INTRODUCCIÓN
El desarrollo de la formación de recursos humanos en salud ve su advenimiento desde el inicio mismo de la vida humana en sociedad. Los primeros indicios de formación en función de la salud se ven en la comunidad primitiva con la trasmisión de los conocimientos mítico religiosos entre curandero, brujos y chamanes que les permitían aprovechar los recursos de la naturaleza en función de la salud de los miembros de las comunidades.
En la antigüedad sobresalieron escuelas médicas como la griega que aportó elementos de modernidad sobre todo en el uso de la cirugía. En la era medieval el desarrollo de la medicina y de la formación de recursos humanos para su ejecución, se amplió acorde al desarrollo de las potencias económicas, son de resaltar las escuelas italiana, francesa e inglesa, precursoras de las universidades modernas. En la época moderna y posterior a la guerra de las 13 colonias en América del Norte se comenzó el desarrollo de la escuela de medicina, la cual tuvo un vertiginoso desarrollo, escuela que tuvo una alta influencia en la formación de médicos y de recursos humanos para la salud en Cuba. (1)
La escuela médica cubana surge en la época del dominio colonial, con una alta influencia de las escuelas parisinas y londinenses, en los inicios y de la escuela médica norteamericana, caracterizada por la poca intencionalidad de los gobiernos en función de la normalización de estas formaciones, así como de la resolución de los problemas de salud.
En la época neocolonial se profundiza la influencia de la escuela médica norteamericana, esta época se caracterizó por el desarrollo de la medicina privatizada aumentando la brecha entre los enfermos y el sistema de salud lo cual influyó en la formación de profesionales, caracterizada por el cierre de la universidad en varias ocasiones y por largos periodos.
En el año 1959 con el triunfo del proceso revolucionario se comienza el avance del sistema de salud pública en Cuba, y el proceso de formación de médicos. A inicios del 1959, se produjo el éxodo más grande de profesionales que ha tenido el sistema de salud, dejando a la Escuela de Medicina de la Real y Pontificia Universidad de la Habana, con no más del treinta por ciento de sus profesores, ante lo cual se acelera la formación de los educandos que se encontraban en años superiores, y que habían matriculado previo al año 1959, y en el curso académico que culminaba en 1961, se realiza la primera graduación de médicos del periodo revolucionario.
En la actualidad en Cuba, la formación integral ocurre a partir de la evaluación del aprendizaje, tema abordado desde su evolución en los elementos en el marco de la evaluación de los estudiantes de las carreras biomédicas.
La evaluación formativa en particular se realiza concomitante con el proceso de enseñanza-aprendizaje por lo que debe considerarse como parte del mismo (2, visto como una actividad continua producto de las acciones del estudiante y de la propuesta pedagógica. La finalidad de este tipo de evaluación es de regular el proceso de enseñanza-aprendizaje para adaptar las estrategias y actividades formativas en beneficio del aprendizaje del estudiante (3, es por eso que se convierte en un tema de investigación pertinente que se enmarca dentro de las Ciencias de la Educación Médica.
Las indagaciones empíricas realizadas por las autoras al proceso de desempeño profesional de los docentes en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, en particular la FCM “Victoria de Girón”, así como la experiencia de más de 12 años en la dirección de procesos académicos le han permitido identificar las siguientes situaciones problemáticas:
Falta de dominio de los docentes de los objetivos del perfil del egresado de las carreras biomédicas.
Insuficiente preparación dirigida a la evaluación del proceso formativo de los estudiantes de las carreras biomédicas.
Poco control del trabajo educativo de las brigadas estudiantiles, en correspondencia con el encargo social.
El estudio lógico y el análisis sintético lógico le permite identificar la siguiente contradicción que se expresa en la relación dialéctica entre el desempeño profesional pedagógico de los docentes de la F.C.M. “Victoria de Girón” y la insuficiente ejecución de la evaluación formativa de los estudiantes de las carreras biomédicas. De manera que los autores de este trabajo se trazan como objetivo identificar los fundamentos que sustentan el proceso de desempeño profesional pedagógico de los docentes de la Facultad “Victoria de Girón” en el área de la Evaluación Formativa.
MÉTODOS
Para dar cumplimiento al objetivo propuesto se realizó una investigación descriptiva longitudinal con enfoque cualitativo en la cual se emplearon los siguientes métodos bajo el enfoque dialéctico materialista
Del nivel teórico
Histórico - lógico: con su empleo las autoras valoraron la evolución que ha tenido el desempeño profesional pedagógico en las ciencias médicas y su relación con la evaluación formativa de los estudiantes.
Sistémico estructural funcional: posibilitó establecer los nexos y relaciones que se ofrecen en los referentes teóricos relacionados con la educación de pregrado y postgrado en las ciencias de la educación médica y sobre el desarrollo histórico del desempeño profesional pedagógico de los docentes de la facultad de Ciencia Medicas “Victoria de Girón”, a partir del modelo de evaluación que se propondrá.
Sistematización: permitió la determinación de los referentes teóricos vinculados con las Ciencias de la Educación Médica y de otras teorías pedagógicas, relacionados con la evaluación de los procesos formativos, la superación y el desempeño profesional pedagógico los docentes de la facultad de Ciencia Medicas “Victoria de Girón”.
Modelación: con este método se logró el proceso de abstracción para el modelo pedagógico de evaluación formativa para el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes de la Facultad de Ciencias Médicas.
RESULTADOS
El conocimiento de la evaluación formativa como parte de las funciones propias del desempeño profesional pedagógico de los docentes de las facultades de ciencias médicas, expresó las potencialidades para lograr su mejoramiento desde la profesionalización.
Desde la definición operativa construida desde la sistematización realizada, las autoras identificaron como potencialidades las siguientes:
Propicia la transformación lograda en los niveles de profesionalización de los docentes, referida al desarrollo que logra desde sus modos de actuación.
En la actividad profesional pedagógica y mediante la comunicación educativa entre los agentes y agencias socio culturales, implicada en la evaluación formativa, favorece el aprendizaje desarrollador, en un aprendizaje para la vida.
Favorece el desarrollo político - ideológico de los estudiantes como futuros representantes de la política educativa y de salud, desde el proyecto social socialista cubano.
Integra las acciones docente - educativas para una evaluación formativa que propicie la toma de decisiones y el desarrollo de los estudiantes,
Muestra la producción intelectual, la superación y la actividad científica de los docentes como evaluadores que propongan nuevos instrumentos y formas para realizar la evaluación formativa de sus estudiantes como proceso y no como un resultado final.
Sus resultados respondieron a las exigencias actuales como expresión de la ética pedagógica propias de la profesión magisterial.
DISCUSIÓN
En apartado se abordan los fundamentos asociados con el desempeño profesional pedagógico de los docentes en el área de la Evaluación Formativa; para ello se abordan el proceso de desempeño profesional pedagógico, se profundiza en la relación entre la profesionalización y desempeño profesional pedagógico desde la óptica de la Educación Médica y cierra con la evaluación formativa.
Acercamiento al proceso de mejoramiento del desempeño profesional pedagógico
En el orden internacional, sobre el desempeño profesional del docente y de acuerdo con el resultado de un estudio comparado de 50 países de América y Europa (2006), se comenta: “en la actualidad desde una perspectiva donde el objetivo primordial es ayudar al docente a mejorar su desempeño, al identificar sus logros y detectar sus problemas”4. En relación con el mismo estudio y de manera particular en Colombia, se puede observar que en el “registro oficial del desempeño profesional”,5) todos los aspectos considerados revelan que son concebidos a partir de la actuación del docente. Sin embargo, Costa Rica, Cuba y California de forma general consideran que en el desempeño profesional el resultado que se obtiene es un aspecto que lo caracteriza.6
También se distingue el desempeño profesional en Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba y Puerto Rico, por la preparación del docente. En Finlandia se caracteriza porque prima la profesionalidad del docente para mejorar su propia práctica a través de su propia optimización profesional. En España, el desempeño profesional del docente se constata en sus “actuaciones”.6
Una postura reflexiva, en torno al desempeño del profesor universitario es asumida por el colombiano González Posada (2006) al especificar la necesidad de que el profesor universitario encamine la investigación aplicada a la solución de problemas sociales. “Por tanto, el rol profesional e investigativo, también es un espejo donde los estudiantes se reflejan, lo cual evidencia de algún modo que, en este ejercicio, el profesional también educa”.7
Los autores e investigadores en Cuba profundizan en el tema objeto de estudio. Para Álvarez de Zayas, “la profesión es la acción y el efecto de ejercer un cierto oficio, un arte o una ciencia y estas tienden más a la ejecución, a la tecnología, a la solución de problemas productivos”,8) lo que indica implicaciones de compromiso por apuntar hacia actividad y acción en el desempeño de una tarea, labor, trabajo, al involucrar a instituciones educacionales, las cuales reconocen en su objetivo la formación de un profesional.
La Educación Avanzada define como profesional al “…individuo que a partir de una instrucción formalizada o no, ejerce una profesión demostrando en su actividad cuatro cualidades que lo identifican como tal, ellas son: rapidez, exactitud, precisión y cuidado… a lo que integrado a una conjugación armónica entre el saber hacer y el saber ser, se orienta hacia la profesionalidad.”.9
Al analizar las concepciones planteadas, se destaca que el desempeño profesional está vinculado dialécticamente al cumplimiento de las obligaciones, funciones y papel de la profesión que ejerce un individuo, así como a la demostración de rapidez, exactitud, precisión y cuidado en el proceso de ejecución.
Es amplia la diversidad de términos que se asocian a la definición de desempeño: desempeño laboral, desempeño profesional pedagógico, desempeño pedagógico profesional y desempeño desde el puesto de trabajo, entre otros. Un término asociado de importancia lo constituye el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico.
El desempeño profesional es la preparación y la responsabilidad que poseen los maestros para resolver de manera independiente y creadora los problemas relacionados con las tareas de instruir y educar a los alumnos en diferentes contextos de actuación (escuela, familia, comunidad) y en correspondencia con las demandas del sistema educativo.
En relación con el desempeño, Pérez García (2008), destaca que en educación el desempeño “es la forma como se realiza el trabajo, se involucran actitudes, saberes y formas de relación que inciden en la calidad global de la tarea”,10) reconoce que la acción educativa corresponde al ser, al saber y al hacer reflexivo del educador en la cotidianidad” y destaca el contexto en el cual se desempeña como elemento distintivo y “no únicamente al cumplimiento de unas obligaciones pactadas en relación con la profesión y el cargo que ocupa,” y define el desempeño profesional del docente “como el conjunto de acciones que realiza el maestro, durante el desarrollo de su actividad pedagógica, que se concretan en el proceso de cumplimiento de sus funciones básicas y en sus resultados, para lograr el fin y los objetivos formativos del nivel educativo donde trabaje”.(19) Estas acciones tienen, además, un carácter consciente, individual y creador.
Miranda y colaboradores,8) definen desempeño profesional como el conjunto de acciones que realiza una persona capacitada, durante el desarrollo de su actividad y se manifiestan en el proceso de cumplimiento de funciones asignadas y en sus resultados, para alcanzar un fin determinado.
Como resultado del estudio realizado anteriormente acerca del desempeño profesional en sus diferentes aristas, algunos autores, destacan el aspecto pedagógico y lo socialmente deseado. Se distingue como conjunto de acciones, capacidades, son consideradas las relaciones interpersonales y la idoneidad como aspectos que lo integran.
También son frecuentes y se resaltan aspectos como el modo de actuación, refiriéndose a la concreción mediante la actividad y al resaltar las características personales en la ejecución de tareas relacionadas con el objeto de trabajo, al precisarse la cognoscitiva, práctica y axiológica. Se subrayan otros como el reconocimiento de que la acción educativa corresponde a un saber, saber hacer, saber ser y saber transformarse. Otros investigadores lo definen como proceso sin tener en cuenta el resultado, también como competencia y concebido desde un ideal, asociado a la superación, donde intervienen las necesidades e intereses, la obtención de un resultado, excluyendo lo que acontece en el proceso; se considera el contexto, el aspecto social y el logro de un fin u objetivo. Otros autores circunscriben el desempeño a modelos pedagógicos vigentes, que se expresan en la práctica mediante el cumplimiento de las funciones profesionales.
Al tomar en consideración la profundidad del estudio realizado por los diferentes investigadores, las autoras consideran que el desempeño profesional pedagógico del docente de la universidad médica cubana “es la actuación, durante el desarrollo de la actividad profesional pedagógica que realiza, sustentada en un aprendizaje constante que se expresa en las dimensiones sociopolítica, tecnológica, pedagógica profesional, científico investigativa y de superación, que contribuye a obtener un resultado y responde a las exigencias actuales”.
En este sentido, el docente de las ciencias médicas, requiere transitar por la vía de la superación y para ello, se precisa determinar como punto de partida sus principales fortalezas, problemas y posibilidades de desarrollo para que pueda lograr un mejoramiento en su desempeño profesional pedagógico a tono con las exigencias de su universidad y del contexto.
En el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes de las facultades de ciencias médicas es indispensable la consideración de las dimensiones: sociopolítica, tecnológica, pedagógica profesional, científico- investigativa y de superación que orientan su actividad.
La dimensión político-ideológica está muy identificada con la actuación profesional para la formación de sus estudiantes, implicados con su participación en las actividades de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), sindicales y políticas que contribuya a la formación de valores, identificándolos como docentes revolucionarios, con una cultura general integral que le permita estar actualizado en temas nacionales e internacionales, en el conocimiento y utilización de la Historia como requerimientos de la Educación, ya que “la Historia…tiene como verdadero objetivo el hacernos comprender el estado social del hombre y el de instruirnos acerca de todos los cambios que la naturaleza de las cosas puede aportar a la naturaleza de la sociedad”.11
El docente en su actuar profesional debe destacarse por demostrar su esencia, la unidad de la instrucción y la educación a la que se refería José Martí al afirmar que el pueblo más feliz “…es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento y en la dirección de los sentimientos”.12) Es necesario, de igual modo, el estudio y la utilización de la obra martiana en el proceso pedagógico profesional y la participación en el trabajo político ideológico que promueva actitudes y convicciones acordes con la sociedad cubana actual.
El proyecto socialista cubano necesita docentes que mantengan actitudes patrióticas, solidarias, altruistas e internacionalistas y que ellas se conviertan en hábitos de conducta diaria y se traduzcan en laboriosidad y celo por el cumplimiento de su deber con calidad.
Es preciso el logro de actitudes que, desde una identificación consciente con la política y la ideología del país, forme sujetos transformadores de la realidad social contemporánea.
Por tanto, la dimensión sociopolítica está plenamente identificada con la misión del profesional de la educación y con la política que sustenta el sistema educativo cubano en correspondencia con el sistema socio económico para el que se forma el individuo.
Es de vital importancia, en el desempeño profesional pedagógico del docente de las facultad de ciencias médicas, el reconocimiento de la dimensión tecnológica que tiene como contenido fundamental el conocimiento profundo y actualizado de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), así como, el desempeño en su contexto, que de acuerdo con Orozco Rivero (2008), “le proporcione las herramientas necesarias para desempeñarse con la actualidad requerida en la solución de los problemas” tecnológicos”.13
Respecto a la dimensión pedagógico profesional, se precisa del conocimiento profundo y la utilización adecuada de la teoría pedagógica en el desempeño profesional demostrado en la actuación, de acuerdo con el contexto de la educación médica.
En el análisis realizado del proceso profesional pedagógico, se reconoce como premisa, la necesidad de que garantice la formación inicial del docente y pueda dar respuesta a las exigencias que emergen de dicho proceso. El docente tiene hoy la tarea de lograr una transformación y aprovechar lo meritorio del proceso anterior.
En resumen, el proceso profesional pedagógico concibe la unidad de la educación e instrucción como condición para formar y desarrollar adecuadamente al futuro profesional de la salud, al tener presente la secuencia científicamente argumentada de las acciones y operaciones psíquicas y prácticas del individuo en su actividad laboral, y la lógica de los procesos tecnológicos que lo conforman; tanto en condiciones académicas, como en las laborales, investigativas y extensionistas. Al mismo tiempo, es profesional por su contenido estrecho con la actividad laboral específica como médico, tecnólogo de la salud, enfermero u otras.
Para el estudio de la dimensión científico-investigativa, se precisa partir de la necesidad del desarrollo de una actividad científica dirigida a resolver los problemas que en el orden pedagógico y tecnológico existen. La solución de los problemas específicos, debe gestarse a partir de un análisis interno y aprovechar los aportes teóricos y experiencias que en otras instituciones existen.
La investigación científica también ocupa, un lugar importante en el desempeño del docente de las facultades de ciencias médicas. El estudio de su realidad, tiene que hacerse desde una posición dialéctico - materialista, que permita no solo entender lo que en ella ocurre, sino lograr su transformación. De igual modo, el estudio de las exigencias en la formación del profesional de la salud y las transformaciones tecnológicas constituyen vías para la solución científica de los problemas de la salud en las diferentes áreas de atención, así como en los diferentes niveles de atención en salud, los que propicia el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes de la Universidad de las Ciencias Médicas en Cuba.
El resultado del trabajo científico investigativo debe concretarse mediante la redacción de artículos, materiales para la docencia y otros que demuestren la producción intelectual del docente y sea fuente esencial para la participación en eventos y otros, estudiado por Oramas Gonzáles (2013) cuando se encarga de modelar las competencias de los docentes de la Universidad de Ciencias Médicas.14
De la anterior sistematización se concluye, que en el contexto actual el conocimiento se afianza como un factor estratégico para el desarrollo de las naciones. Es lógico, como consecuencia, que cada vez adquiera mayor significación la preparación de los docentes y su mejor desempeño, como imperativo de la vida económica, social y política de un país.
Por ello, se impone un profundo estudio de la superación con vista a lograr las transformaciones. Es necesario estimular la participación de los docentes en la superación, ya que es un proceso que contribuye al mejoramiento del desempeño profesional pedagógico. De igual manera, se debe propiciar la introducción de los resultados de esa superación en la práctica pedagógica.
Desde la sistematización realizada, la autora construye de forma operativa la definición de mejoramiento del desempeño profesional pedagógico del docente de las Facultad de Ciencias Médicas, visto como la transformación lograda en los niveles de profesionalización de los docentes durante el desarrollo de la actividad profesional pedagógica que realiza, sustentada en un aprendizaje constante que se expresa en las dimensiones Político - Ideológica, Docente - Educativa, Producción intelectual, Ética Pedagógica y de Superación y Actividad científica, que contribuye a obtener un resultado y responde a las exigencias actuales. En esta definición utiliza como contenido la evaluación formativa de los estudiantes de las facultades de Ciencias Médicas, entendida como el proceso pedagógico de valoración de la información y toma de decisiones de la formación y el desarrollo integral de los estudiantes de las facultades de ciencias médicas, para corregir, regular, impulsar y mejorar su comportamiento en correspondencia con el perfil del egresado y con las exigencias de la sociedad.
A partir de los fundamentos identificados con el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes de las facultades de ciencias médicas, acerca a las autoras al proceso de profesionalización
Evaluación formativa, potencialidades para el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico
Al aplicar el método de análisis documental a los documentos referentes a la evaluación, evaluación formativa y evaluación de la formación, se pudo valorar que al realizar el trabajo de evaluación, los sujetos que la ejecutan, deben velar no incurrir en la actuación de carácter instrumental, sin considerar los referentes teóricos, filosóficos o epistemológicos, que permiten el descernimiento de conceptos y fundamentos de la evaluación como proceso dialéctico, basados en el qué, para qué, el cómo y el dónde, así como de las relaciones entre sus componentes. Ello permite la autentificación e individualización de cada proceso evaluativo atiende a los sujetos que se forman, al contexto en que se desarrollan y a los actuantes que lo lleven a cabo, evaluadores, de esta forma no se limita su alcance a los resultados de la formación académica o a los instrumentos utilizados para esta valoración.
El proceso de evaluación formativa, como se expresó con anterioridad no se limita solamente a la utilización de instrumentos para identificar algún grado de dificultad en el adecuado cumplimiento de los indicadores con los que se mide el desarrollo cognitivo del estudiante, sino que permite corregir deficiencias en los puntos álgidos de la formación y el desarrollo como procesos que forman parte de la vida en una facultad de ciencias médicas, como corresponde a esta investigación.
La evaluación formativa se convierte en una función dentro del desempeño profesional pedagógico del docente, al estar concebido dentro de la gestión universitaria en una facultad, su control permite una actuación directa sobre los estudiantes y docentes, para garantizar la conciencia, por parte de los mismos, sobre su avance al lograr un adecuado cumplimiento del proceso formativo.15
En la evaluación formativa se manifiesta la contribución e implicación del estudiante con su propio compromiso con el aprendizaje y con la profesión que aspira a tener la calificación necesaria para su desempeño, lo que favorece los ajustes en las diferentes áreas de estudio o aprendizaje que se hayan detectado con deficiencia, reevalúa y proyecta nuevos métodos de enseñanza, al igual que permite la reformulación de los objetivos y estrategias en torno a la formación y desarrollo del estudiante de las carreras biomédicas.
Los elementos antes referidos evidencian la complejidad de la evaluación como proceso en general, pero particularizado en la evaluación formativa, lo que favorece que en ocasiones sus funciones se confundan con las de otros componentes de los procesos formativos, como puede ser la evaluación de los aprendizajes.
A través de la sistematización realizada a las informaciones obtenidas de las entrevistas realizadas a los expertos y con las vivencias acumuladas de la experiencia que poseen las autoras en los campos de acción de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, ha permitido establecer que la evaluación como proceso no siempre se concientiza por parte de los docentes y estudiantes, el lugar que ocupa la evaluación formativa, al transitar por la falta de dominio de los criterios cuantitativos y cualitativos de la misma, lo que está determinado por la confección inadecuada de los instrumentos de evaluación y de las escalas utilizadas en los mismos, entre otros motivos, lo que hace que no se logre un instrumento acorde con las exigencias de cada momento en particular en las tres dimensiones: sujeto evaluado, proceso de formación y exigencias de su desempeño profesional pedagógico en el contexto de los escenarios de la educación en el trabajo. Este análisis revela que en muchas oportunidades se le resta alcance a la evaluación como un método que permite la resolución de problemas, la toma de decisiones asociadas a los objetos de la profesión y el redimensionamiento de los procesos de formación y desempeño profesional pedagógico de los docentes para su mejoramiento.
La evaluación como proceso va más allá del tecnicismo instrumental y su mayor aporte radica en su valor ético. Para su ejecución, es necesario el establecer criterios de valoración, como base de comparación, conocimiento e información del objeto o proceso al cual se le aplica y se debe tener además bien definido los fines que el evaluador pretende al realizar la evaluación.16
Las autoras coinciden con otros autores que para realizar un trabajo evaluativo que se corresponda con las exigencias del desempeño profesional pedagógico, manifiesto en la actuación del sujeto que se forma, los retos del contexto y las necesidades profesionales y personales de los estudiantes de esta formación, debe existir una adecuada formación epistemológica, metodológica y técnica básica de los recursos humanos vinculados y encargados de la gestión universitaria en las facultad de ciencias médicas, lo que hace imprescindible la mayor claridad en cada uno de los componentes, de la labor formativa, en cuanto al rol que desempeñan y las funciones que poseen dentro y fuera del aula, y sobre todo saber, hacia quien se dirigen y quien o quienes se benefician con ellas a corto, largo y mediano plazo, en el caso que ocupa esta investigación relacionada con los niveles de profesionalización para el desarrollo de los profesionales del sector educacional.
El proceso educativo en las acciones de formación tiene como fin último producir un cambio en los sujetos participantes, que debe expresarse en el desempeño profesional pedagógico y en el perfeccionamiento de la educación médica superior, en los escenarios de la educación en el trabajo para el que se preparan para su desempeño. A la evaluación, como componente de ese proceso, le corresponde la función de valorar en qué magnitud y con qué profundidad se ha producido ese cambio.
El conocimiento de la evaluación formativa como parte de las funciones propias del desempeño profesional pedagógico de los docentes de las facultades de ciencias médicas, expresa las potencialidades para lograr su mejoramiento desde la profesionalización.
Desde la definición operativa construida desde la sistematización realizada, se identifica como potencialidades las siguientes:
Propicia la transformación lograda en los niveles de profesionalización de los docentes, referida al desarrollo que logra desde sus modos de actuación.
En la actividad profesional pedagógica y mediante la comunicación educativa entre los agentes y agencias socio culturales, implicada en la evaluación formativa, favorece el aprendizaje desarrollador, en un aprendizaje para la vida.
Favorece el desarrollo político - ideológico de los estudiantes como futuros representantes de la política educativa y de salud, desde el proyecto social socialista cubano.
Integra las acciones docente - educativas para una evaluación formativa que propicie la toma de decisiones y el desarrollo de los estudiantes,
Muestra la producción intelectual, la superación y la actividad científica de los docentes como evaluadores que propongan nuevos instrumentos y formas para realizar la evaluación formativa de sus estudiantes como proceso y no como un resultado final.
Sus resultados responden a las exigencias actuales como expresión de la ética pedagógica propias de la profesión magisterial.
La sistematización de los fundamentos que sustentan el proceso de mejoramiento del desempeño profesional pedagógico de los docentes en el área de la evaluación formativa, se apoya en la teoría de la educación avanzada y en la teoría de la evaluación para el vínculo de las funciones propias de la evaluación formativa.
La sistematización y el estudio histórico lógico realizado a la profesionalización y desempeño desde la óptica de la Educación Avanzada, posibilita valorar las relaciones con el mejoramiento del desempeño profesional pedagógico desde la evaluación formativa y cómo logra desarrollar las potencialidades en este desempeño de los docentes de la facultad de ciencias médicas.