Introducción
Los desastres acompañan a las sociedades desde los propios orígenes de la humanidad. En su devenir histórico se han producido cambios en cuanto a concepciones y enfoques de actuación para reducir impacto. Recientemente se refleja la necesidad de vincular el afrontamiento y la gestión del conocimiento para reducir riesgos ambientales y sanitarios desde la intersectorialidad y la participación de profesionales de diferentes saberes hacia un enfoque integrador en el abordaje de la salud.1)
En la actualidad, la salud humana y animal se encuentran en un complejo escenario que reta a los paradigmas tradicionales. El 60 % de los patógenos capaces de afectar y producir enfermedades humanas son de origen animal, con participación de mascotas y animales salvajes en la incidencia de enfermedades como gripe aviar, ébola, rabia, brucelosis, encefalopatía espongiforme bovina y la COVID-19, que representan riesgos para la salud pública a nivel mundial.2)
En los primeros años del presente siglo, el enfoque “Una Salud” se formalizó como una estrategia interdisciplinar en salud pública.3) El concepto ofrece una respuesta a los cambios ambientales más recientes y supone un esfuerzo de colaboración en diferentes disciplinas a nivel local, nacional e internacional para lograr mejoras en la salud humana, la salud animal y el medio ambiente. En tal sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Organización Mundial de Sanidad Animal y la Organización Mundial de la Salud han conformado una alianza tripartita con el compromiso de brindar liderazgo colaborativo y multisectorial frente a los actuales desafíos sanitarios globales. Las áreas a priorizar son las enfermedades zoonóticas, la seguridad alimentaria y la resistencia a los antimicrobianos junto a los elementos ambientales.4)
Cuba cuenta con un marco legal para la reducción de riesgo de desastres de todo tipo desde el enfoque “Una Salud” en el Sistema Nacional de Salud.5,6,7 El equipo básico de la atención primaria de salud, integrado por el médico residente o especialista y la enfermera, licenciada o de formación técnica, juega un papel primordial en la identificación y gestión de los riesgos de desastres de origen natural, tecnológico y sanitario a ese nivel. Por ello debe tener un óptimo desempeño, desde el enfoque “Una Salud”, con objetividad y eficiencia, y reconocer que la salud humana está cada vez más interconectada con la de los animales en el ambiente que ellos comparten. En tanto aumenta la amenaza de las enfermedades emergentes que surgen en esa interfaz producto de las múltiples y crecientes fuerzas motrices que propician esa mayor interrelación hombre-animal-ambiente.8,9
La buena actuación profesional del equipo básico de salud durante todo el ciclo de reducción de desastres con este enfoque, debe constituir un paradigma de cambio a promover en el potencial del modelo de medicina familiar en cuanto a organización, calidad y eficiencia de los servicios de salud en el primer nivel de atención de salud.10,11,12,13) De ahí que el objetivo de la investigación estuviera dirigido a determinar el desempeño profesional del equipo básico de salud en la atención primaria para la reducción de riesgo de desastres desde el enfoque “Una Salud” en el Policlínico Docente “Reina”. Lo que podría sentar las bases para una estrategia de superación profesional en este campo.
Métodos
Se realizó un estudio de investigación-desarrollo a partir del enfoque “Una Salud” en el desempeño profesional de los 28 equipos básicos de salud que componen el Policlínico Docente “Reina”. Los equipos estuvieron compuestos por 56 profesionales: 28 médicos, seis licenciados en Enfermería y 22 personal de formación técnica en Enfermería. Esta institución de la atención primaria de salud se eligió de manera intencional por contar con un convenio de trabajo con la Facultad de Ciencias Médicas “General Calixto García”, entidad rectora del estudio.
Para la obtención de información se empleó como método teórico la revisión documental para valorar la incorporación del enfoque “Una Salud” en el “Plan de Reducción de Desastres del Policlínico” y el programa de estudio del curso 33 de la residencia de Medicina General Integral. Como método empírico se aplicó una encuesta a todos los participantes en el estudio para obtener información sobre sus valoraciones acerca del estado actual del desempeño profesional vinculado con la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud” (). Se operacionalizó la variable “desempeño profesional” a través de 11 indicadores, en una escala de evaluación “muy adecuado”; “bastante adecuado”; “adecuado”; “poco adecuado”; “inadecuado” para las tres dimensiones siguientes:
Desempeño profesional propiamente dicho, con cuatro indicadores:
Prevención, con cuatro indicadores:
Superación, con tres indicadores:
Para cada uno de los indicadores se calcularon frecuencia y porcentaje en Excel. Para la determinación del estado actual del desempeño profesional del equipo básico de salud en la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud”, se utilizó la siguiente regla:14
Cuando el indicador analizado tuvo resultados positivos entre el 80 % y el 100 % se consideró como una “potencialidad”.
Cuando el indicador analizado tuvo resultados positivos entre el 50 % y el 79 % se consideró como en “desarrollo”.
Cuando el indicador analizado tuvo resultados positivos en menos del 50 % se consideró como un “problema”.
Se realizó una triangulación metodológica cualitativa de las dimensiones para identificar los principales problemas, potencialidades y aspectos de desarrollo en el desempeño profesional del equipo básico de salud en reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud”. Para ello se realizó una pregunta abierta para expresar observaciones y recomendaciones que permitieran tipificar el desempeño profesional.15
El análisis y la síntesis permitieron resumir y evaluar la información obtenida según las diferentes fuentes de datos y los resultados del procesamiento a lo largo de la investigación para alcanzar los objetivos propuestos.
Se solicitó el consentimiento para participar en la investigación. Se asumió la responsabilidad de no utilizar los datos generales de los participantes. Los instrumentos diseñados fueron anónimos y la información solicitada solo se utilizó con fines investigativos. Este estudio contó con la aprobación del consejo científico y el comité de ética del centro y los resultados serán socializados en espacios y debates científicos.
Resultados
La revisión del programa de estudio de la residencia de Medicina General Integral mostró insuficiencias en la identificación de medidas para el manejo de todo el ciclo de reducción de riesgos de desastres, al considerar solo acciones de respuesta ante la eventual ocurrencia de una situación de desastre y adolecer de un enfoque comunitario. En tanto, la revisión del plan de reducción de desastres arrojó una inadecuada apreciación de los peligros y evaluación de riesgos. No se consideraban todas las acciones de prevención y preparación posibles. La respuesta se orientaba hacia el aseguramiento médico y se obviaban las acciones de recuperación.
El desarrollo de los modos de actuación profesional vinculados a la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud” se evaluó como “poco adecuado” en un 75 % de los participantes (42 integrantes). La totalidad de los participantes calificó como “adecuado” el nivel en que se muestra la actividad profesional y personal para la reducción de riesgos de desastres desde ese enfoque. El dominio de las normativas de trabajo para la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud” se reconoció como “bastante adecuado” por todos los encuestados, mientras que el 92,8 % (52 integrantes) coincidió en valorar el desarrollo de materiales de apoyo para la actividad como “adecuado” y el 7,2 % (4 integrantes) como “poco adecuado”.
El comportamiento de la dimensión de prevención mostró que el 100 % de los participantes consideraba que el nivel de conocimientos del marco legal para la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud” era “muy adecuado”. Estos resultados fueron similares cuando se evaluó el nivel de conocimientos de riesgos y vulnerabilidades, así como la comprensión de la repercusión biopsicosocial de la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud”. El 100 % estimó como “adecuado” el nivel de detección y realización de acciones de prevención desde la práctica.
En cuanto a los resultados de la evaluación de indicadores para la dimensión “superación”, los participantes consideraron “poco adecuado” el nivel de participación en cursos de superación para prevención, así como en eventos científicos y la frecuencia con que participaban en proyectos de investigación relacionados con la prevención para la reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud”.
Discusión
No existe correspondencia en el contenido del programa de estudio de la residencia de Medicina General Integral y lo que plantean otros autores acerca de la experiencia en materia de preparación del capital humano que ha logrado el país, el cual está expuesto a numerosos riesgos de desastres entre los que se destacan los hidrometeorológicos y sanitarios. Además, estos autores plantean que existen programas de superación de los profesionales en el campo de la salud y para desastres de todo tipo.16,17
La revisión del plan de reducción de riesgo de desastres no se ajusta a las lecciones aprendidas, devenidas normas nacionales vigentes. Asimismo, no está en concordancia con lo expresado por autores que aseveran la necesidad de acciones integrales, planificadas y organizadas en cuatro etapas (prevención, preparación, respuesta y recuperación). Sobre todo por la necesaria mirada prospectiva que implica el peligro global del cambio climático y que continuará en las próximas décadas a nivel mundial, nacional, local e institucional.6,7,18,19,20)
Los resultados de la evaluación de los indicadores ponen de manifiesto la diversidad de problemas, aspectos en desarrollo y potencialidades existentes en las dimensiones estudiadas. Los principales problemas identificados estuvieron dados en la dimensión “desempeño profesional propiamente dicho” (nivel de desarrollo de modos de actuación profesional, actividad práctica profesional y personal y desarrollo de materiales de apoyo). En la dimensión “superación” se evidenció que hay poca participación en cursos de superación, en eventos científicos y en proyectos de investigación, pues no existen ofertas en las diversas formas de organización de la enseñanza disponibles. Aunque existen vías factibles de desarrollo a través de la elaboración de tesis de la especialidad en Medicina General Integral, los análisis de situación de salud y otras vías para exponer y publicar trabajos científicos.
Como elemento positivo se destaca la dimensión “prevención como una potencialidad”, que alcanzó indicadores favorables en el conocimiento del marco legal, los riesgos y vulnerabilidades así como en la comprensión de la repercusión biopsicosocial de los problemas de salud relacionados con el enfoque “Una Salud”. El que tuvo un comportamiento paradójico fue el indicador de detección y realización de acciones de prevención, que resultó estar en proceso de desarrollo a pesar de ser una de las esencias del trabajo del equipo básico de salud con la comunidad.
En general, este estudio revela la importancia de perfeccionar el trabajo desde el enfoque “Una Salud” para el contexto del equipo básico de salud. Según los resultados, no se ha logrado un óptimo desarrollo para implementar acciones de calidad a nivel de la atención primaria en cuanto a promoción de salud, identificación de riesgos y vulnerabilidades, reducción de eventos generadores de situaciones de desastres, y de recuperación de estos para evitar la replicación de vulnerabilidades ante enfermedades zoonóticas emergentes y de alto impacto a nivel nacional e internacional. También emergió la necesidad de perfeccionar el estado actual de las acciones interdisciplinaria e intersectorial para minimizar daños y maximizar los beneficios de la gestión integral hacia las personas, animales y la salud ambiental, lo cual ha sido reconocido por otros autores.21
En cuanto a la caracterización del estado actual del desempeño profesional se reveló como una potencialidad el desarrollo de materiales de apoyo y los conocimientos del marco legal en reducción de riesgos de desastres desde el enfoque “Una Salud”. Este resultado coincide con lo expresado por otros autores que reconocen la importancia de su aplicación práctica para minimizar los problemas que afectan hoy día a la sociedad, a los animales y al medio ambiente. En virtud de ello, utilizar el enfoque “Una Salud” permite diseñar e implementar programas de políticas públicas, de legislación e investigación entre múltiples sectores colaboradores para lograr mejores resultados en la reducción de desastres en general, fundamentalmente, los sanitarios. Su rentabilidad descansa en la detección temprana y reducción del impacto de estos problemas en la vida humana.4,22
El enfrentamiento a los anteriores retos requiere nuevos marcos conceptuales y metodológicos, más prácticos y actualizados, con diversidad de perfiles académicos y profesionales que aborden los campos temáticos de la salud pública. Ello brinda un carácter fundamental a la consolidación de alianzas interdisciplinarias y esfuerzos de trabajo colaborativo, sostenible e integral de la sanidad animal, la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos y la resistencia microbiana como parte del trabajo del equipo básico de salud, acorde con las realidades locales. Si lo anterior no se atiende puede, incluso, limitar el alcance de los nuevos avances planificados en la política sectorial.23
Las limitaciones de este estudio son resultantes de la imposibilidad de contar con valoraciones de los directivos de la institución sobre las dimensiones e indicadores, con objetividad suficiente para gestionar el liderazgo y la superación profesional desde el puesto de trabajo, así como la extensión del estudio a otras áreas de salud y policlínicos donde no existe un convenio sistemático de trabajo entre instituciones.
Se concluye que perfeccionar el trabajo del equipo básico de salud desde el enfoque “Una Salud” permite un buen desempeño profesional y el cumplimiento de las normativas vigentes para mejorar la planificación y organización del proceso de reducción de riesgo de desastres en el policlínico.