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Lo que hoy es noticia, será mañana historia

 

What today is a new, tomorrow is history

 

José Antonio López Espinosa

Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Investigador Auxiliar. Centro de Estudios Humanísticos. Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. La Habana, Cuba.

 

 

 

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El ser humano tiene, entre los más preclaros atributos que lo distinguen, su condición de racional. Para no entrar en disquisiciones filosóficas acerca del significado del término razón, se identificará aquí simplemente la facultad de discurrir, con el fin de que se interprete con facilidad la estrecha vinculación existente entre la razón y el conocimiento, por cuanto la primera es una fuente receptora del segundo.

Por ese motivo, el conocimiento, cuya cuna está en el aprendizaje, es otra de las características humanas por excelencia. Y es ahí, justamente, donde está la causa fundamental de la necesidad de aprender que experimenta el hombre en el transcurso de toda su vida. Aprender significa pues aumentar el acervo del conocimiento y madurar la razón, que es su inmediata receptora, por supuesto, bajo la supervisión de la conciencia.

En ese orden de cosas, nadie puede decir que sabe bastante o que no quiere aprender más. A medida que el río de la vida corre bajo el puente del tiempo, las ondas de su caudal van trayendo nuevos problemas, cuya intimidad se debe estudiar para no caer en el anacronismo o en el asentimiento advenedizo de aceptar o negar algo a priori sin discurrir. Desde que se empieza a aprender las primeras letras y se inician los estudios de determinada disciplina, hasta la meditación y el análisis lógico intrínseco en el ejercicio de cualquier profesión, la vida es y debe ser una lucha continua contra la ignorancia.

Todo individuo debe conocer no sólo las cuestiones de actualidad de su oficio o profesión. Debe también tratar de apropiarse de la mayor cantidad posible de conocimientos de todo aquello que conforma su patrimonio histórico, para estar en mejores condiciones de razonar los antecedentes de los fenómenos que se operan dentro de ella. Con independencia del significado que tal circunstancia reviste desde el punto de vista individual para todo hombre común, es así como se forman los sabios en las ciencias, los humanistas como sabios de la cultura y los profesionales de la información como humanistas de la verdad.^1,2

De tal manera, la razón y los conocimientos son rasgos humanos que deben cultivarse por conducto del aprendizaje y puede perfeccionarse por medio de la información. Eso es, justamente, lo que distingue al hombre como el único ser capaz de conocer hasta dónde puede llegar el efecto negativo de la ignorancia y, también, como el único capaz de combatirla.

Las anteriores consideraciones tratan de hacer comprender el valor práctico de la frase que da título a este breve escrito en un aspecto relativamente poco considerado en el contexto de las disciplinas que involucran a las ciencias de la información, a saber, la necesidad de aprender, conocer y razonar la historia de la profesión.

Si se hace un estudio exploratorio de la presencia del tema Historia en bases de datos, repertorios y otros recursos de información modernos, se comprobará una abismal desproporción respecto a la frecuencia en que este aparece dentro del grupo mismo de los aspectos menos considerados, de lo que se infiere, por consiguiente, la profundidad del océano imaginario que separa numéricamente y distancia de forma objetiva la divulgación de los asuntos históricos en relación con los de los temas de moda.

Los resultados de más de una veintena de investigaciones realizadas por el redactor de estas líneas, divulgados en esta revista y en otras publicaciones de diversas especialidades médicas, han revelado el gran caudal bibliográfico que permanecía escondido, con valiosos conocimientos que se mantuvieron mucho tiempo ignorados, sobre diversas cuestiones relativas a las ciencias de la salud que ayer fueron noticia y hoy son historia.

Otro tanto ha ocurrido con las ciencias de la información en Cuba y, más aún dentro del cerrado marco que concierne en específico a los profesionales que se desempeñan como bibliotecarios en la atención directa a los usuarios, como documentalistas, metodólogos, investigadores, docentes, gestores, etcétera en las instituciones del Sistema Nacional de Información en Salud.

Afortunadamente se cuenta actualmente con recursos que garantizan para el futuro el acceso a la información generada por los profesionales de la salud en la época actual para beneficio de las venideras generaciones. De igual manera se debiera proceder con vistas a lograr similares efectos positivos en el terreno específico de las ciencias de la información en salud, dentro del cual se está operando un vertiginoso auge en lo relativo a la generación de abundante información y conocimiento, que se hace cada vez más difícil asimilar desde el punto de vista cuantitativo y por tanto, razonar en el aspecto cualitativo.

Los profesionales de la salud y los de la información que se desempeñan en este campo tienen ya hoy día la posibilidad real no sólo de conocer por la vía referencial, sino también hasta de acceder por la vía digital a la monografía que inauguró la bibliografía médica cubana en 1797, o bien al texto íntegro de la primera revista cubana especializada en medicina, que data de 1840,^3,4 gracias a los estudios retrospectivos que en tal sentido se han venido llevando a cabo en los últimos años. Estos dos ejemplos deben bastar para sugerir se tenga en cuenta lo beneficioso que resulta penetrar la ciencia y arrancarle los secretos que guarda también acerca de sus antecedentes.⁵

Hoy más que nunca se hace evidente la enérgica voluntad del profesional de la información dedicada al ejercicio de una de las más nobles disciplinas y la grandeza de sus principios puestos al servicio de la humanidad. Su silenciosa pero fecunda labor es por tanto algo así como un suave rocío que fecundiza los surcos de la información, donde germinan las semillas del conocimiento lo que, sin lugar a dudas, ha hecho que la actividad que profesa se haya convertido en uno de los fundamentos de la sociedad, dado el papel que juega en la garantía y la consecución de la vida y la estabilidad de los pueblos.

Por ello es que a través de estos párrafos se hace pública la sugerencia de conjugar la razón, el aprendizaje, la información y el conocimiento, con vistas a no dejar que se ignore lo que, en el contexto de las ciencias de la información, es noticia hoy y será historia mañana.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Bernal JD. Tradición acumulativa de la ciencia. En: La ciencia en la historia. T1. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 2007. p. 34-38.

2. ______. La ciencia en un mundo de rápido cambio. En: La ciencia en la historia. T2. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 2008. p. 435-440.

3. Romay T. Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales. Havana: Imp. de la Capitanía General; 1797.

4. Gutiérrez NJ. Introducción. Rep Med Hab 18401(1):1-2.

5. Abascal Vera H. No tenemos bibliotecas médicas. Cron Méd Quir Habana 1934;60:345.

 

Recibido: 15 de abril de 2009.
Aprobado: 19 de abril de 2009.

 

Lic. José Antonio López Espinosa. Centro de Estudios Humanísticos. Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. Facultad de Ciencias Médicas "General Calixto García." 27 y G. Vedado, Plaza. La Habana, Cuba. Correo electrónico: [e-mail]

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS¹
BIBLIOGRAFIA DE MEDICINA; BIBLIOTECÓLOGOS; CUBA.
BIBLIOGRAPHY OF MEDICINE; LIBRARIANS; CUBA.

Según DeCI²
BIBLIOGRAFIA DE MEDICINA; BIBLIOTECARIOS; CUBA.
BIBLIOGRAPHY OF MEDICINE; LIBRARIANS; CUBA.

¹BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.
Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm
²Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf

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Cita (Vancouver): López Espinosa JA. Lo que hoy es noticia, será mañana historia. Acimed 2009;19(5). Disponible en: [Consultado: día/mes/año].