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Educación Médica Superior
versión On-line ISSN 1561-2902
Educ Med Super vol.28 no.3 Ciudad de la Habana jul.-set. 2014
ARTÍCULO DE REVISIÓN
La estética y la práctica profesional en salud
Esthetics and the professional practice in health
Dra. Vilma García Franco, Lic. Jorge Vargas Yzquierdo, Dra. Marilys Hernández Cabezas, Lic. Mirian Pérez Quintana
Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón". La Habana, Cuba.
RESUMEN
La actividad humana supone un proceso en que el hombre crea las condiciones de su existencia y desarrollo, transforma la realidad según sus necesidades e intereses. En las diferentes actividades se forman las cualidades psíquicas de carácter general utilizadas como base para el desarrollo multilateral del individuo, dentro de ellas, la capacidad estética. Para los profesionales de salud, la actitud estética frente a la realidad no puede ser ajena si se considera que su actividad fundamental está dirigida al mantenimiento y preservación del bienestar humano. Se realizó la presente revisión bibliográfica de la literatura sobre el tema aplicado a la práctica profesional en salud. Se observó que la tendencia hacia lo bello no constituye solamente una necesidad ideal sino que se convierte en un medio para transformar la realidad a partir de un ideal estético concebido de antemano y condicionado histórica y socioculturalmente. El profesional de la salud no es ajeno en su actividad a manifestar una actitud estética, que evidencia su formación en ese sentido. Esta actitud se manifiesta en la interrelación sujeto-objeto. La actitud estética y la búsqueda de la belleza influyen en todas las esferas de la vida humana, revelan una forma muy individual y propia de sentir y percibir lo elementos de la realidad que tienen significación para el sujeto. En el proceso de la práctica médica aparece una actitud estética, mediada por el ideal de belleza imperante, en la interrelación profesional de la salud-paciente.
Palabras clave: actitud estética, gusto estético, práctica médica.
ABSTRACT
The human activity supposes a process in that the man believes the conditions of his existence and development, transforming the in agreement reality to his necessities and interests. In the different activities they are formed the properties and psychic qualities of character general used as base for the individual's multilateral development, inside them the aesthetic (1) capacity. For the professionals of health, the aesthetic attitude in front of the reality cannot be other people's, considering that its fundamental activity is directed to the maintenance and preservation of the human well-being. A review of the literature on aesthetics and sense of beauty applied to occupational health practice is conducted. The tendency toward the beautiful thing doesn't constitute only an ideal necessity but rather he/she transforms into a means for the transformation of the reality starting from an aesthetic ideal conceived ahead of time and conditioned historical and socioculturally. The professional of the health is not other people's in her activity to manifest an aesthetic attitude that evidences her formation in that sense. This attitude is manifested in the interrelation fellow. object. The aesthetic attitude and the search of the beauty influence in all the spheres of the human life, revealing in a very individual and characteristic way of to feel and to perceive the elements of the reality that have significance for the fellow. In the process of the medical practice an aesthetic attitude appears, mediated by the ideal of prevailing beauty, in the professional interrelation of the health-patient one.
Key words: aesthetic attitude, i like aesthetic, medical practice.
INTRODUCCIÓN
La actividad humana supone un proceso en el que el hombre crea las condiciones de su existencia y desarrollo y, por lo tanto, transforma la realidad con arreglo a sus necesidades e intereses. Con la gran división social del trabajo, en la que este se separó en manual e intelectual, los diferentes tipos de actividad relacionados con la segunda esfera, se han aislado relativamente y entre ellas se destaca la relacionada con el enfoque estético de la realidad. En los distintos tipos de actividad se forman las propiedades y cualidades psíquicas de carácter general que sirven como base para el desarrollo multilateral del individuo y entre ellas, la capacidad estética.1
La actividad estética y la conciencia del individuo están determinadas por el sistema de las relaciones sociales y por los valores culturales inherentes a la época y la sociedad. Es justamente en el proceso de las relaciones sociales donde se forman los ideales y el propio gusto estético, los cuales van siendo asimilados mediante la educación y sobre la base de la experiencia y la práctica del sujeto.2
Esa actitud del hombre hacia la realidad se manifiesta en todas las esferas de la vida, desde la cotidiana hasta la propia esfera productiva donde despliega todas sus potencialidades creadoras.3 Para los profesionales de la salud, estas cuestiones relativas de la actitud estética frente a la realidad no pueden ser ajenas, sobre todo, al tomar en consideración que su actividad fundamental está dirigida al mantenimiento y preservación del bienestar humano. Por ello, en correspondencia con los avances de la ciencia y la técnica, en la preparación de estos especialistas se debe incluir la formación de valores éstéticos, que harán posible su labor de forma más eficaz, completa y humanitaria. En la formación del especialista de Medicina General Integral en Cuba, se refleja el enfoque social y humanista del modelo, que permite al médico familiar, en su desempeño profesional, un sentido amplio de la responsabilidad en el proceso social de la salud. En este trabajo nos proponemos ampliar los conocimientos acerca de la actitud estética y el concepto de belleza y describir la relación del sentido de lo bello y la práctica médica.
DESARROLLO
Consideraciones acerca de la actitud estética y el concepto de belleza
El trabajo en todas las circunstancias ha sido y sigue siendo la base, el fundamento de la vida de la sociedad, la fuente de bienes materiales imprescindibles para la satisfacción de sus necesidades. La actividad productiva contribuyó al desarrollo del cerebro y de los órganos de los sentidos del hombre y como resultado de un prolongado perfeccionamiento del proceso del trabajo, el hombre alcanzó niveles de desarrollo superiores en su actividad espiritual.1
El hombre tiende a buscar y a encontrar la belleza no solo en los objetos creados con ese fin, sino también en todo el conjunto de bienes materiales producidos por él. De la misma forma que la tendencia hacia lo bello no es sólo una necesidad puramente ideal, sino que con gran frecuencia es un instrumento para la transformación de la realidad, asume dicha transformación a partir de un ideal estético determinado, por lo que provoca en el individuo una actitud estética hacia el mundo.4 La actitud estética puede ser definida como una forma de producción espiritual, que adquiere valor independiente, como forma especial de la relación del hombre con la realidad mediante el conocimiento y la valoración de sus propiedades y de su transformación en una imagen sensorial en correspondencia con el ideal. La actitud estética del hombre hacia el mundo se manifiesta como la interrelación sujeto-objeto en un marco sociocultural históricamente determinado.4 El sujeto de esta es el hombre. Sobre la base de la asimilación de la experiencia social en el proceso de la actividad práctica se forman en el hombre determinados conocimientos, sentimientos, ideales y, dentro de ellas, la propia actitud estética hacia el mundo.5 Por otra parte, su objeto es cualquier elemento de la realidad que provoque cierta reacción de esa naturaleza en el sujeto, o sea, que motive una sensación agradable, de placer (esto es bello) o, en otro caso, que provoque una reacción negativa, de desagrado (esto es feo).
Puede ser considerado como un objeto de la realidad estética tanto un elemento de la naturaleza, como el propio hombre.
La actitud estética del sujeto hacia la realidad objetiva se apoya en los valores, ideales y concepciones creados por la humanidad y solo en la medida en que domine esta riqueza se desarrollará su espiritualidad, sus capacidades y dentro de ellas el propio placer estético.6 Esta determinación de la actitud estética por su experiencia procedente de la humanidad, plasmada en su cultura, es uno de los factores de la generalidad del gusto estético. El gusto estético es la capacidad del hombre, formada en la práctica social, para valorar emocionalmente las diferentes propiedades estéticas. Es la capacidad de descubrir el valor estético de la realidad. La inspiración humana puede alcanzar el ideal de belleza en todo lo que rodea, ya sea en su vida cotidiana o en su actividad laboral, adquiere carácter de necesidad, que busca una salida práctica y requiere de un pensamiento creador desarrollado estéticamente.7 La actitud estética y la búsqueda de la belleza influyen en todas las esferas de la vida humana, revelan una forma muy individual y propia de sentir y percibir lo elementos de la realidad que tienen significación para el sujeto. El gusto estético, como elemento de la capacidad creativa se desarrolla y perfecciona sin cesar, lo que hace posible que contribuya a la formación de la personalidad del individuo. Todos estos aspectos son abordados desde el punto de vista teórico por una ciencia de carácter filosófico: La estética (proviene del griego aisthesis, y significa posibilidad, facultad de captar con los sentidos) es la ciencia que se ocupa del estudio de lo bello en sus múltiples manifestaciones, así como de la naturaleza del arte y las leyes de su desarrollo.8
El objeto de la actitud estética es la naturaleza, los propios hombres, los productos de su actividad (material y espiritual), lo estético se programa intencionalmente desde su génesis hasta su completa realización. El sujeto de la actitud estética es un hombre concreto que, como sujeto social, puede entrar en diferentes relaciones con la realidad: cognoscitiva, práctica y estética.9
Múltiples han sido los intentos por definir la esencia de lo bello y desde la antigüedad se elaboran variadas y serias doctrinas al respecto, hasta afirmar que es perfección sensible o expresiva, pasando por un criterio tan sólido en su argumentación que lo hacen tener muchos seguidores en todos los tiempos: la belleza es simetría.10,11 Platón, (filósofo griego de la antigüedad) es representante de la concepción que afirma que la belleza es manifestación del bien, entendido este como el punto más alto del ser. El bien corresponde a lo que representa el sol para los elementos del mundo sensible y elabora una trilogía indisoluble: justicia, bien y belleza.11
Toda la concepción platónica se corresponde con el carácter idealista objetivo de su filosofía.11 Una de las más importantes doctrinas de la belleza fue formulada también en la antigüedad por Aristóteles y tuvo gran aceptación que, aun en nuestra época, mantiene su fuerza. Según Aristóteles, la belleza radica en la naturaleza del mundo y se expresa en propiedades objetivas inherentes a los objetos concretos, como la proporción de la medida, la armonía, la simetría.11 Inmanuel Kant (representante de la filosofía alemana) en su obra "Critica del juicio,"12 elabora una teoría a cerca de la belleza, basada en que lo bello es la perfección sensible. Analiza el concepto de lo bello en 4 momentos:
_ Gusto es la facultad de juzgar un objeto o representación mediante una satisfacción o un descontento, sin interés alguno. El objeto de semejante satisfacción llámese bello.14
_ Bello es lo que, sin concepto pase universalmente.
_ Belleza es forma de finalidad de un objeto en cuanto se perciba en el sin la representación de un fin.
_ Bello es lo que, sin concepto es conocido como objeto de una necesaria satisfacción.
La ética kantiana es idealista.
Además, debemos reconocer que la categoría de lo bello no es un concepto estático, inmóvil en el tiempo, sino que cambia históricamente, a la vez que reviste un carácter clasista. Los padres fundadores de la nacionalidad cubana en su intento por defender el ideal emancipador utilizan elementos de la ética, la estética y el humanismo como vías para mejorar al ser humano, dentro de ellos se destaca nuestro José Martí de quien podemos citar varias frases que ilustran su mención a lo bello y dentro de las cuales hallamos: "Hace bien a los hombres quien se ocupa de dar bella forma a los objetos que han de rodearlo."14También el Comandante en Jefe , Fidel Castro, plasmó sus ideas sobre esta temática cuando nos dijo: "No puede haber valor estético sin contenido humano. No puede haber valor estético contra el hombre. No puede haber valor estético contra la justicia, contra el bienestar, contra la liberación, contra la felicidad del hombre."15
El sentido de lo bello y la práctica médica
En el proceso de la práctica médica aparece también una actitud estética, mediada por el ideal de belleza imperante, dentro del proceso de interrelación profesional de la salud-paciente. Aquí también se cumple la relación sujeto-objeto de la actitud estética.16,17 En el caso de la práctica del profesional de la salud, la interrelación sujeto-objeto de la actitud estética tiene varios puntos de vista para su análisis. En el primer caso, el propio sujeto se convierte a la vez en objeto. Ya que el profesional de la salud debe ser extremadamente cuidadoso con su imagen, vestir adecuadamente y cuidar con esmero su higiene personal, todo lo cual suscitará en el paciente una reacción agradable que le aportará seguridad y confianza. Analizándolo en otro sentido, el profesional de la salud visto como el sujeto de la actitud estética encaminará su acción al lugar donde se brinda la atención medica a los pacientes. Es importante para lograr una adecuada atención al paciente que el lugar donde este debe ser recibido cuente con un mínimo de condiciones que hagan posible allí una estancia agradable, sobre todo si consideramos que de por sí, el requerir de la atención de un profesional de la salud genera cierta tensión y sobrecogimiento, que el especialista debe ayudar a superar con su actuación experimentada, por lo que el consultorio o sala de hospitalización debe reunir ciertas condiciones que provoquen, estéticamente, una impresión favorable para lograr que el paciente se sienta cómodo y confiado.17
La higiene ambiental debe ser adecuada y el área de trabajo estar debidamente ordenada. Es importante que exista una buena iluminación ya sea natural o artificial, ya que este aspecto es de gran importancia en la reacción sicológica del paciente, así como una correcta ventilación. En sentido general, debe existir una armonía adecuada entre el color y el diseño ambiental, los muebles han de ser funcionales y la decoración sencilla y de buen gusto, que permita la privacidad o el aislamiento del paciente en caso necesario.18
En otro momento, la relación sujeto-objeto de la actitud estética se materializa en la relación profesional de la salud-paciente, en el proceso de la práctica médica.
El médico de familia es el profesional por excelencia que debe garantizar en su accionar cotidiano, el cumplimiento de los principios ético-morales y estéticos ya que se ha convertido en la piedra angular de nuestro sistema de salud.
Para nadie es un secreto que la imagen que el ser humano presente a sus semejantes ha sido una de las primeras preocupaciones y de las más importantes y que más repercusiones han tenido sobre el desarrollo de las distintas sociedades. Es interesante conocer que una de las publicaciones más antiguas que se conoce, que data aproximadamente del año 3500 a.n.e ya se describe fórmulas cosméticas y trasplantes místicos con el objetivo de mejorar la imagen.19 El hombre, desde la época primitiva, se ha propuesto adornar su cuerpo con arreglo a los parámetros de belleza de su época y de su cultura, de esa manera hubo momentos en que se concedía mucha importancia al rostro y no al cuerpo, en otros se daba el caso contrario. Hubo tribus indígenas que se provocaban heridas en el cuerpo con el objetivo de que los queloides le adornaran permanentemente y en otras sociedades se veneraban como seres superiores a aquellas persona que presentaban ciertas malformaciones, así históricamente se ha recurrido a toda un aserie de recursos con el propósito de variar la figura. Teniendo estos aspectos en consideración no es extraño que con frecuencia se recurra a buscar ayuda desde el punto de vista médico para cambiar la imagen corporal o detalles en el rostro y así entrar en los cánones de belleza aceptados socialmente, en ese momento.20 A menudo, a los especialistas en cirugía plástica o estética se les compara con los artistas, por trabajar de acuerdo con el sentido de lo bello. Pero entre ellos existe una gran diferencia: el artista crea obras de arte para que sean admiradas por el resto de los hombres, sin embargo, el profesional de la salud ayuda a corregir ciertos detalles anatómicos con el fin de satisfacer ciertas necesidades humanas.18 El cirujano se enfrenta con la motivación sicológica de la intervención quirúrgica deseada y con las repercusiones síquicas que se originan como resultado de un defecto físico o malformación, o simplemente por desproporción de algún elemento del cuerpo o las huellas del paso de los años.
En este sentido debemos distinguir los distintos aspectos sicológicos que afectan al paciente atendiendo a sus causas:21
- Malformaciones congénitas.
- Malformaciones adquiridas.
- Desviaciones del ideal de belleza (asociados o no al envejecimiento).
El arte desempeña un papel importante en la rehabilitación de diferentes enfermedades, entre las que se destacan, por el éxito que han tenido en su tratamiento, las enfermedades siquiátricas. En este tipo de paciente, el estímulo a su imaginación y pensamiento creador, la necesidad de socialización y comunicación, es decisiva para su reingreso a la sociedad como seres útiles y ha sido demostrado en la práctica que el tratamiento vinculado con determinadas manifestaciones del arte como el ballet, el teatro, la pintura, la artesanía, reportan notables resultado en mejoramiento de los enfermos.
En conclusión, la actitud estética y la búsqueda de la belleza influyen en todas las esferas de la vida humana, revelan de una forma muy individual y propia de sentir y percibir lo elementos de la realidad que tienen significación para el sujeto. En el proceso de la práctica médica aparece una actitud estética, mediada por el ideal de belleza imperante, en la interrelación profesional de la salud-paciente.
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Recibido: 29 de noviembre de 2014.
Aprobado: 24 de diciembre de 2014.
Dra. Vilma García Franco. Instituto Superior de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón" 146, No. 3102, Playa, Habana 16, CP 11600. La Habana, Cuba. vilmag@infomed.sld.cu