INTRODUCCIÓN
Desde hace algunos años se vienen mostrando los resultados y conclusiones a las que han llegado diversos investigadores respecto a la producción científica de los países que conforman América Latina.1-6 En dichos informes se evidencia una clara problemática respecto a la generación de nuevo conocimiento desde las universidades, además, esta situación se ve reflejada en el poco aporte científico que brinda esta parte del continente, pues algunos cálculos afirman que América Latina solo aporta el 1 % a la producción científica mundial.7 Así también, otro aspecto alarmante surge en el mismo escenario pues los expertos señalan que la problemática es aún mayor cuando se analiza la producción científica de los estudiantes, el mismo, que presenta serias deficiencias las cuales limitan la publicación desde el pregrado3,5,7,8 a causa de una escasa participación estudiantil y un bajo nivel de colaboración en los trabajos de investigación.5
Al realizar un análisis en el ámbito universitario, no solo de Perú sino también de otros países Latinoamericanos, es imposible negar la existencia de un vínculo entre la responsabilidad del asesor y la producción científica estudiantil; esto a raíz de contemplar que uno de los insumos básicos para la publicación, como es la tesis universitaria,9 no está siendo aprovechada de la mejor manera, tal como lo revelan algunos estudios donde refieren que la tasa de publicación de tesis en este ámbito es baja y preocupante,8,10 de igual modo, estos hallazgos no solo justifican la prevalencia de la problemática en cuestión, sino que también permiten hacer visible que la labor del asesor estaría muy alejada del compromiso con la generación de nuevo conocimiento y por ende la formación de nuevos investigadores.
Sobre estos hechos, aunque la literatura científica no brinda suficientes estudios que permitan analizar ampliamente la calidad del trabajo del asesor en el pregrado, unos pocos11 revelan que estos no estarían cumpliendo adecuadamente los objetivos primordiales, que serían más que la satisfacción del estudiante, el impulso para la realización de investigaciones con impacto social, trabajos con potencial publicable, y la formación de futuros investigadores que impulsen el ejercicio de la investigación científica como herramienta para la solución de los problemas que aquejan a la sociedad en esta parte del continente.
Es por todo lo mencionado y ante los cuestionamientos acerca de la idoneidad y competencias del asesor, que el objetivo de la presente es sustentar y discutir los beneficios que implica asumir el rol de Asesor-Coach como una estrategia de formación de futuros investigadores, así como impulsar la producción científica desde el pregrado.
DESARROLLO
Significado y problemática de las tesis en el Perú
En cuanto al significado objetivo o denotativo de la palabra tesis, una breve revisión etimológica tanto en su origen latino thesis “conclusión que se mantiene por razonamiento” como griego tithemi “yo pongo”, permite comprenderla como aquella proposición que puede ser sostenida y demostrada mediante pruebas o razonamientos apropiados;12 es por ello, que en el ámbito universitario que es donde mayor aplicabilidad mantiene, la tesis de grado viene a ser un trabajo de investigación que un estudiante debe sustentar para obtener su título profesional.13,14 En cambio, el significado subjetivo o connotativo que impera en el contexto peruano y la mayoría de países en América Latina, donde la producción científica así como la investigación formativa presenta deficiencias y limitaciones, viene a representar tres cosas: una contribución que implica la generación de nuevo conocimiento, una oportunidad para formar futuros investigadores, y un requisito para la certificación de competencias que la Universidad confiere.15
Poniendo énfasis al contexto peruano, respecto al primer significado como es la generación de nuevo conocimiento, desde hace algunos años se ha hecho evidente la existencia de una problemática de las tesis en el pregrado;16-18) sin embargo, recientemente se han logrado tomar medidas correctivas desde el ámbito político con lo cual se pretende nuevamente impulsar la investigación científica, puesto que lamentablemente desde el año 1991 cuando se expidió el Decreto Legislativo N° 739 la tesis perdió el carácter obligatorio quedando relegada como una de tres modalidades para la titulación, y esta situación ha ocasionado que el ejercicio de la investigación científica en la universidad por parte de los estudiantes quede relegada al interés de unos pocos avezados y motivados egresados; sin embargo, consideramos que la consecuencia más preocupante fue notoria cuando en el año 2015 el Perú fue considerado como el país con la proyección más baja para la producción científica en Sudamérica.19)
En la actualidad el escenario parece ser distinto, y aunque no podemos estimar cuanto tiempo debe transcurrir para poder evidenciar resultados favorables, no se puede negar la intención de lograr cambios significativos con la nueva Ley Universitaria N°30220,14 principalmente al reinstaurar la realización de una tesis como requisito único para lograr la titulación y obtener el grado de bachiller, así también, destacar la determinación constitucional respecto a las exigencias significativas que la universidad peruana debe cumplir con tal de mejorar los estándares de la calidad universitaria y generar los mejores escenarios para el ejercicio de la investigación desde el pregrado; y con esto, claramente se estaría brindado importancia al tercer significado el cual implica que la tesis es un requisito por el cual la universidad certifica las competencias profesionales.
Finalmente, respecto al segundo significado que tiene que ver con la oportunidad de formar nuevos investigadores. Quizá este sea el aspecto de mayor interés para instancias actuales y aunque no sea posible, debido a los escasos reportes en la literatura científica, realizar un análisis amplio y significativo acerca del trabajo y productividad del asesor así como su influencia en la producción científica estudiantil, con tan solo tomar en cuenta los hallazgos de algunos estudios que refieren que en el Perú existe una escasa publicación de tesis,8,10,20) podemos asumir que su labor no es la esperada, más bien, dejaría entrever el poco compromiso con la producción científica de nuestro país. Sobre esto, una explicación surge al asumir que como responsable técnico para supervisar el desarrollo de una tesis así como brindar una adecuada asesoría respecto a la aplicabilidad y difusión de los resultados, la no publicación de una tesis obedecería a que el objetivo principal en el proceso de elaboración solo esté enfocada en la remuneración económica o el crecimiento profesional, lo cual también evidenciaría una predisposición orientada a librarse de una responsabilidad que estaría siendo tomada como una carga laboral más no como una oportunidad de formación investigativa o producción cientifica.11)
El asesor y la asesoría de tesis
Respecto a este punto, investigaciones realizadas y consignadas en la literatura científica revelan que un factor decisivo para culminar trabajos de investigación con éxito, así como tener una alta probabilidad de publicación, están directamente relacionadas con la experiencia y competencias del asesor.11,16,21 Ante ello, surge entonces algunas interrogantes respecto a su idoneidad y sus responsabilidades: ¿Quién es un asesor de tesis? ¿Qué implica la asesoría de tesis? A continuación, se discuten algunas respuestas que revelan su importancia no solo para el éxito y calidad de los trabajos sino también su influencia en la producción científica estudiantil.
El asesor de tesis, en algunos contextos llamado tutor, es la persona que guía y orienta el proceso de investigación de manera personalizada,21 quien además debería gozar de las siguientes características:22 respecto a sus competencias, demostrar experiencia como investigador y supervisor de tesis, mostrar apertura ante nuevas ideas y ser responsable en el cumplimiento de sus funciones; respecto a las condiciones personales, tener estabilidad emocional y asumir una actitud de apoyo hacia el tesista; finalmente, respecto a sus funciones de rol, aportar ideas y sugerencias constructivas, así como facilitar información actualizada y evidenciar destrezas en el manejo de la información.
Por otro lado, la asesoría de tesis viene a ser un proceso de enseñanza-aprendizaje23 que culmina de manera satisfactoria con la sustentación del trabajo ante un jurado calificador, por consecuencia, significaría brindar un servicio especializado de colaboración y orientación al estudiante, y para que este sea más eficiente, es de vital importancia incluir el componente de formación, con lo cual el proceso al ser sistemático, cualitativo y formativo, conduzca a la mejora y aprendizaje continuo del asesorado.(24) Sin embargo, es precisamente en este escenario donde surgen las complicaciones, pues algunos reportes11 orientan a comprender que el asesor de tesis, más que representar una figura de apoyo es percibido como un obstáculo, sobre todo cuando no cumple las competencias para ser un supervisor eficiente, aunado a esto, cuando su actitud y trato no es cálido ni constructivo, generado en el tesista, cierto temor y desmotivación para realizar un trabajo significativo, desarrollando más bien una actitud de querer librarse del proceso de la manera más rápida, convirtiendo a la tesis en solo un requisito a cumplir a cualquier precio.
El Coaching educativo
Cambiando de escenario más no de tema, se ha hecho evidente que con el surgimiento de la nueva sociedad del conocimiento y la información se han logrado impulsar diversas reformas en diferentes ámbitos de la sociedad, uno de ellos el sistema educativo. Estos cambios han motivado a replantear la forma de entender el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula, y es precisamente en este escenario que hace su aparición el modelo de Coaching Educativo como respuesta a las exigencias de las tendencias actuales en el siglo XXI, siendo en el ámbito universitario reconocido como una estrategia para el desarrollo de las competencias.25
En la literatura científica se revela que el término Coach proviene del argot universitario del siglo XVIII el cual hacía referencia al docente que particularmente apoyaba a un estudiante en su preparación para enfrentar con éxito los exámenes.25 Posteriormente, por su aplicabilidad fue especialmente utilizada en el ámbito de las empresas, el trabajo y las organizaciones; por ello, el Coaching como tema de estudio surge en Estados Unidos y Canadá a finales del siglo XX siendo John Whitmore su principal impulsor. Recientemente, como ya habíamos mencionado, su utilidad en el ámbito educativo especialmente el universitario26 ha permitido reconocerla como una técnica que favorece el desarrollo del potencial humano,25 es decir, una herramienta que contribuye al desarrollo de estrategias que favorecen el crecimiento personal de los estudiantes, siempre en cuando estos manifiesten motivación para conseguir proactivamente el éxito académico.26
A diferencia del terapeuta cuyo trabajo también se orienta en cierto modo al desarrollo de las capacidades del ser humano, y en el cual además es necesario incluir una exploración del pasado, el proceso de Coaching educativo implica que el docente que asume la figura de Coach debe orientar su labor enfocándose en el presente,27 de esta forma, procede de manera sistemática impulsando el cambio, facilitando recursos y herramientas que permitan una mejora del desempeño en aquellas áreas que los estudiantes demandan.23 Es por ello, que el Coaching Académico debe ser comprendido como un proceso de ayuda para el estudiante, siendo el objetivo principal el desarrollo de las capacidades a niveles óptimos, donde es indispensable impulsar las fortalezas tratando de extinguir las debilidades, todo esto, con la finalidad de que el estudiante pueda sobreponerse ante las adversidades e incrementar su autoconfianza para enfrentar con éxito el proceso de enseñanza-aprendizaje en la universidad.
El asesor de tesis como Coach en investigación
Por lo sustentado hasta aquí, es completamente factible asumir que el Coaching Educativo es aplicable al ejercicio de la asesoría de tesis, pues este último cumple con las característica de un proceso de enseñanza-aprendizaje, además, si valoramos sus elementos caracterizadores: un proceso sistémico de aprendizaje, focalizado en la situación presente, orientado al cambio, facilitando recursos y herramientas de trabajo específicas,28 entonces es evidente que podemos recurrir a ella como una estrategia formativa, la cual viene demostrando eficacia en instancias similares reveladas en la literatura científica.29-32
Ante la interrogante generada respecto a si es posible que un asesor de tesis pueda asumir el rol de Coach, la respuesta, claramente a la luz de la literatura científica que no es más que la recopilación de las experiencias subjetivas que perciben los involucrados tanto tesistas como asesores, es absolutamente, sí.17,21-23 Tal afirmación es sustentable puesto que hasta ahora la labor del asesor viene siendo percibida como inadecuada por los investigadores8,9,33 y en algunas instancias considerada un obstáculo en el proceso de tesis,9 por lo tanto, más que lograr que el tesista logre una sustentación rápida, en primera instancia este debe ser sensible ante la problemática de la producción científica del país, a consecuencia, asumir un compromiso para desarrollar una tutoría responsable y de calidad, siendo cuidadoso para no mellar el entusiasmo y motivación del tesista; puesto que, los asesores que si demuestran cualidades y competencias, no podrán negar que para generar un buen producto, el cual tenga impacto social y además sea publicable, en muchos casos no es suficiente solo una adecuada tutoría, pues la realidad del tesista es que no solo debe enfrentar el proceso de tesis sino que además debe lidiar con otros factores de corte institucional como los trámites engorrosos, la burocracia administrativa o la falta de experiencia y calidad de los dictaminadores, aunado a esto, factores de corte personal como algunos temores y creencias erróneas hacia la investigación, miedo hacia la estadística, tampoco olvidarnos de algunas contingencias socio-emocionales como la falta de recursos económicos, los problemas familiares, conflictos personales, estrés académico y la tentativa de deserción del proceso;34-36 todo esto, claramente obviado por los asesores quienes tan solo ven en el tesista un recurso que agotar y no un talento a gestionar.
Consideraciones finales
La escasa producción científica estudiantil en el Perú y la mayoría de países de Latinoamérica refleja la problemática de las tesis en el pregrado. Esta situación aunque obedece a múltiples causas, claramente se relaciona principalmente con la labor y competencias del asesor quien asume la responsabilidad de supervisar la posibilidad de generar un trabajo de investigación capaz de generar nuevo conocimiento, sin embargo, el hecho de que estos no lleguen a ser publicados y tampoco generen impacto social refleja no solo un pobre aporte científico debido a metodologías básicas o repetitivas sino también a una negligente labor del asesor de tesis manifestado en el proceso de asesoría. Frente a esta problemática, surge la imperiosa necesidad de cambiar el enfoque de asesoramiento recurriendo a estrategias innovadoras como el Coaching Educativo donde el asesor-Coach más que supervisor asume la responsabilidad de ser motivador y formador, mostrando una actitud de empatía y compromiso a la hora de trabajar no solo con el contenido de la tesis sino también con las fortalezas y debilidades del tesista. Por lo tanto, una estrategia formativa de esta magnitud no solo incrementaría la probabilidad de publicación sino también desarrollaría las capacidades investigativas en el tesista, a consecuencia la producción científica estudiantil.