Introducción
El endotelio corneal se observa en la microscopia especular como un mosaico regular de células ensambladas, donde todas las células aparecen aproximadamente del mismo tamaño y forma.1 En un endotelio normal, más del 60 % de sus células tiene seis caras. El tamaño y la forma de estas es importante porque mantienen mejor función de barrera del fluido del endotelio.2
El endotelio central de la córnea cambia según la edad. Desde los 20 a los 50 años permanece estable para la mayoría de las personas. Después de los 50 años comienza un lento declinar y a partir de los 60 experimentan una reducción significativa de la densidad celular endotelial.3
La córnea guttata central primaria se caracteriza por la presencia de excrecencias anormales de membrana basal y fibrillas de colágeno producidas por las células endoteliales alteradas de la córnea central. En grados avanzados de córnea guttata, generalmente asociada a una distrofia de Fusch, dichas excrecencias tienen aspecto de "metal batido" en la exploración en lámpara de hendidura y se ven como "zonas oscuras" en microscopia especular.4
La prevalencia de córnea guttata en Kumejima, Japón, es 4,1 % entre los residentes de 40 años o mayores cuando se detecta por el criterio de microscopia especular solamente. Una prevalencia más alta se determina si además se usa la biomicroscopia. La edad avanzada, el sexo femenino y una córnea delgada han sido asociadas independientemente a alto riesgo de córnea guttata.5
El edema posquirúrgico en la cirugía de catarata constituye la complicación más frecuente6 y puede ser consecuencia de factores preoperatorios predisponentes como la existencia de alteración endotelial previa.7
La cirugía de catarata es un proceder invasivo que puede provocar en mayor o menor grado inflamación del endotelio y pérdida de células endoteliales, que en casos severos puede llevar a un edema corneal crónico; de ahí que en la práctica oftalmológica habitualmente se evalúa el riesgo de edema y la descompensación corneal de un paciente que va a ser sometido a este procedimiento, y se hace teniendo en cuenta solo el conteo endotelial. Sin embargo, durante el examen oftalmológico realizado en el preoperatorio se encuentra frecuentemente que muchos de ellos presentan guttas centrales y paracentrales con un conteo endotelial considerado normal o de bajo riesgo.
Dados los avances en el tratamiento quirúrgico de la catarata y los conocimientos actuales sobre los efectos de esta, en la córnea, a través del estudio de las células endoteliales, se tuvo la motivación de realizar este trabajo, haciendo uso de la biomicroscopia con lámpara de hendidura y el examen con la microscopia especular para relacionar la severidad del edema corneal poscirugía de catarata en pacientes con córnea guttata, considerados sin riesgo o bajo riesgo de edema posquirúrgico según la densidad celular, con los parámetros de la microscopia endotelial.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, prospectivo en 42 pacientes con córnea guttata, considerados sin riesgo o bajo riesgo de edema posquirúrgico según la densidad celular (conteo endotelial >1 500 células por mm2 por microscopia especular) quienes fueron sometidos a cirugía de catarata por un mismo cirujano en el Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”, de abril del año 2016 a noviembre de 2017.
Se estudió la severidad del edema corneal, dado por el grado de disminución de la transparencia corneal, basado en el método de McDonald and Shadduck, bien descrito por Eaton y otros, como se detalla a continuación:8
Grado 0: No edema (transparente).
Grado 1: Edema mínimo (pérdida apenas perceptible de la transparencia; solo afecta epitelio y/o la mitad anterior del estroma corneal según observación por corte óptico en lámpara de hendidura).
Grado 2: Edema leve (apariencia de vidrio esmerilado, la pérdida de transparencia se extiende más allá de la mitad anterior del estroma).
Grado 3: Edema moderado (estroma con apariencia blanca homogénea; todo el espesor estromal está afectado. Puede visualizarse aún el endotelio con el corte óptico por lámpara de hendidura).
Grado 4: Edema severo (afectación total del estroma corneal. No es posible visualizar el endotelio al corte óptico con lámpara de hendidura).
Otra variable fue la córnea guttata, dada por la presencia de guttas de la córnea en el preoperatorio con la lámpara de hendidura, basada en el Multi-Center Study to Map Genes for Fuchs’ Endothelial Corneal Dystrophy: Baseline Characteristics and Heritability,9) que considera como grado 1 de 1 a 12 guttas centrales o paracentrales no confluentes; grado 2 más de 12 guttas centrales o paracentrales no confluentes; grado 3 de 1 a 2 mm de guttas centrales o paracentrales confluentes, medidos según el diámetro mayor de confluencia después de rotar el haz de luz y haciendo la medición estrechando el haz y anotando su amplitud en mm; grado 4: más de 2 y hasta 5 mm de guttas centrales o paracentrales confluentes y grado 5 más de 5 mm de guttas centrales o paracentrales confluentes. Además, se analizó -utilizando el microscopio especular de no contacto TOPCON SP 3000P- el riesgo de edema, el cual se define según la densidad celular (CD = número de células/mm2 del endotelio corneal),10,11 de acuerdo con la siguiente escala:
Conteo endotelial: Normal (más de 2 000 cél/mm2).
Riesgo bajo: 1 500 - 2 000 cél/mm2.
Riesgo alto: 1000 - 1 500 cél/mm2.
Pre-edema: 500 - 1 000 cél/mm2.
Edema: Menor de 500 cél/mm2.
Se consideró el polimegatismo o incremento en la variación del tamaño de las células del endotelio corneal, basado en el coeficiente de variación, y se valoró como ausente: del 0 al 25 %; leve: 26-50 %; moderado: 51-75 %; y severo: más del 75 %. Por otra parte, el pleomorfismo o incremento en la variación de la forma de las células del endotelio corneal, basada en la hexagonalidad (porcentaje de células hexagonales en el área analizada) se consideró como ausente: mayor de 75 %; leve: 51-75 %; moderado: 26-50 %; y severo: 0-25 %.10,11
Se realizó un examen clínico preoperatorio que incluyó un examen biomicroscópico minucioso con lámpara de hendidura para detectar la presencia de guttas, así como microscopia endotelial, utilizando el microscopio especular de no contacto TOPCON SP 3000P, de factura japonesa. Se seleccionó un promedio de 50 células continuas de la zona central en 3 tomas y se realizó un cálculo automático a través del software IMAGEnet, en el que se obtuvieron los valores de la densidad de células endoteliales, así como la variabilidad, la hexagonalidad y la paquimetría. El examen se efectuó siempre por el mismo investigador. Se realizó la cirugía de catarata por facoemulsificación vía corneal, utilizando la técnica de facochop realizada siempre por el mismo cirujano y se realizaron 3 controles posoperatorios: a las 24 horas, a la semana y al mes. En cada uno de ellos se realizó el examen biomicroscópico para buscar la presencia o no de edema corneal posquirúrgico, así como su severidad de acuerdo con el sistema de clasificación según el grado de trasparencia corneal descrito anteriormente. También se realizó nuevamente la microscopia endotelial mediante los mismos equipos y la misma metodología utilizada en el preoperatorio, siempre por el mismo investigador.
Para el análisis de los datos se utilizó la estadística descriptiva. La información de la base de datos fue procesada con el software SPSS versión 18.0 para Windows y las pruebas empleadas mediante chi cuadrado para las variables cualitativas.
El estudio cumplió con lo establecido en el Sistema Nacional de Salud y previsto en la Ley No. 41 de Salud Pública, en correspondencia con la Declaración de Helsinki.12 Además, contó con la aprobación del comité de ética, así como la del comité científico de la institución del autor.
Resultados
El 52,4 % de los pacientes tenían 70 años y más y el 64,3 % fueron mujeres. La mayoría de los pacientes (54,8 %) no presentaron edema en las primeras 24 horas. Un 26,2 % lo presentó leve y el 19,0 % restante mínimo, situación que se favoreció a los siete días cuando el 71,4 % tenía la córnea transparente y solo el 28,6 % tenía edema entre leve (11,9 %) y mínimo (16,7 %).
En cuanto a la severidad del edema corneal a las 24 horas, se observó que para los pacientes con córnea guttata grados 1, 2 y 4 la ausencia de edema corneal fue predominante (56,0 %, 60,0 % y 62,5 % respectivamente). No se comportó así para aquellos con córnea guttata grado 3, donde predominó la presencia de edema corneal leve (75,0 %), aunque la diferencia entre los grupos no resultó significativa (p= 0,148). A los 7 días la ausencia de edema corneal se incrementó en todos los grupos de córnea guttata (68,0; 80,0; 75,0 y 75 %). El edema corneal leve experimentó una tendencia a la disminución en todos los grados de córnea guttata en el grado 1 y 2 fue de 16,0 y 20,0 % respectivamente, mientras en los grados 3 y 4 desapareció. Estas diferencias tampoco fueron significativas (p= 0,098), aunque estuvieron más cerca de la significación (Tabla 1).
La ausencia de edema corneal a las 24 horas de la cirugía tuvo un predomino en los pacientes con una evaluación prequirúrgica de normal (más de 2 000 céls/mm2), que representó el 63,3 %. No fue así para el grupo de bajo riesgo (1 500 - 2 000 céls/mm2), donde el edema leve (grado 2) se presentó en mayor porcentaje (45,5 %), aunque estas diferencias no fueron significativas. A los 7 días de la cirugía continuó predominando la ausencia de edema (86,3 %) en aquellos pacientes con conteos mejores de 2 000 cels/mm2 en el preoperatorio, y en el grupo de bajo riesgo disminuyó el edema leve a expensa de aumentar el edema mínimo (Tabla 2). La diferencia para el edema entre ambos grupos alcanzó significación estadística (p= 0,038).
En cuanto al comportamiento del edema corneal a las 24 horas poscirugía según el polimegatismo prequirúrgico de la población estudiada del presente estudio, no se encontraron grados severos de polimegatismo; y para los grados ausente y leve se observó que predominó la ausencia de edema con el 57,1 y el 59,3 %, respectivamente, mientras que en el grado moderado se reportó 42,9 % de edema corneal leve, así como de ausencia de este. En la evaluación a los 7 días la ausencia de edema corneal fue mayoritaria en todos los grupos de polimegatismo (71,4 %), y todos los casos con edema grado 2 (11,9) presentaron polimegatismo leve o moderado (Tabla 3).
Se mostró el pleomorfismo prequirúrgico, que fue clasificado como leve en el 46,3 % de los casos, de moderado en el 39,0 % y de severo en el 9,8 %; no se observó en el 4,9 % de los pacientes. A las 24 horas el 56,1 % de los casos no presentó edema; el 17,1 % presentó edema grado 1 y el 26,8 % edema grado 2. A los 7 días el 71,4 % de los casos no presentó edema; el 16,7 % presentó edema grado 1 y el 11,9 % edema grado 2. La distribución entre los diferentes grados de edema a las 24 horas y a los 7 días no presentó asociación significativa con el pleomorfismo prequirúrgico, pero es importante señalar que a las 24 horas con pleomorfismo leve, el 36,9 % presentó algún grado de edema, porcentaje que aumentó hasta alrededor del 50 % cuando este fue moderado. Además, puede observarse que a los 7 días estos porcentajes disminuyeron a 26,4 y 31,3 % respectivamente. No se tuvieron en cuenta los grupos con ausencia de pleomorfismo severo, pues la muestra fue muy pequeña (Tabla 4).
En la evaluación al mes, según el edema, todos los pacientes se clasificaron como grado 0; es decir, ninguno presentó edema en este tiempo.
Discusión
En el presente estudio se observó que de los 42 pacientes el rango de edad predominante fue 70 años o más con el 52,4 % de los casos y el sexo femenino con el 64,3 %. Estos resultados demográficos coinciden con los referidos por otros autores como Sykakis y otros,13 quienes encontraron que el grupo de pacientes con cirugía de catarata estudiados tenían una edad promedio de 73-76 años, con un rango de 57 a 91 años, y el 60,3 % fueron del sexo femenino. Mijénez y otros,14) por su parte, reportaron que la prevalencia del sexo femenino fue del 58,8 % en 158 pacientes operados de catarata en Holguín entre abril y octubre del año 2010. También se coincidió con lo encontrado por Carranza y otros15 en el mismo centro de salud donde se realizó este estudio, en el cual los pacientes operados de cirugía de catarata mostraron que el porcentaje de mujeres fue del 58 al 64 % dependiendo del grupo experimental.
En cuanto al edema corneal posquirúrgico, existen entidades que suponen mayor riesgo de edema por sus características específicas. La distrofia de Fuchs, que en sus primeros estadios presenta córnea guttata, es una de ellas, donde se ha demostrado una disminución de las células endoteliales en zonas específicas, sobre todo en la zona central.16 Así, Inesta y otros17 demuestran en su estudio una pérdida celular endotelial central del 18 % con la técnica de facoemulsificación. Un estudio cohorte, realizado al sur de Asia,18 demostró en su estudio que tanto el edema corneal central como el periférico predominaron en el 44,0 %; ellos mismos efectuaron estudios comparativos, donde se obtuvieron cifras muy similares (44,6 %) en esas zonas.19 También analizaron el grado de edema corneal, donde el 24,7 % era leve; asimismo lo confirman Ali y otros,20) quienes reportan la mayoría de sus pacientes (22,0 %) con edema corneal moderado.
Por otra parte, en el presente trabajo se observó que más del 70,0 % de los casos presentaban córnea guttata grados 1 o 2. Estos resultados son congruentes con los mostrados por López y otros,21) al reportar la presentación de los estadios 1 y 2 como los más frecuentes entre los nuevos casos diagnosticados con córnea guttata como estadio inicial de distrofia de Fuchs, que representa el 50,0 % de aquellos pacientes que tenían antecedentes familiares previamente conocidos.
En cuanto a la severidad del edema corneal, a las 24 horas y a los 7 días no se presentó asociación significativa con el grado de córnea guttata, aunque a los 7 días estuvo cerca de la significación (p= 0,098). En el posquirúrgico de 24 horas se observó que predominó la ausencia de edema corneal para los pacientes con córnea guttata grados 1, 2 y 4 en el 56,0; 60,0 y 62,5 % respectivamente, lo que no se comportó así para aquellos con córnea guttata grado 3, donde predominó la presencia de edema corneal leve (75,0 %), lo cual pudiera estar dado por ser el grupo con menor tamaño de la muestra. A los 7 días la ausencia de edema corneal se incrementó en todos los grupos de córnea guttata (68,0; 80,0; 75,0 y 71,4 %). El edema corneal leve, experimentó una tendencia a la disminución en todos los grados de córnea guttata en los grados 1 y 2, que fue de 12,0 y 20,0 % respectivamente, mientras en los grados 3 y 4 desapareció. Estas diferencias tampoco fueron significativas (p= 0,098), aunque estuvieron más cerca de la significación. En este sentido, otros autores plantean que la cirugía de la catarata es hoy en día una de las causas más comunes de edema corneal, que pueden ser multifactoriales e influyen los factores iatrogénicos, como la duración de la cirugía y la técnica quirúrgica empleada, así como también el estado endotelial.22
No se encontraron en la literatura revisada estudios que evaluaran el edema corneal en pacientes con córnea guttata como diagnóstico aislado. No obstante, Seitzman y otros,23 en un estudio de 136 pacientes diagnosticados con distrofia de Fuchs y sometidos a facoemulsificación, observaron que el 83,0 % no presentó descompensación corneal elevada, ya que la cirugía fue realizada únicamente por un cirujano experto. Aun cuando el riesgo de descompensación posquirúrgica aumenta en presencia de una córnea guttata o una distrofia endotelial preexistente, según algunos autores24,25 la adecuada aplicación de la técnica quirúrgica, además de la preexistencia de estadios iniciales de la córnea guttata, puede reducir los riesgos de edema. No obstante, en la medida en que la distrofia de Fuchs progresa, va incrementando el espesor corneal, y este no se asocia a cambios en el recuento endotelial o a la morfología celular.26 Por su parte, un estudio realizado por Cleynenbruegel y otros27 a 89 pacientes diagnosticados con distrofia de Fuchs moderada y avanzada (recuento endotelial imposible de medir en 72,0 % de los casos) sometidos a cirugía de catarata por facoemulsificación (con la técnica de divide-vencerás) y a su vez utilizando protección endotelial, reportó que 35 de los pacientes (39,0 %) requirieron queratoplastia endotelial por descompensación corneal 2 meses después de la cirugía de catarata. No obstante, estos resultados no son comparables con el presente estudio, donde se seleccionaron pacientes con conteos endoteliales normales o de bajo riesgo.
El presente trabajo muestra que la ausencia de edema corneal a las 24 horas de la cirugía tiene predominio en aquellos con una evaluación prequirúrgica de normal (más de 2 000 céls/mm2) que representa un 63,3 %, y no fue así para el grupo de bajo riesgo (1 500 - 2 000 céls/mm2), donde el edema leve (grado 2) se presentó en mayor porcentaje (45,5 %); aunque estas diferencias no fueron significativas. A los 7 días de la cirugía continuó predominando en aquellos con conteos mejores de 2 000 cels/mm2 en el preoperatorio la ausencia de edema (86,3 %), y en el grupo de bajo riesgo disminuyó el edema leve a expensa de aumentar el edema mínimo. La diferencia para el edema entre ambos grupos alcanzó significación estadística (p= 0,038).
En correspondencia con lo antes dicho, Cárdenas y otros,28 en un artículo descriptivo transversal realizado en 200 ojos con indicación de cirugía de catarata, demostraron que al relacionar la presencia de guttas con los parámetros endoteliales, estas estaban presentes en el 67,1 y en el 74,4 % en los ojos con densidad celular considerados sin riesgo de edema (> 2 000 cél/mm2) y bajo riesgo (1 500-2 000 cél/mm2), respectivamente. En cuanto al polimegatismo y al pleomorfismo estudiados, los mismos autores determinaron que estos estuvieron presentes, asociados a la presencia de guttas en 125 pacientes para un 71,0 %, y 128 pacientes para un 68,8 %, respectivamente. Asimismo, Mondino y otros29 reportaron un 14,5 % de los ojos con densidad celular endotelial menor a 2 000 cél/mm2 en pacientes con indicación de cirugía de catarata en una región de Argentina.
En cuanto al comportamiento del edema corneal a las 24 horas poscirugía, según el polimegatismo prequirúrgico de la población estudiada del presente estudio, no se encontraron grados severos de polimegatismo, y para los grados ausente y leve se observó que predominó la ausencia de edema con el 57,1 y el 59,3 %, respectivamente, mientras que en el grado moderado se reportó 42,9 % de edema corneal leve, así como de ausencia de este. En la evaluación a los 7 días la ausencia de edema corneal fue mayoritaria en todos los grupos de polimegatismo (71,4 %), y todos los casos con edema grado 2 (11,9) presentaron polimegatismo leve o moderado. Asimismo, se mostró el pleomorfismo prequirúrgico, que fue clasificado como leve en el 46,3 % de los casos; de moderado en el 39,0 % y de severo en el 9,8 %. No se observó en el 4,9 % de los pacientes. Con respecto al grado de edema a las 24 horas, el 56,1 % de los casos no presentó edema; el 17,1 % presentó edema grado 1 y el 26,8 % edema grado 2. A los 7 días el 71,4 % de los casos no presentó edema; el 16,7 % presentó edema grado 1 y el 11,9 % edema grado 2. La distribución entre los diferentes grados de edema a las 24 horas y a los 7 días no presentó asociación significativa con el pleomorfismo prequirúrgico; pero a las 24 horas, con pleomorfismo leve, el 36,9 % presentó algún grado de edema, porcentaje que aumentó hasta alrededor del 50 % cuando este fue moderado. Además, puede observarse que a los 7 días estos porcentajes disminuyeron a 26,4 y 31,3 % respectivamente. No se tuvieron en cuenta los grupos con ausencia de pleomorfismo y severo, pues la muestra fue muy pequeña.
Varios estudios estadísticos, como el de Chiou y otros,30Mustonen y otros31 y Kaufman y otros,32 evidencian que la córnea guttata, como estadio de la distrofia de Fuchs, presenta una disminución del recuento de células endoteliales con pleomorfismo y polimegatismo de grado variable. Sin embargo, en un estudio prospectivo, en el cual se comparan dos pruebas: el microscopio confocal y el microscopio especular, se demostró que el menor porcentaje de las células endoteliales de aquellos ojos diagnosticados con distrofia de Fuchs (36,0 %) mostraron tanto pleomorfismo como polimegatismo normales, y el porcentaje de células endoteliales mantuvo forma hexagonal normal.33
Varios autores coinciden en que con la variación en el tamaño (polimegatismo), mayor es el riesgo de descompensación corneal por la cirugía, sobre todo en pacientes de edad avanzada, donde los cambios propios del envejecimiento condicionan la variación morfológica de la célula,34) en tanto las células del endotelio corneal normal se presentan de forma hexagonal en más del 60 %35 y se considera que las alteraciones endoteliales son un parámetro importante para evaluar el trauma potencial y para estimar la seguridad de una técnica quirúrgica. Al ocurrir pérdida celular, las células sobrevivientes cubren las lagunas resultantes, aumentan de tamaño (polimegatismo) y cambian de forma (pleomorfismo).36
La forma hexagonal es la configuración más estable desde el punto de vista geométrico y termodinámico. Esta se determina con el cálculo de la frecuencia de células hexagonales y se plantea que la modificación de la forma celular puede producirse más tardíamente, aún después de sufrir un trauma quirúrgico.33
Se ha determinado en un estudio prospectivo que el pleomorfismo se comporta con un ligero incremento en ojos normales de pacientes en los estadios moderado y severo después del procedimiento quirúrgico,37 por lo que las situaciones que producen daño del endotelio no solo disminuyen su densidad, sino que provocan alteraciones de su patrón morfológico celular. Es por esto que hoy en día las variaciones de tamaño y de forma celular se consideran indicadores más específicos de la lesión del endotelio que la sola medida de la densidad celular.38
En la evaluación al mes, según el edema, todos los pacientes se clasificaron como grado 0; es decir, ninguno presentó edema en este tiempo. Las restantes variables histológicas se mantuvieron con similares porcentajes de casos después de la primera semana hasta un mes posterior a la cirugía. En este sentido, Vidal y otros39 reportaron valores similares de estas variables a la semana y al mes de la cirugía de catarata por facoemulsificación, posterior a una vitrectomía.
Por todo lo anterior se puede concluir que la severidad del edema corneal en pacientes con córnea guttata posfacoemulsificación a los siete días no se asocia con el polimegatismo ni con el polimorfismo prequirúrgico, pero sí con el conteo endotelial prequirúrgico.