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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.9 n.1 Ciudad de La Habana ene.-abr. 2001

 

SECCIÓN HISTÓRICA

Apuntes para la historia del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas de la República de Cuba

Lic. José Antonio López Espinosa y Lic. Jorge Noel Marqués García2

RESUMEN

El V Congreso Regional en Ciencias de la Salud, la III Reunión de Coordinación de la Biblioteca Virtual de Salud y la VIII Reunión del Sistema Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, que tendrán lugar en La Habana del 23 al 27 de abril del 2001, constituyen un marco propicio para dar a conocer, en apretada síntesis, la labor del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas de la República de Cuba en sus primeros 35 años; y para consignar el merecido reconocimiento a varias generaciones de trabajadores que han hecho posible la consecución de sus logros. Estos apuntes históricos se han preparado precisamente a partir de los testimonios de algunos protagonistas de estas conquistas, así como de la bibliografía relevante sobre el tema. Con el presente ensayo se aspira además a que la actual generación de profesionales, técnicos y demás trabajadores de la información en salud, se inspiren en el ejemplo de los que le antecedieron al cumplir la tarea que hoy día les corresponde, de hacer más visible el bien ganado prestigio de este bastión del Sistema Nacional de Salud.

Descriptores: INFORMACION EN SALUD; CENTROS DE INFORMACION/historia; CUBA.

Con mucha frecuencia se lee o escucha acerca de los significativos resultados de la salud pública cubana en los últimos 41 años, lo cual constituye un justo motivo de orgullo para quienes están íntimamente ligados con ellos. El hecho de que Cuba ocupe el primer lugar en el mundo en la proporción de médicos por habitantes, que se expresa en la práctica con indicadores de salud comparables y, en algunos casos superiores a los de naciones altamente desarrolladas es, desde luego, un ejemplo elocuente de las ventajas del socialismo.

En los indiscutibles éxitos alcanzados en los trasplantes de órganos, en la producción de medicamentos y vacunas, en la terapia contra el cáncer y en las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, por sólo citar algunos, tienen un distinguido protagonismo los trabajadores del sector de la salud como elementos clave en los notables niveles de salud de que actualmente disfruta la población cubana.

Hoy día la Mayor de las Antillas cuenta con más de 280 hospitales, de 440 policlínicos, de 190 hogares de ancianos, con cerca de 170 clínicas estomatológicas y con más de 20 000 consultorios de médicos de la familia, que cubren alrededor del 99 % de la población.

Para formar los recursos humanos, Cuba dispone de cuatro institutos superiores de ciencias médicas, 21 facultades de medicina y cuatro de estomatología, así como de 52 institutos y politécnicos de la salud. Por otra parte, existen en la isla 12 institutos de investigación y varios polos científicos. Asimismo, casi 30 000 galenos cubanos han prestado o están prestando servicios internacionalistas por todo el mundo, particularmente en lugares donde nunca antes había hecho acto de presencia un médico.

Existe u n Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas (SNICM), capaz de asumir la responsabilidad de garantizar el funcionamiento de una estructura informacional, que responde a los requerimientos para desarrollar las tareas asistenciales, científicas y docentes por parte de los profesionales del Sistema Nacional de Salud y que contribuye, sin lugar a dudas, a la consecución de estos logros.

El órgano rector del SNICM

Cuando por la Resolución No. 38 del Ministerio de Salud Pública, del 6 de junio de 1977, se fijaron por primera vez la estructura, la plantilla y las funciones del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM), hacía 12 años que se habían dado los primeros pasos para crear una institución que asumiera la función principal en el desarrollo de un sistema de cobertura nacional. Quiere esto decir que, con independencia de la puesta en vigor del documento legal antes citado, existía ya desde abril de 1965 lo que pocos años más tarde se convertiría en el órgano rector del SNICM, cuyo aniversario 35 se celebra en esta ocasión.

Antecedentes

Desde los primeros años posteriores al triunfo de la Revolución, la dirección del país estaba consciente de la importancia de organizar la información en materia de salud pública. En aquel entonces se importaban revistas médicas de diferentes naciones y se producían en la isla publicaciones de este tipo en las especialidades de pediatría, medicina, cirugía y de historia de la medicina, fundamentalmente. La biblioteca de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana y la hemeroteca del Colegio Médico Nacional eran, en esa época, las principales sedes a donde se podía ir en busca de la información.

Por aquella época, el doctor Pedro L. Castro, radiólogo ya fallecido, se encontraba en Moscú en viaje de estudios y durante su estancia en esa ciudad tuvo la oportunidad de visitar su centro de información médica. A su regreso, narró sus experiencias en este sentido al entonces Ministro de Salud Pública, el doctor José R. Machado Ventura y al doctor Daniel Alonso, quien fungía como Viceministro de Docencia. También dio a conocer a ambos dirigentes la disposición de los colegas soviéticos de brindar asesoramiento para organizar una institución similar en Cuba. Con este objetivo viajó a la isla el profesor Surén Markárovich Bagdasarián, Director del Instituto de Investigación Científica y de Información Médica moscovita.

En una reunión con profesores de la Escuela de Medicina y con dirigentes del Ministerio de Salud Pública, el profesor Bagdasarián dio las orientaciones necesarias y ofreció su valiosa ayuda para la creación del CNICM, para cuya dirección fue propuesto, y luego ratificado, uno de los asistentes a la junta: el profesor Rafael O. Pedraza Rodríguez.

Los primeros objetivos que se establecieron para la organización del nuevo centro fueron:

  • Conformación de su estructura.
  • Traslado hacia su sede de una fotocopiadora del Hospital "Calixto García".
  • Adquisición de un mimiégrafo.
  • Fundación de una revista de resúmenes.
  • Nombramiento de un cuerpo de asesores médicos que se encargarían de seleccionar los artículos que se procesarían para la mencionada revista.
Después de una visita realizada a Moscú por el doctor Pedraza para adquirir experiencias, se crearon los frentes de investigaciones bibliográficas y de traducciones; se regularizó la salida de las revistas existentes; se crearon condiciones para la salida de dos nuevos títulos, a saber, la Revista Cubana de Medicina Tropical y la Revista Cubana de Farmacia; se adquirieron una máquina Offset y una Rumayor, se revitalizó el canje con publicaciones extranjeras, y se recibió dinero del Estado para suscripciones y compra de libros para la Escuela de Medicina.

Surgimiento y desarrollo del SNICM

PERÍODO 1966-1970

Con una estructura inicial compuesta por un director general, un subdirector administrativo, un departamento de investigaciones bibliográficas, uno de traducciones, otro de publicaciones y una imprenta, se inició la organización de una hemeroteca, con los títulos de revistas procedentes de la biblioteca de la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana y de la hemeroteca del Colegio Médico Nacional. Si bien en 1965, año de la fundación del CNICM, se habían atendido allí 225 usuarios, ya en 1966 se brindó el servicio de lectura en sala a 4 821 médicos y estudiantes; se inauguró el servicio de préstamo, que alcanzó la cifra de 2 605 documentos y se recibieron 101 órdenes de fotocopia para La Habana y para otras provincias. Ese mismo año surgió el semanario Información Corriente como parte del trabajo del Departamento de Publicaciones, cuyos objetivos esenciales eran divulgar las diferentes actividades realizadas por el centro y reflejar simultáneamente los hechos más destacados de la salud pública cubana. Este semanario, con un enfoque más periodístico que científico, fue la primera publicación primaria que coadyuvó a consolidar las distintas manifestaciones de la información destinada al personal de la salud, además de un medio idóneo para difundir positivas experiencias, principalmente en los terrenos asistencial, investigativo y docente.

La dirección del CNICM orientó la organización de las bibliotecas de los hospitales de toda la isla. Las primeras fueron las de los hospitales "Calixto García", "Freyre de Andrade", Nacional "Enrique Cabrera" y el Provincial de Santiago de Cuba.

En 1967 se comenzaron a realizar investigaciones bibliográficas y se organizó el catálogo colectivo con las revistas de las bibliotecas antes mencionadas.

A partir de 1968 en el que asumió la dirección de la institución el doctor Joaquín Torres, se comenzaron a generar otras fuentes de información en forma de series bajo los títulos de Orientaciones Terapéuticas, Información Temática, Información Directa e Información de Ciencias Médicas, presentadas en forma de folletos con artículos traducidos y reproducidos de revistas extranjeras de diferentes especialidades.

En 1969 se creó en la ciudad de Santa Clara el primer Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas (CPICM) y, al año siguiente, el de Pinar del Río. También, en 1970, la hemeroteca se convirtió en la Biblioteca Médica Nacional (BMN), pues a partir de ese año comenzaron a recibirse libros para engrosar sus fondos bibliográficos.

PERÍODO 1971-1975

Los frentes de traducciones, investigaciones bibliográficas y catálogo colectivo, que hasta 1970 funcionaban en el local de la BMN, pasaron a ser competencia directa del CNICM. En esta etapa, la institución asumió la edición de libros generados por autores cubanos y de las revistas cubanas en las especialidades de medicina tropical, higiene y epidemiología, estomatología, farmacia, obstetricia y ginecología y administración de salud, como parte de la política de desarrollo de la producción científica nacional en las ciencias médicas.

Bajo la dirección del doctor Isidro Fernández, quien asumió ese cargo oficialmente a partir de enero de 1972, se creó la Escuela de Técnicos en Bibliotecología Médica y se le dio el impulso inicial a la formación de especialistas de nivel superior en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. En esta etapa se implantó el sistema estadístico de servicios en la red de información nacional, que se incrementó con el surgimiento de los CPICM de Santiago de Cuba en 1971, de Holguín en 1972, de Matanzas en 1973 y de Camagüey en 1975.

Paralelamente, empezaron a editarse publicaciones secundarias como la Revista de Resúmenes, que publicaba las traducciones de resúmenes aparecidos en revistas extranjeras; además de las series Conferencias Clinicopatológicas, con conferencias también traducidas de publicaciones foráneas; Informes técnicos de laboratorio, con la reproducción en español de trabajos sobre el tema, originalmente presentados en publicaciones de otros países y de otros documentos monográficos elaborados en forma de folletos. La producción editorial, sólo en publicaciones secundarias, llegó a alcanzar en ese período cifras que oscilaron entre 80 y 100 títulos al año.

En 1975 se inició un programa con clases teórico-prácticas a los residentes de los institutos de investigación, concebido por especialistas del CNICM, quienes posteriormente crearon un proyecto apoyado en medios audiovisuales, ejecutado más tarde en cada provincia por los directores de los respectivos CPICM, en coordinación con los departamentos de medios audiovisuales de las direcciones de salud. Estos sucesos marcaron el despegue de las acciones ulteriores encaminadas a la formación y educación de usuarios por el personal del SNICM.

Otros logros correspondientes a esta etapa fueron la organización de los consejos de dirección en el CNICM; la profundización en la superación técnica y política de sus cuadros de dirección; el intercambio de experiencias de trabajo entre el Centro Nacional y los Centros Provinciales en el contexto de reuniones anuales; y el comienzo de la participación de representantes del órgano rector del SNICM en eventos internacionales.

PERÍODO 1976-1980

Cuando el 1ro. de diciembre de 1976 asumió oficialmente la dirección del CNICM el doctor Vicente Osorio Acosta, se encontró que desde hacía meses atrás su antecesor había concebido la idea de crear una editorial de la literatura médica producida en Cuba. Ello respondía a las demandas derivadas del desarrollo progresivo del Sistema Nacional de Salud, que traía consigo la creciente necesidad de los autores nacionales procedentes de los institutos de investigación, laboratorios técnico-farmacéuticos, institutos superiores de ciencias médicas, facultades de medicina y estomatología, centros de higiene y epidemiología, hospitales, policlínicos y otras unidades de salud del país de publicar los resultados de sus investigaciones.

Este fue un período de notable fortalecimiento del SNICM, pues al surgimiento de los CPICM de Ciudad de La Habana en 1978, de Ciego de Ávila y Granma en 1979, así como de Sancti Spíritus, Guantánamo y La Habana en 1980, se unió el desarrollo de las bibliotecas en todas las dependencias del MINSAP, con inclusión de la creación de los llamados libreros - pequeñas unidades de información integradas por publicaciones nacionales propias del universo de trabajo de la dependencia en cuestión. En esto desempeñó un papel importante el perfeccionamiento de las tareas de selección y adquisición de la literatura biomédica procedente de otros países, que permitió además incrementar los servicios de información y, con ello, consolidar la labor del SNICM.

En 1978 se comenzaron a producir en el CNICM dos publicaciones destinadas a garantizar el perfeccionamiento de los recursos humanos vinculados a la actividad bibliotecoinformativa dentro del SNICM. Ambas salían en forma de folletos y, bajo los títulos de Actualidad en Información en Ciencias Médicas y Superación Técnica, presentaban breves monografías con criterios teóricos, o bien informes de investigaciones realizadas por el personal de la red.

Los temas que entonces se investigaban se concentraban fundamentalmente en el perfeccionamiento de las estrategias de selección y adquisición de publicaciones para el SNICM, en el análisis de los documentos de producción nacional, en el estudio de los fondos y su utilización, en el establecimiento de las necesidades de información de las diferentes categorías de usuarios y en el comportamiento de los servicios que se brindaban.

PERÍODO 1981-1985

Con el surgimiento de la Comisión Permanente del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), el CNICM, se incorporó al sistema internacional MEDINFORM, integrado por los países miembros de esta organización, lo cual permitió establecer colaboración con ellos en materia de canje de información científico-médica mediante publicaciones primarias, búsquedas bibliográficas retrospectivas, fotocopias de documentos e intercambio de especialistas. Por otra parte, se incrementó la participación y la cooperación con otros sistemas internacionales de información científico-técnica, patrocinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), como REPIDISCA, LILACS y LACRIP.

Con la inauguración en 1981 del CPICM de Cienfuegos y en 1984 del de Las Tunas, las 14 provincias del país estuvieron representadas en el SNICM. Todos ellos, así como las bibliotecas de las restantes unidades de salud en los diferentes niveles territoriales se iban nutriendo con el personal calificado que, cada vez en mayor proporción, se graduaba de la especialidad de Información Científico-Técnica y Bibliotecología y de la Escuela de Técnicos Medios en Bibliotecología Médica.

Asimismo, la puesta en circulación de la Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas en 1982; así como de la Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia; la Revista Cubana de Oncología; la Revista Cubana de Enfermería y la Revista Cubana de Medicina General Integral en 1985, además del incremento de la producción de libros de autores cubanos, hacía ver, con mayor realidad, la idea concebida años antes por el tercer director del CNICM acerca de la necesidad de crear una casa editorial dedicada exclusivamente a las ciencias médicas.

En esta etapa se crearon además servicios dirigidos a categorías de usuarios específicos, fundamentalmente a los dirigentes del Sistema Nacional de Salud, se le dio carácter oficial al librero como la unidad menor de información, se estableció el primer programa nacional de educación a usuarios, se instrumentó el Paquete Informativo como documento secundario con la compilación de referencias y de fotocopias de los documentos correspondientes, se comenzaron a impartir cursos sistemáticos de actualización para el personal técnico de la red, se confeccionó el primer libro de texto sobre Bibliotecología médica y se prepararon las condiciones para automatizar los servicios. Desde 1984, el CNICM es el Centro Coordinador Nacional de la República de Cuba, del Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud (BIREME).

PERÍODO 1986-1990

La creación en 1986 del Centro de Información de Ciencias Médicas en el Municipio Especial Isla de la Juventud, trajo consigo la consolidación definitiva del SNICM, lo cual significó la consecución de logros cada vez más ambiciosos. Entre ellos pudieran mencionarse la implantación y el perfeccionamiento de los servicios automatizados y su extensión a varias dependencias del SNICM con inclusión del CD ROM/MEDLINE para las búsquedas bibliográficas; la creación de nuevos servicios de excelencia como el de Información Señal, Información Factográfica y Diseminación Selectiva de Información destinados a los jefes de temas y problemas de investigación priorizados por el MINSAP y al primer nivel de dirección del Sistema Nacional de Salud, la introducción de la técnica del video científico como servicio de información, la aplicación de resultados de estudios informétricos en los planes de adquisición y la edición del primer libro de texto dirigido a la educación de usuarios.

A estos avances, varios de los cuales tuvieron lugar cuando el CNICM estaba bajo la dirección del doctor Jorge Aldereguía Henríquez, hay que agregar la realización de un viejo sueño, cuando en 1988 se fundó la Editorial Ciencias Médicas que asumió la producción de las 15 revistas médicas cubanas que entonces salían a la luz, además de la de otros títulos como la Revista Cubana de Alimentación y Nutrición, la Revista Cubana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Educación Médica Superior, la Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología y Acta Médica, aparecidas en 1987; la de RESUMED y la de la Revista Cubana de Oftalmología, surgidas en 1988; la de la Revista Cubana de Endocrinología, la Revista Cubana de Ortodoncia y la Revista Cubana de Medicina Militar, creadas en 1989; así como la de los libros de autores cubanos y extranjeros y la de los programas de desarrollo de las especialidades médicas, entre otros documentos.

En ese período se comenzaron a gestar otras tareas de desarrollo, como fueron la automatización de los CPICM, la edición de nuevos materiales destinados al subsistema del médico y la enfermera de la familia, el desarrollo de un subsistema de información para la superación de los cuadros del organismo, el aprovechamiento de la información generada en eventos y congresos celebrados en Cuba, la modernización y ampliación del Departamento Poligráfico del CNICM; así como la implantación definitiva del Manual de Procedimientos como documento de carácter metodológico para el control de todas las actividades del SNICM.

PERÍODO 1991-1995

En septiembre de 1989, el doctor Jeremías Hernández Ojito se hizo cargo de la dirección del CNICM, precisamente cuando el país comenzaba a sufrir los embates de una crítica situación económica. Como resultado de ello, el nuevo director encontró, entre otras dificultades, la ausencia total de recursos financieros para adquirir las fuentes de información. Hasta 1988, el centro invertía alrededor de un millón de dólares en suscripciones de revistas médicas para las principales bibliotecas médicas de todas las provincias y cerca de otros dos millones en las conocidas ediciones R. Así, la nueva dirección tuvo que hacer frente al desafío de satisfacer las necesidades de información cada vez más crecientes bajo esas complejas condiciones.

El primer paso que se dio al efecto fue tratar de desarrollar la información referencial con un proyecto apoyado por el Viceministerio de Docencia del MINSAP. Como parte de esa aspiración, se ubicó en cada CPICM una microcomputadora XT, a las que se adicionaron lectores externos de discos compactos, como parte de otro proyecto que contó con la colaboración de la OPS. También, se dotó a las principales instituciones de todas las provincias con las bases de datos MEDLINE y LILACS y se compraron algunas suscripciones del Current Contents, a fin de que los profesionales de la salud tuvieran al menos la posibilidad de estar al día respecto a lo que se publicaba en el mundo, obtener los resúmenes de los trabajos que aparecían en las bases de datos y, por gestión propia, adquirir copias de los originales de su interés, directamente de los autores.

Posteriormente se llegó a la convicción de que por los medios tradicionales era tan difícil como costoso dar una adecuada respuesta a las necesidades de información, cada vez más numerosas y exigentes de la gran población de usuarios potenciales de todas las especialidades médicas. Por ello, se comenzó a priorizar el trabajo con los soportes electrónicos y en 1992 se dio otro paso importante al comenzarse a desarrollar la Red Electrónica de Información en Salud (INFOMED). Primeramente se creó el nodo nacional en Ciudad de La Habana, y luego se fueron instaurando los nodos provinciales con un equipamiento muy primitivo.

Esta red se desarrolló bajo el principio de ser no sólo consumidora, sino también generadora de información con valor agregado. A partir de un proyecto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que brindó un financiamiento de algo más de 250 000 dolares, se pudo modernizar tanto el nodo nacional como los nodos provinciales, con lo que se consiguió desarrollar de manera más acelerada la información médica y sus disciplinas afines, registrada en soporte electrónico.

El hecho de contar con la Red INFOMED, en medio del "período especial", posibilitó luego el acceso por vía electrónica a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos y a diversas bases de datos importantes. Unido a ello, se recibieron donaciones de libros y revistas de personas e instituciones de varios países, que sirvieron para engrosar los fondos de las unidades fundamentales del SNICM.

En 1993 surgió la revista ACIMED, como órgano del SNICM. Esta publicación, única de su tipo en idioma español, se concibió para difundir la producción relacionada con la actividad científico-informativa vinculada a la medicina. Aun cuando en sus primeros años salió a la luz con un modesto formato, en sus escasas 40 páginas se vislumbraba el interés de sus fundadores de convertirla en instrumento unificador de la comunicación científica y de contribuir con su existencia al dinamismo permanente que reclaman los tiempos actuales de los profesionales dedicados a la labor biblioteco-informativa dentro del mundo de la salud y la enfermedad. Así, ACIMED se convirtió, después del semanario Información Corriente, que circuló durante los primeros años de funcionamiento del CNICM, en la segunda publicación primaria producida por los especialistas allí afiliados, aunque esta vez con un enfoque más científico que periodístico.

Durante ese período se realizó también un análisis de sistema y se diseñó un proyecto de automatización de la BMN; se creó el grupo de análisis de información; se introdujeron nuevas modalidades de documentos secundarios y se consolidó la producción de bases de datos; se impartieron entrenamientos y cursos de actualización y perfeccionamiento a los técnicos y profesionales del SNICM, como parte de su plan de desarrollo y se modernizó y amplió el equipamiento de composición electrónica de la Editorial Ciencias Médicas.

PERÍODO 1996-2000

Un grupo de talentosos jóvenes integrantes de INFOMED obtuvo la capacitación necesaria dentro y fuera del país, hasta llegar a convertirse en un núcleo importante en el desarrollo del sistema, cuestión que se apreció rápidamente en los países de la región latinoamericana. Ello se demostró cuando especialistas de BIREME visitaron a Cuba, quienes al comprobar este potencial, propiciaron varios proyectos de colaboración, entre ellos el de la biblioteca virtual de salud.

Este respeto se ha visto también reflejado en las solicitudes que se reciben desde 1997 de asesoría y entrenamiento, por parte de países como Ecuador, México, Venezuela y otros del área del Caribe, a lo que se agrega el interés de estas y otras naciones de implantar el modelo cubano.

Este salto cualitativo ha tenido su expresión en el hecho que de una simple red electrónica de información, INFOMED se convirtió en la red telemática de salud de Cuba, y que por la misma fluyan la información epidemiológica, estadística, económica y gerencial, además de propiciar el desarrollo de proyectos tan importantes como la biblioteca virtual de salud, la universidad virtual y la telemedicina.

Por otra parte, la dirección del CNICM trató de mantener todo lo logrado en años anteriores por otras áreas, a pesar de las limitaciones impuestas por el "período especial". Si bien en un momento hubo necesidad de reducir el número de páginas y la periodicidad de las revistas médicas, no es menos cierto que nunca se dejó de producir un solo título.

Hace poco más de año y medio, la dirección del MINSAP decidió revitalizar la literatura médica docente, objetivo compulsionado más recientemente con la inauguración de la Escuela Latinoamericana de Medicina. Así, por orientación del Viceministerio de Docencia, el CNICM asumió esa tarea y la Editorial Ciencias Médicas ha tenido a su cargo todo el proceso de edición de esa bibliografía. El hecho de haber asumido esta alta responsabilidad, unido a la cifra importante de otros títulos de libros que se han producido o están en proceso de producción, son una muestra fehaciente de la recuperación en este frente tan importante.

La BMN ha ganado mucho en organización, en equipamiento y en condiciones generales. A principios del quinquenio se instalaron en ella puntos de presencia con seis computadoras. Actualmente, el número de estos equipos asciende a 15. Los usuarios disponen ya de más posibilidades de búsqueda y recuperación de la información que requieren, experiencias que pueden extenderse a otras instituciones.

En relación con esta etapa, resulta indispensable abordar el área comercial. En un principio, esta actividad se concibió como un departamento que se encargaría de las ventas de publicaciones, en moneda nacional, de las revistas médicas producidas por la Editorial Ciencias Médicas y de otros materiales procedentes de instituciones similares radicadas fuera del CNICM.

Dentro de un proceso lógico de evolución, la gestión comercial referida a revistas y libros se extendió a los eventos científicos realizados en hospitales, facultades y policlínicos.

De igual modo, en las reuniones científicas de rango internacional con sede en Cuba, se han ejecutado ventas en moneda libremente convertible. Los aludidos eventos nacionales y foráneos han posibilitado también la promoción de obras y autores cubanos.

Definida como Vicedirección Comercial del CNICM desde 1999, uno de sus objetivos básicos ha sido promover la literatura médica cubana en certámenes de alta relevancia, como son los casos de la prestigiosa feria de Francfort en Alemania y, especialmente, la de Guadalajara en México, donde los profesionales de otras latitudes manifiestan un marcado interés por las publicaciones de producción nacional. En reuniones celebradas recientemente en el país, la Vicedirección Comercial ha participado con diversas muestras. Un ejemplo de ello es el Seminario de Atención Primaria de 1999, al cual se incorporaron libros de la serie PALTEX de la OPS, opciones de un significativo valor, que amplían las posibilidades de la información médica.

El proyecto vinculado con la apertura de una librería médica en 23 y J, en El Vedado, está dirigido a facilitar que las instituciones y profesionales adquieran la literatura médica procedente de editoras extranjeras y cubanas, lo que constituirá una fuente de financiamiento para la producción de libros y revistas y de otras actividades del CNICM. Tras su puesta en marcha, se podrán comprar allí en moneda libremente convertible, diferentes publicaciones procesadas en el ámbito nacional y en el exterior, lo cual servirá para dar respuesta permanente a los requerimientos de información de los profesionales de la salud.

Consideraciones generales

En el presente ensayo histórico se ha tratado de hacer un recorrido, en apretada síntesis, de la trayectoria del CNICM en sus primeros 35 años de fructífera labor.

En estos apuntes está también implícito el reconocimiento al esfuerzo de varias generaciones de trabajadores cubanos, que durante dicho lapso han puesto su capacidad intelectual y física al servicio de la actividad científico-informativa en provecho, en última instancia, de la conservación y restablecimiento de la salud y de la prolongación de la vida de sus semejantes, tanto dentro como fuera del país.

Los jóvenes que tienen hoy en sus manos la hermosa tarea de hacer más visible el ya ganado prestigio de la institución, deben verse reflejados en el ejemplo de los que le antecedieron, particularmente de aquellos cuyos nombres no pueden dejar de figurar en la historia de un pequeño establecimiento que nació en 1965, y que con el transcurrir del tiempo se ha convertido en un baluarte del Sistema Nacional de Salud.

Es por ello que en este escueto recuento, no puede faltar el testimonio de gratitud y respeto para quienes iniciaron la empresa de facilitar el acceso a la información a los profesionales de la salud, así como para los que durante siete lustros han sido sus continuadores.

La redacción de este trabajo se fundamentó en la consulta de los documentos que se relacionan en la bibliografía, así como en la información ofrecida por los compañeros, cuyos nombres aparecen a continuación, y a los que se patentiza por este medio el agradecimiento más sincero.

Las personas entrevistadas fueron las siguientes:

  • Dr. Rafael O. Pedraza Rodríguez (primer Director del CNICM, ya fallecido).
  • Dr. Isidro Fernández Rodríguez (Director del CNICM).
  • Dr. Vicente Osorio Acosta (Director del CNICM).
  • Dr. Jeremías Hernández Ojito (Director actual del CNICM).
  • Ca. Pompeya García Alonso (primera jefa de la BMN).
  • Lic. Bárbara Lazo Rodríguez (Directora actual de la BMN).
  • Co. Armando Araya Castillo (fundador del CNICM).
  • Co. Jonás Ramírez Consuegra (fundador del CNICM).
  • Ca. Olga Suárez Sosa (fundadora del CNICM).
  • Ca. Fredesvinda Blanco Echevarría.
  • Ca. Esther González Vila.
  • Ca. Margarita Pobea Reyes.
  • Co. Rolando Castaño Bernal.
Por otra parte, se ha querido honrar a los 35 trabajadores más antiguos del CNICM en el aniversario 35 de su fundación, con la incorporación de sus nombres a este documento, los cuales aparecen a continuación:

NOMBRES  FECHA DE INGRESO
1. Xiomara Alfonso Cortina 1ro. de mayo de 1971
2. Norma López Regalado 1ro. de mayo de 1971
3. Ileana Luis Viart 1ro. de mayo de 1971
4. Margarita Pobea Reyes 1ro. de mayo de 1971
5. Hilcia Reyes López 1ro. de mayo de 1971
6. Mireya Trujillo Rubio 1ro. de mayo de 1971
7. Amparo Zequeira Bulnes 1ro. de mayo de 1971
8. Edgardo Fundora Lima 1ro. de diciembre de 1971
9. Héctor F. Fábregas Rodríguez 1ro. de marzo de 1972
10. Fredesvinda Blanco Hechevarría 3 de marzo de 1972
11. Edda Martínez Aparicio 4 de enero de 1973
12. Elia I. Abreu Hernández 18 de diciembre de 1973
13. Maribel Coloma Pena 18 de diciembre de 1973
14. Héctor Sanabria Horta 1ro. de mayo de 1974
15. Manuel P. Izquierdo Castañeda 1ro. de diciembre de 1974
16. Martha Ma. Ponce San Martín 25 de diciembre de 1974
17. José Antonio López Espinosa 1ro. de febrero de 1975
18. Olga Leguina González 9 de enero de 1976
19. Ana Rosa Pena Gutiérrez 19 de enero de 1976
20. Bárbara Lazo Rodríguez 2 de noviembre de 1976
21. María Felipa Rodríguez Pérez 1ro. de junio de 1977
22. Maura Díaz Antúnez 1ro. de julio de 1977
23. Alina del Canto Enríquez 1ro. de julio de 1977
24. Rosa Camejo Ferrer 1ro. de agosto de 1977
25. Carlos M. Rodríguez Rey 16 de septiembre de 1977
26. Marina Castillo Duque 5 de diciembre de 1977
27. Maritza Rodríguez Hernández 16 de noviembre de 1978
28. Mayra del Rey Basnueva 28 de noviembre de 1978
29. Ana Luisa Pinillo León 1ro. de diciembre de 1978
30. Lourdes de la C. Fernández López 1ro. de abril de 1979
31. Gipsi Castro Hannot 24 de enero de 1980
32. Adelmis Plasencia Pérez 6 de mayo de 1980
33. Luciano O. Sánchez Núñez 1ro. de junio de 1980
34. Tania Borroto O' Farril 1ro. de septiembre de 1980
35. Aida I. Ibáñez Torriente  1ro. de marzo de 1981

Abstract

Notes for the history of the National Center of Information on Medical Sciences of the Republic of Cuba

The V Regional Congress of Information on Health Sciences, the III Coordination Meeting of the Virtual Health Library and the VIII Meeting of the Latin American and Caribbean System of Information on Health Sciences will be held in Havana City, April 23-27, 2001. This will be a propitious framework to make known, in a synthesized way, the activity carried out by the National Center of Information on Medical Sciences since it was founded 35 years ago, and to recognize the meritorious work of several generations of workers who have made possible the achievements attained by this Center. These historical notes have been prepared based on the testimonies of some protagonists of these conquests, as well as on the study of the relevant bibliography on this topic. We pretend with this essay that the present generation of professionals, technicians and other workers of the health information field be inspired by the example of those who preceded them and fulfill the task of making more visible the well-gained prestige of this bastion of the National Health System.

Subject headings: HEALTH INFORMATION; INFORMATION CENTERS/history; CUBA.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Recibido:1 de agosto del 2000.
Aprobado: 11 de agosto del 2000.
Lic. José Antonio López Espinosa. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 454 entre 19 y 21, El Vedado. Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 10 400. AP 6520.

1 Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la Documentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.
2 Licenciado en Periodismo. Dirección General. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas.