Introducción
Los tumores localizados en la fosa poplítea responden a enfermedades óseas y de partes blandas, dentro de esta última modalidad el quiste de Baker (QB) ocupa un lugar importante por su frecuencia. 1,2,3
La primera descripción sobre el QB fue realizada por Adams R en el año 1840 citado por Dodds JA, 4 sin embargo el que popularizó esta enfermedad fue Baker WN, citado por el mismo autor 4 en el año 1897, de allí que aún en la actualidad lleva su nombre. Ambos autores realizaron la descripción de esta afección en pacientes que presentaban inflamación articular debido a la tuberculosis. 5
El QB se puede presentar a cualquier edad, aunque es más frecuente en adultos. Los síntomas y signos más significativos son el dolor y el aumento de volumen de la fosa poplítea, que en ocasiones puede provocar compresión de estructuras neuro-vasculares. 6,7,8
Los estudios de tipo imaginológicos son importantes para el diagnóstico positivo y diferencial del QB, entre estos exámenes se encuentran el ultrasonido y la imagen de resonancia magnética (IRM). 9,10,11
En relación al tratamiento este puede ser conservador o quirúrgico, este último tanto por la vía abierta, como la artroscópica. La artroscopía es un método efectivo con bajo índice de complicaciones para el enfermo y permite el tratamiento definitivo del QB y el de las enfermedades intrarticulares asociadas en caso de estar presentes. 12,13,14
Debido a la importancia de este tema en la articulación de la rodilla, los autores se propusieron realizar esta revisión, con el objetivo de profundizar en los conocimientos más esenciales del QB.
Métodos
La búsqueda de la información se realizó en un periodo de tres meses (1 de octubre de 2017 al 31 de diciembre de 2017) y se emplearon las siguientes palabras: popliteal cyst y Baker's cyst, a partir de la información obtenida se realizó una revisión bibliográfica de un total de 316 artículos publicados en las bases de datos PubMed, Hinari, SciELO y Medline mediante el gestor de búsqueda y administrador de referencias EndNote, de ellos se utilizaron 50 citas seleccionadas para realizar la revisión, 45 de ellas de los últimos cinco años, donde se incluyeron cuatro libros.
Se consideraron estudios de pacientes con QB tanto en niños como en adultos y otras lesiones asociadas de la rodilla. Se excluyeron las investigaciones de pacientes con QB asociadas a enfermedades reumáticas, hiperuricemia y condrocalcinosis, además de los relacionados con la artroplastia total de rodilla.
Desarrollo
La presentación clínica típica de un paciente con QB es la de una masa en la región postero-medial de la rodilla acompañada o no de dolor, este síntoma puede ser provocado por compresión de las estructuras nerviosas o la afección del menisco en especial el cuerno posterior. 15,16,17 Debido a su localización medial se puede observar afección del nervio tibial, el que provoca debilidad de los músculos gastrocnemios, atrofia muscular, sensación quemante y parestesia. A la exploración física de la articulación se detecta la masa tumoral medial a la línea central de la fosa poplítea, de bordes redondeados y ligeramente firme a los planos musculares. 18,19
De los estudios imaginológicos la IRM ofrece los mejores resultados, permite detectar la válvula entre el QB y la articulación, por lo general entre la cabeza medial del gastrocnemio y el tendón del semimembranoso, esta estructura es observada con mayor claridad en la vista axial (Fig.1). 20,21,22

Fig. 1 Quiste de Baker de la rodilla derecha Flecha azul: válvula entre la articulación y el Quiste de Baker
La acumulación de líquido del QB es debido a dos factores. El primero es provocado por la sobreproducción de líquido sinovial causado por enfermedades intrarticulares como: lesión de menisco, cartílago y sinovitis. En segundo lugar, la sobreproducción de líquido sinovial escapa a través de la zona postero-medial de la rodilla por una válvula en un solo sentido de adentro a afuera de la articulación, de allí que el tratamiento por la vía artroscópica está encaminado a realizar la resección de esta estructura y permitir el drenaje del quiste a la articulación. 23,24,25) Existen diferencias evidentes entre el QB en el niño y el adulto en varios aspectos (tabla 1). 26,27,28
Tabla 1 Diferencias entre el quiste de Baker en el niño y el adulto
Factores | Niños | Adultos |
---|---|---|
Síntomas | Escasos | Frecuentes |
Comunicación con la articulación. | Infrecuente | Frecuente |
Afecciones intrarticulares asociadas. | Infrecuente | Frecuente |
Posibilidad de resolución espontánea. | Si | Rara |
Enfermedades inflamatorias asociadas (artritis, Lyme, sinovitis vellonodular pigmentada). | Más frecuente | Infrecuente |
Necesidad de tratamiento quirúrgico. | Rara vez | Frecuente |
El diagnóstico diferencial del QB se realiza con otras tumoraciones de la fosa poplítea, dentro de las que se encuentra el aneurisma de arteria poplítea (AAP), esta enfermedad es el principal aneurisma periférico y el segundo en frecuencia después del aneurisma de la aorta (Fig.2).
Según Leake AE et al. 29 se define como aneurisma una dilatación mayor al 50 % del diámetro del vaso sanguíneo, en caso de la arteria poplítea mayor de 1,5 cm3. Existen diferencias entre el QB y el AAP (tabla 2). 30,31
Tabla 2 Diferencias entre el quiste de Baker y el aneurisma de la arteria poplítea
Factores | Quiste de Baker | Aneurisma poplíteo |
---|---|---|
Incidencia | Más frecuente | Menos frecuente |
Presencia de |
Ausente | Presente |
Afección de pulsos distales (tibiales y pedios) | Ausente | Presente |
Síndrome del dedo azul (secundario a microembolias) | Ausente | Presente |
Posibilidad de trombosis | Baja | Alta |
Comunicación con la articulación | Presente | Ausente |
El tratamiento del QB puede ser conservador o quirúrgico. La primera modalidad consiste en la indicación de analgésicos, antinflamatorios no esteroideos, aspiración del líquido del quiste seguido de la administración de esteroides locales. 32,33,34
Por otra parte, el tratamiento quirúrgico está justificado en pacientes con quistes dolorosos (por lo general mayores a cinco centímetros), compresión de estructuras neuro-vasculares, presencia de lesión de cartílagos grados III y IV o enfermedad sinovial y en aquellos pacientes que no responden al tratamiento conservador en un periodo de ocho semanas. 35,36,37
Las modalidades de tratamiento quirúrgico son directas sobre el QB por vía artroscópica o abierta o indirectas que la más empleada es la vía artroscópica, en relación a esta última en pacientes adultos existe una relación directa entre QB y enfermedad intrarticulares, dentro de la que destaca por su frecuencia las lesiones de menisco, mediante la vía artroscópica esta afección es tratada y puede ocurrir la resolución de QB de forma espontánea. 38,39,40
La técnica artroscópica consiste en la realización de un procedimiento estándar, luego se introduce el artroscopio en la zona postero-medial a través del área trifurcada compuesta por el ligamento cruzado posterior, platillo tibial y cóndilo femoral medial. Luego mediante el uso de agujas se determina el portal postero-medial, para el cual se realiza el corte de bisturí de la piel y luego mediante disección roma se penetra a la articulación. 41,42,43
Una vez en la articulación, se identifica la válvula y se secciona mediante pinzas o rasuradores, algunos autores como Smith MK et al., (44 Stöckli C et al., (45 Miller TT et al. 46) realizan la resección de los tabiques dentro del quiste, mediante un abordaje a través del quiste, apoyado en el efecto de la trans-iluminación.
Por otra parte, a pesar de las ventajas de la vía artroscópica, la cirugía abierta ofrece excelentes resultados en estos enfermos, con un mínimo de complicaciones. 47,48
Aunque el índice de complicaciones relacionadas con el procedimiento es bajo, las más reportadas son: daño de la arteria y nervio safeno (debido al portal postero-medial), lesión del nervio, arterial o vena poplítea, seudo-aneurisma de la arteria poplítea, recurrencia del quiste, trombosis venosa profunda y hematoma posoperatorio de la zona. 49,50
Conclusiones
El QB es el tumor de partes blandas más frecuente en la fosa poplítea, su presencia ocurre tanto en niños como en adultos y existen diferencias entre estos dos grupos. En el adulto se debe prestar especial interés con respecto al diagnóstico diferencial con el AAP. La presencia de QB en el adulto se asocia a lesiones intrarticulares, en mayor medida las de tipo degenerativas. El tratamiento en el paciente adulto por lo general es quirúrgico, tanto por vía abierta o artroscópica con muy buenos resultados. La modalidad artroscópica necesita de entrenamiento y precauciones trans-operatorias para evitar complicaciones