Introducción
Las causas de dolor en la rodilla son muy variadas, dependen de su causa etiológica, localización y tiempo de evolución. Según Nguyen US y otros,1 el dolor en la rodilla se presenta en el 25 % de la población adulta y tiene diferentes causas, entre ellas el síndrome de la banda iliotibial (SBI).
La primera descripción del SBI fue realizada por Renne JW citado por Cowden CH y Barber FA2 en el año 1975, en un grupo de marines del ejército norteamericano. Esta entidad también afecta a atletas de algunas disciplinas deportivas como: corredores (1,6 al 12 %) y ciclistas (15 al 24 %). Afecta más al sexo femenino que al masculino y su incidencia es muy baja en la población inactiva.3,4
El síntoma principal del SBI es el dolor quemante y agudo relacionado con la actividad física. Este se localiza, en especial, en la zona lateral de la rodilla a dos centímetros de la línea articular y se irradia en sentido proximal y distal. En ocasiones se acompaña de sensación de resalte en la zona afectada, pero no se asocia a inestabilidad articular, bloqueo y sinovitis. El origen del síndrome es multifactorial y se agrava con la presencia de varios factores como: sobreactividad deportiva, pobre e inadecuado equipamiento (zapatos y suelas), errores en el entrenamiento (ejercicios de calentamiento) y estiramiento antes de la actividad física.5,6,7
A la exploración física la prueba de Ober y Noble son positivas, lo que se traduce por la presencia de dolor a la palpación del cóndilo lateral, así como el resalte descrito por los enfermos. Por otra parte, el alivio del dolor después de la infiltración de esteroides es de suma importancia para el diagnóstico. El rango de movimiento de la articulación esta entre parámetros normales.8,9,10
Los medios diagnósticos de mayor utilidad son el ultrasonido de alta definición, la imagen de resonancia magnética y la artroscopia.11,12,13
Debido a la importancia y escasas referencias disponibles sobre esta temática en la literatura nacional se realizó una revisión de este padecimiento con el objetivo de actualizar y ofrecer información sobre el síndrome de la banda iliotibial.
Métodos
La búsqueda y análisis de la información se realizó en un periodo de 92 días (1 de julio al 30 de septiembre de 2020). Se emplearon las siguientes palabras: iliotibial band syndrome, iliotibial band friction syndrome AND lateral knee pain. Se realizó una revisión bibliográfica de un total de 186 artículos publicados en las bases de datos PubMed, Hinari, SciELO y Medline mediante el gestor de búsqueda y administrador de referencias EndNote. De ellos se utilizaron 40 citas seleccionadas para realizar la revisión, 38 de los últimos cinco años.
Se consideraron estudios en pacientes atletas o no y los tratados tanto por las modalidades conservadoras como quirúrgicas. Se excluyeron investigaciones en que el SBI es secundario a modalidades de tratamiento quirúrgico como las artroplastias y reconstrucción del ligamento cruzado anterior.
Desarrollo
Desde el punto de vista anatómico el mayor contacto entre la banda iliotibial y el epicóndilo lateral ocurre a los 30 grados de flexión de la rodilla (Fig).14,15,16
Existen factores anatómicos que aumentan este contacto como la torsión tibial interna, debilidad de los músculos abductores de la cadera, pronación excesiva del pie, artritis del compartimento tibiofemoral medial y el geno varo.17,18,19
Las maniobras más empleadas en la confirmación del diagnóstico son las descritas por Ober, Noble y Creak. La primera consiste en colocar el paciente sobre la mesa exploradora en decúbito lateral sobre el lado sano con las rodillas en flexión. El explorador sujeta la pierna afectada con su mano y con la otra estabiliza la pelvis. Mediante una extensión de la pierna afectada que se va a explorar, por la articulación de la cadera, el muslo se sitúa en la misma línea que la pelvis, con lo que la cintilla iliotibial queda fijada a la altura del trocánter mayor. En esta posición se realiza la aducción de la pierna, la presencia de dolor traduce que la prueba es positiva.20,21,22
La prueba de Ober tiene la siguiente interpretación: 1: si existe acortamiento de la banda iliotibial hay limitación al aducir la extremidad; 2: el examinador abduce la pierna en extensión y la deja caer, si la extremidad no cae es debido a la contractura y dolor de la banda iliotibial, así que el enfermo adopta la postura de rotación interna y flexión para compensar.20,22,23
Por su parte la prueba de Noble, consiste en colocar el paciente en decúbito supino, se flexiona la rodilla en 90 grados y la cadera en 50 grados. Con los dedos de la mano izquierda, situados sobre el muslo, el médico realiza una ligera presión sobre el cóndilo femoral lateral. A medida que se mantiene la flexión de la cadera se realiza presión sobre el cóndilo femoral lateral, la articulación de la rodilla se extiende de forma progresiva y pasiva. Cuando el grado de flexión de la rodilla alcanza los 40 grados, se le pide al enfermo que efectúe la extensión completa. La presencia de dolor en el recorrido de la cintilla iliotibial traduce afección, que en este caso es de localización distal.20,22,23
La maniobra de Creak consiste en colocar el paciente en posición de pie, se le pide que apoye todo su peso en la extremidad afectada y se le solicita que realice una flexión de rodilla de 30 grados, lo cual desencadena dolor en la cara lateral de la rodilla y es indicativo de positividad de la prueba.20,22
En el diagnóstico diferencial del SBI se deben considerar otras entidades que provocan dolor en la zona lateral de la rodilla como las tendinopatías del bíceps y poplítea; enfermedad degenerativa articular; esguince del ligamento colateral lateral; desgarro del menisco lateral; síndrome patelofemoral; dolor referido de la columna lumbar; fracturas de estrés y distención de los ligamentos de la articulación tibioperonea proximal.24,25
El examen imagenológico complementario debe realizarse en ambas rodillas. La vistas radiográficas simples deben ser en proyecciones anteroposterior, lateral y axial, por lo general todas esta proyecciones son negativas y son útiles para descartar otras afecciones. Por su parte, la imagen de resonancia magnética es importante para confirmar el diagnóstico y excluir otras entidades intraarticulares. En el primer caso, existe engrosamiento de la banda iliotibial en su porción distal, así como la presencia de bursa llena de líquido sobre el cóndilo lateral, lo cual es confirmado mediante un área hiperintensa entre la banda iliotibial y el cóndilo femoral lateral, donde además, es posible detectar edema óseo. El ultrasonido por su parte es de bajo costo, tiene mayor disponibilidad y muestra el engrosamiento anormal de la banda iliotibial al ser comparada con la otra extremidad.26,27,28
El tratamiento conservador es el de primera línea y puede ser farmacológico o no, dentro del primer grupo se encuentra el uso de analgésicos, antinflamatorios no esteroideos e infiltración de esteroides locales. La modalidad no farmacológica incluye: la revisión del ciclo y calidad del entrenamiento en caso de ser atleta, evaluar el calzado y suelas empleadas, terapia física y de rehabilitación en todas sus variantes, así como la aplicación de ondas de choque extracorpóreas. La mayoría de los enfermos refieren alivio del dolor mediante el tratamiento conservador en un periodo de seis a ocho semanas.29,30
La modalidad quirúrgica está justificada cuando existe fallo de las modalidades conservadores en un periodo de seis meses. Las técnicas quirúrgicas pueden ser realizadas en su totalidad por la vía artroscópica o combinada con pequeñas incisiones externas sobre la banda iliotibial.31,32,33
La primera modalidad consiste en realizar la artroscopia diagnóstica y terapéutica de otras entidades intraarticulares que puedan estar asociadas a esta entidad. Los portales para visualizar la corredera lateral pueden ser el antero-lateral, supero-lateral y antero-medial, los portales más empleados para colocar los instrumentos son el antero-lateral y supero-lateral según la preferencia del cirujano. Mediante un rasurador artroscópico se realiza la resección del tejido existente entre la banda iliotibial y el cóndilo lateral, una vez hecho este procedimiento se pasa una aguja desde la zona lateral, para evaluar la separación entre la banda iliotibial y el cóndilo.2,34,35
La segunda variante de tratamiento quirúrgico transita también por dos etapas. La primera igual a la anterior por la vía artroscópica. En la segunda se realiza una incisión de 15 a 20 mm paralela a la banda iliotibial hasta su borde posterior, donde además, se lleva a cabo una sección transversa de 10 mm hacia su parte posterior en forma de “V” que abre hacia la parte posterior. No se aborda la sinovial y no se realiza sinovectomía.16,36,37
Según Pierce TP y otros,38 existen diferencias entre la técnica por vía artroscópica y abierta (artrotomía) (cuadro 1).
La complicación más común es la progresión de la enfermedad en la que el paciente refiere aumento del dolor a la actividad física ligera e incluso al reposo.19,39
El sistema clasificativo en cinco grados combina síntomas, signos y fase del tratamiento en especial en pacientes que practican deportes (cuadro 2).40
El SBI es una entidad que afecta a enfermos en edades tempranas que realizan actividades de alta demanda física, donde destacan los que practican algún tipo de actividad deportiva en especial ciclistas y corredores. El síntoma fundamental es el dolor localizado en la zona lateral del muslo que aumenta con la actividad física. El tratamiento conservador es la primera línea con muy buenos resultados, la modalidad quirúrgica está justificada después de seis meses sin respuesta adecuada y puedes ser realizado por vía artroscópica o cirugía convencional abierta (artrotomía).