El 24 de diciembre del 2021, el presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez alertaba a todo el país en torno a la pandemia de COVID-19 con un oportuno y pertinente tuit en el que decía: “Sería un error creer que los buenos números de la pandemia que ahora tenemos durarán siempre si no actuamos con suficiente responsabilidad. Nuestros científicos y médicos nos están advirtiendo. En honor a ellos, por respeto y consideración, mostremos sabiduría y prudencia”.1
También en su discurso de clausura del Octavo Periodo de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el presidente enfatizó que “resulta imprescindible mantener fuertes medidas de vigilancia epidemiológica y la atención a los convalecientes”.
Insistió además en que “estamos convocados todos a hacer sostenibles en el tiempo los resultados en la contención de la COVID-19”.2
En cuanto a los resultados del mes de noviembre y lo que va de diciembre del año 2021 en relación con el número de casos positivos, graves y fallecidos es cierto que son muy alentadores, pero en la confianza está el peligro. Todos recordamos lo sucedido a finales del año 2020, donde al abrir las fronteras se introdujeron nuevas variantes que aún no circulaban en el país y la situación epidemiológica cambió desfavorablemente a partir de enero 2021.
En estos momentos la preocupación mundial y de Cuba es la variante ómicron, la cual se caracteriza por una alta transmisibilidad, y está coincidiendo en tiempo y espacio con la variante delta; pero se espera que ómicron pueda convertirse en la variante dominante. Aún no se cuenta con una vacuna contra la COVID-19 que garantice una inmunidad absoluta y permanente, y las mutaciones y variantes del SARS-CoV-2 son factores de alta preocupación, pues el virus cambia constantemente. Está demostrado que las vacunas anti-COVID-19 protegen contra las formas graves de la enfermedad y disminuyen la mortalidad en cifras significativas.
Pero Cuba tiene grandes ventajas con respecto a otros países y existen algunas diferencias con respecto al año 2020. Como expresó el primer ministro Manuel Marrero Cruz en su informe de rendición de cuentas acerca de la gestión del gobierno cubano ante la pandemia:3
El principal resultado de la calidad y efectividad del protocolo cubano (de actuación) es el porciento de personas recuperadas (99,1 %), que nos ubica entre los países de más alto indicador del mundo, así como el 0,86 % de letalidad, muy inferior a la media regional y mundial”.
Además, añadió que: “Como parte del cumplimiento de las medidas se lograron producir 12 medicamentos por nuestra Industria Biotecnológica y Farmacéutica, ocho de ellos innovadores y se trabajó en cinco candidatos vacunales, que transitaron por diferentes etapas, aprobándose tres de ellas como vacunas.”.3
En nuestra opinión, la primera y más importante ventaja de Cuba y su diferencia con otros países son las altas cifras de vacunación de la población cubana. Al cierre del 24 de diciembre de 2021 ya se habían administrado en el país 29 769 267 dosis de las vacunas cubanas Soberana 02, Soberana Plus y Abdala. Hasta la fecha han recibido al menos una dosis de una de las vacunas cubanas, Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, 10 393 893 personas, de ellas 9 294 404 ya tienen administrada la segunda dosis y 8 917 612 la tercera dosis. Tienen esquema de vacunación completo 9 597 707 personas, que representa el 85,8 % de la población cubana.4
La vacunación masiva comenzó el 9 de julio de 2021 con la vacuna Abdala y el 29 de julio, del propio año, con la Soberana 02 y Soberana Plus, autorizadas por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos. El esquema de vacunación aprobado para esa fecha incluía la población mayor de 19 años de territorios con riesgo epidemiológico y grupos de riesgo de todas las provincias y la población pediátrica de 2 a 18 años de todo el país. El total de dosis administradas durante la vacunación masiva fue de 19 347 853.4
En los ensayos clínicos de los candidatos vacunales con sujetos voluntarios, seleccionados por investigadores de La Habana, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, se administraron 266 466 dosis. En los estudios de intervención con los candidatos vacunales se administraron 454 064 dosis a los trabajadores de la salud, de BioCubaFarma y otros grupos de riesgo de La Habana, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo. (4
La intervención sanitaria con los que en ese momento eran candidatos vacunales fue de gran importancia para la realización de la campaña de vacunación. Durante el ensayo clínico fase II los candidatos vacunales Soberana 02, Soberana Plus y Abdala mostraron ser seguros e inmunogénicos por lo que, aun estando en ensayo clínico fase III, se decidió realizar la intervención sanitaria.
En el presente número de la Revista Cubana de Salud Pública se publica un artículo de investigación muy interesante con el título “Intervención Sanitaria con candidatos vacunales, como estrategia temporal de enfrentamiento a la COVID-19, Cuba, 2021” cuyo autor es el Dr. C José Ángel Portal Miranda, ministro de salud pública. En este trabajo el autor realiza un estudio cualitativo de tipo investigación-acción en tres etapas, con la aplicación de métodos y técnicas grupales que aporta información importante para conocer aspectos sobre la toma de decisiones y la organización del proceso de vacunación en Cuba.
Esta investigación muestra cómo durante la intervención sanitaria con los candidatos vacunales cubanos Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, realizada entre mayo de 2021 en los territorios considerados de mayor riesgo, La Habana, Matanzas, Santiago de Cuba y la Isla de la Juventud, se logró vacunar a 3 099 631 personas. Estos resultados permitieron disminuir el número de casos graves y de muertes, mejorar los indicadores negativos reportados a causa de la pandemia, mitigar la crisis generada en los servicios de salud, todo ello incidió en el control de la epidemia. Por lo que el autor del estudio concluye que la decisión de la intervención sanitaria y el modo de actuación fueron efectivos.
Un tanto a favor de Cuba con respecto a la vacunación durante la actual pandemia es que las vacunas administradas a la población son producto del desarrollo científico nacional, impulsado por la Revolución y que ponderó personalmente el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Imaginémonos si Cuba tuviera que pagar los casi 30 millones de dosis de vacunas que se han aplicado hasta el momento. Otra ventaja extraordinaria del país, es haber construido el sistema único de salud que disfrutamos, el cual permitió en pocos meses gestionar y aplicar una vacunación masiva, que constituyó una proeza sin ningún precedente nacional e internacional. Aunque cuestan diseñarlas y producirlas, las vacunas cubanas son gratuitas para toda la población cubana. La diferencia principal de Cuba con otros países es que la cultura general de nuestra población y la cultura científica en particular no permiten que progresen grupos antivacunas en nuestra sociedad.
Según el reporte del 26 de diciembre de 2021 del sitio oficial de Ministerio de Salud Pública, fueron administradas dosis de refuerzo a 1 163 358 personas, de ellas 82 284 como parte del estudio clínico y 1 081 074 como parte de la vacunación de refuerzo que se está aplicando a la población de territorios seleccionados y los grupos de riesgo. A finales de enero de 2022, se espera que se hayan producidos todas las dosis necesarias de las vacunas cubanas para aplicar el refuerzo a toda la población del país. No obstante, es imprescindible continuar con las medidas preventivas de protección personal, el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico entre personas, el lavado de las manos y la no asistencia a actividades masivas. Cumplir los protocolos establecidos con todos los viajeros que arriben al país e incrementar las labores de educación para la salud con la población son acciones fundamentales.
La responsabilidad, la prudencia y sabiduría, como ha escrito nuestro presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, son las palabras de orden.