Introducción
El desarrollo de las ciencias médicas en Cuba y el mundo, con actualizados conocimientos científicos y tecnológicos, requiere de la formación de un profesional portador de una vocación humanista que le permitan cumplimentar los modos de actuación que la sociedad demanda.
No se comprende un profesional de la salud de Cuba o de otro país del Tercer Mundo que no sea portador de comportamientos humanos y profesionales distinguidos por el respeto a la dignidad humana, la honestidad y la responsabilidad, entre otros valores esenciales; así como de habilidades y estilos de comunicación positivos que les permitan un comportamiento comunicativo favorable. Esto debe ir acompañado de la defensa de los ideales políticos de justicia social de la Revolución cubana y de los procesos revolucionarios de los países de origen de los estudiantes extranjeros matriculados en la Isla.
Durante los años de experiencia docente, los autores han podido constatar que una parte de los estudiantes de las carreras de tecnología de la salud no muestran un desarrollo óptimo de las habilidades comunicativas que les permitan ser eficaces en las complejas situaciones comunicativas que se presentan en la educación en el trabajo, y en otros ámbitos de su vida social y personal.
Existe cierta tendencia a la pasividad; a no comprometerse de manera consciente con algunas misiones sociales, como el trabajo comunitario integral para el pesquisaje de enfermedades trasmitidas por vectores; y a no expresar con frecuencia lo que opinan en los espacios que posee la organización estudiantil (FEU), entre otras problemáticas. Se constata, en algunos, cierta tendencia a la agresividad, manifestada como psicológica, verbal o falta de cortesía, como reflejo de una tendencia en la vida cotidiana -al menos en la capital cubana-, en la que se percibe cierto deterioro del comportamiento ciudadano. La alerta al respecto aparece de manera sistemática en los medios de prensa del país, los debates de las organizaciones sociales de la sociedad civil cubana y las propias declaraciones de las máximas figuras de la política nacional.
Si bien los aspectos referidos a la formación humanista se encuentran declarados en las mallas curriculares de todas las carreras de tecnología de la salud y en la mayoría de las asignaturas, se consideró necesario realizar una propuesta que buscara el reforzamiento de aquellos aspectos personológicos vinculados con la comunicación, lo axiológico y lo afectivo motivacional.
De este modo, se revisó la propuesta de programa educativo para la formación humanista del estudiante de tecnología de la salud.
Desarrollo
A partir de la consulta de diversos textos especializados acerca de la categoría
y, en particular, de la“formación”
, se compartió el criterio de Figuerola, (1 quien refirió que, si bien ambos términos se encontraban presentes en el vocabulario de muchos autores, eran limitados los trabajos que los analizaran con profundidad. Existen propuestas de estrategias, modelos y diseños de formación en campos de acción diversos, que no teorizan de manera sistemática sobre estas categorías. Los núcleos de contenidos estudiados que abarcan la categoría“formación humanista”
son los siguientes:“formación”
Aspectos cognitivos: capacidades, hábitos, habilidades y procedimientos lógicos.
Aspectos afectivo-motivacionales y volitivos: motivaciones, vocación y valores.
Propuestas holísticas: con referencias a la formación integral, humanística o de la personalidad.
Nivel de formación: inicial, permanente, continua, académica, posgrado, psicopedagógica y docente.
Componentes estructurales: organización del proceso de formación, su estructura y etapas.
Formación como actividad y proceso contextualizado: sinónimos de formación, como desarrollo, resultado de la educación y de la enseñanza; y como preparación multilateral: cognitiva, afectiva, capacitiva y volitiva para la profesión y para la vida.
Algunos autores que se sistematizaron en cuanto a las categorías
,“formación”
,“formación integral”
y“formación universitaria”
fueron: Barrón,2Bravo,3Jover,4Rincón,5Villarreal,6González,7 y García.8“formación humanista”
Resultó significativo identificar la existencia de un referente teórico conceptual vasto y contextualizado con las realidades más álgidas que viven las infancias y las juventudes en nuestro continente. Los aportes teórico-prácticos en cuanto a formación ciudadana, formación política y subjetividad política del colectivo de investigadores del CINDE,9 constituyen consultas imprescindibles para abordar la formación humanista de un profesional de la medicina social, que vive y debe aportar a la transformación de sociedades vulneradas e inequitativas, pues muchos de los estudiantes de la Universidad Médica de La Habana son africanos y de algunos países de América Latina, Asia e, incluso, Estados Unidos.
La formación actual de las ciencias médicas en Cuba se estructura en una categoría principal denominada
. Ilizástigui (10 formula que esta acontece especialmente en el área clínico-epidemiológica, a partir de la práctica médica y el trabajo médico-social como fuente de aprendizaje y educación, complementado por actividades congruentes con dicha práctica para la comprensión total de la sociedad, la filosofía que la sustenta, y la especialidad o profesión médica.“educación en el trabajo”
El principio de la educación en el trabajo acorta el tiempo que media entre la adquisición de los conocimientos y las habilidades, y su empleo en las tareas propias del futuro profesional, con lo que se va conformando su modo de actuación; al mismo tiempo, mientras el educando aprende mientras trabaja, participa en la consolidación o transformación del estado de salud de la comunidad, la familia y el individuo.
Los autores de la presente investigación consideran que, si bien dicho principio es casi único en la formación de las ciencias médicas en el mundo y que apunta con fuerza a la formación humanista del profesional, la compleja realidad del sistema nacional de salud cubano, tanto en lo institucional como en los aspectos subjetivos, que dimanan de las transformaciones en las cuales se ve inmerso el país y de otros factores externos como la política hostil del Gobierno norteamericano, señalan la necesidad de articular, de manera consciente e intencionada, programas pedagógicamente estructurados, que ante las nuevas realidades aporten en lo teórico y práctico de manera coherente, creativa y dinámica a los componentes formativos vinculados con el mejoramiento profesional y humano del personal en formación. Pero también resulta necesario formular desde lo teórico, y con múltiples enfoques, la categoría “formación humanista” del profesional de las ciencias médicas.
Una investigación como la presente, que propone alternativas para la formación humanista de los estudiantes de la tecnología de la salud, se inserta desde el punto de vista teórico en la educación avanzada cubana, liderada por la Dra. C. Julia Añorga Morales, referente que desde la experiencia y tradición pedagógica nacional asimila críticamente lo mejor de las prácticas y teorías educativas a nivel mundial; a la vez que identifica el desempeño como punto de partida vital para el mejoramiento de los seres humanos. El perfeccionamiento del desempeño debe ser un proceso consciente de profesionalización desde un prisma pedagógico continuo, para desarrollar y consolidar las competencias, habilidades y capacidades por aproximaciones sucesivas, de acuerdo con los requerimientos de la sociedad. Por lo cual su propuesta teórico-práctica implica una actualización constante. Añorga (11 define el mejoramiento profesional y humano como:
[…] las transformaciones positivas en el desarrollo intelectual, físico y espiritual del hombre, a partir de conocer, interiorizar y concientizar sus problemas cognitivos y afectivos, sus destrezas y aspiraciones, con suficiente racionalidad y motivación por la profesión y por la vida, de acuerdo con un contexto social determinado, lo que se evidencia en el desempeño, con una intención creadora, para contribuir con sus competencias y su producción intelectual y/o de bienes materiales al comportamiento y funcionamiento de su entorno laboral-profesional, familiar y comunitario, mediante su satisfacción en lo personal, profesional, ecológico, socioeconómico y de sus propias virtudes humanas.
Otros investigadores de la teoría educación avanzada como: Errasti,12Medina,13Pichs,14García,15Perdomo16 y Medina,17 por solo citar algunos, han sistematizado dicho principio, y lo han contextualizado y operacionalizado en su objeto de investigación.
A partir de la sistematización teórica de diversos autores, Medina (18 realiza la siguiente definición:
La formación humanista del estudiante de la tecnología de la salud es aquel proceso de estructuración de la personalidad, que como categoría compleja integra: los aspectos relacionados con el comportamiento solidario y justo, manifestado en los servicios de salud que presta; lo afectivo-motivacional y lo comunicacional mediado por las exigencias actuales del uso de la tecnología de la salud. Incluye el compromiso del futuro profesional con la política y la cultura que caracteriza las identidades de Cuba y de los países del Tercer Mundo, así como la implicación del sujeto en su propia trasformación.
Desde el punto de vista teórico, la presente investigación se enriquece con los aportes y las contextualizaciones que realiza Morín19 al pensamiento complejo, desde las lecturas y los retos que posee la educación superior en Cuba y en los países del Sur. El mencionado autor invita a reinventar la universidad, a pensarla y hacerla en correspondencia con la naturaleza de los problemas que enfrentan las comunidades y la humanidad. También llama la atención acerca de la complejidad educativa en lo cognoscitivo, lo político, lo cultural y lo ciudadano, por lo cual la educación debe resultar cada vez menos neutral. Apunta, además, la necesidad de comprender que la crisis que se vive no se reduce a muchas otras desconectadas, sino a una policrisis que tiene en su núcleo graves dilemas de la humanidad, los cuales solo pueden revertirse con la ayuda y el cambio de la educación y la política. Cuba no escapa a esa situación global: está subsumida de manera muy profunda en ella, todas sus instituciones la sufren -incluida su universidad médica y sus procesos formativos.
En el marco de la experiencia pedagógica en aplicación, por parte de los autores se formula que el programa educativo para la formación humanista de los estudiantes de la tecnología de la salud constituye el sistema de acciones pedagógicamente planificado, con vistas a la formación humanista de los estudiantes, para brindar alternativas de solución a los problemas que presentan en cuanto a su práctica comunicativa, a su manera de brindar afecto y al desconocimiento sobre la realidad del mundo contemporáneo; y así coadyuvar a su mejoramiento profesional y humano desde su activa participación.
Por ello el programa educativo toma cuerpo en cursos electivos sobre problemáticas contemporáneas, comunicativas, y en acciones de extensión universitaria, cuyo eje integrador es la formación humanista desde una mirada interdisciplinaria.
El abordaje de las problemáticas no se realiza desde la visión de una asignatura tradicional, sino a partir de un esfuerzo integrador donde estas se articulan junto con núcleos cognitivos sobre salud y enfermedad. Para ello se diseñó un curso electivo para cada carrera participante con los siguientes temas: medio ambiente, salud y enfermedad; influencia de las costumbres y tradiciones en las enfermedades más recurrentes en Cuba y los países de origen de los estudiantes extranjeros; los conflictos político-armados y su impacto en los cuadros de salud de los diferentes países; la tecnología de la salud y la ética en la higiene y la epidemiología; el proceso de salud-enfermedad como objeto de creencias y prácticas religiosas en Cuba y en los países de origen de los estudiantes extranjeros; la estética, la moda y los referentes culturales tradicionales; la presencia de la cultura africana en la cultura cubana; el uso de las TIC en la actualidad; entre otros.
Los cursos y talleres se imparten a través de técnicas participativas, cine debates, visitas a lugares emblemáticos de La Habana que ilustran el pasado y el presente de la urbe. También se aplican estudios diagnósticos personalizados sobre los temperamentos y los estilos de comunicación de los participantes en la búsqueda de su autocorrección, a partir del autoconocimiento y la autocomunicación. En cada especialidad o carrera de la tecnología de la salud se busca la máxima integración entre los contenidos humanistas de los temas abordados y los modos de actuación del profesional.
Hasta este momento, la aplicación del programa educativo para la formación humanista del estudiante de tecnología de la salud se ha realizado en las siguientes carreras:
Imagenología y Radiofísica Médica: con 50 estudiantes de tercer año y de nacionalidades angolana y cubana, durante los cursos académicos 2016-2017 y 2017-2018.
Higiene y Epidemiología: con 28 estudiantes de primer año, durante el curso 2017-2018, y con 37 estudiantes de nacionalidades congolesa y cubana en el segundo semestre del curso 2018-2019.
Rehabilitación en Salud: con 100 estudiantes de tercer año y de nacionalidades angolana y cubana, durante el curso 2017-2018.
Sistemas de Información en Salud (SIS): con 98 estudiantes de cuarto año y de nacionalidades angolana y cubana, en el curso escolar 2018-2019, y con 45 estudiantes de ambas nacionalidades en 2019-2020.
Una de las grandes atracciones que posee involucrarse en la propuesta pedagógica es el disfrute de los participantes por hacer actividades diferentes a las que de manera habitual están acostumbrados en una institución de formación académica de la salud. No resulta muy usual romper la estructura habitual del aula, que la clase tradicional ceda ante un cine debate, que en ocasiones los turnos de clases se convirtieran en visitas a museos o en caminar juntos por la ciudad para conocerla. Se puede afirmar que todas las realidades naturales, culturales, y tecnológicas que existen en el contexto social y natural se utilizan como vehículos o soportes del programa educativo; por ejemplo, las siguientes:
La radio. Durante tres años (2016-2018) se realizaron programas por jóvenes y para jóvenes, con el apoyo de profesores de alto prestigio de la universidad. Radio Ciudad de La Habana, llamada “la emisora joven de la capital”, abrió sus puertas para dinamizar el programa que ya existía: “Sin límite”. Todos los sábados, el director, los locutores y el sonidista prepararon una propuesta diferente con secciones atractivas como: “Tecnociencia” y “Aplausos para los famosos”, con música variada del gusto juvenil, y se introdujo un tema de utilidad para la audiencia de la capital, cuyo debate se realizaba por los estudiantes presentes en el estudio y los invitados (profesores, investigadores, artistas). Entre los tópicos abordados se encontraban: las relaciones sexuales en la juventud y la adolescencia, las adicciones y su impacto en Cuba y el mundo, la felicidad, la autoestima, los problemas medioambientales, la moda, entre otros. Este proyecto ha sido una de las vías más importantes para el desarrollo de las habilidades comunicativas de los jóvenes y un estímulo para ellos, pues los escuchan miles de personas que llaman al estudio e interactúan, en especial sus familias y compañeros de clase, así como sus maestros. También requieren actualizarse de lo que sucede en Cuba y el mundo, pues el programa posee una sección donde ellos participan, que se ocupa de abordar noticias de la realidad internacional que viven los jóvenes.
La literatura en general y, en especial, la creada por jóvenes involucrados en el programa educativo -con mucha fuerza aparecen las creaciones poéticas y las crónicas que cuentan las experiencias vividas.
Los videos musicales y las canciones de artistas más gustados entre los jóvenes: trasmiten mensajes de bien público, utilizados como motivación para los talleres y las clases participativas. En los primeros talleres los educadores llevan las propuestas y luego los estudiantes expresan las de su agrado.
El cine: las películas de tema médico, humanista, medioambiental, cultural e histórico son utilizadas en los debates. De igual manera, los primeros cine debates se realizaron con las propuestas de los educadores, pero luego los estudiantes incorporaron las de su agrado hasta llegar a conformar un valioso banco de filmes y documentales sobre temas vinculados con la salud y otras problemáticas humanistas. Para cada cine debate se elaboró una guía de observación y se les entregaron los materiales audiovisuales a los jóvenes para que los disfrutasen donde desearan: en ocasiones, se reunían los sábados en la noche en la casa acordada o los veían en compañía de su pareja o familiar, para luego, en el espacio del programa educativo, realizar el debate.
Todos los materiales audiovisuales se comparten a través de las TIC disponibles: en el caso de los teléfonos móviles no se prohíbe su uso en el aula, sino que se utilizan para que todos tengan y utilicen los materiales audiovisuales que se están compartiendo en ese momento, pues no siempre existe un televisor de pantalla grande o un datashow que permita realizar la proyección.
Recorridos por instituciones de alto prestigio como el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y el Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología (INHEM): se intercambiaron experiencias científicas y de vida con investigadores de alto reconocimiento científico; además, los estudiantes se nutrieron de las estrategias diseñadas para que la ciencia cubana lograra insertarse en un mundo dominado por las trasnacionales productoras de medicamentos. A dichos recorridos se han sumado profesores de otras asignaturas como Calidad, Psicología y Rehabilitación.
Visitas a museos e instituciones culturales, recorridos por espacios abiertos de la ciudad para conocer el trazado urbanístico y la historia de La Habana antigua y moderna: para muchos era la primera vez que visitaban el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de la Revolución, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales u otras instituciones históricas y culturales. Caminar juntos por las calles de la ciudad, compartiendo anécdotas sobre su historia; conocer in situ cómo era La Habana hace cinco siglos atrás, y cómo lo tradicional y lo moderno se funden hoy en una sola vida, en una realidad muy contemporánea pero que a veces parece detenida en el tiempo; y terminar tomando un helado o un refresco juntos, crea lazos humanos, afectivos y comunicativos que ninguna clase tradicional logra.
Dramatizaciones en talleres y clases participativas sobre problemáticas humanistas, hechos históricos y problemáticas interculturales tales como: el racismo y las incomprensiones debido a costumbres religiosas e idiomáticas presentes en los grupos interculturales de la facultad. Según el tema que se aborde, se solicitan voluntarios para que escenifiquen o modelen situaciones positivas o negativas de comportamientos, que de manera cotidiana forman parte de sus vidas, para luego debatir sobre ello a partir de los contenidos objeto de aprendizaje.
Creación de términos propios que no niegan los científicos, sino que contrarrestan la división entre lo cuantitativo y lo cualitativo, ejemplo: unir el término clásico de bibliografía con el de vivo-grafía. En dicho término -creado por los autores- se incluyen todas las experiencias para legitimar que lo vivido también forma parte de los aprendizajes y conocimientos que los harán mejores personas y profesionales. Para comprender que no todo en las investigaciones se justifica con la cita de un autor o un libro publicado en los últimos cinco años.
Creación y aplicación de “miradas interdisciplinarias propias” que consisten en unir lo que ha sido separado. Se trabaja con los manuales de estadísticas en salud, y la clasificación de enfermedades y procederes para realizar el siguiente ejercicio: el estudiante refiere el término técnico utilizado internacionalmente, y luego dice cómo lo siente para su comprensión desde el punto de vista humano. Por ejemplo, el término científico “hospital” se refiere a la institución científico-médica que brinda servicios de salud en el nivel secundario de atención; los estudiantes elaboran una definición sentida de dicho término. Una de ellas es la siguiente: “lugar donde ayudo a los demás y/o me ayudan a mí a sentirme mejor física y emocionalmente, a vivir con más y mejor calidad”.
Realización de un autodiagnóstico sobre los estilos de comunicación y los temperamentos, lo cual permite mejorar el autoconocimiento y la autorregulación de los comportamientos: se les propician los tests y los estándares de evaluación para que ellos mismos se evalúen y, sobre esa base, se realizan debates sobre los rasgos generales de cada estilo de comunicación y los temperamentos. Se concluye que todos poseen debilidades y fortalezas que se deben autocorregir o potenciar en el caso de lo positivo.
A partir del trabajo en equipo, los autores del presente artículo han formulado algunas características que posee el programa educativo para la formación humanista del estudiante de tecnología de la salud, y que constituyen presupuestos que deben cumplirse en su aplicación:
Lo artístico-intuitivo. Se expresa a partir de la combinación de elementos lúdicos, creativos e imaginativos, donde la originalidad y la perspectiva individual de cada estudiante deben desempeñar un papel relevante al despertar la capacidad de observar y sentir en los procesos formativos lo que no percibían antes. Se ponderan las valoraciones personales a través de ejemplos de la vida diaria, dinámicas grupales u otras técnicas participativas, que conectan con el tratamiento teórico de los temas y el replanteamiento de problemáticas humanistas que emergen con implicaciones más profundas para los sujetos involucrados.
Lo relacional. Al entablarse vínculos sociales y afectivos entre los participantes más allá del aula como espacio físico. La democratización del proceso formativo, posibilita niveles de debate más allá de lo habitual. Se funden educadores y educandos en un disfrute común, en el entusiasmo que solo dimana del bienestar y la satisfacción de compartir espacios agradables de complicidad interpersonal.
Lo reflexivo-investigativo. Donde se pone énfasis en la promoción del pensamiento crítico, unido una exigencia académica elevada, que conlleva al estudiante a pensar sobre su propio comportamiento acerca de qué conoce, cómo conoce, como actúa, por qué actúa así. Se despierta una atención constante sobre los procesos de la vida diaria, al estilo de un “observador interno”, que permite el monitoreo y la autoevaluación del comportamiento de manera espontánea y natural.
Conclusiones
El programa educativo para la formación humanista del estudiante de tecnología de la salud constituye una propuesta pedagógica abierta, dinámica y flexible. Se propone brindar niveles de apoyo al estudiante para que amplíe su horizonte personal (reflexivo, comunicativo y afectivo); y para asumir su postura axiológica ante la sociedad mediante un compromiso más consciente y gratificante con su cultura, su origen y con la misión social y humana que implica ser un profesional de la medicina social.
El programa educativo contribuye con la creación de vínculos interdisciplinarios entre contenidos académicos y axiológicos dispersos en disímiles asignaturas, y fomenta los lazos colaborativos entre educadores que comparten la formación humanista y científica de los futuros tecnólogos de la salud para Cuba y el mundo. No se descarta la posibilidad de que los educadores, al transformar a sus estudiantes, se transformen a sí mismos.