamente dichos valores como la máxima aspiración de nuestra universidad médica. Se abordan los principales problemas que enfrentan las instituciones de educación médica superior para el desarrollo de sus Planes de Trabajo Educativo, entre los cuales se destacan la necesidad de una mayor preparación psicopedagógica de los profesores, la incomprensión del carácter participativo de la labor educativa y la pobre proyección del trabajo educativo desde el currículo, entre los más importantes. Igualmente se analiza el efecto negativo de las manifestaciones de carencia o pérdida de valores entre los trabajadores de la salud sobre el trabajo educativo de los estudiantes, en relación con lo cual operan como currículo oculto. Se enfatiza en la necesidad de articular un sistema integrado de acciones encaminadas a enfrentar ese problema con la participación de todos los factores en las instituciones de salud.

Palabras clave: Formación de valores, estudiantes de ciencias médicas, Bioética.


ABSTRACT

In present paper the authors approach the analysis of the situation of value training process in medical sciences students and professor's influence, as well as of remainder of health staff. From the relationship between to be social and the social awareness we specify the concepts of principles, values and convictions; the significance of education in the values training, the value dimensions and its close relationship with the Bioethics principles in the health field. The main values of the health professional are identified, as well as the need to develop in students the ability to link together in a dialectical way such values as the maximal aspiration of our medical university. The major problems confronted by medical higher education institutions for the development of their Educational Work Plans including the need of a great psychoeducational training of professors, the lack of understanding of participatory character of the educational task and the poor projection of educational work from the curriculum among the most important ones. Likewise we analyze the negative effect of manifestations of lack or loss of values among the health staff on the educational task of students in relation to which they work as a hidden curriculum. The need of to articulate a system including actions aimed to confront this problem with the participation of all the factors in health institutions.

Key words: Value training, medical sciences students, Bioethics.


 

 

INTRODUCCIÓN

Transcurrida la primera década del primer siglo del tercer milenio, la humanidad continúa inmersa en la Revolución Científico Técnica (RCT) y en un vertiginoso desarrollo tecnológico informático, a la vez que paradójicamente se hunde en la degradación ecológica, física y social, la globalización neoliberal, con apología a las fantasías, a la violencia y al genocidio. Se hace evidente hoy más que nunca la necesidad del desarrollo del intelecto, la universalización de las ideas, la justicia y la solidaridad basadas en el desarrollo de los valores más evolucionados del género humano, acumulados a través de su devenir histórico.

Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las universidades la formación de profesionales competentes. La calidad en la formación profesional depende no solo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículo universitario, sino también de los intereses y valores que regulen su actuación profesional.

El problema global que más incide negativamente sobre el sistema de valores humanos y sobre el hombre como ser social, es el desbalance creado en los aspectos económico, social y cultural, entre unos países y otros, y dentro de estos, entre sus diferentes capas y estratos sociales.1

La salud es una de las áreas en que con mayor fuerza se manifiesta ese desbalance. Aún en países desarrollados, incluyendo los propios Estados Unidos, grandes capas de la población carecen de garantía para su salud. Millones de personas en los países eufemísticamente llamados "en desarrollo", están completamente excluidas de los más elementales servicios de salud.

Los esfuerzos de algunos gobiernos por garantizar la salud a todos sus ciudadanos chocan frontalmente con los mezquinos y egoístas interés de los gremios profesionales y de las grandes transnacionales proveedoras de medicamentos, tecnologías y otros productos para la salud.

En Cuba la salud es considerada como un derecho humano fundamental y su administración, como una responsabilidad del Estado, con participación de la comunidad.

Es evidente que los principios éticos y valores humanos prevalecientes en nuestra sociedad son radicalmente diferentes a los de las sociedades en las que se negocia con el dolor y la salud de los seres humanos.

Mientras que el desarrollo y mantenimiento de los valores humanos más universales alcanzados por el hombre entran en una crisis cada vez más profunda en las sociedades de consumo, en nuestra sociedad se convierten en un elemento esencial para la materialización plena del principio de que la salud es un derecho humano inalienable.2

Es nuestro propósito con este trabajo puntualizar cuáles son los principios y valores éticos que deben caracterizar a nuestros profesionales de la salud, reflexionar acerca la necesidad de lograr su máxima expresión en nuestro trabajo cotidiano y, sobre todo, analizar cómo lograr una mayor incidencia en la formación de valores en nuestros estudiantes.

 

DESARROLLO

  Ser social, conciencia social y valores

La determinación de la conciencia social por el ser social, como solución materialista al problema fundamental de la filosofía no es idéntica a la determinación de la conciencia por la materia. El ser social, o lo que es lo mismo las condiciones materiales en que vive el hombre, son en buena medida fruto de su propia relación con la naturaleza como parte de su actividad consciente, por lo que existe una cierta y relativa independencia entre la conciencia social y el ser social, que se manifiesta en el papel activo que tiene la primera y en su capacidad de influir en el desarrollo y cambio de las condiciones materiales y por consiguiente del ser social.3

La Revolución Cubana es ejemplo de lo expresado anteriormente; el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en conferencia magistral ofrecida en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, expresó "una Revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas"; es por lo tanto un producto de la participación consciente del hombre en la transformación de las condiciones materiales de su existencia.4

Visto el problema desde este ángulo, la conciencia social tiene una determinación histórica concreta dada por las condiciones materiales derivadas de las relaciones y modos de producción imperantes en cada formación económico-social, a su vez en ella se sintetiza la herencia de lo más avanzado del pensar, el sentir y el soñar de las generaciones anteriores. Como dijera V. I. Lenin "la conciencia del hombre no solo refleja el mundo objetivo sino que lo crea".5

De modo que podemos plantear que el desarrollo de la conciencia de los individuos, por su capacidad transformadora y movilizadora del desarrollo de la conciencia social, y en particular de una conciencia social con fundamento humanista, tendrá que ser uno de los caminos por los que transite el hombre para enfrentar los desafíos del milenio. La lucha por la salud es uno de esos grandes desafíos.6

La evolución de los servicios de salud en este siglo es un proceso de las instituciones pero en el caso de Cuba es además un proceso de la sociedad civil socialista como sujeto del desarrollo de la salud que involucra las necesarias modificaciones a las relaciones, interacciones e imbricaciones entre el Estado y la Sociedad. Este cambio es la transformación radical del modo de vida de la población y de los valores sociales, entre los cuales la salud pasa a ser la expresión más clara de la vitalidad de una población para sus actividades sociales, culturales, científicas, artísticas y productivas y donde "el cese de la explotación entre los seres humanos y la lucha por la verdadera igualdad y justicia es y será el objeto, y no dejará de serlo nunca".7

Los problemas relacionados con los principios éticos y la formación de valores en el sector de la salud deberán ser abordados siempre desde la perspectiva de esa cosmovisión.

Educación y formación de valores

La misión de la Educación Superior de formar recursos humanos altamente calificados capaces de insertarse en su tiempo. Pero esta misión será incompleta e insuficiente si dichos profesionales no son dotados con principios y valores éticos que les permitan asumir un compromiso social real y consecuente para enfrentar los problemas globales de su momento, dando respuesta a las demandas sociales imperantes.

En el ámbito de la educación cubana se ha proclamado insistentemente la necesidad de reforzar en su labor educativa la formación y desarrollo de valores en todos los niveles de enseñanza. Este objetivo constituye uno de los más complejos problemas pedagógicos que enfrentan nuestros docentes en la actualidad, pues es necesario partir de un análisis integrador, que se apoye en aspectos psicológicos, pedagógicos y filosóficos de la naturaleza del valor en su función reguladora de la acción humana.8,9

Dimensiones de los valores

Los valores, como categoría, pueden ser analizados en tres dimensiones diferentes:10

1. Como "sistema objetivo de valores", teniendo en cuenta su carácter dinámico, cambiante, dependiente de las condiciones histórico-concretas y estructurado de manera jerárquica. Este sistema de valores va a estar dado por la relación de significación entre los distintos procesos o acontecimientos de la vida social y las necesidades e intereses de la sociedad en su conjunto.

2. Como "sistema subjetivo de valores", que es la forma en que ese sistema objetivo de valores influye en la conciencia individual y colectiva de la sociedad. Cada sujeto construye su propio sistema subjetivo de valores que puede estar o no en correspondencia con los valores objetivamente establecidos, ya que en este proceso de valoración influyen los intereses particulares del sujeto, las influencias educativas y culturales que recibe y las normas y principios que prevalecen en la sociedad donde vive. Estos valores subjetivos dan una idea de cómo un sujeto se proyecta ante la sociedad y son reguladores internos de su conducta.

3. Como "sistema de valores institucionalizados oficialmente", del cual emanan la ideología oficial, la política interna y externa, las normas jurídicas, el derecho, la educación formal, etc. Este sistema puede ser el resultado de la generalización de una de las escalas subjetivas existentes en la sociedad o de la combinación de varias de ellas y por lo tanto puede tener un mayor o menor grado de correspondencia con el sistema objetivo de valores.

De esto se deduce el gran desafío que en el plano político-ideológico y cultural tienen los educadores y en particular los cubanos con las actuales y futuras generaciones, las cuales se enfrentan a verdaderas transformaciones cambiando en algunos sectores o grupos sociales su sistema subjetivo de valores y en ocasiones su jerarquización

La irrenunciable convicción de continuar nuestro devenir histórico en consecuencia con nuestra identidad y nuestra ética, permite a la Educación Cubana, en especial la EMS, el asumir la responsabilidad de consolidar y desarrollar los valores más humanísticos en nuestros jóvenes.

Principios, valores y convicciones

Los principios expresan los ideales, objetivos, propósitos o fines asumidos por las personas, colectivos o la sociedad en su conjunto. Una vez que los principios son asimilados por la conciencia de una persona, un grupo, una clase social o un pueblo, es decir, son interiorizados, se convierten en valores y constituyen convicciones cuando prevalecen en la actuación individual o colectiva defendiéndose en todas las circunstancias.

Los principios forman un todo, subjetivo-conceptual-teórico, inductor de conductas que en el caso nuestro son inherentes por igual a nuestra concepción materialista-dialéctica. En este caso podemos enumerar la clasificación que los categoriza en:

1. Principios humanos generales o universales

Son aquellos valores que como su nombre lo indican prevalecen y son válidos en todas las sociedades humanas. Entre ellos se encuentran la dignidad personal, el apego a la verdad, el sentimiento de ayudar a otros, la sinceridad, la honestidad, la modestia, la sencillez, la decencia, la disciplina, la generosidad, el respeto al pensamiento ajeno, la buena educación formal.

2. Principios patrióticos

Los valores patrióticos se sintetizan en la defensa de la soberanía, la independencia nacional, la autodeterminación, la protección al medio ambiente, la identidad cultural y el amor a las mejores tradiciones de un país.

3. Principios sociales

Los principios sociales, por último, se resumen en los ideales excelsos de la libertad, igualdad y solidaridad.

Estos principios y valores pueden conformar actitudes o conductas predominantes en la práctica social de las personas o colectivos, es decir, pueden conformar expresiones de conciencia individuales, devenidas de formas de conciencias sociales morales y/o éticas.

Principios éticos y valores

La ética como forma de conciencia social, se expresa en las más variadas dimensiones de la actividad del hombre, dentro de las éticas profesionales, enmarcamos la Ética médica, admitida también como Bioética médica, Bioética clínica o sanitaria, la cual nuclea principios básicos que se concentran para muchos estudiosos del tema en los principios cardinales de:

- La beneficencia

- La autonomía

- La justicia

La beneficencia es el principio moral de actuación del profesional de la salud: lo primero es el bien al paciente, a la humanidad. La exageración de este principio lleva al paternalismo y su aplicación autoritaria al menoscabo el principio de la autonomía.

La autonomía es el principio moral que sustenta el comportamiento del paciente respecto a la atención a su salud. Las opiniones del paciente deben ser tenidas en cuenta y sus valores y creencias deben ser respetados. Como garantía del cumplimiento de este principio se ha consolidado la respetabilidad al consentimiento informado y el secreto médico. La actuación consciente de un paciente en menoscabo de su propia integridad pone al profesional de la salud ante un dilema ético de difícil solución, está en el deber de utilizar todos los argumentos persuasivos para tratar de conseguir un cambio positivo en dicha conducta.

La justicia permite valorar éticamente la interrelación y conflictos entre los dos principios anteriores, así como para evaluar la atención de salud a la población en cuanto a equidad, pertinencia y calidad científico-técnica y humana.11

Los valores en los estudiantes de la Salud

El lograr que los estudiantes de las diferentes carreras de las Ciencias Médicas desde sus primeras experiencias prácticas asuman una actitud de respetar íntegramente la intimidad de los pacientes y sus allegados, les beneficien siempre ilimitadamente y se comporten con la justicia de que son acreedores todos ellos, es expresión de una conducta solidaria, exenta de toda maleficencia, y por supuesto de una actuación ética con una elevada profesionalidad cimentada en su preparación científico-técnica.

Estos comportamientos hay que inocularlos, enaltecerlos y controlarlos en todas las disciplinas o asignaturas de las especialidades médicas, hay que asumirlos como un objetivo educativo relevante e imprescindible a lograr durante el desarrollo de todas las actividades académicas curriculares, extracurriculares y sociales.

El formar un profesional de la salud que tenga como virtud una concatenación dialéctica de los siguientes valores, sin pretender un ordenamiento jerárquico, es la máxima aspiración de nuestra universidad médica:

-Humanismo

- Abnegación

- Altruismo

- Solidaridad

- Amor al trabajo

- Responsabilidad

- Sensibilidad

- Eficiencia

- Honestidad

- Respetuosidad

Todos ellos le permitirán una actuación profesional durante su vida laboral activa acorde con los principios de la Bioética.

En nuestras facultades se realiza un trabajo de caracterización, por parte de las Unidades de Orientación Estudiantil (UOE), a todos los estudiantes al ingresar a sus diferentes carreras. Esta caracterización nos permite planificar el trabajo pedagógico a nivel de los comités horizontales y trazar los planes de trabajo educativo con acciones destinadas a erradicar los problemas detectados.

Como profesores de ciencias médicas estamos en la obligación de analizar los valores que nuestros jóvenes universitarios identifican como necesarios para su desempeño profesional y teniendo en cuenta los que ya tienen incorporados en su actuación. Existe una opinión generalizada que en la actuación de los estudiantes se pone de manifiesto que falta mucho por hacer: un gran porcentaje de ellos destaca el humanismo y la solidaridad como esenciales pero carecen de responsabilidad, abnegación o capacidad de sacrificio, de amor al estudio y al trabajo. En el caso de los estudiantes de Medicina, muchos de ellos no tienen motivación por la atención primaria y de hecho la rechazan, restándole con ello importancia a la labor de promoción y prevención de salud que debe caracterizar la actuación del médico general básico. En su nivel de jerarquización prevalecen los intereses individuales sobre los sociales.

Papel de los profesores en la formación de valores en los estudiantes

Por otra parte, es insuficiente la preparación pedagógica y psicológica de los docentes para enfrentar el reto de la formación y desarrollo de los valores en los estudiantes universitarios: muchos creen que este aspecto solo concierne a los Profesores Guía y no a todos los que intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje; otros piensan que esta labor corresponde solamente a los profesores de las asignaturas sociales y humanísticas. Es necesario actuar sobre todos estos aspectos para dar respuesta al reclamo de la Educación Superior de formar en nuestras universidades profesionales con conocimientos (saber), habilidades (saber hacer) y valores (saber ser y estar), como elementos esenciales de la competencia para un desempeño profesional que satisfaga todas las expectativas de la sociedad.

Para lograr esto es necesario continuar el fortalecimiento y mantener el enfoque integral en la labor educativa y político-ideológica a partir del Proyecto de Trabajo Educativo con que cuentan nuestras universidades.

Los planes de estudio deben reflejar no solo los objetivos instructivos de las diferentes disciplinas científicas, sino también las vías, métodos o planes de acción que contribuyan al empeño educativo integral. Para lograr estos objetivos debemos tener en cuenta que el proceso formativo debe colocar al educando como sujeto de su propia formación y este proceso debe ser planificado, organizado, dirigido, controlado y evaluado, no dejándolo nunca a la espontaneidad.

Según González Maura, trabajar en la educación de valores en el currículum universitario requiere satisfacer las siguientes condiciones: 8

- Formación psicopedagógica de los docentes.

- Concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje como un fenómeno dialógico donde docentes y estudiantes asumen la condición de sujetos de enseñanza-aprendizaje.

- Utilización de métodos participativos en el proceso enseñanza-aprendizaje como vía importante para el desarrollo del carácter activo del estudiante y de la educación de sus valores.

- Una comunicación profesor-alumno centrada en el respeto mutuo y la autenticidad en las relaciones que propicie la influencia del docente como modelo educativo en la formación de valores de sus estudiantes.

Los valores en los trabajadores de la Salud

Del mismo modo de que existen opiniones respecto a manifestaciones de los estudiantes de las diferentes carreras de Ciencias Médicas que denotan una deficiente formación y carencia de valores fundamentales, también existen manifestaciones similares, sino más graves, entre muchos trabajadores de la salud, tanto profesionales como técnicos y trabajadores simples. Lo más grave es que se trata de un problema conocido y generalizado en relación con el cual no se ha estructurado un sistema de acciones como en el caso de los estudiantes. La actitud es contemplativa y por lo general solamente existen acciones institucionales punitivas en los casos probados de mayor seriedad y casi siempre a punto de partida de una queja o reclamación de la población.

Otro aspecto que confiere mayor gravedad a estas manifestaciones es que conspiran contra los buenos resultados del Plan de Trabajo Educativo. Las conductas violatorias de los principios éticos como expresión de la falta de valores en algunos trabajadores de la salud podemos considerarlas como elementos sustantivos del currículo oculto. ¿Cómo predicar para formar valores si cotidianamente el ejemplo recibe el estudiante va en una dirección completamente opuesta? ¿Puede el estudiante, por ejemplo desarrollar la responsabilidad si se desenvuelve en un medio lleno de conductas irresponsables?

Todavía carecemos de un sistema de acciones bien estructuradas que ponga freno a las manifestaciones negativas entre los trabajadores de nuestro sector y que debe operar en los siguientes ejes:

- Educativo: Estudio permanente y sistemático del Código de Ética de los Trabajadores de la Salud.

- Administrativo: Abordaje frontal con adopción de medidas correctivas en los casos de violaciones.

- Político: Accionar sistemático y enérgico de las organizaciones políticas y de masas en el enfrentamiento de las conductas que niegan los principios éticos de la salud y de la moral de nuestra sociedad.

Los valores se desarrollan a partir del contexto social en el que los individuos se insertan, matizados por las necesidades, intereses y motivaciones personales. No son el resultado de una comprensión, de una información pasiva que se inyecta a la persona; el valor se configura a través de la persona concreta que lo interioriza y desarrolla, es decir la persona acrecienta el valor a través de su historia personal, de su experiencia, de su propio lenguaje, de un proceso de valorización. No es a través del mero discurso que se fomentan los valores en el futuro profesional de la salud. El profesor como facilitador en el PEA, con su ejemplo personal, su decoro, su consagración, con su actuar ético, con la transmisión de sus vivencias y compromiso social, logrará en sus educandos el desarrollo de estos valores a los cuales aspiramos en las jóvenes generaciones, en los profesionales de la salud que nuestro pueblo necesita y merece.

 

CONCLUSIONES

1. En la conducta de muchos estudiantes de ciencias médicas se pone de manifiesto la falta de los valores fundamentales que deberán caracterizarlos como futuros trabajadores de la salud, que son: humanismo, solidaridad, responsabilidad, honestidad, abnegación, amor al trabajo, discreción y respetuosidad.

2. Existe la necesidad de desarrollar en los estudiantes los principios éticos fundamentales desde los primeros años de su carrera a través de todas las actividades curriculares, extracurriculares y sociales.

3. El accionar de las instituciones para la formación de valores en los estudiantes debe involucrar a todo el profesorado, las autoridades académicas y las organizaciones políticas y de masa, tanto estudiantiles como de los trabajadores de los centros educacionales, estructurado en el Plan de Trabajo Educativo.

4. La superación y preparación psicopedagógica de los profesores es un elemento fundamental de la estrategia global para el desarrollo de valores en los estudiantes.

5. No se ha estructurado un plan integral para enfrentar las crecientes manifestaciones de pérdida de valores entre los trabajadores de la salud, lo cual opera negativamente no solo en la calidad de los servicios y la satisfacción de la población, sino también como currículo oculto, menoscabando el trabajo educativo a los estudiantes.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Fabelo JR. Valores Universales y Problemas Globales. Compilación de Temas para la asignatura Filosofía Salud. 2da parte. Cap. VIII. La Habana: Editorial de Ciencias Médicas; 1994. p. 384-406.

2. Galvizu Díaz K, Plasencia Pérez M. Principios y valores éticos del profesional de la salud. Revista Ciencias.com 2005. [consultado 31 Mar 2010]. Disponible en: http://www.revistaciencias.com/publicaciones/EEEAllpukkyrnAuGMq.php

3. Martínez Martínez E. Formación de valores en el personal de la salud. Rev Cubana Med Milit. 2001;30(3):190-201.

4. Castro Ruz F. Una revolución solo puede ser hija de la cultura y las ideas. La Habana: Editora Política; 1999.

5. Lenin VI. Cuadernos filosóficos. En: Obras completas. t 29. Moscú: Editorial Progreso; 1986.

6. Fabelo Corzo JR. Los valores universales en el contexto de los problemas globales de la humanidad. Rev Cubana Cienc Soc. 1994;(28):18-31.

7. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en el acto conmemorativo del aniversario 40 del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón. 17 de octubre de 2002. [consultado 31 Mar 2010]. Disponible en: http://www.sld.cu/sitios/infodir/temas.php?idv=7591

8. González Maura V. La educación de valores en el currículo universitario. Un enfoque psicopedagógico para su estudio. Educ Med Super. 2000;14(1):74-82.

9. Güemes F, Echevarría L, Ramiro Y, Torres MA, Labrada M, O´Farril G. El sentido de la vida en los estudiantes de ciencias médicas y el trabajo educativo curricular en su formación de valores. Resultados del proyecto de investigación. Facultad de Ciencias Médicas "Dr. Salvador Allende"; junio 2002.

10. Fabelo JR. La crisis de valores: conocimiento, causas y estrategias de superación. La Formación de Valores en las nuevas generaciones. La Habana: Editorial Ciencias Sociales; 1996.

11. Fernández Sacasas JA. Aspectos éticos de la Educación Médica. Apuntes para una discusión de grupo. Tarija, Bolivia, 2001. Material bibliográfico de la Maestría en Educación Médica. La Habana: CENAPEM; 2002.

 

 

Recibido: 10 de julio de 2010.
Aprobado: 24 de julio de 2010.

 

 

MsC. Marianela Díaz Rivero. Hospital Clínico Quirúrgico "Hermanos Ameijeiras". San Lázaro No. 701. Centrohabana. La Habana, Cuba. Correo electrónico: marianela.diaz@infomed.sld.cu