Estimado director:
La leptospirosis es una pandemia infectocontagiosa de gran importancia en la medicina humana y veterinaria; el humano es un hospedador accidental del patógeno. 1 En el actual milenio figura entre las enfermedades emergentes y es la zoonosis más extendida en el mundo. Cada año se notifican 500 000 casos severos de individuos con esta afección, cifra que está por debajo de la realidad. Las consecuencias en la esfera animal están llenas de incertidumbres. 2
Cabe destacar que en Cuba dicha enfermedad tiene una manifestación endemoepidémica, con características epidemiológicas cambiantes y se encuentra entre las 35 primeras causas de muerte en humanos. 3 Los principales reservorios son la rata, el cerdo, el perro y los bovinos. 4 Su impacto no se cuantifica, ni se ofrece sin un respaldo estadístico que lo valide, lo cual lejos de informar confunde como se demuestra en la propuesta de Barreto Argilagos G et al. 2 En ella, a partir de una misma muestra, al evaluar resultados en función de la variable reactores positivos a Leptospira los animales domésticos hegemónicos como reservorios de esta entidad fueron bovinos y equinos; en tanto que, al analizar el fenómeno utilizando la variable proporción de reactores positivos por especie y aplicar un análisis de varianza simple, se constató que bovinos, equinos, caninos y porcinos guardaban una preponderancia similar y diferían significativamente de ovino-caprinos, especies estas últimas con una participación discreta como confirma la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). 5
Pese a la precisión realizada en el párrafo anterior, que resalta el valor de la selección de las variables al investigar y la necesidad del respaldo estadístico, como se pudo apreciar, cualquiera fuera el análisis utilizado la especie equina al menos en la provincia Camagüey, destaca como reservorio de esta espiroqueta, y por ello constituye el objetivo de esta comunicación como se tratará de justificar a continuación.
La OMS tal como se comentó al respecto de ovinos y caprinos, no confiere valor a equinos como hospederos de mantenimiento de Leptospira. 6 Sin embargo, en el último decenio se han realizado notificaciones que alertan sobre su potencial riesgo para la salud humana, entre las que vale mencionar la realizada por Hammond C et al. 7
Si a lo anterior se añade que, en junio del 2015, el Centro de Control Pecuario (CENCOP) de la provincia Camagüey notificó la existencia de 84 314 equinos, 70 714 de los cuales corresponden al sector privado y buena parte de ellos se utilizan como animales de tracción para el transporte de personas en áreas urbanas, las estadísticas dejan de ser un dato numérico para convertirse en un alerta, máxime si se tiene en cuenta que estos animales en muchos casos conviven con perros, cerdos y están expuestos de forma directa o indirecta a ratones. 6
Al peligro potencial que implica una cantidad tan elevada de equinos que circulan por las calles es preciso añadir que se ha confirmado que estas bacterias pueden permanecer viables en su orina durante 14 semanas. Tan prolongada viabilidad se debe al carácter débilmente básico (pH 7,2-7,4) de este fluido que también se corresponde con el pH óptimo de Leptospira. Estas espiroquetas, aunque se eliminan de manera rápida de la mayor parte de los tejidos en los animales infectados, sobreviven y se multiplican en el cerebro, los riñones y los ojos, desde donde se expulsan a través de la micción. 8
Lamentablemente, en los Laboratorios Provinciales de Sanidad Animal del país que realizan la técnica de microaglutinación (Microagglutination Test-MAT), lo hacen según la Norma Ramal de Diagnóstico Veterinario 673 de 1982 del Ministerio de la Agricultura vigente desde julio de 1984 y que, para las pesquisas a equinos, usa como antígenos los serovares Icterohaemorrhagiae, Canicola, Ballum, Australis, Pomona y Tarassovi. 9 En dicha batería están ausentes Grippotyphosa y Copenhageni, que constituyen la mayor causa de la enfermedad en estos animales en otras partes del mundo actual. (9
Todo lo expuesto constituye una alerta ante el cual la comunidad médica y el personal del sector relacionado con la salud humana y animal deben estar bien actualizados, por la connotación que ha adquirido esta zoonosis en lo transcurrido de este milenio. (10