INTRODUCCIÓN
La educación como ciencia tiene entre sus premisas adaptar los contenidos docente-educativos según las necesidades y posibilidades del sujeto a educar. Sus ventajas y limitaciones están en función de los rangos etarios, de las necesidades de aprendizaje individual y de las políticas nacionales vigentes, entre otros aspectos.1,2) La propia adecuación curricular incluye la parte concerniente a la actividad física adaptada, que incluye los deportes y las diferentes manifestaciones lúdicas existentes,3,4 y se orienta, normalmente, para potenciar la salud, lo social y lo inclusivo.5,6,7
En el caso del Ecuador existen diferentes proyectos regionales y nacionales que tienen en cuenta la necesidad de adaptar los contenidos de las asignaturas, haciendo énfasis en la actividad física. De esta manera, pueden ser incluidas en los programas nacionales de cultura física las personas con necesidades educativas especiales. Esto permite desarrollar una cultura inclusiva que respete las características individuales de cada sujeto, integrándolo plenamente a la sociedad.
Algunos de esos proyectos incluyen aspectos como la comunicación en las clases,8 para lograr una mayor interpretación de las necesidades de cada integrante del colectivo intervenido. Diferentes autores se limitan a lograr programas metodológicos de actividad física adaptada, como es el caso de Barroso y otros,9,10,11 para lo que se tienen en cuenta las evaluaciones previas o ex antes que interpreten las variables que pueden influir en el proceso a corto, mediano o largo plazo.12,13
Para el caso de la educación de niños sordociegos, algunas corrientes pedagógicas poseen pautas bien marcadas para el trabajo docente-educativo de esta población con necesidades educativas especiales,14,15,16 en los que la actividad física es una tarea de primer orden. Esto implica que los profesionales deben ser instruidos, teniendo en cuenta la edad de los estudiantes, en los contenidos básicos que pueden impartir, que pueden estar limitados por la novedad del tema y los distintos padecimientos y características del niño con problemas visuales y sordera.
Por otra parte, las escasas experiencias pedagógicas desarrolladas en el Ecuador sobre el campo de acción investigado, y de algunos maestros que imparten clases, llevan a la reflexión de que el abordaje educativo de las personas con dificultades visuales y auditivas requiere de estrategias específicas y diferentes.17,18 La comprensión y atención a la diversidad se manifiestan como principios esenciales para alcanzar una pedagogía humanista,19 por lo que es importante establecer las acciones pertinentes para desarrollar modelos educativos inclusivos y adaptados a los condicionantes socio-históricos, económicos y culturales de cada país y región.
La actividad lúdica constituye un motor de avance en la medida en que crea, de forma continua, zonas de desarrollo próximo.20 Por lo que los juegos se consideran como actividades muy importantes para el desarrollo cognitivo, motivacional y social desde las edades tempranas, la adolescencia e incluso en edades avanzadas.21,22,23,24 Pero no solo es importante el papel del juego porque desarrolla la capacidad intelectual, sino también porque potencia otros valores humanos, como son: la afectividad, la motricidad, la inteligencia, la creatividad y la sociabilidad.25,26
En el contexto de las necesidades educativas especiales, los alumnos han alcanzado, a través de la aplicación de juegos y deportes adaptados, resultados cualitativamente superiores en términos de sociabilización y de desarrollo de capacidades y habilidades físicas.27,28,29,30) Lo que demuestra la necesidad de adaptar los contenidos de las ciencias de la actividad física, el deporte y la recreación.31 Esto demuestra, la utilidad que tiene el trazar estrategias pertinentes junto a acciones que permitan establecer un programa de intervención adecuado para niños sordociegos con alteraciones motrices.
De lo anterior se deriva el objetivo de la presente investigación, que es proponer actividades físicas adaptadas como parte de la terapia ocupacional para la corrección-compensación de las alteraciones motrices presentadas en niños sordociegos que estudian en el Instituto Especial “Mariana de Jesús”.
MÉTODOS
Estudio descriptivo, transversal y correlacional. Se realizó una descripción previa para caracterizar el objeto de estudio, lo que posibilitó un diseño estratégico con acciones específicas para cada caso.
La muestra la conformaron 20 niños (hembras y varones), estudiantes del Instituto Especial para niños ciegos y sordos "Mariana de Jesús". Eran sujetos con problemas visuales y auditivos parciales provocados por diferentes padecimientos (parálisis cerebral, parálisis braquial obstétrica (P.B.O) y disartria), en edades comprendidas entre los 6 y10 años de edad.
Se aplicaron encuestas a 11 especialistas que laboraban como equipo multidisciplinario (maestros de educación especial, licenciados en cultura física, logopedas, psicopedagogos, especialista en orientación familiar y movilidad, así como economía doméstica). Además, se aplicaron diferentes test diagnósticos para delimitar el alcance de la investigación.
Test 1. Prueba de orientación espacial
Actividad: caminar al frente y atrás.
Objetivo: orientación en el espacio.
Desarrollo: a la voz del profesor, el alumno debe caminar al frente y atrás.
Indicadores: desde la posición de firme, pararse frente al profesor y escuchar las voces de mando a través de láminas de colores y sonidos fuertes. Caminar según la indicación del profesor.
Evaluación:
Test 2. Prueba de equilibrio estático
Actividad: sostenerse de rodilla sin apoyo durante 5 segundos.
Objetivo: estabilidad en el equilibrio.
Desarrollo: mantenerse de rodilla en el lugar sin apoyo durante 5 segundos.
Indicadores: permanecer en esa posición sin perder el equilibrio durante 5 segundos. Mantener la posición correcta.
Evaluación:
Test 3. Prueba de equilibrio dinámico
Actividad: caminar desplazándose sobre una tabla hasta una marca.
Objetivo: estabilidad y seguridad al desplazarse.
Desarrollo: caminar al frente con la guía del profesor, el que llevará un batón que el alumno sostendrá.
Indicadores: caminar sosteniendo el batón en línea recta hasta la marca. Mantener la estabilidad al desplazarse.
Evaluación:
Test 4. Prueba de desplazamiento y marcha
Actividad: caminar solo hasta una distancia de 15 cm.
Objetivo: movimiento de marcha hacia una distancia.
Desarrollo: caminar de manera independiente hasta una marca.
Indicadores: caminar hasta una distancia de 15 metros. Mantener la línea recta al caminar sin perder el equilibrio.
Evaluación:
Test 5. Prueba de orientación temporal
Actividad: señalar, a través de un calendario, las actividades programadas en el día para los niños.
Objetivo: estructuración del tiempo.
Desarrollo: señalar a través de gestos, que tienen relación con la actividad que realiza, según el calendario del día.
Indicadores:
Test 6. Prueba de movilidad y técnica de rastreo
Actividad: gatear hasta un punto de referencia.
Objetivo: movilidad.
Desarrollo: el niño se desplazará gateando hasta un objeto.
Evaluación:
Test 7. Prueba de motricidad fina.
Actividad: estrujar un papel.
Objetivo: percepción táctil.
Desarrollo: sentados en el suelo estrujar con las dos manos un papel.
Evaluación:
La información fue gestionada por 4 especialistas en el campo de acción investigado y dos de los autores del presente artículo, Santiago Calero Morales y Alexander Garzón. Los 11 expertos que participaron, que intervenían directamente en el proceso docente-educativo, debían cumplir los requisitos de: poseer una maestría o especialidad en educación adaptada, actividad física o educación especial; experiencia práctica de al menos 10 años, con conocimientos altos en terapia ocupacional, defectología, psicopedagogía y actividad física especializada y coincidir en el criterio de que existe la necesidad de diseñar un programa formativo de corrección-compensación en niños sordociegos a partir de las características y necesidades del Ecuador.
Del proceso de investigación se diseñaron y aplicaron 10 juegos durante 8 meses (periodo docente de 2016-2017), priorizando el método de juego y el cooperativo, bajo los principios de individualización y personalización educativa.
Se aplicó el cálculo de proporciones para muestras relacionadas (CPMR: p = 0,1), se compararon las frecuencias porcentuales en las pruebas motrices realizadas como parte del pretest y el postest.
RESULTADOS
Las pruebas de orientación espacial determinaron los porcentajes obtenidos antes y después de implementada la propuesta (Tabla). En el pretest, los porcentajes alcanzados evidenciaron que, de los 20 sujetos evaluados, 5 tenían buena orientación, 3 tenían problemas para orientarse y 12 se evaluaron de mal. Después de implementada la propuesta con los juegos adaptados los porcentajes variaron significativamente, los evaluados de bien aumentaron a más de la mitad del por ciento inicial (de 25 % a 55 %) y de los que tenían mala orientación disminuyeron en un 33 % (de 12 sujetos a 4).
Las pruebas de equilibrio estático aplicadas evidenciaron los porcentajes evaluados en la prueba de estabilidad (Tabla). En el pretest, de los 20 sujetos, solo 4 tenían buena estabilidad, cifra que cambió en el postest a 11 sujetos. Comportamiento similar tuvieron los evaluados de mal, que antes de aplicar la propuesta tenían una frecuencia porcentual del 65 % y después de su aplicación varió a un 20 %.
Para el caso de la prueba de equilibrio dinámico (Tabla), antes de aplicarse la propuesta solo lograban mantener la posición correcta el 20 % de los sujetos y en el postest la cifra varió al 60 %. La frecuencia porcentual, de un 40 %, de los evaluados de mal en el pretest disminuyó a un 5 % en el postest, como parte de la evaluación realizada al cumplimentarse el programa de juegos motrices.
Las pruebas de desplazamiento y marcha tuvieron el mismo comportamiento de las anteriores (Tabla). Los evaluados de bien tuvieron un incremento porcentual en el postest (de un 10 % a un 50 %) y los evaluados de mal disminuyeron de un 50 % a un 15 %.
El test de orientación temporal se aplicó con el objetivo de estructurar el tiempo (Tabla ). Ningún sujeto fue evaluado de bien en el pretest y llegó al 15 % después de aplicada la propuesta. Por su parte, los 17 sujetos que tenían evaluación inicial de mal disminuyeron a 6, lo que representa un 30 % de individuos que mejoraron después que se aplicaron los juegos adaptados.
La aplicación del test de movilidad y técnica de rastreo se realizó para determinar los porcentajes en la evaluación efectuada en dos momentos (Tabla). Los sujetos evaluados de bien en el pretest (20 %) aumentaron a un 60 % en el postest. Los que obtuvieron evaluación de mal disminuyeron del 70 % a un 30 %. Sin embargo, los que se valoraron como regular, en los dos tiempos alcanzaron el mismo por ciento (10 %).
De las pruebas de percepción táctil aplicadas como parte del test de motricidad fina (Tabla), se obtuvo que en el pretest solo 2 (10 %) sujetos tenían un adecuado sentido del tacto, sin embargo, después de aplicados los juegos el porciento de evaluados de bien aumentó a un 40 % (8). Los evaluados de mal disminuyeron de un 70 % a un 15 % al realizar la segunda prueba como parte del postest.
DISCUSIÓN
El proceso de intervención docente-educativa, a partir del desarrollo de una actividad lúdica que incluya juegos adaptados a las necesidades de niños sordociegos con alteraciones motrices, permite potenciar aspectos vinculados a la salud, lo social y lo inclusivo. Las que diversos autores3,4,5,6,7 enfocan como normas del trabajo de corrección-compensación, para lo que se deben adaptar las diferentes metodologías que existen a las necesidades individuales detectadas.9,10,11
La estrategia de corrección-compensación aplicada en el presente estudio obtuvo resultados que evidencian mejoras en el proceso de potenciación motriz de los sujetos. A partir del cálculo de proporciones para muestras relacionadas (CPMR) aplicado al test de orientación espacial (Tabla), se puede determinar, bajo un nivel de significación de 0,1, una diferencia significativa al comparar los porcentajes de los sujetos evaluados de bien (p = 0,0603) y mal (p = 0,0138), en el pretest y el postest. Lo que indica un incremento significativo de evaluados de bien y una disminución significativa de evaluados de mal. Esto permite inferir que la propuesta de realizar actividades físicas especializadas, a través de juegos adaptados mejora considerablemente la orientación espacial en los niños sordociegos. Sin embargo, en la categoría de regular el CPMR no mostró diferencias significativas (p = 0,4341).
Del test de equilibrio estático (Tabla), el CPMR muestra diferencias significativas en las evaluaciones catalogadas de bien (p = 0,0279) y las de mal (p = 0,0065). Lo que manifiesta una mejora en el desempeño motriz en la mayoría de los sujetos estudiados. Sin embargo, para los evaluados de R la prueba inferencial, tampoco muestra diferencias significativas (p = 0,4341) al comparar los porcentajes obtenidos en el pretest con el postest. No obstante, en sentido general, la aplicación de los juegos motrices adaptados evidencia mejoras en el equilibrio estático de los sujetos estudiados.
En cuanto al equilibrio dinámico (Tabla), el CPMR muestra diferencias significativas en los niveles de B (p = 0,0138) y M (p = 0,0117) cuando se muestran las frecuencias porcentuales obtenidas. En los de nivel R, no se muestran diferencias significativas (p = 0,7458). Lo que demuestra que la implementación de juegos motrices adaptados mejora el equilibrio dinámico de los niños sordos-ciegos con alteraciones motrices.
En el test de desplazamiento y marcha (Tabla), la comparación con el CPMR también muestra diferencias significativas en la comparación del pretest y postest en los niveles evaluados de bien (p = 0,0088) y mal (p = 0,0233). Esto demuestra las mejoras en las capacidades motrices de los sujetos con sordoceguera después de aplicarse los juegos adaptados. Para el nivel evaluado de regular, la comparación de los porcentajes entre las pruebas no evidencia diferencias significativas (p = 0,5288).
Para el caso del test de orientación temporal (Tabla), la comparación de los porcentajes entre el pretest y el postest a partir del CPMR, evidencian diferencias significativas en los tres niveles, con un nivel de significación de 0,1 (B: p = 0,0797; M: p = 0,0011; R: p = 0,0116). Por lo que se puede afirmar que los juegos adaptados a los niños sordociegos mejoran su orientación temporal a partir de la estructuración del tiempo.
Para el test de movilidad y técnica de rastreo, la comparación a partir del CPMR determinó significación en los niveles de bien (p = 0,0138) y mal (p = 0,0157) al comparar las frecuencias porcentuales en el pretest y el postest. Lo que se diferencia del comportamiento en el nivel regular (p = 1,0000), en el que no existen diferencias significativas. Este resultado muestra que los sujetos mejoraron su movilidad después de aplicada la estrategia motriz con juegos adaptados.
Para el estudio de la motricidad fina (Tabla), la comparación de los porcentajes a partir del CPMR evidencia la existencia de diferencias significativas en los niveles de bien (p = 0,0347) y mal (p = 0,0070) y no significativa en el nivel regular (p = 0,2948). Lo que permite inferir una mejora significativa en la motricidad fina al establecerse la estrategia, aumentando los indicadores de bien, y disminuyendo aquellos evaluados de mal.
Las particularidades de la intervención docente-educativa aplicada, tiene en cuenta las pautas pedagógicas necesarias para cada caso de estudio,14,15,16 instruyendo a los profesionales sobre los contenidos de intervención básicos y específicos, tal y como se referencia en la literatura internacional,17,18 a la vez que incluye la necesidad del enfoque humanista,19 individualizado y personalizado.
Estos resultados aportan un marco de referencia para elaborar la estrategia de intervención pedagógica en función de la corrección y compensación de las alteraciones motrices que presentan los niños sordociegos. Al analizar dichos resultados, se recomienda a mediano y largo plazo, incrementar la potenciación del trabajo correctivo-compensatorio en las áreas del desarrollo motriz en los niños sordociegos, incorporando nuevas estrategias lúdicas acordes a la evolución del paciente.
Se puede concluir que las actividades físicas adaptadas, dentro de estrategias lúdicas como terapia ocupacional, permiten mejorar el trabajo correctivo-compensativo y las capacidades motrices de niños sordociegos. Estas estrategias deben desarrollarse bajo los principios de una ética humanista e inclusiva y sobre la base de una atención personalizada. La propuesta de juegos adaptados permitió mejorar: las capacidades motrices, la orientación espacial, el equilibrio estático y dinámico, la orientación temporal, movilidad y motricidad fina del grupo de niños sordociegos del Instituto Especial “Mariana de Jesús” a los que se le aplicó la propuesta.