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Revista Cubana de Salud Pública
versión On-line ISSN 1561-3127
Rev Cubana Salud Pública v.34 n.3 Ciudad de La Habana jul.-sep. 2008
Crisis alimentaria
Food crisis
La advertencia de científicos se produjeron hace ya algún tiempo. También lo avisaron políticos. Hoy son ya numerosos los países donde se producen protestas populares. El asunto llamándolo por su nombre más legítimo es hambre.
La evidencia más cercana a la población es el aumento de los precios de los alimentos. La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que la subida de precio de los cereales ha provocado crisis alimentarias en 37 países. Son ejemplos el alza del precio del maíz en México el pasado año. Este año ya se han producido disturbios en Haití, Filipinas, Indonesia y varios países de África Occidental.
La Organización mencionada da cuenta que en apenas un año el precio del arroz se ha duplicado, en un solo día aumentó 2,3% en el mercado de Chicago. El trigo tiene su más alto precio en los últimos 28 años, la leche en polvo ha triplicado su precio. Si la tendencia continúa la FAO pronostica para América 40 millones de personas desnutridas en 2015.1
Son numerosos los factores que se invocan para explicar este aumento de los precios de los alimentos. Uno muy importante es el aumento del precio del petróleo. La producción agrícola, la industrialización y el transporte de alimentos consume petróleo en grandes cantidades. El empleo de maquinaria agrícola, de fertilizantes, de plaguicidas y el riego demandan petróleo, que está sosteniendo su precio por encima de 120 dólares el barril (New York).
A esto se suma la especulación financiera. Se compra y almacena soja, trigo, maíz, arroz y otros, lo que provoca la subida de precios, luego venden más caro. El enriquecimiento a costa del hambre tiene vieja historia. Se ha estimado que 10% del alza de los precios es provocada por esta especulación. El Banco Mundial afirma que estos aumentos han llevado a la miseria a más de 100 millones de personas en los países pobres. El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola estima que el aumento de 1% del precio de los alimentos básicos llevan a 16 millones de personas a la inseguridad alimentaria. Esto sería llevar en 2025 al hambre a 1200 millones de personas.2
Otro factor que presiona al alza de precios es la elevación del nivel de vida de países que antes padecieron hambrunas cotidianas y que hoy son grandes consumidores de alimentos como China, la India y Brasil. Un experto ha pronosticado que cuando los chinos consuman tanta carne como los Estados Unidos de Norteamérica absorberán el 50 % de los cereales del mundo. Los cereales en especial el maíz, son componentes importantes de la alimentación del ganado y las aves.
El 23 de marzo del pasado año el Compañero Fidel Castro en su Reflexión de ese día denunció lo que llamó "La idea siniestra de convertir los alimentos en combustibles" que quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estado Unidos.3
La producción de etanol a partir de cereales está en el centro del problema. El Jefe de la Revolución Cubana argumentó que se necesita 1 tonelada de maíz para producir 413 litros de etanol (109 galones). Se requieren por tanto 320 millones de toneladas para generar 35 000 millones de galones de etanol, cifra propuesta por G.W. Bush al congreso de su país para el 2017.
La Unión Europea, para no cambiar su costumbre sigue los pasos de los Estados Unisos de América, y se propone que para el 2020 el 10 % de los hidrocarburos sea sustituido por biocombustibles. Pero entre los expertos y políticos del mundo capitalista avanzado, ya no hay criterio unánime, no hay pensamiento único. El presidente del Banco Mundial ha afirmado que la razón de ser de los altos precios de los alimentos está en la utilización de cereales para producir etanol. En Gran Bretaña el asesor para temas científicos del gobierno, John Beddington declaró que los biocombustibles representan un verdadero peligro para la vida de millones de personas del planeta. Otro experto el ex-relator de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, declaró "El uso de los biocombustibles es un crimen contra la humanidad".
La verdad proclamada por Fidel se abre paso.
Pero la gravedad del problema no encuentra alivio. Se acentúa por los trastornos que produce el cambio climático, en especial sequías-inundaciones. Y por la lentitud y superficialidad de los esfuerzos por conjurar la crisis alimentaria.
En la V Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea el Jefe de la Delegación Cubana, José Ramón Machado Ventura presentó la proposición de Cuba, estrechamente vinculada a este problema, pero con influencia en otros, que constituyen, si se aplican, el comienzo del fin de la situación política, social y económica que vive la casi totalidad de los pueblos del continente: a) cancelar la deuda externa a los países de América Latina y el Caribe, b) reducir y finalmente eliminar los subsidios agrícolas en sus países, que afectan duramente a los productores latinoamericanos y caribeños, c) apoyar la construcción de obras sociales en la región con el 10% de los fondos destinados a gastos militares de la Unión Europea, y d) cumplir el compromiso de asignar el 0,7 % del Producto Interno Bruto a la Asistencia Oficial al Desarrollo.4
Francisco Rojas Ochoa
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Mesa Redonda de la Televisión Cubana. Abril 15 de 2008. En tabloide "La crisis mundial de alimentos". Periódico Juventud Rebelde, La Habana, No. 4 de 2008,pp. 3-8.
2. Ramonet I. Motines de hambre. Le Monde Diplomatique (Editorial), No. 151, mayo de 2008,p.1 (Edición Española).
3. Castro F. Reflexiones de Fidel. Condenados a muerte prematura más de 3 000 millones de personas. T1. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2007,pp. 9-19.
4. Machado Ventura J.R. Lo que falta es voluntad política. Intervención en la Mesa Redonda "Pobreza, desigualdad, inclusión". V Cumbre. En Granma, sábado 17 de mayo de 2008,p.5.