La cirugía de catarata es la más frecuente de las cirugías, la cual se realiza anualmente en millones de pacientes en todo el planeta. Desde la antigüedad (año 2467 a.n.e.) se documenta como la catarata más antigua de la historia. Dhanwantari (año 400 a.n.e.), padre de la medicina india, describe las primeras cirugías de cataratas mediante reclinación. Los griegos Crisipo e Hipócrates pensaban que un humor proveniente de los nervios ópticos caía a la pupila como una catarata de agua.
En el año 1734, Casamata, en Italia, trató de sustituir el cristalino por un lente de vidrio, primer intento del implante de un lente intraocular. Desde el abatimiento del lente, en el año 1736, el inglés Benedict extrajo el cristalino en una catarata blanda al no poder reclinarlo; y Daviel, en 1747, realizó la extracción del cristalino. Samuel Sharp, inglés, introdujo entonces la extracción intracapsular. En 1799 George Beer lo extrajo por cápsula ensartada en una aguja, y en 1813 apareció en el periódico “El Centinela de La Habana” la noticia de que un oculista alemán, nombrado Juan Federico Nissen, realizó la primera cirugía de cataratas en Cuba, donde diversos métodos se emplearon en la extracción intracapsular, como erisífaco y crioextracción.
Importantes adelantos han permitido mayor calidad en este procedimiento, como el uso de la lámpara de hendidura, la sutura, la utilización del microscopio, la facoemulsificación, los lentes intraoculares, de una evolución sorprendente: monofocales, multifocales, trifocales, hápticos de distintos materiales; de cámara anterior y posterior, así como el uso y la extensión del facoemulsificador hasta el más reciente empleo del femtosecond, que realiza una parte importante del proceso mediante un equipo capaz de realizar la capsulotomía y la destrucción del cristalino para facilitar el resto del proceso por el cirujano. La cirugía de cataratas es la de mayor volumen. A su vez, la de menor tiempo en su realización (entre 5-10 minutos). Ningún oftalmólogo puede graduarse como tal si no es capaz de realizar esta cirugía, con extrema calidad, por lo que esta forma parte del proceso de aprobación de sus capacidades para ejercer la profesión.
Hoy día esto no constituye en Cuba un problema de salud. El país logró superar la tasa ideal propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con 3 000 cirugías por cada millón de habitantes (33 000 mil cirugías por año); 35 339 intervenciones en el año 2013; 37 544 en el año 2014 y 41 040 en el año 2015, las que constituyen un record histórico en nuestro país, cuyo número y calidad se incrementa cada día.
El apoyo ofrecido por Fidel Castro Ruz fue decisivo para alcanzar estos resultados en todo el país, al posibilitar el desarrollo de la especialidad con la creación de los Centros Provinciales y de un Instituto Rector, lo que permitirá aumentar el número de cirugías en los próximos años en toda la isla y el desarrollo de esta especialidad con mayor calidad.