INTRODUCCION
En la actualidad existen numerosas personas que se automedican. Muchos jóvenes y adultos asumen esta práctica sin conocer los posibles riesgos que implica para su salud.
La automedicación es definida como el consumo de medicamentos o drogas por decisión propia de los pacientes y sin la asistencia de un profesional de la salud.1 Además, abarca la adquisición de fármacos sin receta médica, reutilizar los recetados para otra enfermedad, conseguirlos en círculos sociales cercanos, utilizar medicamentos acumulados en los domicilios, prolongar o interrumpir un tratamiento médico y alterar la dosis de uno ya prescrito.2
Para poder afrontar el problema es importante comprender y conocer las causas que llevan a una persona a automedicarse. Las condiciones socioeconómicas es un factor importante para el desarrollo de esta mala práctica. Muchas personas que no tienen empleo o que tienen un bajo poder adquisitivo prefieren consumir medicamentos por su cuenta, a invertir en un médico o profesional de la salud.3 El bajo nivel de escolaridad puede hacer que la persona asuma una aptitud de credulidad ante cualquier información farmacológica a la que tenga acceso, aunque esta sea vaga o incorrecta.
No obstante, algunos estudios observaron el consumo de medicamentos por decisión propia en personas con preparación universitaria y en jóvenes estudiantes. Son personas que tienen acceso a internet y pueden consultar gran cantidad de información que no siempre es cierta, y que carece de orientación médica apropiada.4
La publicidad puede tener una gran influencia en la automedicación, los medios de comunicación como la radio y la televisión, las vallas publicitarias y los anuncios en autobuses pueden llevar a la persona a tomar la decisión de consumir medicamento, lo que provoca un aumento de las tasas de prevalencia de automedicación.5 Existen diversas vías para que un sujeto se automedique: utilizar medicamentos sobrantes de tratamientos anteriores sin información médica pertinente para su nueva enfermedad, aceptar recomendaciones de individuos sin conocimiento o preparación adecuada, adquirir algún medicamento sin tener la receta médica.6)
Es importante destacar la participación del profesional farmacéutico dentro del equipo de salud, su contribución es fundamental para educar a la población en prácticas adecuadas y seguras de automedicación responsable y evitar la toxicidad, la falta de efectividad, la dependencia o adicción, el enmascaramiento de procesos clínicos graves y las interacciones y resistencias a los antibióticos.
En Costa Rica no existen investigaciones publicadas que permitan conocer en qué medida los jóvenes estudiantes consumen fármacos por decisión propia. Por lo que el presente estudio tiene el objetivo de determinar las características de la población estudiantil asociada a la automedicación en un contexto universitario en Costa Rica, en el año 2017.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal por medio de encuestas a 280 estudiantes; el instrumento para la toma de datos lo desarrolló y validó el grupo de investigación. La muestra la conformaron alumnos de una universidad en Costa Rica que se encontraban matriculados durante el tercer cuatrimestre del 2017. Se eligieron al azar, se les informó sobre el objetivo del estudio y se les solicitó consentimiento para su participación voluntaria. Desde el punto de vista ético se respetaron los postulados establecidos en la Declaración de Helsinski.
El cálculo de la muestra se realizó con la herramienta en línea WinEPI® versión 2.0, se utilizó una proporción de automedicación esperada del 76 %, con un IC 95 % y un error esperado del 5 %, la población estudiantil conocida era de 8000 estudiantes matriculados, lo que arrojó un valor muestral de 273 estudiantes.4
El estudio se realizó en el mes de octubre del 2017. Se utilizó un muestreo aleatorio simple, se entregó el cuestionario a cada estudiante con 6 preguntas, en las que se recogieron los siguientes datos: edad, sexo, carrera, nivel académico, si se automedicaban o no, desde cuando se automedicaban y las condiciones en las que mostraban mayor grado de automedicación. Cada encuesta se registró en una base de Excel y posteriormente se analizaron grupalmente mediante el programa SPSS® versión 22.
RESULTADOS
De las 280 encuestas aplicadas se reportaron como datos perdidos 3 (1,1 %). La media de edad de las personas encuestadas fue de 21,8 años, con una desviación estándar de 3,424. La prevalencia de automedicación fue de 158 (57 %).
De la cantidad de encuestados que se automedicaban 94 (58,8 %) fueron mujeres y 63 (53,8 %) hombres. El valor de OR para automedicación hombre/mujer fue de 0,819 (IC 95 %: 0,506-1,325, p = 0,462).
Ambos géneros coincidieron en que el dolor de cabeza es la condición para la que se automedican con mayor frecuencia. Las mujeres son las que más consumen fármacos para esta condición con 40 reportes. En segundo lugar se encuentra la gripe o resfriado, con comportamiento similar en ambos géneros, 18 hombres y 17 mujeres (Fig. 1).
La categoría de fármacos que más consumen son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (64 %), seguido de los antigripales (12,7 %), los antihistamínicos (10,7 %), los antiespasmódicos (3,3 %), y otros (9,3 %).
La Facultad de Ciencias de la Salud mostró una diferencia entre la cantidad de estudiantes que se automedicaban y los que no lo hacían. Sin embargo, en otras facultades el comportamiento fue similar para los dos grupos (Fig. 2).
En la tabla 1 se observa el valor de OR crudo para cada una de las tres facultades más representativas de la universidad, con respecto a la totalidad de encuestados. Los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud son los que más practican la automedicación, 61,40 %, y en segundo lugar los de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura con el 23,4 %.
Facultad | Estudiantes que se automedican | Estudiantes que no se automedican | OR crudo | IC 95 % | |
---|---|---|---|---|---|
Ciencias de la Salud | 97 (61,40%) | 63 (52,9%) | 0,159 | 1,413 | 0,873-2,288 |
Ciencias Sociales | 10 (6,3%) | 10 (8,4%) | 0,509 | 0,736 | 0,296-1,831 |
Ingeniería y Arquitectura | 37 (23,4%) | 32 (26,9%) | 0,508 | 0,831 | 0,481-1,437 |
De acuerdo al grado académico 208 estudiantes (74,3 %) finalizaron la educación media, y de estos 120 (57,7 %) se automedicaban, mientras que 69 (24,9 %) de los que contaban con otro título académico, solo 35 (50,1 %) ejercían esta práctica.
Se realizó la comparación entre género y entre las conductas de automedicación antes y después de iniciar los estudios universitarios para determinar si existían diferencias. Antes de iniciar la universidad, las mujeres (48,08 %) practicaban más la automedicación que los hombres (34,62 %). Una vez que comenzaron los estudios en las diferentes facultades, se iniciaron en la práctica el 11,54 % de las mujeres y el 5,77 % de los hombres. Manteniéndose el mismo comportamiento para los dos géneros, antes y después de ingresar a la universidad (Fig. 3).
En la actualidad se mantienen las mujeres como las que más practican la automedicación. La diferencia entre los hombres y mujeres que no consumen por voluntad propia algún tipo de fármaco, es menor que en los que sí lo hacen (Fig. 4).
En cuanto al análisis de riesgo, se determinaron los valores de OR masculino/femenino, para las conductas de automedicación antes y después de ingresar a la universidad. Se evaluaron solo 156 datos válidos. El valor mayor lo tienen las mujeres con el 80, 60 % antes de estudiar en la universidad, y el 19,40 % después de comenzar los estudios en su facultad (Tabla 2).
DISCUSIÓN
En la actualidad, la automedicación es un problema de gran relevancia, tanto en adultos como en la población joven.7 Los factores que llevan a esta práctica son diversos, y se manifiestan de manera diferente en los estudiantes de cada carrera universitaria.
En el presente estudio la prevalencia de automedicación es de un 57 % y el porcentaje mayor corresponde a las mujeres, este resultado es análogo a los obtenidos en otros estudios con características similares.8 Sin embargo, la diferencia entre géneros no se considera estadísticamente significativa; siendo el valor de OR para automedicación hombre/mujer de 0,819 con un IC 95 % de 0,506-1,325. Algo semejante se observó en un estudio que se realizó a estudiantes de Eslovenia en el 2011, donde no se encontró diferencia entre el sexo femenino (94,1 %) y el masculino (90,9%).9
La condición para la que se automedican con mayor frecuencia, en ambos sexos, es el dolor de cabeza, y en segundo lugar se encuentra la gripe y el resfriado con el mismo comportamiento, lo que tiene correspondencia con los medicamentos que más se consumen como los AINE, los antigripales y los antihistamínicos.
Al analizar los datos de acuerdo al grado académico la mayoría de los universitarios que se automedican solo tienen concluida la educación media, en comparación a los otros con título académico que también ejercen dicha práctica. Estos valores no tienen una importancia estadística significativa, ya que la mayoría de los encuestados tienen un título de educación media, por lo que no es relevante compararlos con otros grados académicos. Resultados similares se obtuvo en un estudio que se realizó en Colombia, en el 2017, donde el nivel educativo de la mayoría de los participantes era secundaria completa o educación media (29,7 %), aunque también se encontraban entre los encuestados algunos titulados en carreras técnicas (16,4 %).10
La mayor automedicación es en estudiantes que provienen de la Facultad de Ciencias de la Salud. No obstante, desde el punto de vista estadístico no existe diferencia significativa entre las facultades, lo mismo que se observó en otros estudios que abordan temáticas similares.11Aunque no se logró determinar diferencias significativas entre ellas, es importante tomar en cuenta otros análisis enfocados en la automedicación. En estos trabajos se estudió su prevalencia dentro del área de las ciencias de la salud, con el objetivo de lograr una asociación entre el conocimiento que tienen estos estudiantes de los fármacos, con la decisión de optar por esta práctica.12,13
En relación al tiempo de automedicación, se verifica que el 82,7 % tenía esa práctica antes de iniciar la universidad, lo que muestra que el cambio del nivel de escolaridad no propicia un aumento revelador en dicha práctica.
Se puede concluir, que los datos aportados por el estudio ponen en evidencia la existencia del consumo de fármaco por decisión propia en un porcentaje importante de población joven universitaria. Los valores mayores de automedicación se dan en las mujeres y no hay comportamientos muy diferenciados en esta práctica, antes de iniciar los estudios universitarios y después, ni entre las facultades. No obstante, los estudiantes de Ciencias de la Salud son los que más se automedican, lo que debe estar vinculado al conocimiento que tienen de los fármacos más utilizados, como son los AINE, los antigripales y los antihistamínicos
Es importante educar a la población en prácticas apropiadas y seguras de automedicación para evitar posibles eventos como toxicidad, falta de efectividad y dependencia.
Sería beneficioso que los profesionales que tienen algún tipo de influencia en los jóvenes universitarios les brinden mayor información sobre los medicamentos y las enfermedades y les ofrezcan consejos terapéuticos responsables.