Introducción
El Plan Decenal de Salud Pública de Colombia 2012-2021(PDSP) se enmarca en el derecho fundamental a la salud establecido en la Constitución Política de 1991, en la Corte Constitucional y en la Ley 1450 de 2011.1,2,3,4) Su formulación se realiza de acuerdo con el mandato establecido en los artículos 4, 6 y 7 de la Ley 1438 de 2011, el Decreto 4107 de 2011 y la Resolución 4110 de 2012,5,6,7) y fue reglamentado en 2012 y 2013. El PDSP asume un abordaje con múltiples enfoques: la salud como un derecho, el enfoque diferencial, el enfoque poblacional y el modelo conceptual de los Determinantes Sociales de la Salud. Los objetivos comprometidos por el PDSP fueron: 1) avanzar hacia la garantía del goce efectivo del derecho a la salud; 2) mejorar las condiciones de vida que modifican la situación de salud y disminuyen la carga de enfermedad existente y 3) mantener cero tolerancia frente a la mortalidad, la morbilidad y la discapacidad evitable.
El logro de los objetivos se planteó a través de la definición de dimensiones prioritarias y transversales. Las primeras remiten a los problemas centrales que aquejan a la sociedad de acuerdo al análisis de la situación de salud (ASIS): Salud ambiental, vida saludable y condiciones no transmisibles, convivencia social y salud mental, seguridad alimentaria y nutricional, sexualidad y derechos sexuales y reproductivos, vida saludable y enfermedades transmisibles, salud pública en emergencias y desastres, salud y ámbito laboral.
Las segundas, a aquellos problemas que deben estar presentes de manera permanente en todos los momentos del plan, a saber, gestión diferencial de poblaciones vulnerables y fortalecimiento de la autoridad sanitaria para la gestión de la salud. El PDSP se despliega mediante estrategias y acciones para cada una de las dimensiones prioritarias. Su instauración se da desde el año 2013 con acompañamiento, asesoría técnica y capacitación al talento humano en los territorios; procesos de planeación (actualización del ASIS, movilización social, coordinación transectorial, formulación cuatrianual del Plan Territorial de Salud y del Plan Operativo Anual, así como el monitoreo y evaluación de estos).8) En el año 2020, se procede a la evaluación del Plan con base en el comportamiento de las dimensiones prioritarias y transversales en términos de las metas propuestas, y un primer informe técnico da cuenta de los indicadores de gestión y de resultados.9 Para el reconocimiento de las fuentes de información se tomó como referente lo consolidado en el informe del período 2012-2018,10 cuyos indicadores fueron obtenidos de las estadísticas vitales, sistema nacional de vigilancia en salud pública (SIVIGILA), programa ampliado de inmunizaciones, cuentas de alto costo e International Agency for Research of Cancer. La situación nutricional fue obtenida de la información de la Encuesta nacional de Situación Nutricional en Colombia 2010-2015. Otras encuestas también fueron incluidas para consumo de psicoactivos y otros. La población corresponde a los datos del censo 2005.
Con base en las comparaciones entre los valores de las líneas de base y su comportamiento en los años 2018-2019 se analizaron el logro de los objetivos del PDSP 2012-2021 y las relaciones entre los resultados alcanzados con las perspectivas que fundamentaron su formulación y con la salud colectiva. Dado que estas comparaciones son la base del análisis crítico realizado, seguidamente se presenta la información de los indicadores según las dimensiones prioritarias y transversales del plan.
Dimensiones prioritarias
La tabla 1 muestra el comportamiento de las condiciones ambientales.
Indicador | Año línea base | Valor 2018-2019 |
---|---|---|
Necesidades básicas insatisfechas | 2005 28 % | 14 % |
Cobertura de acueducto | 2012 87,4 % | 92,3 % |
Cobertura de alcantarillado (urbano-rural) | 2012 75,3 % | 89 % |
Tasa incidencia de Dengue | 2012 221 por cada 100 000 habitantes | 475,4 por cada 100 000 habitantes |
Tasa incidencia Leptospirosis | 2012 2,2 por cada 100 000 habitantes | 1,1 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de incidencia de Chagas | 2012 1,7 por cada 100 000 habitantes | 0,8 por cada 100 000 habitantes |
Fuente: Informe de avance de metas Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021-Informe técnico 2012-2019.
En las primeras dimensiones hubo avance positivo en el cubrimiento de estas y en las de agua, acueducto y saneamiento básico, se observa incremento en la satisfacción de cada una de ellas. Sin embargo, en Colombia persiste la brecha de coberturas de alcantarillado en zonas rurales respecto a las zonas urbanas. En cuanto a la mortalidad, se destaca el incremento en la tasa de incidencia de Dengue.
Vida saludable y condiciones no transmisibles
En el plan, se colocan en la agenda sobre vida saludable y condiciones no transmisibles: Prevalencia de consumo de tabaco en población adulta (mayor de 18 años), Edad de inicio de consumo de tabaco, Prevalencia de actividad física a la semana en población de 18 a 64 años, Consumo de frutas y verduras en población de 5 a 64 años, Consumo nocivo de alcohol en persona de 12 a 65 años, Edad de inicio de consumo de alcohol en adolescentes.
De todos los factores mencionados, el ejercicio físico, consumo de verduras y frutas fueron inferiores al 50 %. Se observa reducción del tabaquismo; su éxito se basa en el trabajo intersectorial y el marco normativo generado por la Ley 1335 de 2009 y la Ley 1819 de 2016.
La tabla 2 muestra los resultados de los eventos en Salud priorizados en el PDSP.
Indicador | Año línea de base/% o tasa | Valor 2018-2019/ % o tasa |
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Reducir hipertensión arterial en mayores de 25 años | 2012 5,4 % | 8,4 % |
Mantener el 85 % de las personas con Enfermedad Renal en estadio 1 y 2 a pesar de tener hipertensión arterial o diabetes. | 2016 47,6 % | 37,9 %. Se interpreta como avance a estadios 3, 4 y5 |
Mortalidad por diabetes |
2012 15,4 por cada 100 000 habitantes | 16,2 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por cáncer de mama en la población entre 30 y 70 años | 2012 10,6 por cada 100 000 habitantes | 13,6 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino en la población entre 30 y 70 años | 2012 6,4 por cada 100 000 habitantes | 6,8 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por cáncer de próstata en la población entre 30 y 70 años | 2012 10,5 por cada 100 000 habitantes | 12,9 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por cáncer de estómago | 2012 12,8 por cada 100 000 | 13 por cada 100 000 habitantes |
Mortalidad prematura por ENT en población de 30 a 70 años | 2012 219,04 por cada 100 000 habitantes | 234,76 por cada 100 000 habitantes |
Fuente: Informe de avance de metas Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021-Informe técnico 2012-2019.
Se observan aumento de la hipertensión, incremento en la severidad de la ERC, incremento en la mortalidad por diabetes en los dos últimos años y carencia de soporte técnico para las intervenciones para diagnóstico temprano de las ENT, disminución del colesterol y adherencia a los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.
Se observa incremento en la mortalidad prematura (entre 30 a 70 años) por enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) desde 2012 a expensas en su orden de las neoplasias, las enfermedades del sistema circulatorio y la diabetes.
Convivencia social y salud mental
En esta dimensión se identificaron los indicadores que se presentan en la tabla 3.
Indicador | Año/ valor línea de base/% o tasa | Valor 2018-2019/% o tasa |
---|---|---|
Tasa de mortalidad por suicidio y lesiones autoinfligidas | 2012 4,57 por cada 100 000 habitantes | 5,76 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de Avisas perdidos por trastornos mentales y del comportamiento en población general de 15 a 65 años | 2012 5,85 por cada 100 000 habitantes | 20,31 por cada 100 000 habitantes |
Prevalencia de consumo de marihuana en la población escolar entre 12 y 18 años | 2012 2,3 % | 5,27 % |
Tasa de mortalidad por agresiones (homicidios) | 2011 36,23 por cada 100 000 habitantes | 2016 6,1 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de violencia contra la mujer | 2012 171,12 por cada 100 000 habitantes | 291,47 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de violencia intrafamiliar | 2012 180,11 por cada 100 000 habitantes | 155,98 por cada 100 000 habitantes. Se refiere a niñas, niños y adolescentes (NNA) |
Frecuencia de uso de servicios de salud mental según trastorno | Sin soporte técnico | Sin soporte técnico |
Fuente: Informe de avance de metas Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021-Informe técnico 2012-2019.
Sobre el desarrollo de resiliencia, percepción de apoyo social y respuesta transectorial de atención a víctimas del conflicto armado, incluidas en esta dimensión, no se hallaron indicadores con reporte técnico. Se identifica aumento en las tasas de lesiones autoinfligidas, de años de vida ajustados por discapacidad (AVISAS) debida a trastornos mentales y por trastornos mentales atribuibles al alcohol, que carecen de indicadores con reporte técnico.
Se observa disminución de la violencia intrafamiliar, y la tasa de agresiones; la violencia contra la mujer va en aumento.
El uso de servicios de salud en salud mental carece como en otros casos de reporte técnico.
Seguridad Alimentaria y Nutricional
Las variaciones en los indicadores que dan cuenta de la seguridad alimentaria y nutricional se observan en la tabla 4.
Indicador | Año línea de base de indicador | Valor indicador 2018-2019 |
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Duración media de la lactancia materna exclusiva en menores | 2010 1,8 meses | 2015 1 mes |
Tasa de mortalidad evitable por desnutrición | 2012 3,7 | 3,6 |
Proporción de bajo peso al nacer | 2012 9 % | 9,2 % |
Prevalencia de desnutrición global en niños menores de cinco años | 2010 3,4 % | 3,1 % |
Prevalencia de desnutrición crónica | 2010 13,2 % | 2015 10,8 % |
Prevalencia de sobrepeso y obesidad en hombres y mujeres | Hombre 2010 39,8 % Mujeres 2010 62 % | Hombres 2015 39,3 % Mujeres 2015 59,6 % |
Prevalencia exceso de peso en población de 18 a 64 años | 2010 Sobrepeso 34,6 % Obesidad 16,5 % Exceso de peso 51,2 % | 2015 Sobrepeso 37,8 % Obesidad 18,7 % Exceso de peso 56,58 % |
Prevalencia de anemia en niños menores de cinco años | 2010 27,5 % | 2015 24,7 % |
Prevalencia de anemia nutricional en escolares entre los 5 y 12 años | 2010 8,1 % | Se evidencia que los menores de 5 años tienen una prevalencia de 15,5 %, que es aproximadamente 3 veces mayor que los de 10, 11 y 12 años, que es de 5,2 %, 4,5 % y 4,9 %, respectivamente. |
Prevalencia de anemia en mujeres de 13 a 49 años en áreas urbanas y rurales | 2010 7,6 % | 2015 15,5 % |
Notificación a Sivigila con agente etiológico identificado de /brotes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) | 2015 858 brotes | 2018 991 brotes 2019 967 brotes |
Fuente: Informe de avance de metas Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021-Informe técnico 2012-2019.
Puede observarse que la lactancia materna a menores de 6 meses ha disminuido en 0,8 meses entre 2005 y 2016.
La mayor parte de los indicadores muestra una leve disminución en el período analizado incluyendo la mortalidad evitable por desnutrición entre 2005 y 2017. No disminuye la desnutrición global en menores de cinco años. La anemia en mujeres entre 13 y 49 años no embarazadas se duplica (7,9); al igual que la anemia en escolares (niños de cinco años). Se observa incremento en el exceso de peso de la población entre 18 y 64 años).
El último indicador de la dimensión seguridad alimentaria y nutricional se refiere al reporte de infecciones causadas por alimentos (ETA) contaminados en donde los brotes por esta causa se han incrementado.
Sexualidad, derechos sexuales y reproductivos
El énfasis en esta dimensión es en la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años, que disminuye de 70 a 55,9 %. Se reporta un incremento de 3,9 puntos porcentuales en el uso de anticonceptivos (sin registro referido a uso del condón). Se mantiene el ingreso de gestantes a control prenatal antes de las 12 semanas de embarazo. Se reportan indicadores positivos acerca de la prevención de la transmisión de VIH, la incidencia de sífilis congénita y el tamizaje para hepatitis B. y se muestra reducción de la mortalidad materna evitable. En esta la Razón de Mortalidad Materna (RMM) disminuye 20,5 puntos entre 2012 y 2018.
Vida saludable y enfermedades transmisibles
La tabla 5 muestra los resultados del PDSP en la dimensión vida saludable y enfermedades transmisibles. Se consideran en esta dimensión la mortalidad por enfermedades infecciosas intestinales, tuberculosis (TBC), dengue, malaria, Chagas y letalidad por tosferina y leishmaniasis visceral.
Indicador | Año línea de base | Valor 2018-2019 |
---|---|---|
Tasa de mortalidad por enfermedades infecciosas intestinales | 2012 1,22/100000habitantes | 1,64/100000habitantes |
Tasa de mortalidad por Tuberculosis (TBC) | 2012 1,85 por cada 100 000 habitantes | 2,17 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de letalidad por tosferina | 2012 0,10 por cada 100 000 habitantes | 0,24 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de letalidad dengue grave | 2012 0,16 por cada 100 000 habitantes | 0,15 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por malaria | 2012 0,88 por cada 100 000 habitantes | 0,02 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de letalidad por Chagas | 2012 15,4 por cada 100 000 habitantes | 5,8 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de letalidad por Leishmaniasis visceral | 2012 0,94 por cada 100 000 habitantes | 3,6 por cada 100 000 habitantes |
Tasa de mortalidad por rabia (variante silvestre) | 2012 4,5 por cada 100 000 000 habitantes | 2,1 por cada 10 0000 000 habitantes |
Cobertura de vacunación | BCG, DPT, Triple viral | 94 % |
Fuente: Informe de avance de metas Plan Decenal de Salud Pública 2012-2021-Informe técnico 2012-2019.
Los indicadores seleccionados muestran disminución de los eventos, excepto para la Leishmaniasis visceral cuya letalidad va en aumento. La cobertura de vacunación con BCG, DPT, Triple viral estuvo alrededor del 94 %.
Salud y ámbito laboral
Se incrementa la proporción de personas ocupadas registradas en el Sistema General de Riesgos Laborales y disminución de las enfermedades laborales. De conformidad con la Ley 1562 de 2012, se ha logrado ampliar la cobertura desde el año 2010 al año 2019 en un 11,33 %. Se logró que 34 de los 38 entes territoriales de salud realizaran acciones de difusión de la normatividad del SGRL, lo que conlleva a una participación del 89,47 % de estos.
Dimensiones transversales
La gestión diferencial de poblaciones vulnerables carece de reporte técnico.
Se reporta disminución de la mortalidad neonatal e infantil. A pesar del importante descenso que se ha logrado en la mortalidad en menores de cinco años; las tasas muestran, de manera sistemática, las brechas territoriales y poblacionales, la mortalidad infantil indígena es más alta con respecto al resto de su población; además, se constata una situación de heterogeneidad en la mortalidad, según área de residencia, es mayor la tasa en áreas rurales dispersas.
Conclusiones del Informe de avance del PDSP 2012-2021
Al analizar el comportamiento por dimensiones, se encuentra que las que tienen mayor proporción de avance de metas (entre 50 a 75 %) son las dimensiones de salud pública y ámbito laboral, seguridad alimentaria y nutricional y salud ambiental. A su vez, la que reporta un mayor número de metas con avance crítico (0 a 25 %) es la dimensión de vida saludable y enfermedades transmisibles. Las dimensiones con mayor proporción de metas sin información y/o sin medición son las dimensiones de salud pública en emergencias y desastres y gestión diferencial de poblaciones vulnerables.
Discusión
En Colombia, tanto el derecho fundamental a la salud como el modelo de determinantes de la salud se han asumido como orientadores de los sucesivos planes de salud que se implementaron a la luz del Sistema General de Seguridad Social establecido por la Ley 100 de 1993. En el momento actual, los resultados del PDSP 2012-2021 revelan que a pesar de los fundamentos que sustentan el objetivo 1: a) avanzar hacia la garantía del goce efectivo del derecho a la salud no fue alcanzado. El informe de evaluación no revela planes, proyectos o resultados que den cuenta ni del proceso ni de los cambios en lo referente a la creación de las condiciones de vida necesarias para que el goce efectivo del derecho a la salud fuera alcanzado. El avance esperado está formulado en el objetivo 2: b) mejorar las condiciones de vida que modifican la situación de salud y disminuyen la carga de enfermedad existente. Tales condiciones no son otra cosa que los determinantes del proceso salud-enfermedad asumidos en la formulación del plan que no se materializaron en el proceso de ejecución del PDSP.
Queda en evidencia que los determinantes sociales de la salud permanecen reducidos al ámbito de las explicaciones y las acciones requeridas, y mantienen un modelo cuyos referentes son la biologización, la medicalización y el negocio de la salud ante un creciente deterioro en las condiciones de la salud inmersas al interior de las formas de vida de los colectivos humanos, que en ningún momento fueron abordados. El supuesto reconocimiento de los determinantes sociales y en ellos los determinantes estructurales, siguen la misma lógica empírico-funcional dominante que mantiene la organización de sistemas de salud basados en el aseguramiento, con planteamientos que revelan contradicciones entre la lógica mercantil y el discurso de la salud como derecho.11
Y es que las situaciones de salud y las condiciones de vida deben ser consideradas como una totalidad de problemas que se presentan durante los procesos de reproducción de los individuos y de las poblaciones humanas en interacción directa y permanente con el medio que las contiene y que habilita el desarrollo en todas sus dimensiones. Para Marx,12 los procesos de reproducción biológica, cultural, socioeconómica y política que van configurando la reproducción social corresponden a una determinada fase del desarrollo de las fuerzas productivas materiales. Tales fuerzas y relaciones productivas no parecen ser objeto de análisis en el PDSP, puesto que el modelo de determinantes sociales no revela la profundidad de la determinación social del proceso salud-enfermedad-atención. La atención a la salud pública se encuadra en función de categorías bastante rígidas (dimensiones) y simplificadas que suelen yuxtaponerse sin lograr integrarse. En el PDSP, el abordaje de las condiciones de vida se mantuvo solo en variables ambientales, en tanto determinantes, que afectan la calidad de vida, pero que no revelan el impacto de los procesos de reproducción social en su génesis y al margen de sus posibilidades de ser transformadas realmente; la hegemonía de los factores de riesgo ambientales se mantiene en detrimento de la comprensión de la determinación social que es reivindicada desde la salud colectiva.
La determinación, de manera diferente, sostiene una perspectiva conflictual de la sociedad que implica una relación dialéctica entre lo biológico y lo social, en una estructura jerárquica donde lo biológico queda subsumido en lo social, mediante procesos de producción y reproducción social. Al explicitar las relaciones de poder y las formas de acumulación de capital que conllevan los patrones de trabajo y de consumo, las falencias de los soportes sociales y las formas de cultura que conducen a formas malsanas de vivir y llevan a los individuos a padecer la enfermedad de forma diferencial, según clase social, género o etnia.13) Por ello, la transformación de la calidad de vida implica una construcción contrahegemónica frente al poder económico, ideológico y político de las clases dominantes;14) su estudio y análisis implica identificar las desigualdades/inequidades en las relaciones de producción y de reproducción social y en el ejercicio de poder social en los ámbitos local, regional y global
La insuficiencia de los postulados del derecho a la salud y de los determinantes sociales planteados en el PDSP son evidencia también de como los principales principios acordados en las conferencias internacionales más importantes en los últimos 30 años, como “salud para todas las personas” (constitución de la OMS), “salud con todas las personas” (Alma-Ata) y “salud en todas las políticas” (Ottawa) no se reflejan en muchas de las iniciativas en salud reivindicando lo global, al tiempo que solo tienen en cuenta algunos grupos de población o enfermedades, o centradas en intervenciones médicas y desligadas de los cambios estructurales de las políticas socioeconómicas, como se señala en “comprendiendo el derecho a la salud”. Peor aún, destaca Vega,15) que aunque la Comisión de Determinantes Sociales recomienda: “luchar contra la desigual distribución del poder, el dinero y los recursos; disponer de suficientes fondos públicos que se financien con impuestos progresivos y se asignen en forma equitativa sobre los determinantes sociales de la salud; regular la acción del mercado evitando la comercialización de “bienes sociales esenciales” como el agua, la educación y la atención médica, fortaleciendo el sector público en la prestación de los servicios, estableciendo una reglamentación nacional e internacional sobre la circulación de productos peligrosos para la salud que generan inequidades en salud, y mejorando la regulación pública de las condiciones de empleo y trabajo y los efectos negativos de la globalización; promover la equidad de género, democratizar los procesos de toma de decisiones y establecer un proceso global de gobernanza a través de un sistema multilateral entre países ricos y pobres”; sus lineamientos, desarrollados en el marco de la epidemiologia social europea, no apuntan a desentrañar los procesos sociales que determinan las desigualdades sociales que explican las inequidades en salud y a trazar directrices de acción consecuentes para superarlas.
Como ha señalado Breihl,13 el derecho a la salud requiere un abordaje de la relación entre la reproducción social, los modos de vivir y de enfermar y morir; por ello el paradigma de la determinación social es una herramienta para el avance de la justiciabilidad y exigibilidad de derechos sistemáticamente ignorados.
Sobre los resultados del tercer objetivo del PDSP: mantener cero tolerancias frente a la mortalidad, la morbilidad y la discapacidad evitable, los resultados preliminares no revelan evidencia de cambios en las situaciones de salud iniciales que puedan ser resaltadas positivamente. La aplicación del modelo de atención a la salud evidenciado en los resultados del PDSP a través de los cambios en la morbilidad de las enfermedades transmitidas por vectores y las enfermedades no transmisibles muestran que, al no abordar su control mediante el abordaje de los determinantes sociales (y menos aún de la determinación social), el modelo mantuvo la enfermología pública,16 manteniendo los supuestos que subyacen a los indicadores morbilidad y mortalidad. Bien reconocido hoy que a la aplicación de este modelo subyacen los modelos de salud pública desarrollista, cuyos postulados de la relación entre crecimiento económico y salud no se cumplieron. Ello obedece además a que, en las últimas décadas, en América Latina se han impuesto las concepciones en torno a la salud, incluidas en las propuestas de las Agencias Internacionales y Organismos Multilaterales17) que anteponen el desarrollo económico al desarrollo social y humano. Dicha jerarquía además es impuesta por los lineamientos de la OMS,PNUD, OIT y demás organizaciones con sus declaraciones e intereses que hacen de las políticas “variables independientes de la vida social, económica y política del país que pretenden responder a derechos o necesidades”18) de la población.
Estos indicadores vistos aisladamente refuerzan de un lado la perspectiva de ver superficialmente las problemáticas que inciden de manera negativa en el desarrollo armónico de los miembros de la sociedad y de otro la incapacidad de los gobiernos de contrarrestar las perspectivas hegemónicas impuestas con el auge y triunfos del neoliberalismo.19
Racionalidad de la evaluación y formulación
Los resultados del Plan Decenal de Salud Pública (2012-2021) revelan una reducida capacidad del Estado para considerar y atender las causas que subyacen a las condiciones en las que transcurre la vida y salud de los pueblos y cuya atención es la base para el acceso al disfrute del derecho a la salud y para la disminución/erradicación de los procesos mórbidos resultantes de tales condiciones. La incapacidad del estado obedece al menos a tres perspectivas que han dominado el panorama de la salud a lo largo de los años: el desconocimiento de los fundamentos de la teoría crítica latinoamericana y la medicina social latinoamericana y la salud colectiva, el sometimiento a los postulados neoliberales y las racionalidades que subyacen a los procesos de formulación/evaluación de los planes de salud.
La evaluación realizada al PDSP se corresponde con un enfoque empírico-analítico cuantitativo, en el que el seguimiento al comportamiento de los indicadores le permite al tomador de decisiones establecer si hubo cambios en términos de incremento o disminución de los eventos priorizados, sin que pueda atribuir dichos cambios a la influencia del PDSP 2012-2021. Y ello, porque si bien el plan cuenta con los instrumentos de poder que lo sustentan, como normatividad e institucionalización a través de lineamientos homogenizadores que deben ser adoptados en todos los rincones del país, no se puede “explicar la relación entre el sistema social, los modos de vivir y la salud; ni conocer la distribución de la exposición humana a procesos nocivos, ni la vulnerabilidad diferencial de los colectivos situados en inserciones sociales distintas”, como lo ha expresado Breihl.16 A pesar de que el plan identifica a los grupos vulnerables en las dimensiones transversales del PDSP, so pretexto de un enfoque diferencial, no se identificaron reportes acerca de los logros en estas dimensiones. Las dimensiones del PDSP no hacen explícitas las condiciones de producción-reproducción social ni los componentes que permitan comprender el metabolismo sociedad-naturaleza y su impacto en la sociedad, evidenciado en la situación crítica de los indicadores tanto de las enfermedades transmisibles como de las no transmisibles.
El enfoque dominante ha promovido, fundamentalmente, el desconocimiento de que la salud es un hecho social y que como tal debe ser objeto de conocimiento y formación. Epistemológicamente, se pone en evidencia la insuficiencia de la ciencia positiva para modelar realidades como lo han hecho varias las ciencias desde el reduccionismo de los enfoques empírico analíticos al intentar dar cuenta de los fenómenos de la vida humana.
Conclusiones
La fundamentación y operacionalización del PDSP 2012-2021 revela el foco en los determinantes sociales Vs. la determinación social; la enfermología pública Vs. la salud colectiva; una racionalidad instrumental Vs. una racionalidad dialéctica que no se comparecen con lo declarado en el plan respecto a los objetivos propuestos.