Introducción
Según las características de la transmisión de la COVID-19, en el contexto de pandemia, también afectó a la provincia Santiago de Cuba en la que se distinguieron tres brotes. El primero comenzó con el diagnóstico del primer caso en el municipio Palma Soriano, el 20 de marzo de 2020. Tras un silencio de aproximadamente siete meses, en el cual solo hubo casos importados, comenzó el segundo brote con el diagnóstico de un nuevo caso autóctono, el 20 de octubre de 2020 y el tercer brote se definió tras una inclinación extrema en la pendiente de la curva de casos diarios a partir del 16 de abril de 2021 hasta el momento de culminar la investigación.
La clasificación del tipo de contacto como intra o extradomiciliario es clave para evaluar el riesgo de transmisión, de ahí la importancia de su estudio que ha sido abordado por diferentes investigadores.1,2 Sin embargo, los estudios que describen las características clínico epidemiológicas de esta pandemia llevados a cabo en la provincia no lo han tenido en cuenta.3,4,5,6
El objetivo fue identificar las diferencias entre los contagios intra y extradomiciliarios en tres brotes de epidemia de COVID-19 en Santiago de Cuba, entre marzo de 2020 y mayo de 2021.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo transversal de los casos de COVID-19 de la provincia Santiago de Cuba en el período de marzo de 2020 al 31 de mayo de 2021. Del universo representado por los 12 445 casos confirmados se extrajo una muestra de 6408, por muestreo aleatorio simple a partir de la base de datos del Centro Provincial de Higiene Epidemiologia y Microbiología, según la fórmula para la estimación de una proporción con una confiabilidad del 95 % y un error máximo admisible del 3 %.
Las variables seleccionadas se clasificaron como demográficas, clínicas y epidemiológicas y sus categorías se asociaron con un alias (presentado en este texto entre corchetes) para facilitar su presentación en los resultados gráficos:
Demográficas:
sexo: en femenino [Femeni] y masculino [Masculi];
edad, dividida en 5 grupos: menor de 1 año [Menor1], de 1 a 19 [1-19], de 20 a 39 [20-39], de 40 a 59 [40-59] y 60 años y más [60+];
municipio: Santiago [Stgo], Palma Soriano [Palma], Contramaestre [Contram], San Luis [SanL], Songo La Maya [SongoLaM], Julio Antonio Mella [Mella], Guamá [Guama], Segundo Frente [SFrente], Tercer Frente [TFrente].
Clínicas:
Epidemiológicas: forma de contagio:
Además, se consideró el brote epidémico como variable suplementaria en el análisis implicativo. Se clasificó en: primer brote, segundo brote y tercer brote, según el período de tiempo antes especificado.
La fuente de datos fue la base de datos referida. Para su procesamiento se emplearon las técnicas bivariadas habituales de la estadística,7 de la descriptiva, como frecuencia absoluta y relativa; de la estadística inferencial, como pruebas de hipótesis para detectar las posibles diferencias, dentro (diferencia de proporciones, bondad del ajuste) como entre los grupos estudiados (pruebas de independencia y homogeneidad de la ji al cuadrado); y el análisis estadístico implicativo como técnica multivariada asimétrica,8) con sus tres formas de análisis: de similaridad, cohesitivo e implicativo para conocer las relaciones entre todo el conjunto de variables, aplicado según la propuesta de Sagaró y Zamora.9
El procesamiento se gestó mediante las aplicaciones informáticas: IBM SPSS Statistic Versión 24 para el resumen e inferencia de los datos; el Microsoft Excel del paquete Office 2019, para confeccionar la base de datos en formato CSV (valores separados por coma) como condición necesaria para la aplicación del CHIC (Classification Hiérarchique Implicative et Cohésitive), versión 5.0, software específico para obtener el modelo basado en el análisis estadístico implicativo, así como los gráficos ilustrativos de la técnica.
No se recogió el consentimiento informado al no existir razones que lo justifiquen. Los datos fueron estrictamente confidenciales y no serán utilizados con fines ajenos a esta investigación en cumplimiento de la ética de la investigación en salud.
Resultados
Se constató la cifra de 4505 casos de COVID-19 (70 %) producto de la forma de contagio extradomiciliaria, una proporción significativamente mayor que con la intradomiciliaria, en correspondencia con los 1903 casos restantes de la muestra (29,7 %).
Según se aprecia en la tabla 1 no existió diferencias en cuanto al sexo dentro de los casos con forma de contagio intradomiciliaria ni extradomiciliaria y tampoco entre uno y otro tipo de contagio. En cambio, hubo diferencias estadísticamente significativas en cuanto a grupos de edades y municipios dentro de ambos grupos con contagio intra y extradomiciliario y entre los mismos grupos. Se observó un predominio significativo de los adultos mayores en la transmisión intradomiciliaria (46,24 %) y de los adultos jóvenes de 20 a 59 años de edad en la extradomiciliaria (68,4 %). El municipio Santiago de Cuba marcó las diferencias significativas tanto dentro como entre los grupos de transmisión intra y extradomiciliario.
En cuanto a la presencia de síntomas, primaron los sintomáticos de manera significativa en la transmisión intradomiciliaria. En cambio, hubo un ligero predominio no significativo de los asintomáticos en la transmisión extradomiciliaria. Tampoco se observaron diferencias significativas entre ambas formas de transmisión (Tabla 1).
No. | No. | No. | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Sexo | Femenino | 964 | 0,506 | 2331 | 0,517 | 3295 | 0,427 |
Masculino | 939 | 2174 | 3113 | ||||
Grupo de edades (años) | Menor de 1 | 11 | 0,000* | 14 | 0,000* | 25 | 0,000** |
1 - 19 | 356 | 603 | 959 | ||||
20 - 39 | 346 | 1427 | 1773 | ||||
40 - 59 | 310 | 1654 | 1964 | ||||
60 y más | 880 | 807 | 1687 | ||||
Municipio | Santiago | 595 | 0,000* | 2968 | 0,000* | 3563 | 0,000** |
Palma | 142 | 447 | 589 | ||||
Contramaestre | 107 | 409 | 516 | ||||
Songo La Maya | 46 | 187 | 233 | ||||
Mella | 25 | 143 | 168 | ||||
San Luis | 22 | 176 | 198 | ||||
III Frente | 12 | 64 | 76 | ||||
Guamá | 8 | 55 | 63 | ||||
II Frente | 7 | 56 | 63 | ||||
Presencia de síntomas | Asintomático | 688 | 0,000* | 2420 | 0,361 | 3108 | 0,537 |
*Diferencias significativas entre las categorías de la variable; **diferencias significativas entre forma de contagio intra y extradomiciliaria.
En el análisis de similaridad se constató que los casos con forma de contagio intradomiciliaria se asociaron con los menores de 20 años de edad, los asintomáticos del municipio Mella, mientras que los contagios extradomiciliarios se asociaron por similaridad con los adultos de 40 a 59 años de edad sintomáticos. Por municipio, coincidieron más con la forma intradomiciliaria, Mella, Palma Soriano y Tercer Frente, mientras que con la extradomiciliaria coincidieron Contramaestre y San Luis; el resto de los municipios no mostraron una definición característica (Fig. 1).
Las asociaciones que se forman en relación con la transmisión intradomiciliaria contribuyeron significativamente en los dos primeros brotes, mientras que las características de la transmisión extradomiciliaria estaban regidas por el tercer brote (Anexo 1).
En el análisis de cohesión se obtuvo que la mayoría de los pacientes de 1 a 19 años de edad cursaron con la forma clínica asintomática y a su vez los pacientes asintomáticos de este grupo de edad tuvieron forma de contagio intradomiciliaria. Mientras que la mayoría de los adultos ente 40 y 59 años de edad se infectaron fuera del hogar. Casi todos los casos sintomáticos fueron de Contramaestre, mientras casi todos los adultos mayores confirmados procedieron del municipio Santiago de Cuba y la mayor cantidad de infecciones en el domicilio se produjeron en el municipio Mella (Fig. 2).
En el análisis de cohesión, el primer y tercer brote epidémico en la provincia fueron responsables de las asociaciones que se forman en torno a la transmisión extradomiciliaria, mientras que el segundo brote se mantuvo con el mayor riesgo de contribución para las características relacionadas con el contagio intradomiciliario (Anexo 2).
En el grafo implicativo de la fig. 3A, se visualizan las relaciones de carácter implicativo que se establecen entre las características estudiadas. Las características que se asociaron con la transmisión intradomiciliaria fueron: edades de 1 a 19 años, los adultos mayores, los asintomáticos y el municipio Palma Soriano (Fig. 3B), mientras que con la transmisión extradomiciliaria se asociaron: el sexo masculino, los sintomáticos, los adultos jóvenes de 20 a 59 años de edad y los municipios San Luis y Segundo Frente (Fig. 3C).
Discusión
La forma de contagio intradomiciliaria fue más frecuente entre los niños y los adolescentes, probablemente por la suspensión de las actividades escolares y al régimen de aislamiento social establecido por las autoridades. En este grupo de edades primó la forma asintomática. Lo antes expuesto coincide con varios estudios que afirman que en estas edades predomina el contagio de carácter intradomiciliario con un cuadro clínico más leve o la forma asintomática, a diferencia de los adultos.10,11
El estudio de Llaque-Quiroz,12 en Perú, reportó que el 81,8 % de los niños analizados tuvo contacto con un caso confirmado y en su mayoría este fue intradomiciliario. Dicho autor justifica este hallazgo con la hipótesis de que, al suspenderse la educación presencial, los niños permanecen en el ambiente familiar.
En la población en edad laboral predominó la transmisión extradomiciliaria, esto pudiera deberse a que, para desarrollar sus labores, los trabajadores se mueven fuera del hogar, por lo que tienen una mayor probabilidad de entrar en contacto con otras personas que pudieran estar infectadas. El estudio de Lage13 en un área de salud del municipio habanero Plaza de La Revolución encontró que el 75 % de los diagnosticados con COVID-19 eran trabajadores, cuya fuente de contagio se identificó siempre fuera del hogar.
El hecho de que casi todos los casos de Contramaestre hayan sido sintomáticos pudiera atribuirse a la búsqueda poco oportuna de contactos, lo cual no fue confirmado en este estudio. En este municipio se detectaron más casos asintomáticos, probablemente porque aun cuando estos casos posean una carga viral menor, transmiten el virus con mayor frecuencia. Como planteó Galindo,14 por un lado, son más difíciles de detectar y, en consecuencia, esparcen la infección durante más tiempo que los casos sintomáticos y, por otro, al no percibirse enfermos, no reducen su movilidad y rutinas cotidianas (intradomiciliaria, comunitaria, laboral) lo que incrementa el riesgo de propagar la infección en cualquier espacio público.
Es por ello que Rodríguez-Labrada y otros15 consideran que las transmisiones asintomáticas y presintomáticas representan la principal fuente de propagación de la pandemia. Estos planteamientos pudieran explicar lo encontrado en el análisis implicativo de este estudio con respecto a la asociación de la transmisión intradomiciliaria con la forma asintomática. Aunque otras causas a considerar serían que no se pusieron en práctica las medidas sanitarias dentro del hogar, o que el mayor número de miembros de las familias permaneció dentro del hogar, lo cual no se corroboró en este estudio.
El hecho de que casi todos los adultos mayores confirmados procedieran del municipio Santiago de Cuba pudiera corresponderse con el hecho de ser este municipio el de mayor población e índice de envejecimiento. No obstante, otro estudio en la misma provincia corroboró la no existencia de alguna relación entre el grado de envejecimiento y el número de casos de COVID-19 en los municipios.16
La diferencia en torno a cada brote epidémico pudiera estar en relación con varios aspectos. Por un lado, la circulación de determinadas variantes del virus, por su natural tendencia a cambiantes mutaciones en el tiempo, por ejemplo, el comienzo del tercer brote se corresponde con la circulación previa en la provincia, por más de un mes, de las variantes conocidas como Reino Unido seguida por la Sudafricana ((). Por otro lado, las medidas gubernamentales restrictivas implantadas en cada momento, por ejemplo, el segundo brote (predominantemente intradomiciliario) se caracterizó por un aumento brusco en los casos tras un período de transmisión nula que conllevó a la imposición de medidas como la suspensión del transporte, la prohibición de circular por las calles a partir de determinado horario, la promoción del teletrabajo, entre otras, que determinaron la permanencia de más personas en el hogar.
Vivar-Mendoza17 describe cómo en Perú el retiro por la cuarentena modificó el comportamiento de la población, en parte por el hastío del encierro y una falsa sensación de seguridad. La movilización urbana de la población aumentó, como consecuencia de ello aumentó la transmisión intradomiciliaria y, a su vez, el internamiento de familias completas al mismo tiempo en los grandes hospitales de Lima.
Se concluye que del patrón de relaciones obtenidas se verifica que las formas de contagio intra y extradomiciliaria se modulan de acuerdo con la conducta de las personas y el aislamiento propio de cada grupo de edades. Se reveló un comportamiento típico de este tipo de epidemia, en el cual, con independencia de que en cada brote epidémico predominó una forma u otra de contagio, la forma extradomiciliaria fue común en las edades intermedias de la vida, como expresión de la conducta mediada por su responsabilidad económica en el hogar. Por el contrario, las edades extremas, que, atendiendo a las medidas de aislamiento, permanecieron en casa fueron más propensas a la forma de contagio intradomiciliaria.