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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.14 n.3 Ciudad de La Habana Mayo-jun. 2006

 

El análisis del discurso en la organización y representación de la información-conocimiento: elementos teóricos

Lic. Alexei Zaldua Garoz1

Resumen

El análisis del discurso es un método que cobra cada día más importancia en distintas especialidades de las ciencias sociales. Su objetivo, analizar la impronta y el significado contextual de los mensajes, se relaciona con un conjunto de estrategias de interpretación que resultan de gran valor en momentos actuales, caracterizados por una alta producción de información documental en todo tipo de entorno. Se aborda una serie de elementos teóricos sobre el análisis del discurso: definiciones, antecedentes, funciones, interdisciplinariedad y objeto de estudio. El análisis del discurso es un método que puede complementar el procesamiento de la información y del análisis de contenido tradicional para lograr representar ciertos estadios del conocimiento y la experiencia de los productores de los textos, en forma de modelos funcionales de corte semántico.

Palabras clave: Análisis del discurso.

Abstract

The analysis of the speech is an increasingly important method in different specialties of the social sciences.  Its objective, which is to analyze the mark and the contextual meaning of the messages, is related to a set of interpretation strategies that are of great value at present. They are characterized by a high production of documentary information in every kind of settings.  A series of theoretical elements on the analysis of the speech is approached: definitions, antecedents, functions, interdisciplinary nature and object of study.  The speech analysis is a method that can complement the processing of information and of the analysis of the traditional content to represent certain knowledge stages and the experience of the text producers as functional models of semantic type.

Key words: Speech analysis.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): Zaldua Garoz A . El análisis del discurso en la organización y representación de la información-conocimiento: elementos teóricos. Acimed 2006;14(3). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_3_06/aci03306.htm Consultado: día/mes/año.    

Es la teoría lo que determina lo que podemos ver.
Einstein

El discurso es “un aparato translingüístico que supone un tipo de producción significante que ocupa un lugar preciso en la historia”.1

Según Hendriks , el discurso “no debe considerarse sólo como perteneciente a la palabra, o como parte del uso de la lengua, sino como posible unidad formal del sistema lingüístico”; por esto, se identifica con lo que se enuncia.1 En este sentido, Circourel afirma que: “el discurso es intercambio de actos del habla”.1 Y por ellos, se entienden los que se realizan cuando “un hablante produce un enunciado en una lengua natural en un tipo específico de situación comunicativa”.2

El estudio del discurso enunciado debe realizarse conjuntamente con el estudio de la enunciación que funcionará como su contexto,3 sea cultural o de situación,1 como los clasifica Malinowsky.

Fairglough reafirma esta característica, al asumir el discurso como: “un proceso completo de interacción que incluye, además del texto, el proceso de producción del que el texto es un producto y el proceso de interpretación del que el texto es un recurso”.4

El estudio del discurso posibilita lograr un nivel de interpretación más profundo que en los enunciados textuales para descubrir al final del recorrido textual al sujeto de la enunciación. Así, el discurso constituye el lugar donde el sujeto construye el mundo como objeto y se construye a sí mismo.1

Van Dijk define el discurso como: "un suceso de comunicación (...), las personas utilizan el lenguaje para comunicar ideas o creencias y lo hacen como sucesos sociales más complejos".5

La producción de un discurso se basa en los modelos mentales que se tienen de un acontecimiento y, por motivos como: el conocimiento del receptor, las especificidades de los canales de comunicación y de los recursos de información, sólo expresa una parte de la información y se deja implícita otra parte de ella en la enunciación.

El discurso tiene significa dos globales (los temas), que representan la información más importante y explican de qué se trata en general el texto. Los temas son la información de un discurso que mejor se interpretan, recuerdan o reconocen, aunque son reflejo del significado de todo el texto o, al menos de un fragmento de este, y pueden representarse en el propio texto, en especial si es escrito, en forma de resumen, título o subtítulo.

Según Satriano , existen tres aspectos principales o niveles del discurso: las formas de la oración, los significados y los actos del habla.1 Sin embargo, existen otros niveles descriptivos más globales que incluyen las partes del discurso o el discurso completo, que Van Dijk denomina “macrosemántica”, porque permite describir los significados de párrafos o capítulos completos de un texto escrito.

Antecedentes del análisis del discurso

Según Maingueneau, al estudiar la evolución del análisis del discurso (AD), se observa que es en la década de los años 50, cuando se produjeron las acciones decisivas para la constitución del AD, como consecuencia de los aportes en paralelo de la lingüística de la distribución, norteamericana, -que estudia los enunciados que superan los límites de la oración, denominados discursos-, impulsada por Zellig S. Harris y los trabajos realizados por Román Jackobson y Emile Benveniste sobre la enunciación.6

Sin embargo, Silva afirma que el interés por el AD emergió en la década de los años 60, con estudios como los de Kenneth Pike, fundador de la Tagmémica -lingüística desarrollada por Pike consistente en conglomerar las herramientas de diferentes lenguas para lograr una teoría de análisis lo más completa posible- y quien estudió múltiples lenguas con el propósito de desarrollar una teoría lingüística del discurso, y de Michael Halliday y su esposa en Gran Bretaña, que representaban la línea de la lingüística funcional.5

En la escuela de Praga y por la influencia del estructuralismo, Palek y Danes comenzaron a analizar en esa época, aspectos del discurso como “coherencia”, “tema” y “rema”.

En Francia, se desarrollaron estudios del texto narrativo por parte de Todorov, Greimas , Bremond o Barthes, que insistían en los aspectos semánticos y semióticos.

También, la lingüística alemana estudió el texto amplia y profundamente desde la década de los años 60, con Hartman, Bierwisch, Harweg y Schmit. Kummer . Entrada la década de los años 70, se examinó la coherencia del discurso, los aspectos pragmáticos de la lengua y el discurso con orientación hacia la teoría general de la acción.

Muchas son las disciplinas que antecedieron al AD y que intentaron resolver el problema de la comprensión de los mensajes, pero, sin dudas, la rama del conocimiento más cercana a este fenómeno es la semiótica, que impulsaron dos grandes científicos, el filósofo norteamericano Charles Peirce y el lingüista suizo Ferdinand de Saussure.

La teoría del AD sirve a diversos campos del conocimiento. Su relación multidisciplinaria es su característica fundamental; es imprescindible para lingüistas, psicólogos, comunicadores, periodistas, sociólogos…, así como para los especialistas en información.

Definición

Una definición muy amplia plantea que el AD “es el análisis de la lengua en su uso”, o lo que es igual, un método para investigar para qué se utiliza la lengua.6

Según Charaudeau, el AD es el marco teórico que sostiene el desarrollo de una metodología que permite “obtener conclusiones después de confrontar las nociones y las palabras que estructuran las nociones o grupos de nociones contenidos en el discurso estudiado”.7

El AD tiene una estrecha relación con los contextos, las condiciones sociales y culturales y los intereses de los implicados en los actos comunicativos, e implica la posibilidad de conocer las características socioeconómicas, culturales, ideológicas, las creencias y las actitudes de quienes informan, a partir de la extracción de los sentidos, de la significatividad, de lo que se expresa, a partir de la forma discursiva y el léxico empleado.

Funciones

El AD permite conocer conceptualmente al emisor, y como método, permite aislar y clasificar las nociones por medio de las cuales se expone determinado conocimiento, y ello puede generar una red semántica que permita la identificación de los intereses e intenciones de los productores.

Para una mejor comprensión de la función del AD es necesario remitirse a Van Dijk, quien plantea que su objetivo principal “es producir descripciones explícitas y sistemáticas, tanto textuales como contextuales, de las unidades del uso del lenguaje al que se denomina discurso. Las dimensiones textuales se refieren a las estructuras del discurso en los diferentes niveles de descripción, mientras que las contextuales relacionan a estas con las propiedades del contexto”.1

El propio Van Dijk asevera que el AD es: "el estudio del uso real del lenguaje por locutores reales en situaciones reales", 1 que ocurre en dos niveles: a nivel sintáctico -en los propios enunciados- y a nivel semántico -que involucra el sentido-, y ello posibilita “reducir la multidimensionalidad del fenómeno discursivo”; 1 así como reducir cualitativamente los aspectos de mayor significación. Estos dos niveles de análisis son interdependientes, como lo son la sintaxis y la semántica.

El AD también ocurre a nivel pragmático, en relación con el uso que los hablantes realizan en la relación de las frases y el modo de interpretarlas, y que condiciona acciones por parte del receptor y del emisor. Este nivel permite explicar los efectos y consecuencias de los discursos.

El AD tiene la capacidad de lograr la comprensión de todo tipo de mensaje que se emita en la comunicación humana. Según Silva, el AD se mueve desde un nivel macro-social a otro micro-social y viceversa, para apoyar un enfoque bien fundado y crítico del estudio de problemáticas sociales, el poder y la desigualdad.5

El AD se ocupa del uso de la lengua como manifestación del pensamiento en una "interacción social discursiva", según Van Dijk,5 porque los hablantes utilizan una lengua, piensan, e interactúan, "para reproducir" por medio del lenguaje el o los grupos sociales a los que pertenecen.

Así, el AD, como disciplina, está en el centro de las ciencias sociales para apoyar visiones o perspectivas de los fenómenos comunicativos, lingüísticos, informacionales, cognoscitivos y mentales.

Interdisciplinariedad  

El camino de la ciencia del lenguaje en las décadas venideras será textual, discursivo, comunicativo, crítico e interdisciplinario. Van Dijk.

El discurso puede presentar varias funciones o puede expresar diferentes temas al mismo tiempo: “una imagen puede representar algo, expresar algo, referirse a una idea, aludir a algo, ser una metáfora o constituir otro tipo de signo indirecto”.8

La semiótica, un campo de conocimiento del que el AD ha tomado varios aspectos para su creación y desarrollo, se propone encontrar reglas y regularidades capaces de describir las diversas funciones de los textos, como funciones genéricas en una cierta clase de sistema.

Sin embargo, los contextos en los que aparecen los signos, los mensajes y el discurso modifican estas funciones genéricas. Por tanto, la semiótica no sólo se ocupa de “describir semejanzas y desemejanzas entre diversas maneras de transmitir el significado”, 8 sino que además considera las diversas maneras en las que se puede transmitir un significado.

Además de la Lingüística , como campo madre del AD, existe otro igualmente importante, sin el cual hubiera sido casi imposible el nacimiento de esta disciplina, o, al menos, se hubiera tardado sustancialmente; esta otra rama del conocimiento es la Psicología, una ciencia que aporta una serie de teorías e investigaciones precedentes útiles para su mejor desarrollo. Estas ciencias han creado una interdependencia tan fuerte que han originado una rama de estudios para la comprensión del lenguaje humano: la sociolingüística.

“Al tiempo que emergen los intereses por la estructura del discurso, surgen también la Sociolingüística y la Pragmática, como nuevas orientaciones en el campo de las ciencias del lenguaje. Parte de estos esfuerzos, se centran en la naturaleza discursiva del uso del lenguaje, los actos del habla y la interacción verbal, al no sentirse una satisfacción con los enfoques formales de la estructura del discurso en un contexto sociocultural”.5

El AD es un punto de encuentro en las ciencias humanas y ello produce inestabilidad en su definición, porque los autores apuntan a lo sociológico, lo psicológico, lo lingüístico, lo antropológico, lo psicoanalítico indistintamente.

Ahora bien, sí puede afirmarse que el AD como método para conocer y reconocer significados profundos de los textos tiene implicaciones importantes en diversas disciplinas, más allá de la Lingüística, en la Comunicación, la Educación y la Política, pueden y deben extenderse a los estudios informacionales.

El AD se entronca con una visión de la ciencia compleja y, por tanto, interdisciplinar. Como método, ayuda a comprender todo discurso humano, en todas sus manifestaciones, como acto comunicacional e informacional, pero, a la vez, tiene ciertas implicaciones en disciplinas específicas.

Análisis del discurso y Lingüística  

El lenguaje y el discurso son fundamentales y constitutivos
de lo humano y de la sociedad.
Van Dijk

Durante mucho tiempo, la Lingüística se ocupó de fenómenos sintácticos. Con el surgimiento de la gramática del discurso, se prefirió comenzar a pensar en términos de “texto” o en las relaciones semánticas y funcionales entre las oraciones. En otras palabras, cómo un texto es coherente y cómo se distribuye la información en este.

Hasta ese momento, el enfoque estructuralista o semiótico no consideraba el uso real de la lengua o “la dimensión social del discurso”. Para ello, los aportes provenientes de la psicolingüística y de la psicología cognitiva fueron relevantes, al considerar el estudio de lo que ocurre en el “procesamiento” de la información verbal en los textos orales y escritos.

Saussure , plantea varias interrogantes en torno a lo que hoy se conoce como discurso, fue él quien concibió que “la lengua es una realidad social y el habla, una realidad individual”.6

Para los lingüistas era sumamente importante crear y desarrollar modelos que explicaran los lenguajes desde esta perspectiva. Así, surgieron varios modelos generales, como el modelo semiótico , formulado por Peirce y Morris, que se integró posteriormente a las nociones de discurso y texto.

“La primera noción básica es que existe una clase particular de interacciones humanas que se caracterizan por el hecho de que los participantes en dicha interacción comparten entre sí unos significados o contenidos o conjuntos informacionales mediante un cierto sistema de signos por medio de cierto sistema físico de transmisión/percepción de dichos signos. Dicha interacción ocurre siempre dentro de un cuadro de coordenadas espaciales-temporales, en una cierta situación psicosocial y por referencia a unas intenciones u objetivos ”.9

El discurso designa todo este proceso interactivo global. El término texto designa el producto físico: material, observable y tangible de dicha interacción, como una página escrita (texto verbal escrito), una película (texto cinematográfico), un monólogo (texto verbal oral), etcétera.

Los discursos y los textos emiten mensajes que no siempre son explícitos. El análisis del texto permite inferir los factores y condiciones que definen una cierta acción discursiva. Es por ello, que el objeto de estudio más directo de los estudiosos de los lenguajes es el texto.           

Tanto el discurso, que es la unidad global de todo lenguaje -y que alude al proceso-, como el texto, que es la unidad observacional -y que alude al producto terminal de un discurso-, pueden abordarse mediante las cuatro facetas del análisis: pragmática, semántica, sintáctica y física. Para conocer más sobre estas facetas, se recomienda consultar: http://padron.entretemas.com/NotasAn a lLeng.htm

Análisis del discurso y Psicología

El AD concierne también a ciertos procesos psicológicos y a muchos otros procesos como pueden ser: la memoria, el razonamiento o la solución de problemas. La comprensión del discurso incluye un fuerte proceso inferencial y no consiste sólo en la decodificación léxica y oracional. Esos procesos son imprescindibles para comprender el lenguaje, porque el discurso se define por una coherencia que no depende sólo del significado de las oraciones que lo componen.

El estudio de los textos “ilustra la interconexión de la vida social con la vida mental y esto lo convierte en un prototipo de investigaciones en los procesos cognitivos”.10

En la Psicología , se identifican varias estrategias para analizar conversaciones o datos textuales-estas estrategias se identifican y explican en: http://www.bib.uab.es/pub/athenea/15788646n3a2.pdf, entre ellas se encuentran:

  • Los pseudo-análisis, por medio de los resúmenes.
  • Los pseudo-análisis, basados en la toma de decisiones.
  • Los pseudo-análisis, por exceso o aislamiento de citas.
  • Los pseudo-análisis, circular de discursos y constructos mentales.
  • Los pseudo-análisis, por falsa generalización.
  • Los pseudo-análisis, por localización de elementos.

La perspectiva psicológica del lenguaje destaca, en primer lugar, el hecho de que el lenguaje no puede desvincularse de los organismos que lo poseen, es decir, los organismos desarrollan habilidades naturales lingüísticas en el proceso de su desarrollo, tanto en el plano de su constitución biológica como psíquica.

El hecho de que esas capacidades sean naturales no implica que no requieran un proceso de adiestramiento o instrucción. En el caso del lenguaje humano, no parece ser particularmente complejo ni largo y esto llama poderosamente la atención a más de un especialista y es objeto de cruentas disputas desde hace bastante tiempo.

Debido a que es un tipo de capacidad y comportamiento típico de la especie humana y, como se ha dicho, determina formas particulares de relación y acción con su medio, formas particulares del conocimiento y de la actividad sobre la realidad, el lenguaje no puede excluirse de la investigación propiamente psicológica.

Análisis del discurso y Psicología del lenguaje

Lo que interesa al psicólogo del lenguaje es que este, en sus diferentes formas, se adquiere, se usa y cumple funciones distintas en los sujetos, en torno a tres grandes núcleos de objetivos :11

  • El estudio de las actividades de producción y comprensión del lenguaje.
  • El estudio de las funciones cognitivas, comunicativas, entre otras, que desempeña el lenguaje y que sirven de soporte a su adquisición y uso.
  • El estudio de los procesos de adquisición y deterioro de las distintas funciones o modalidades de actividad lingüística, es decir, el estudio del lenguaje en sus aspectos evolutivos y patológicos.

La psicología del lenguaje constituye una rama de la psicología científica y se considera que “es una disciplina empírica, cuyas hipótesis y conclusiones deben contrastarse sistemáticamente con datos procedentes de la observación de la conducta lingüística real -sea infantil, adulta, normal o perturbada- de los sujetos, bien en situaciones naturales o experimentales, para elaborar principios generales de explicación de dichas conductas y la identificación de los factores y condiciones que las determinan. Los métodos básicos a los que recurren los psicólogos del lenguaje son la observación, la experimentación y la simulación”.12

La complejidad de esta perspectiva implica que “no existe un único modo de estudiar la psicología del lenguaje, ni existe un único enfoque psicológico, teóricamente homogéneo, como tampoco existen definiciones unívocas de conceptos como función, actividad u otros; cabe, por tanto, describir y explicar psicológicamente la actividad o el comportamiento lingüístico desde planos y perspectivas muy diferentes”.12

Existen varios planos de descripción que pueden fundamentar una caracterización psicológica de la actividad lingüística, el plano físico o neurobiológico, el plano conductual, el intencional y el computacional.11

Para la Psicología , es importante obtener una explicación sobre cómo los hablantes son capaces de leer ciertas manifestaciones lingüísticas como los discursos, entenderlos, extraer ciertas informaciones, almacenar, aunque sea parcialmente, información del texto en el cerebro y luego ser capaces de reproducirlas.

El lector realiza una selección del discurso, lo analiza y lo reduce para lograr interpretarlo. Según Van Dijk, si se logra saber qué información de los textos “sacan” y almacenan los hablantes en el cerebro, según el contenido y la estructura del texto, los intereses, el entrenamiento…, se tendrá un instrumento importante para comprender los procesos de adquisición y se podrán eventualmente guiarlos.11

También es importante para la Psicología , conocer la estructura de los conocimientos que el hablante posee para averiguar cómo se modifica ese conocimiento al recibir la nueva información que proporciona el texto.

Estos estudios revolucionarán el mundo de las Ciencias de la Información y llegarán a ser termómetros para medir en qué medida los servicios de información satisfacen las necesidades de los usuarios.

Análisis del discurso y Comunicación

El AD comenzó a formar parte de los estudios de la comunicación en la década de los años 70 y 80, cuando “las diversas ramas interesadas en el estudio de la comunicación humana sintieron que esta disciplina ampliaba su dominio de acción, por ejemplo, en la estructura de los mensajes en los medios de comunicación masivos, la comunicación interpersonal, intercultural y empresarial.5

Con el desarrollo de estos estudios, surgieron teorías que buscaron un mayor acercamiento a la comprensión de los mensajes en todo acto comunicativo. Surge así, la denominada “interacción comunicacional”, que puede considerarse un sistema relacional, porque “si se tiene un con­jun­to P de participantes (interactores), puede aplicarse ordenadamente, sobre dicho conjunto, cuatro grandes relaciones internas, lla­madas sucesivamente C -relaciones pragmáticas o de contexto-, s -relaciones semánticas o de significado-, l -relaciones sintác­ticas o de lenguaje- y M -relaciones físicas o de medio de transmisión / recepción)”.9

Es en las relaciones de significado donde tiene su función el AD al “vincular a los miembros de “P”, mediante una red de mapas de representación compartidos, de la cual se selecciona una parte como elemento relevante de la interacción (mo­delación/interpretación)”.9

Un segundo acercamiento es el de la teoría de las funciones del discurso de Jakobson , que supone que “toda comunicación puede centrarse, entre otras cosas, tanto en el referente o mundo objetivo como en los mecanismos del código del lenguaje que se utilizan”. Jakobson (1963).

Como se observó, la comunicación posee una relación indisoluble con el lenguaje; su modo de expresión.

Análisis del discurso y Educación

En Cuba, se han realizado diversos trabajos con respecto a la comprensión de los textos escritos por parte de los alumnos como un elemento importante en el campo de la literatura escrita y en la educación. De hecho, existe una propuesta metodológica para comprender textos, que considera el análisis de textos literarios escritos para analizar el proceso que debe ocurrir en el aula entre el texto y un lector que debe decodificarlo, con el objetivo de mejorar la formación del estudiante. Es en esta área donde presenta su función principal el AD en la educación.

Es muy difícil trazar una línea que divida la comprensión y el análisis, es decir, dónde termina la comprensión y comienza el análisis, porque como proceso cognitivo el "enjuiciamiento" se produce desde el inicio de la lectura del texto.

Es por esto, que los investigadores asumen ambos procesos como alternativos e íntimamente retroalimentados en el complejo camino de acceso, tanto a la estructura del texto como a su significado. “Es destacable además que ni siquiera al tomar como objeto de análisis la comprensión, esto resulta ajeno a la construcción, porque al comprender un texto -y analizarlo de hecho- se construye el propio, nuevo, enriquecido por nuestras propias vivencias y saberes”.13

Candela apunta que: “estudiar la relación entre discurso y proceso educativo en el aula implica adoptar una perspectiva interpretativa, porque el discurso supone comunicación o construcción social situada”.14

El estudio del discurso en el aula es el abordaje del significado construido en el contexto de la interacción, además de vincular lo social y lo cognitivo.14

Análisis del discurso, Política e Ideología

El mundo actual está enmarcado en una sociedad que, en la mayoría de los casos, es manipulada por la Política o por los políticos, por lo que analistas de varias latitudes han aunado esfuerzos con el fin de crear una herramienta que estudie, descifre y analice la veracidad de los mensajes emitidos en los discursos.

Este es el caso de Van Dijk, quien se ha especializado en el tema del racismo y que es uno de los más fervientes exponentes del “Análisis del discurso político o Análisis crítico del discurso (CD).

En su libro “Ideología y discurso”, este autor formula su primera impresión de lo que son las ideologías y de cómo afectan al resto de las estructuras mentales que intervienen en la producción y composición del discurso, además de observar cómo funcionan en la sociedad.15

El discurso en política es complejo y se estructura en varios niveles. “Existen ideologías en el discurso que aparecen de manera explícita, éstas son visibles y fáciles de detectar, pero cuando las ideologías se expresan de manera implícita o indirecta, escondida o menos obvia, es cuando ocupa su lugar el ACD”,15 con el objetivo de desentrañar las ideologías subyacentes en el discurso.

En resumen, esta técnica estudia cómo “las ideologías afectan el significado semántico del discurso y cuáles son las propiedades del discurso que muestran clara­mente las variaciones ideológicas de los modelos contextuales subyacentes, los modelos de acontecimientos y las actitudes sociales”.15

Es válido aclarar que la ideología puede aparecer en cualquier parte del discurso, pero “el “contenido” ideológico se expresa de forma más directa por medio del significado del discurso, que no se limita sólo al significado de las palabras y las frases, sino a significados más globales o a información omitida o inferida”.15

El ACD postula que existe un paralelismo entre la importancia semántica y la estructura formal de un texto. Por ejemplo, en general, la información que se plantea al principio de un texto tiene más énfasis, se entiende mejor, y por lo tanto, controla mejor la interpretación del resto del texto. “Este tipo de ordenamiento ejerce múltiples funciones, entre ellas ideológicas”.15

Distintos factores influyen en este paralelismo: textuales, contextuales o sociales. A veces, la información más importante aparece al final, como es el caso de los resúmenes, las conclusiones o recomendaciones, pero “ la idea básica es que la importancia de la información se relaciona con la importancia del significado, que, a su vez, se relaciona con el ordenamiento del discurso -comienzo, final, etcétera. Este principio general es ideológicamente relevante”.15

El texto: objeto de investigación del análisis del discurso

A los efectos de la presente contribución, se asume el texto como punto de partida del AD. Sin embargo, no todos los estudiosos lo conciben de la misma manera. Según Ares, existen varias escuelas de lingüística del texto: unas lo ven como una realidad empírica, otras como constructo teórico, se considera también una realidad estática producto de la actividad verbal y otros acentúan su dimensión dinámica como evento comunicativo.16

En primera instancia, se situará al texto como “un término técnico que hace referencia al registro verbal de un acto comunicativo”.6

El texto, según la Escuela de Tartu, “es un conjunto de signos coherentes o también cualquier comunicación registrada en un determinado sistema sígnico, donde pueden considerarse incluidos los distintos tipos de comportamientos: una pieza de teatro, una obra de arte, etcétera”.1 Lo importante es la coherencia como uno de los elementos constitutivos de la definición de texto.

El texto puede tener varios enfoques, según la perspectiva adoptada para su estudio -lingüística, psicológica, u otra) y este enfoque condiciona también las operaciones relacionadas con el contenido textual, puede verse como producto en el proceso de su formación o bien desde su interpretación. “Un texto no produce por sí mismo un sentido sino mediante la interacción entre los conocimientos textuales -presentes en el texto- y los conocimientos memorizados por cada usuario del texto”.11

Según Van Dijk, “únicamente las secuencias de oraciones que posean una macroestructura se han de denominar textos”. La macroestructura, desde el punto de vista semántico, sería la proposición del nivel más alto (macroproposición), y representa el tema o tópico del texto.2

El texto está formado por una serie de microproposiciones de las que se deriva una macroproposición, una unidad de sentido, es decir, una síntesis de su contenido.

Cuando el texto está formado por una serie de macroproposiciones, estas presentan una jerarquía, ellas tienen relación con las unidades formales del texto, como los párrafos o los títulos, aunque no concuerden siempre exactamente con ellos; pero la disposición externa -puntuación, párrafos, caracteres tipográficos- contribuye a que un texto escrito reúna la información por bloques, de manera que pueda interpretarse la intención con la que se produjo.

La lingüística textual entiende los textos como “unidades que trascienden los límites oracionales, para explicar su macroestructura o el contenido semántico de la información y la superestructura o la forma como se presenta la información en un texto determinado o esquema de organización”.16

La propia autora recoge varias definiciones de texto, que exponen las distintas perspectivas desde las se estudia, por ejemplo:

  • El mayor signo lingüístico.16
  • Un mensaje objetivado en forma de documento escrito, que consta de una serie de enunciados unidos mediante diferentes enlaces de tipo léxico, gramatical y lógico. Tiene carácter modal bien definido, orientación pragmática y una adecuada elaboración literaria.16
  • La forma primaria de organización en la que se manifiesta el lenguaje humano. Cuando se produce una comunicación entre seres humanos (hablada/escrita) es en forma de textos. Como la comunicación humana es siempre una acción, el texto es al mismo tiempo, la unidad por medio de la que se realiza la actividad lingüística en tanto que es actividad social-comunicativa. Un texto es, en consecuencia, una unidad comunicativa, es decir, una unidad en la que se organiza la comunicación lingüística.16
  • Cualquier comunicación que realizada con un determinado sistema de signos.16
  • La unidad lingüística comunicativa fundamental producto de la actividad verbal humana, que posee siempre carácter social; está caracterizado por su cierre lingüístico y comunicativo, así como por su coherencia profunda y superficial, debida a la intención (comunicativa) del hablante de crear un texto íntegro, y a su estructuración mediante dos conjuntos de reglas: las propias del nivel textual y las del sistema de la lengua.16

Otra definición interesante que recoge es la de Beaugrande y Dressler. El autor considera que un texto “es un acontecimiento comunicativo que cumple siete normas de textualidad”, a saber: 16

  • Cohesión (dependencias gramaticales).
  • Coherencia (relaciones conceptuales).
  • Intencionalidad y modalidad (la actitud de productor del texto).
  • Aceptabilidad (la actitud del que recibe el texto).
  • Informatividad (capacidad de informar).
  • Situacionalidad (expresión de un contexto).
  • Intertextualidad (posibilidad de conectar significados intrínsecos en los textos).

El texto es el punto de partida del AD, porque es precisamente el que recoge explícitamente los enunciados que deben interpretarse, pero el texto además es reflejo también de cierta cantidad de información implícita.

Sin embargo, el texto no es sólo una consecución verbal, incluye también cualquier otro tipo de signos, visuales o icónicos, sonoros o la conjunción de todos ellos.

Se tiende a identificar los procesos relacionados con el AD en documentos textuales; sin embargo, la comunicación humana y los discursos que se ejecutan en ella, no son estricta y únicamente verbales, aún cuando estos sean los más estudiados.

De hecho, las esferas de actuación más reconocidas del AD han estado volcadas:5

  • Hacia lo escrito y lo oral en miembros de una comunidad lingüística.
  • Hacia el contexto sociocultural en que se produce el acto comunicativo.
  • Hacia la secuencialidad o linealidad de lo escrito y lo oral.
  • Hacia la funcionalidad y significatividad.
  • Hacia la comprensión del mundo.

El reto actual del AD es operar en ambientes hipertextuales, donde la secuencialidad, la linealidad, y el texto escrito, se amplían y se conjugan con saltos, con imágenes en movimiento y con sonidos en tiempo real.

El texto desde el punto de vista informativo-documental

El texto viene después del discurso.
Jakobson

La Bibliotecología y la Ciencia de la Información han dirigido buena parte de sus investigaciones a los documentos textuales verbales, mientras han dejado de lado, por su complejidad y relativa modernidad, el análisis de otros recursos de información más complejos, que comprenden otros sistemas sígnicos y otros tipos de lenguajes, que deben traducirse al verbal para su procesamiento y representación en los sistemas de información.

La variedad textual se ha representado bien desde el punto de vista formal, pero se han analizado desigualmente desde el punto de vista de los contenidos. Esto se reafirma en las profundas disecciones catalográficas existentes para todo tipo de texto, y en la poca profundidad de las herramientas analíticas para documentos icónicos o sonoros, por ejemplo.

Los modernos espacios de interconexión, de producción documental y de información, requieren entonces de los elementos tradicionales que maneja el AD pero en otro entorno comunicativo, que requiere del análisis de otras muchas estructuras textuales y de nuevos contextos.

En los límites de este estudio, se considerará al texto (verbal o no) especialmente desde el punto de vista informativo-documental, “como conservador permanente de información y difusor discrecional de ella”,17 con características muy bien definidas, como son:

  • Es a la vez una unidad semánticamente abierta y formalmente cerrada: todo texto es un ente inalterable y estático, pero sujeto a la dinámica de la interpretación constante e infinita de distintas comunidades en distintos momentos históricos.
  • Estructuralmente tiene una superficie lingüística y una profundidad cognitiva: todo texto es resultado de un lenguaje específico, y en virtud de este adquiere determinada forma, que es posible de entender por un complejo proceso de decodificación e interpretación.
  • Tiene que ser coherente desde el punto de vista de sus contenidos para poder entenderse, y por tanto, cada texto debe respetar el tema o tópico del discurso y es quien une semánticamente las distintas estructuras formales, que, a su vez, deben tener cierta cohesión para poder alcanzar buenos grados de legibilidad.
  • Está condicionado por los contextos, que son los que cambian los significados de los mensajes.
  • Generan cambios en las estructuras mentales de los receptores por su carácter informativo.
  • Está en el centro del procesamiento informativo-documental y es el punto de encuentro entre el emisor y el receptor.

Los procesos analítico-sintéticos, a lo largo de la historia de esta especialidad, han partido de reconocer en los textos ciertas características -formales y semánticas- para responder a las necesidades de información.

Sobre los documentos textuales primarios (prototextos) se ejecutan esas operaciones, con la finalidad de obtener documentos secundarios (metatextos), que sirvan de representación a los primeros.17

Para esto, es fundamental el análisis del plano semántico y del plano sintáctico de los textos, pero el estudio del plano pragmático, o de lo que se quiere decir, y de las implicaciones en el sentido de por qué se quiere decir, no ha corrido igual suerte, porque para alcanzar un enfoque global en el análisis textual, es necesario recorrer los tres planos.

Si el AD investiga por qué y para qué se utiliza la lengua, y tiene como punto de partida al texto, además de la función meramente descriptiva que ha tenido el procesamiento -organización y representación- de la información, es posible plantear una función interactiva que describa las expresiones que están marcadas por las relaciones sociales, por la pertenencia a determinado grupo disciplinar y por compartir determinadas actitudes culturales, sociales o cognitivas.

En este sentido es que es posible plantear que el AD, y el propio procesamiento del discurso, es un método que puede complementar el trabajo de procesamiento de la información y del análisis de contenido tradicional, para lograr representar además ciertos estadios del conocimiento y la experiencia de los productores de los textos, en forma de modelos funcionales de corte semántico.

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Recibido: 23 de mayo del 2006. Aprobado: 28 de mayo del 2006.
Lic. Alexei Zaldua Garoz. Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana. Calle G No.506 entre 21 y 23. El Vedado. Plaza de la Revolución. Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10 400. Correo electrónico: xeizaldua@yahoo.es

1Licenciado en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Profesor Adjunto. Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.

Ficha de procesamiento

Clasificación: Artículo teórico.

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

Según DeCI2

PROCESAMIENTO; COMUNICACIÓN.

PROCESSING; COMMUNICATION.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf