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ACIMED
versión impresa ISSN 1024-9435
ACIMED vol.23 no.4 Ciudad de La Habana oct.-dic. 2012
CONTRIBUCIÓN CORTA
El liderazgo como parte de la alfabetización informacional: estudio de caso*
The leadership as part of the information literacy : case of estudy
Dra. C. Gloria Ponjuán Dante;I MSc. Lilian R. Viera ValdésII
I Dpto. de Ciencias de la Información. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. La Habana, Cuba.
II Biblioteca del Instituto de Neurología y Neurocirugía. La Habana, Cuba.
RESUMEN
Se abordan algunos elementos conceptuales acerca de los componentes de una cultura informacional, entre los que se destaca el papel del liderazgo para promover y extender las acciones de alfabetización organizacional. Se muestra el resultado de una encuesta aplicada a profesionales que cursaron mòdulos sobre alfabetización informacional como parte de estudios de posgrado en su institución. Se ofrecen resultados que destacan cómo los alfabetizados informacionalmente asumen posiciones de liderazgo con colegas y familiares en la multiplicación de enfoques relativos al acceso y uso de la información.
Palabras clave: cultura informacional, alfabetización informacional, liderazgo.
ABSTRACT
Some conceptual approaches concerning the components o an informational culture are outlined. In these approaches the role of leadership is put forward for promoting and multiplying informational literacy efforts. The results of a survey carried out with professionals that were trained in different modules of information literacy are introduced. Some results are presented emphasizing how these professionals assume leadership multiplying among their colleagues and family these issues related to the access and use of information.
Key words: information culture, information literacy, leadership.
INTRODUCCIÓN
Toda organización que intente avanzar, desarrollarse, competir, sostenerse en esta época tan difícil que vive la sociedad a nivel mundial, debe intentar defender su recurso más valioso: el humano. Este recurso cuenta con la posibilidad de crecer, de ser más útil para la institución, en la medida en que su conocimiento pueda ser mejor empleado y pueda utilizarse lo más posible en el lugar indicado. La gestión del conocimiento ha sido un enfoque desarrollado en los últimos 20 años, la cual juega un papel extraordinario en esto; pero todo conocimiento se crea y desarrolla a partir de otro recurso: la información.
La humanidad no puede abandonar sus esfuerzos para garantizar la alfabetización tradicional (que aún requiere atención prioritaria teniendo en cuenta los altos niveles de analfabetismo existentes en casi todas las partes del mundo), y se adoptan otros esfuerzos para enfrentar, en la tan llamada sociedad de la información, nuevos tipos de analfabetismo que se originan del desarrollo de las tecnologías para el acceso, consumo y distribución de la información, y como resultado de la multiplicidad de informaciones que se generan por segundo.1
Una formación eficiente en alfabetización en información está en dependencia de la cooperación que se establezca entre los profesionales de la información y los expertos de distintas disciplinas para realizar innovaciones que impulsen la alfabetización informacional. Breivik2 describe tal cooperación como "una alianza entre los garantes con conocimientos pedagógicos, los expertos en la materia y los expertos en organización y la tecnología de la información. Tal cooperación puede ocurrir y se pueden alcanzar los objetivos de la formación en tal alfabetización, en aquellos contextos donde se valoren enfoques de enseñanza-aprendizaje innovadores, centrados en el estudiante, y donde el suministro de información sea innovador y centrado en el usuario".
La información, en sí misma, afecta de una manera u otra a todos los componentes de los sistemas sociales al provocar y acompañar el cambio, al regenerarlo una y otra vez, y al estar presente y ser determinante en los procesos de interacción social. Cultura es información, y la transferencia de información o manipulación de esta define las relaciones sociales que forman la estructura de la sociedad, y viceversa: la estructura social determina la cultura al proporcionar el marco en que se produce o se comunica.
Cultura informacional, por tanto, constituye una categoría jerárquicamente superior a la de alfabetismo informacional. El proceso continuo de alfabetización crea ese patrón que provoca una constante aproximación al cambio, esa cultura. Crear, provocar esas relaciones sociales, es indispensable para masificar las condiciones que vayan sembrando las condiciones donde determinados actores pueden ejercer la función de agentes de cambio.
Una persona alfabetizada utiliza la información en su proyección crítica y en la solución de problemas. Generalmente, los autores valoran la alfabetización informacional como un proceso propio del individuo. Una persona alfabetizada involucra a otros en su pensamiento, en su trabajo. Una persona alfabetizada es un líder, un líder de la alfabetización. Todos reconocen a una persona alfabetizada informacionalmente en una organización. Generalmente, actúan como consultantes, como fuentes para la solución de problemas. Cuando dos o más personas alfabetizadas informacionalmente trabajan juntas, crean un ambiente que actúa como fuerza conductora en una organización. Es por esto que las personas alfabetizadas informacionalmente actúan hoy como multiplicadores en este tipo de ambiente; es una reacción en cadena.
En esta comunicación se intentará presentar una primera experiencia para valorar el comportamiento de un grupo de especialistas que han recibido determinada formación para que manejen adecuadamente la información, sus fuentes y productos.
COMPONENTES DE UNA CULTURA INFORMACIONAL
Para poder desarrollar una cultura informacional, debe tenerse presente que esta tiene determinados componentes. Todo profesional que aspire a desarrollar un programa o determinadas acciones para mejorar esa cultura, debe accionar en sus componentes, entre los cuales existen tres dimensiones fundamentales.
La siguiente figura intenta representar estos componentes. Tres dimensiones son básicas: la que se vincula a las personas o dimensión humana, la que se vincula a la información y la que se vincula a la infraestructura, o sea, al espacio donde se vinculan las dos anteriores. Ese "Ba", que como planteara Nonaka es vital para el desarrollo del conocimiento3 y que han retomado Neto y Choo.4
Lo que se pretende representar puede explicarse fácilmente. Son las personas las que poseen o no dicha cultura; de ahí la dimensión humana. Esta cultura, en particular a la que hacemos referencia, es la cultura informacional, o sea, la que tiene que ver con la comprensión de lo que la información significa para todas sus actividades y la que es objeto de valoración, de atención. Ambas dimensiones deben ocurrir en un espacio, donde existe una determinada infraestructura que puede ser mejor o peor, que pueda contribuir, en determinada medida, a que las personas empleen la información. Ese espacio no solo se refiere a un espacio físico, sino a un contexto donde intervienen diferentes elementos que pueden jugar un rol importante en favorecer estas otras dimensiones.
ESTUDIO DE CASO
Desde hace varios años, el sector de la salud ha sido pionero en la introducción de los enfoques de la alfabetización informacional en múltiples actividades.
El Instituto de Neurología y Neurocirugía, institución perteneciente a este sector, ha ido insertando en diversas acciones enfoques relativos a la alfabetización informacional, no solo mediante la atención directa a los usuarios en la biblioteca, sino al impartir contenidos dentro de los programas de posgrado y superación que se realizan en dicha institución.
Dentro de una maestría en enfermedades cerebrovasculares se insertaron módulos relativos al desarrollo de competencias informacionales, orientadas principalmente a la identificación de necesidades, la búsqueda en bases de datos, la organización de información y la publicación de resultados. Esta maestría fue impartida en los años 2007 y 2008. En el 2010, en un diplomado de enfermería en el propio Instituto, también se incluyó este módulo.
Un total de 53 profesionales de las neurociencias participaron en estas acciones, 33 de ellos integrantes de la maestría en enfermedades cerebrovasculares (27 médicos especialistas y 6 licenciados en ciencias de la salud). Con categoría docente participaron 5 asistentes, 7 instructores y 10 auxiliares, así como 12 con la categoría de investigadores.
El grupo del diplomado en enfermería estuvo integrado por 20 licenciados; de ellos 2 instructores, y 3 aspirantes a investigadores.
Los cursos tuvieron una duración de cuatro semanas, con una modalidad presencial en la primera y semipresencial en la segunda edición de la maestría y el diplomado de enfermería. Las clases y los materiales de apoyo estuvieron disponibles en la Intranet a partir de la segunda edición y se utilizó el blog para las evaluaciones.
Con el objetivo de conocer cómo estas acciones de alfabetización habían desencadenado un liderazgo en estos temas a nivel interno y familiar, se le aplicó una encuesta a una muestra de estos profesionales.
La muestra fue totalmente aleatoria, y fue aplicada a los profesionales que pudieron ser contactados en un período determinado. Un total de 27 fueron incorporados a esta muestra, lo que representó casi el 50 % de los que recibieron estos módulos en ambas acciones de desarrollo profesional.
Las preguntas, casi todas cerradas, pretendían conocer principalmente sus valoraciones acerca de la importancia de estos contenidos y el liderazgo que ejercían en su radio de acción.
RESULTADOS
En el cuadro se reflejan las preguntas cerradas y las respuestas recibidas. Otras dos preguntas abiertas completaron el cuestionario. A continuación se han seleccionado algunas respuestas representativas, tal y como fueron redactadas por los participantes:
A) VALORACIÓN DE LO QUE SIGNIFICÓ ESTA ACCIÓN DE ALFABETIZACIÓN
Algunas respuestas significativas:
- Muy importante, aumentó mi caudal de conocimiento, me sirvió como herramientas para lograr una mejor búsqueda de artículos e información científica.
- Muy productivo. Con los conocimientos adquiridos es más ágil la búsqueda de información; se quedan abiertas las puertas a la investigación.
- Muy bueno; considero que todo el personal de salud debe recibirlo. Interesante, amplio, ventajoso.
- Representó un impacto; muchos temas nuevos y necesarios.
- Modificó la necesidad de recorrer necesidades de información.
- Muy bueno, aprendimos prácticamente a partir de "0".
- ¡Maravilloso! Realmente nos alfabetizamos en la búsqueda de información.
- Cambio de imagen de la biblioteca y aptitud hacia la información en Infomed/Internet.
- Brindó un arma para el trabajo diario científico profesional.
- Una enseñanza de gran utilidad en el campo de la docencia y la investigación, para obtener herramientas de gran valor.
B) EXPRESE EN QUÉ CONSISTIÓ EL CAMBIO PERSONAL QUE UD. PERCIBIÓ A PARTIR DE ESTAS ACCIONES
Algunas respuestas significativas:
- Me percaté de que tenía necesidades de información no identificadas, más seguridad, mejor desempeño.
- Fue un cambio como de la noche a la mañana; era como si lo que hacía antes en la búsqueda de artículos estaba muy mal hecho.
- Puedo tener acceso a sitios de la especialidad que no conocía, hacerlo de forma organizada y más rápida.
- El cambio personal que percibí fue grande, ya que aprendí cosas nuevas que desconocía anteriormente y que me han ayudado en el desempeño de mi especialidad.
- Optimización del recurso tiempo, mejoría en los resultados de las búsquedas.
- Antes del curso no sabía que existía la alfabetización informacional ni todas las herramientas de búsqueda que nos enseñaron; ahora me siento libre y capaz de buscar lo que necesito para mi investigación.
- Conocer nuevas cosas sobre las tecnologías y la información, crecí como persona y amplié el horizonte cultural.
- Me ayudó a mejorar mi nivel científico, a utilizar buscadores y herramientas que facilitan la información, organizar y guardar información útil.
- La manera de investigar y de dominio de la información y la tecnología.
Estos resultados confirman lo planteado de que una persona alfabetizada informacionalmente es un líder que contribuye a que otros también se sumen a este proceso. Es la clave para poder formar a muchas mas personas en estos contenidos. Además, con sus actuaciones van ejerciendo en su radio de acción un convencimiento a otros para que también aprendan. Obsérvese los resultados en las preguntas 3, 4, 5, 6 y 7, donde en más del 95 % las respuestas son positivas, salvo la relativa al núcleo familiar porque, sin lugar a dudas, no todos pueden ejercer el liderazgo a nivel familiar. Aún así el resultado está por encima del 70 %.
Las preguntas abiertas fueron respondidas por la totalidad de la muestra, aspecto poco usual porque generalmente las preguntas cerradas se llenan más rápidamente y, por tanto, tienen mayor nivel de respuestas. Sin embargo, aparte de estas respuestas, algunos realizaron comentarios adicionales al dorso de la encuesta para ampliar sus consideraciones.
Llama la atención que todos han respondido positivamente a lo que se le preguntó y si a esto se le suma la respuesta a la última pregunta cerrada, podemos considerar que, a pesar de lo útil que fueron estos contenidos, todos han quedado motivados y desean seguir profundizando más sobre estos aspectos, o sea, están abiertos a nuevos cursos porque han podido ver la utilidad de estos para su propia actividad.
Dentro de esta encuesta, las dos primeras preguntas dieron algunos elementos importantes acerca del contexto, y es muy significativo también el alto índice de respuestas positivas. En la presentación de trabajos finales desarrollados por equipos de alumnos, uno de ellos expresó que esta acción le había permitido entender la complejidad del trabajo que realizan los bibliotecarios; es decir, se acercaron a otro mundo profesional poco conocido y tal vez desconocido, y les permitió conocer algunas complejidades que tienen sus funciones.
Adicionalmente estas preguntas reafirman que el ambiente institucional es favorable para el uso de la información (una sola respuesta negativa), y que estas acciones le permiten ganar en posibilidades para hacer su trabajo, o sea, que puede hacer su trabajo mucho mejor sin que tengan que intervenir otros componentes o recursos (También una sola respuesta negativa).
Nuestra sociedad actual demanda acciones concretas a diferentes niveles que permitan elevar la capacidad de las personas para utilizar información y solucionar sus problemas informacionales. El desarrollo de habilidades informacionales en una muestra de profesionales de la salud ha demostrado lo positivo de estas acciones, tanto para la institución como para el usuario y para la propia biblioteca; o sea, todos ganan con estas acciones.
Sería interesante ampliar este estudio a otros grupos de usuarios de la información, de diferentes categorías y de diferentes esferas de actuación, pero siempre con posterioridad al desarrollo de estas acciones de alfabetización.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Ponjuán G. Papel de la colaboración entre líderes de varios sectores para la creación de una cultura informacional. Informe oficial. Praga, República Checa: UNESCO, National Commission on Libraries and Information Science (US), National Forum on Information Literacy para la Reunión de Expertos acerca de Alfabetización Informacional; 2002. Disponible en: http://www.nclis.gov/libinter/infolitconf&meet/papers/ponjuan-fullpaper.pdf
2. Breivik P. Literacy in an information society. Information Reports and Bibliographies. 2002;20(3):10-4. En: Bruce CS. Information Literacy Services Computing Training. Information Literacy Blueprint; 1994. Disponible en: http://www.gu.edu.au/ins/lils/infolit /resources/blueprint/home.htm
3. Nonaka I, von Krogh G, Voelpel S. Organizational knowledge creation theory: evolutionary paths and future advances. Organization Studies. 2006;27(8):1179-208.
4. Neto RCDA, Choo CW. The post Nonaka concept of Ba: eclectic roots, evolutionary paths and future advancements. Proceedings of the American Society of Information Science and Technology Annual Meeting; 2010.
Recibido: 14 de junio de 2012.
Aprobado: 3 de septiembre de 2012.
Dra. C. Gloria Ponjuán Dante. Dpto. de Ciencias de la Información. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Calle G entre 21 y 23, Vedado, La Habana, Cuba. Correo electrónico: gponjuan@infomed.sld.cu
*Ponencia presentada al Seminario sobre Alfabetización Informacional que se desarrolló en el Congreso Internacional de Información INFO 2012, La Habana, Cuba.