Introducción
Para frenar el avance de la pandemia de COVID-19 se tomaron diversas medidas sanitarias. En Perú se declaró el estado de emergencia nacional el 15 de marzo de 2020 y se estableció el aislamiento social obligatorio.1 El cierre de colegios y universidades conllevó a la educación a distancia,2 y modificó el estilo de vida de los estudiantes: aumentó la inactividad física y la exposición a riesgos ergonómicos.3,4
El excesivo uso del computador durante la enseñanza virtual ocasionó diversos trastornos musculoesqueléticos (TME),4 disfunciones que afectan músculos, huesos, nervios, tendones, ligamentos, articulaciones, cartílagos y discos vertebrales; además de perjudicar a gran parte de la sociedad moderna.5 Estos trastornos resultan más frecuentes en el cuello y la región lumbar,6 y aunque tienen una etiología multifactorial, se agravan por las malas posturas, el diseño inadecuado del lugar de trabajo y las largas jornadas laborales.7,8
Antes de la pandemia los TME en los estudiantes universitarios oscilaba entre el 60 y el 96 %.4,9,10,11 Sin embargo, las malas prácticas ergonómicas durante el aprendizaje virtual acrecentaron el riesgo de padecerlos,12,13 debido al empleo indiscriminado de los dispositivos electrónicos para las clases a distancia.14
Los TME perjudican el rendimiento académico, incrementan el estrés e, incluso, afectan la capacidad laboral. Las intervenciones educacionales para mejorar las prácticas ergonómicas resultan una medida de prevención efectiva.15 No obstante, debido al cambio de la presencialidad a la virtualidad, durante la pandemia no se realizaron esfuerzos por aplicar estas medidas. Por consiguiente, el objetivo del presente estudio fue determinar la prevalencia de trastornos musculoesqueléticos y su asociación con las prácticas ergonómicas durante el uso de la computadora en estudiantes de una universidad peruana.
Métodos
Se realizó un estudio transversal analítico en octubre de 2020, en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), con un muestreo aleatorio simple. Se consideró un nivel de significación del 95 %, una precisión del 5 % y un 80 % del evento de interés; se obtuvo una muestra mínima de 244 individuos. Se incluyó la matrícula del semestre académico 2020-II. Se excluyeron los estudiantes con enfermedad musculoesquelética diagnosticada (artritis reumatoide, artritis psoriásica, gota, espondilitis anquilosante, osteoporosis, osteopenia, fracturas por fragilidad ósea, sarcopenia, vasculitis, lupus eritematoso sistémico o lumbociatalgia).
Se utilizó el Cuestionario Nórdico Estandarizado para evaluar la prevalencia de los TME.5 Este proporciona datos útiles y fiables en relación con el dolor musculoesquelético porque el sujeto de estudio debe responder si ha presentado molestias, según las características de tiempo o intensidad, en las diferentes regiones anatómicas.16
Para evaluar las prácticas ergonómicas y las posturas adoptadas durante el uso de la computadora, se elaboró otro cuestionario, cuya validez de fondo y contenido se discutió entre todos los autores; además de analizar la sintaxis de las preguntas y las variables a incluir.7,17,18 Un especialista en traumatología revisó los aspectos teóricos para brindar un juicio de expertos, y se hizo una prueba piloto con 22 estudiantes para apreciar la comprensión y el tiempo de respuesta.
Ambos cuestionarios se digitalizaron en la plataforma Google Forms. La encuesta final contenía 35 preguntas divididas en cuatro secciones. La primera presentó el estudio; la segunda, los datos sociodemográficos; la tercera, el Cuestionario Nórdico Estandarizado; y la cuarta, las prácticas ergonómicas. La variable dependiente se consideró el reporte de TME, según el cuestionario nórdico, y las independientes fueron la edad, el sexo, el área de carrera, el diagnóstico de TME previo, los antecedentes familiares de TME o antecedente de traumas, como esguinces, fracturas, luxaciones y las prácticas ergonómicas que incluyeron las siguientes posturas durante el empleo de la computadora:
Sentado en una silla con el ordenador apoyado en las piernas
Sentado con las rodillas extendidas (en 180º) y el ordenador apoyado en las piernas
Sentado en una silla con respaldo
Echado pronamente con la cabeza flexionada
Echado supinamente con la cabeza extendida
Usando un soporte de muñeca para el mouse
Sentado y flexionando el cuello para una mejor visión
Sentado con las piernas cruzadas
El análisis estadístico se realizó con el programa estadístico STATA versión 14.0 (Stata Corp. TX, EE. UU.). Se utilizaron frecuencias absolutas y relativas para el análisis descriptivo. Se calcularon razones de prevalencia crudas (RPc) y ajustadas (RPa) con intervalos de confianza al 95 % (IC 95 %), mediante la regresión de Poisson con varianza robusta, para determinar los factores asociados a los TME. El modelo ajustado abarcó las variables vinculadas al desenlace de interés en el modelo crudo. Se consideró un nivel de significación estadística de p < 0,05.
La ejecución del estudio se aprobó por la Dirección de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNSA. Los procedimientos respetaron los estándares éticos internacionales.19 Se explicó la importancia del estudio a los participantes, y se enfatizó que su colaboración sería voluntaria y anónima. Sin el consentimiento informado, la encuesta terminaba automáticamente. Los estudiantes debían responder desde su correo institucional para verificar que eran quienes habían llenado el formulario.
Resultados
De 943 estudiantes que completaron la encuesta, 205 no cumplían con los criterios de inclusión. Las mujeres se concentraban en el área de ciencias sociales (44,5 %) y los hombres en las ingenierías (61,2 %). El 82 % y el 71,1 %, respectivamente, utilizaban la computadora más de seis horas diarias para diversas actividades, entre ellas, las académicas. Un 46,3 % percibió que este uso se había extendido a causa de la educación a distancia (tabla 1).
N (%) | Femenino | Masculino | |||
---|---|---|---|---|---|
434 (58,8 %) | 304 (41,2 %) | ||||
Edad* | 21 ± 3,43 | 20 ± 3,23 | 21 ± 3,67 | ||
Área de estudios | |||||
Ciencias sociales | 267 (36,2) | 193 (44,5) | 74 (24,3) | < 0,001 | |
Ciencias biomédicas | 161 (21,8) | 117 (27,0) | 44 (14,5) | ||
Ingenierías | 310 (42,0) | 124 (28,5) | 196 (61,2) | ||
Familiar con trastorno musculoesquelético | |||||
No | 437 (59,2) | 241 (55,5) | 196 (64,5) | 0,015 | |
Sí | 301 (40,8) | 193 (44,5) | 108 (35,5) | ||
Historia de trauma musculoesquelético | |||||
No | 442 (59,9) | 263 (60,6) | 179 (58,9) | 0,639 | |
Sí | 296 (40,1) | 171 (39,4) | 125 (41,1) | ||
Uso de silla ajustable | |||||
No | 590 (79,9) | 359 (82,7) | 231 (76,0) | 0,025 | |
Sí | 148 (20,1) | 75 (17,3) | 73 (24,0) | ||
Tiempo de uso del computador por día | |||||
≤ 6 horas | 133 (18,0) | 69 (15,9) | 64 (21,1) | 0,073 | |
> 6 horas | 605 (82,0) | 365 (84,1) | 240 (78,9) | ||
Tiempo de uso del computador para actividades académicas | |||||
≤ 6 horas | 213 (28,9) | 99 (22,8) | 114 (27,5) |
|
|
> 6 horas | 525 (71,1) | 335 (77,2) | 190 (62,5) | ||
Percepción de incremento de tiempo de uso del computador durante la pandemia | |||||
≤ 6 horas | 394 (53,7) | 215 (49,7) | 179 (59,5) | 0,009 |
Leyenda: *media ± desviación estándar.
Los TME representaron un 97,4 %; predominaron el dolor cervical (85,5 %), y las molestias en la región lumbar (73 %) y la dorsal (70,2 %). Las mujeres presentaron malestares en al menos una de las regiones anatómicas evaluadas (p = 0,024), en el cuello (p < 0,001), en la región dorsal (p < 0,001), en el hombro (p < 0,001) y en la muñeca (p = -0,019) (fig. 1).
Las posturas “sentarse en una silla con respaldo”, “doblar el cuello para tener una mejor visión” y “sentarse con las piernas cruzadas” se adoptaron con mayor frecuencia. El análisis multivariado mostró que los TME se relacionan con los antecedentes de trauma musculoesquelético (RPa 1,03, IC 95 % 1,01 - 1,04), usar la computadora varias veces y siempre en posición prona con la cabeza flexionada (RPa 1,02, IC 95% 1,01 - 1,04) y torciendo el cuello para ver mejor (RPa 1,03, IC 95% 1,00 - 1,07) (fig. 2 , tabla 2).
Análisis bivariado RPc (IC 95 %) | Análisis multivariado RPa (IC 95 %) | ||||
---|---|---|---|---|---|
Sexo | |||||
Femenino | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | |
Masculino | 0,98 (0,95-1,00) | 0,039 | 0,98 (0,96-1,00) | 0,077 | |
Área de estudios | |||||
Ciencias sociales | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Ciencias biomédicas | 0,99 (0,96-1,02) | 0,442 | |||
Ingenierías | 1,00 (0,98-1,02) | 0,956 | |||
Familiar con trastorno musculoesquelético | |||||
No | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Sí | 1,00 (0,98-1,02) | 0,81 | |||
Historia de trauma musculoesquelético | |||||
No | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | |
Sí | 1,03 (1,01-1,05) | 0,010 | 1,03 (1,01-1,04) | 0,010 | |
Uso de silla ajustable | |||||
No | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Sí | 0,98 (0,94-1,01) | 0,171 | |||
Uso del computador por día | |||||
≤ 6 horas | Ref. | Ref. | NA | NA | |
> 6 horas | 1,02 (0,98-1,06) | 0,268 | |||
Tiempo de uso del computador para actividades académicas | |||||
≤ 6 horas | Ref. | Ref. | NA | NA | |
> 6 horas | 1,03 (0,99-1,06) | 0,051 | |||
Percepción de incremento de tiempo de uso del computador durante la pandemia | |||||
≤ 6 horas | Ref. | Ref. | NA | NA | |
> 6 horas | 1,01 (0,99-1,04) | 0,075 | |||
Postura 1: Sentado en una silla con el ordenador apoyado en las piernas | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 1,02 (1,00-1,04) | 0,069 | |||
Siempre/Casi siempre | 0,99 (0,95-1,04) | 0,754 | |||
Postura 2: Sentado con las rodillas extendidas (en 180º) y el ordenador apoyado en las piernas | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 1,00 (0,98-1,03) | 0,825 | |||
Siempre/Casi siempre | 1,01 (0,99-1,04) | 0,266 | |||
Postura 3: Sentado en una silla con respaldo | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 1,00 (0,96-1,05) | 0,935 | |||
Siempre/Casi siempre | 1,00 (0,97-1,04) | 0,873 | |||
Postura 4: Echado pronamente usando la computadora con la cabeza flexionada | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | |
Algunas veces | 1,02 (0,99-1,04) | 0,132 | 1,01 (0,99-1,04) | 0,272 | |
Siempre/Casi siempre | 1,03 (1,01-1,04) | <0,001 | 1,02 (1,01-1,04) | <0,001 | |
Postura 5: Echado supinamente usando la computadora con la cabeza extendida | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 1,01 (0,99-1,04) | 0,182 | |||
Siempre/Casi siempre | 0,99 (0,95-1,04) | 0,792 | |||
Postura 6: Usando un soporte de muñeca para utilizar el mouse | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 0,98 (0,91-1,04) | 0,461 | |||
Siempre/Casi siempre | 1,01 (0,99-1,04) | 0,249 | |||
Postura 7: Sentado y flexionando el cuello para una mejor visión | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | Ref. | Ref. | |
Algunas veces | 1,03 (1,00-1,07) | 0,07 | 1,03 (1,00-1,06) | 0,085 | |
Siempre/Casi siempre | 1,04 (1,00-1,07) | 0,028 | 1,03 (1,00-1,07) | 0,048 | |
Postura 8: Sentado con las piernas cruzadas | |||||
Nunca/Casi nunca | Ref. | Ref. | NA | NA | |
Algunas veces | 1,03 (0,99-1,07) | 0,135 | |||
Siempre/Casi siempre | 1,02 (0,98-1,06) | 0,429 |
Leyenda: PRc: Razón de prevalencia cruda; RPa: Razón de prevalencia ajustada; NA: No aplicable; Ref.: Referencia.
En resumen, se determinó una alta prevalencia de TME en estudiantes universitarios (97,38 %). Las regiones cervical, lumbar y dorsal resultaron las más afectadas. La prevalencia de TME sobresalió en el sexo femenino, especialmente en las regiones del cuello, la región dorsal, los hombros y las muñecas. Los estudiantes con antecedentes de trauma, que usaban frecuentemente la computadora echados pronamente y sentados con el cuello flexionado, desarrollaron más TME.
Discusión
Durante el aprendizaje virtual y a distancia se incrementaron los TME en los estudiantes universitarios. Estudios similares determinaron este aumento en carreras específicas como odontología o medicina,8,9,11,20,21,22 y reportaron prevalencias de entre 65,1 % y 91,2 %, respectivamente. Lo anterior se vincula con el excesivo empleo de la computadora, las inadecuadas condiciones ambientales en el trabajo y el desconocimiento sobre las correctas prácticas ergonómicas. Varias investigaciones señalan la disminución del riesgo de padecer TME luego de la intervención de programas educativos de ergonomía23 y de actividad física;24 por tanto, las autoridades universitarias deben desarrollarlos para aliviar la situación de los estudiantes en cuanto a estos padecimientos.
Las molestias más habituales se presentaron en el cuello (85,5 %), seguido de la espalda, la región lumbar (73 %) y la dorsal (70,2 %); zonas que se afectan mucho en los usuarios de computadoras,25,26,27 y se asocian a factores ergonómicos como las largas horas de trabajo, la constante flexión del cuello, el monitor mal ubicado para el punto de visión (altura inadecuada) y la baja temperatura del lugar de trabajo.26,27,28 Se recomienda ajustar el ángulo de la pantalla, descansar con frecuencia y hacer ejercicios para reducir la incomodidad en el cuello. Igualmente, la postura correcta y el apoyo en el respaldo de la silla reducen el dolor de la espalda baja.27
La mayoría de los estudiantes utilizaban la computadora más de seis horas diarias, en cambio antes de la pandemia se reportaba una media de tres horas por día.27,29 Las clases a través de dispositivos electrónicos por las medidas de restricción incrementaron el riesgo en los estudiantes de padecer problemas ergonómicos como el síndrome de visión por computadora y los TME como el malestar de cuello, hombros y espalda.30,31
Las mujeres tienen tres veces más probabilidades que los hombres de tener TME, especialmente del cuello, los hombros, la región lumbar, los brazos y las rodillas. Estas disparidades se atribuyen a las diferencias en el tono muscular y a las medidas corporales de ambos sexos;32,33 además materiales de escritorio, como las sillas, se han adaptado a modelos masculinos.34) Otra posible explicación proviene de la fase lútea del ciclo menstrual que ubica el umbral del dolor más bajo.35 Teniendo en cuenta las medidas corporales de hombres y mujeres, se recomienda acomodar el mobiliario a modelos femeninos para disminuir en ellas la frecuencia de TME.36
Al igual que en el presente estudio, investigaciones realizadas en estudiantes de medicina encontraron que los que habían sufrido una lesión traumática en el cuello, el hombro y la espalda tenían mayor riesgo de padecer un TME, quizás por la naturaleza incapacitante del trauma.11
Uno de los principales factores de riesgo de los TME se consideran las posturas que provocan tensión en los músculos.4,37 Los usuarios frecuentes de la computadora en decúbito prono y sentados con la cabeza inclinada posteriormente sufren algún TME. Un estudio similar informó que la incomodidad musculoesquelética resulta de emplear la computadora en posición supina con la cabeza flexionada.38 Los estudiantes universitarios asumen diferentes posiciones al usar la computadora, según el tipo de dispositivo, en el caso del computador portátil se predispone a una mayor flexión del cuello, codo, muñeca y elevación de los hombros.
El presente estudio se encuentra limitado por su diseño transversal; por tanto, no se infiere causalidad entre el uso del computador y los TME. Además, la subjetividad de los datos autoinformados conlleva al sesgo de recuerdo que sobreestima la prevalencia. No se exploraron variables importantes como el peso, la altura, la actividad física y aspectos ergonómicos del lugar de trabajo porque la encuesta se administró de manera virtual.
En el contexto de la educación a distancia, este resulta uno de los primeros estudios que aborda el problema de los TME en los estudiantes universitarios que migraron a la virtualidad. Hay que promover buenas prácticas ergonómicas, especialmente en grupos de riesgo como mujeres y casos con antecedentes de traumas musculoesqueléticos. Se recomienda realizar investigaciones similares en otras poblaciones, como los teletrabajadores. Prevenir evitará mayores consecuencias en el futuro.39