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Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología

versión On-line ISSN 1561-3100

Rev Cubana Ortop Traumatol v.19 n.2 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2005

 

Hospital Militar "Dr. Mario Muñoz Monroy"
Matanzas, Cuba

Tratamiento de las fracturas del extremo distal del radio

Doctor Enrique Armando Pancorbo Sandoval,1Doctor Juan Carlos Martín Tirado,2 Doctor Alberto Delgado Quiñonez 3 y Doctor Justo Henández Hernández 3

Pancorbo Sandoval EA, Martín Tirado JC, Delgado Quiñonez A y Henández Hernández J. Tratamiento de las fracturas del extremo distal del radio. Rev Cubana Ortop.2005;19(2)

Resumen

Se realiza una revisión de la diversidad de tratamientos de las fracturas del extremo distal del radio y cúbito existente en la actualidad. Se expone la clasificación del Sistema AO modificada por Putnam y el algoritmo para definir el tipo de tratamiento.

Palabras clave: fracturas del extremo distal del radio y cúbito, clasificación, algoritmo de tratamiento

Las fracturas del extremo distal del radio y cúbito constituyen un tema polémico hoy en día, no sólo por la conducta a seguir desde un inicio, sino por la diversidad de clasificaciones existentes. En la búsqueda de una herramienta de trabajo que proporcione un pronóstico según el tipo de fractura, se revisaron diferentes artículos que pudieran ayudar a encontrar las respuestas adecuadas a este problema. (A Report by the IFSSH Bone and Joint Committee,published on eRadius by permission: How to classify distal radial fractures.1997).

En su tratado: "Fracturas del extremo distal del radio. Una oscura lesión durante cientos de años", De Moulan en 1977 señaló que hasta 1800 los traumatólogos habían fracasado en reconocerla como tal. Pouteau en 1783 y Colles , en 1814, son los primeros que publicaron el diagnóstico correcto de la fractura del extremo distal del radio; este último escribió: "Un consuelo sólo resta, que el miembro podrá en un período próximo gozar otra vez de perfecta libertad en todos sus movimientos y estar exento de dolor, la deformidad sin embargo permanecerá sin reducir toda la vida". Cuando se hizo esta afirmación, no había anestesia (1846), no había cirugía aséptica (1865), no había electricidad (1879) ni existía la radiografía (1895).1-3

Durante más de un siglo, los conceptos anteriores de Colles eran aceptados como la evolución normal de esta fractura. Durante este período Barton describió las fracturas volar y dorsal del radio distal y Pilsher en 1917 describió la diferencia entre fracturas intraarticular y extraarticular.1-3

Fue en 1926 cuando Destot4 realizó una interesante descripción de la variedad de lesiones de la muñeca mediante radiografía. Hubo algunos intentos durante estos años de dar respuesta a las fracturas inestables, como el de Anderson en 1944 mediante un dispositivo de fijación externa que presentó muchas dificultades secundarias y fracasó.1-3

De Palma en 1952 fue el primero en aplicar un alambre de Kirschner a través de la articulación radiocubital distal incluido en el yeso, que no era útil para las fracturas más complejas.1-4

Cauchoix en los años 50 fue uno de los primeros cirujanos en señalar la reducción abierta en las fracturas tipo Barton por su inestabilidad.1,3

Melone en 1984 describió el mecanismo de producción en "golpe de dado"
( die punch fracture), así como la inestabilidad de la cabeza cubital por una pérdida de contención cuando la columna cubital del radio está fragmentada.1,3

Gartland y Werley en 1985 informaron que el 60 % de los pacientes tratados por ellos de forma conservadora presentaron colapso del foco de fractura, debido a que eran inestables.4

Makate en 1985 en un estudio realizado con diferentes fijadores externos rígidos planteó que no existía diferencia entre ellos, ya que mantenían una adecuada ligamentotaxis.4

Clyburn en 1988 dio a conocer su fijador externo dinámico para el tratamiento de las fracturas conminutas del extremo distal del radio, con el 70 % de buenos resultados.5

Kapandji y otros autores informaron de sus buenos resultados en el empleo de hasta 4 alambres de Kirschner en diferentes ángulos, que no era efectivo en las fracturas con osteoporosis y conminutivas.6-11

Sommerkamp en 1994, comparó los resultados de los fijadores externos con el dinámico de Clyburn, observando que los resultados funcionales de los pacientes al cabo del año eran similares. 12

Un trabajo más reciente habla del empleo de cemento óseo remodelable mediante inyección directa en el foco de fractura (Norian SRS).13

Putnam y otros autores emplean de forma combinada los fijadores externos en las fracturas más inestables A3, C2 y C3, con alambres bloqueantes de los fragmentos mayores, tornillos AO o láminas AO e injerto óseo cuando existe defecto de tejido.14-16 Otros autores como Wolfe aplican la hidroxiapatita en sustitución del injerto óseo en el área de defecto, con iguales resultados satisfactorios.17

Con el desarrollo de la artroscopia se logra una reducción anatómica de los escalones articulares, Kazateru, Auge y Grisle dan resultados muy satisfactorios con el empleo de esta técnica combinada con fijadores externos, alambres de Kirschner de 0,5 mm e injerto óseo para rellenar las áreas con defecto óseo. Como puede observarse existe un amplio abanico de procederes para el tratamiento de las fracturas del extremo distal del radio y cúbito, desde el conservador hasta la artroscopia; lo cual ha motivado a autores como Handoll y Madhok a realizar encuestas entre diversas especialidades para encontrar un criterio común de tratamiento, por existir una diversidad marcada de criterios sobre el tratamiento a seguir incluso dentro de un mismo servicio, donde no existe un patrón uniforme en la valoración de este tipo de fractura, lo que repercute negativamente en el paciente.18-21

Clasificación

Burstein, según cita Villar de la Peña señaló "una clasificación no es más que una herramienta cuya finalidad es ayudar al cirujano a elegir un método de tratamiento para todas y cada una de las fracturas asociadas en esta región, (...) la clasificación deberá no solamente sugerir un método de tratamiento sino también proporcionar una estimación razonablemente precisa de la evolución de este procedimiento". 22

En el V y VI Congresos de la Federación Internacional de la Sociedad de Cirugía de la Mano (IFSSH) realizados en mayo de 1992 en París y en julio de 1995 en Helsinky, los comités de hueso y articulaciones trataron de llegar a un acuerdo sobre cuál de las clasificaciones debería ser de empleo común para todos los ortopédicos del mundo, y se observó que las de mejor aceptación eran las de Rayhack,11 la de Fernández9 la del Sistema AO,23 pero a pesar de esto se mantenían las discrepancias. Se logró como acuerdo que la clasificación empleada debería contemplar los siguientes aspectos: lugar, configuración, desplazamiento, integridad de la articulación radiocubital distal, estabilidad, lesiones asociadas y mineralización ósea.

Considerando los aspectos señalados se decidió tomar la clasificación del Sistema AO modificada por Putnam que describe los diferentes tipos de fractura, su grado de estabilidad, integridad de la articulación y otros aspectos.1,14

La clasificación Tipo A1 es la que afecta el extremo distal del cúbito y requiere una observación adecuada, ya que forma parte importante de la articulación radiocubital distal con el complejo fibrocartílago triangular. Esta clasificación se subdivide: 23,24 la tipo 1 afecta el complejo fibrocartílago triangular; la tipo 2A presenta avulsión pequeña de la estiloides y la 2B causa inestabilidad del complejo fibrocartílago triangular; la tipo 3 afecta la diáfisis distal cubital acompañada o no de lesión del complejo fibrocartílago triangular; la tipo 4 es una fractura conminuta de la diáfisis distal del cúbito acompañada o no de daño del fibrocartílago triangular; la tipo 5 es un arrancamiento de la base de la apófisis estiloides cubital y la tipo 6 es la fractura con conminución severa de todo el elemento distal del cúbito (metáfisis y epífisis). La clasificación tipo A2 es la fractura típica de Colles, con una ligera conminución dorsal, que puede ser inestable o no; la tipo A3 presenta conminución dorsal y volar que es inestable.

La clasificación tipo B1 que afecta la apófisis estiloides puede ser estable o inestable, en dependencia de la existencia de un escalón mayor de 1 mm en la superficie articular, las de tipo B2 y B3 (Barton dorsal y volar) son inestables.

En el grupo C, la C1 es la fractura en T que afecta epífisis y metáfisis sin una gran conminución, pero puede presentar un escalón mayor de 1 mm en la superficie articular; la tipo C2 presenta una gran conminución de la metáfisis y se afecta la superficie articular en 2 fragmentos; en la de tipo C3 existe una gran conminución de la epífisis y metáfisis. En estos 2 últimos, la columna cubital del radio distal está seriamente afectada, lo cual impide una reducción estable.

El valor de la clasificación del sistema AO modificada por Putnam es que brinda un algoritmo para el tratamiento.

Tratamiento conservador

Aplicado a aquellas fracturas no desplazadas o a aquellas que se encuentran desplazadas y después de la reducción se mantienen estables, el tratamiento conservador inmoviliza con yeso las fracturas que presentan las siguientes características: presencia de conminución metafisiaria radial mínima, mínima pérdida de longitud y angulación o desplazamiento "no significativo".1-4

Diferentes autores 10,26 han tratado de explicar si la forma de mantener la reducción : en pronación, supinación o neutra, con un tipo de yeso braquial o antebraquial, es culpable o no de la pérdida posterior de la reducción inicial. Se mantiene en la actualidad diferencia de criterios, pero lo que sí es cierto es que la fractura inestable nunca mantendrá la reducción lograda mediante reducción manual.1-3

Después de la reducción de la fractura, la inmovilización con yeso debe ser siempre de 10º a 15º de flexión palmar y de 10º a 15º de desviación cubital, ya que la angulación mayor ha demostrado ser la causa del síndrome compartimental, distrofia simpático refleja y rigidez articular. 1-3

Tratamiento quirúrgico

En la actualidad existen múltiples opciones de tratamiento quirúrgico para las fracturas inestables. Es de gran importancia que el cirujano tenga bien definido cuál fractura es estable o inestable con el apoyo de una valoración adecuada de los estudios radiográficos simples: anteroposterior y lateral.

Mediante el algoritmo seguido por Putnam se valora la fractura que se hace inestable después de la reducción, ya que se hace un seguimiento semanal en consulta externa. En aquella fractura que es inicialmente inestable se procede a tomar una conducta quirúrgica. Es de gran necesidad para el cirujano contar con un sistema de tracción digital para llevar a cabo la reducción de la fractura, porque permite observar adecuadamente los trazos de la fractura, la existencia del signo del vacío esponjoso y además, realizar la intervención quirúrgica en el caso indicado con más facilidad por mantener la reducción de la fractura. Lo que sí es importante en el momento de aplicar el fijador externo u otro tipo de osteosíntesis es dar ligera flexión volar de 10º a 15º y desviación cubital de 10º a 15º, porque la tracción sólo permite recuperar la longitud y en el caso de que exista hundimiento de la superficie articular es obligatorio realizar la apertura del foco de fractura y reducir a cielo abierto e injertar en el área de defecto óseo. El peso a aplicar debe ser de 4,5 hasta 10 kg; mediante el control radiográfico puede evitarse la sobredistracción que es perjudicial a causa de poder producirse rigidez de las articulaciones metacarpofalángicas. Cuando exista una diferencia mayor de 2 mm entre el hueso grande y el semilunar está indicado que debe disminuirse el peso de la distracción. 1-3,5,6,9,10-25

Debe señalarse que en aquellos casos donde la fractura sea inestable pero presenta alguno de los siguientes riesgos, son consideradas contraindicaciones quirúrgicas, las siguientes: 4

  • Pacientes muy ancianos.
  • Inactividad manual.
  • Osteoporosis masiva.
  • Enfermedades asociadas que afectan la osteogénesis o toma del estado general.
  • Presencia de cambios degenerativos en la articulación de la muñeca, anteriores a la fractura (pseudoartrosis del escafoide, enfermedad de Kiemböcks, artritis reumatoidea y otras).
  • Pacientes psiquiátricos.

Son consideradas como inestables, las fracturas del extremo distal del radio cuando existe: 1-3,13,14,22-24

  • Conminución dorsal, volar o ambas.
  • Angulación mayor de 20º´.
  • Fractura intraarticular radiocarpiana.
  • Fractura asociada al cúbito.
  • Pacientes mayores de 60 años.

Los criterios actuales de reducción quirúrgica son: 1-3,12-15,22-24

  • Pérdida de altura radial mayor o igual a 2 mm.
  • Cambios de inclinación radial mayor o igual a 5º.
  • Pérdida de angulación mayor o igual a 10º.
  • Pérdida de la reducción de la articulación radiocubital distal con fractura
    de la estiloides cubital o sin ella.
  • Escalones intraarticulares mayor de 1 mm.
  • Signo del vacío esponjoso o defectos metafisiarios de 4 a 5 mm.
  • Fracturas expuestas.
Alambres percutáneos

En las fracturas que no tengan severa conminución o estén osteoporóticas se emplean alambres percutáneos. En los pacientes con fracturas tipo C2 y B1, con alambres de Kirschner (K) de 1 a 1,5 mm de diámetro que se pasan perpendiculares al foco de fractura.1-3,14

El método descrito por Kapandji aplica 4 alambres Kirschner, 2 de ellos a través de la estiloides radial en dirección cubital, de distal a proximal en diferentes ángulos y 2 a través del extremo distal dorsal del radio en dirección volar proximal con diferentes ángulos, e informa el 74,5 % de buenos resultados. 1-3,6

La técnica descrita por Rayhack aplica 4 alambres K a través del cúbito en dirección al radio distal en forma de abanico con similares resultados a la anteriormente descrita.9

Fijadores externos

La aplicación de fijadores externos solamente o con otros medios de osteosíntesis se realiza en las fracturas colapsadas, conminutivas, que son muy inestables, del tipo A3, C1, C2 y C3. Se aplica en la forma señalada anteriormente; cuando sea necesario en los pacientes casos en que exista un defecto óseo importante se aplicará injerto óseo ó hidroxiapatita. En dependencia de que existan fragmentos óseos inestables, se fijarán con alambres K u otros medios de osteosíntesis (tornillos o láminas AO). Los resultados son similares en todos los trabajos revisados con más del 75% de buenos resultados. Es un señalamiento común de todos los autores que deben ser retirados a más tardar a las 6 semanas, por las complicaciones que pueden instalarse.1-3,5,14,15,24,25

Fijación interna

Se realiza la fijación interna con más frecuencia en las fracturas tipo B2 y B3, en las que se utilizan láminas o tornillos AO.1-3,23

Artroscopia

El método artroscópico es de gran utilidad en las fracturas intraarticulares con desplazamiento de 1 mm o más, se efectúa mediante distracción digital, y se fijan los fragmentos con alambres K de 0,5 mm, se mantiene la reducción lograda con un aparato de fijación externa y se rellena el área de defecto óseo con injerto autólogo o hidroxiapatita para cubrir el área de defecto óseo.18,21

Cemento óseo remodelable

Sánchez Sotelo informó buenos resultados en el 81,5 % de fracturas tipo A3 y C2 en pacientes con edades entre 50 y 85 años, mediante la ténica de inyectar cemento óseo remodelable (Norian SRS) en el foco de fractura previamente reducida y mantenier un yeso por 2 semanas. Presenta como complicación fundamental el atrapamiento de los tendones cuando quedaba resto del producto en partes blandas.13

Finalmente, debe recordarse que el cirujano debe preocuparse por dirigir la rehabilitación inmediata del paciente, para evitar complicaciones por falta de información, y explicarle cuáles son los ejercicios que debe realizar: 1-3

  • Elevación del hombro y rotación por todo el curso del tratamiento (50 veces al día como mínimo).
  • Iniciar los siguientes ejercicios digitales tan pronto como sea posible:
    • Hacer extensión máxima de todos los dígitos.
    • Realizar la pinza digital del pulgar con todos los dedos.
    • Cerrar al máximo todos los dedos buscando el pliegue palmar.
    • Realizar ejercicio tipo gancho con las articulaciones metacarpofalángicas de todos los dedos extendidos y las interfalángicas flexionadas al máximo.
    • Flexionar las articulaciones metacarpofalángicas con todas las articulaciones interfalángicas extendidas.
    • Realizar abducción y aducción de todos los dedos en el plano radiocubital (en abanico).

Los autores connsideran que hasta aquí han abordado los aspectos más importantes en el tratamiento de la fractura del extremo distal del radio y el cúbito, lo cual puede ayudar al cirujano ortopédico a enfrentar esta difícil afección traumática.

Summary

Treatment of fractures in distal extreme of the radius

A literature review was made on the diversity of treatment presently applied to fractures in distal extreme of the radius and the ulna. Putman´s modified AO system classification and the algorithm to define the type of treatment were both presented.

Key words: fractures, distal extreme of the radius and the ulna, classification, treatment algorithm.

Résumé

Traitements des fractures du bassin

Une revue bibliographique révélant la diversité actuelle de traitements des fractures de la partie distale du radius et du cubitus est réalisée. La classification du système AO modifiée par Putnam et l'algorithme pour déterminer le type de traitement sont présentés.

Mots clés: fractures, partie distale du radius et du cubitus, classification, algorithme de traitement


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Recibido:28 de abril de 2005. Aprobado:26 de septiembre de 2005.
Dr. Enrique Armando Pancorbo Sandoval.Carretera Central, Kilómetro 110. Gelpis, Matanzas. E- mail: cristobal.pancorbo@infomed.sld.cu

1Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatología. Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología.
2Especialista de I Grado enOrtopedia y Traumatología. Vicedirector Quirúrgico.
3Especialista de I Grado enOrtopedia y Traumatología.

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