Introducción
Las enfermedades cardiovasculares están dentro de las principales causas de mortalidad en el mundo. Se estima que hasta el año 2030 morirán 23,6 millones de personas por alguna enfermedad cardiovascular. 1,2) Se estima que hasta el 80 % de las muertes por enfermedad cardiovascular se presentan en los países de bajos y medianos ingresos. 3) Dentro de estas enfermedades se presenta el infarto agudo de miocardio (IAM) con o sin elevación del segmento ST, los datos clínicos y epidemiológicos indican que hay diferencias en la fisiopatología entre hombres y mujeres que a su vez inciden en la presentación clínica, diagnóstico y resultados de la enfermedad. (4) En Cuba en el 2016 existe un predominio de infarto agudo de miocardio en mujeres mayores de 60 años de edad, con el 87,9 %, mientras el 44,5 % tenía una edad entre 60 y 70 años. (5) Langabeer JR et al. (6) y otros autores (7,8,9) muestran diferencias en la incidencia del IAM en dependencia del sexo del paciente.
La cardiopatía isquémica representa un tercio de las muertes en el sexo femenino a nivel mundial. (9) Se pronostica que el número de mujeres afectadas se incrementará en los próximos diez o veinte años, debido a un aumento de los factores de riesgo, como el hábito de fumar. Las causas de que las enfermedades cardiovasculares tengan un pronóstico más grave en la mujer, se explica en parte por las diferencias en edad de presentación, factores riesgo, la presentación clínica y el tratamiento. (8,9,10) También se plantea que en las mujeres los síntomas pueden llegar a ser más difusos, atribuyéndose a otras causas, como la ansiedad. Esta confusión, que puede darse tanto en la propia mujer como en el médico de urgencias, retrasa la petición de asistencia médica especializada y cuando ésta llega puede ser demasiado tarde. (11) Mehta LS et al. (4) proporcionan una revisión integral de la presentación clínica, fisiopatología, tratamiento y resultados del IAM en mujeres en Estados Unidos donde plantea que de las enfermedades coronarias que afectan anualmente a 6,6 millones de mujeres; 2,7 millones son por IAM, al provocar más de 53 000 muertes. Se estima que después del primer año y quinto año posterior al infarto morirán más mujeres que hombres. (3
Dentro de los factores de riesgo tradicionales de las enfermedades coronarias: edad, sexo, tabaquismo, hipertensión, hiperlipidemia, y diabetes, entre otros; existen algunos específicos para las mujeres que son cada vez más reconocidos por su impacto diferencial en el desarrollo de las enfermedades del corazón en comparación con los hombres. Los estudios informan mayor prevalencia de diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca, hipertensión, depresión y disfunción renal en mujeres. La diabetes y la hipertensión arterial entre las mujeres que han sufrido un ataque al corazón son factores determinantes en la letalidad. (10) El rol de la disfunción microvascular, la inflamación vascular, la reactividad coronaria, la función endotelial, la influencia hormonal, el estrés oxidativo y tamaño de las coronarias son reconocidos en el aumento del desarrollo de la enfermedad isquémica en mujeres; al tener las mismas mayor prevalencia de erosión de la placa comparado con mayor ruptura de la placa en hombres. (10
Estos factores incluyen biomarcadores inflamatorios y condiciones tales como proteína C reactiva de alta sensibilidad, condiciones relacionadas con el embarazo y disfunción de la ovulación. (11,12
El objetivo del trabajo fue caracterizar el infarto agudo de miocardio en pacientes femeninas ingresadas en el servicio coronario del Hospital Docente Clínico-Quirúrgico Joaquín Albarrán Domínguez de La Habana.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal de mujeres egresadas del servicio de cardiología del Hospital Docente Clínico-Quirúrgico Joaquín Albarrán Domínguez en La Habana, con diagnóstico de infarto agudo de miocardio (IAM) en el período comprendido del 1ro de enero 2017 a 1ro de enero de 2018. De 118 pacientes ingresados de ambos sexos, 52 historias clínicas pertenecían a pacientes del sexo femenino, de las cuales 47 cumplían los criterios de inclusión y exclusión.
Criterios de inclusión:
Pacientes femeninas mayores de 18 años con diagnóstico clínico, electrocardiográfico, enzimático e imagenológico de infarto agudo de miocardio.
Criterios de exclusión:
Pacientes cuyas historias clínicas no estaban en el departamento de archivo o estuvieran incompletas.
Pacientes fallecidas antes de las 24 horas de ingreso.
Se solicitó el consentimiento informado del consejo científico y comité de ética de la investigación de la institución, se respetó la identidad de los pacientes que conformaron el estudio y la confidencialidad de los resultados. Para dar salida a los objetivos propuestos se utilizaron las siguientes variables: sexo, edad, raza, antecedentes familiares y personales de cardiopatía isquémica, hábito de fumar; diabetes mellitus, hipertensión arterial, colesterol y triglicéridos; además del cuadro clínico, electrocardiograma y complicaciones. Los datos obtenidos de las historias clínicas se vertieron en una base de datos creada al efecto. Se emplearon métodos de la estadística descriptiva (porciento, suma frecuencias relativas y absolutas).
Resultados
Según la incidencia del IAM según la edad en las mujeres estudiadas. El 80,7 % de las pacientes eran mayores de 60 años, el grupo etario predominante fueron las comprendidas entre los 61 a 70 años (34 %), seguidas de aquellas comprendidas entre los 81 a 90 años (24 %) (Figura 1).
Según otros factores de riesgo considerados en el estudio, el antecedente personal de hipertensión arterial estuvo presente en el 70 %, de las pacientes ingresadas, seguidas de los antecedentes de hipertrigliceridemia mayor de 1,6mmol/ L (Tabla 1).
Riesgo de infarto agudo de miocardio | No | % |
---|---|---|
Antecedentes familiares de cardiopatía isquémica | 16 | 34,04 |
Antecedentes personales de cardiopatía isquémica | 15 | 31,9 |
Hábito de fumar | 11 | 23,4 |
Diabetes mellitus | 14 | 29,7 |
Hipertensión arterial | 33 | 70,2 |
Colesterol mayor de 6,2 mmol/ L | 7 | 14,8 |
Triglicéridos mayor de 1,6mmol/ L | 19 | 40,4 |
Fuente: historias clínicas.
Dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes en estas pacientes, el dolor precordial fue el síntoma predominante en el 85% de la muestra; seguido del dolor precordial con irradiación al brazo izquierdo y la disnea, presentes en el 26 % y 24 % de las pacientes estudiadas respectivamente (Figura 2).
Se tuvo en cuenta cambios electrocardiográficos presentes, el 51,06 % presentaron un infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (Tabla 2).
Características del infarto agudo de miocardio | No | % |
---|---|---|
Infarto del miocardio sin elevación del ST | 24 | 51,06 |
Infarto del miocardio con elevación del ST | 23 | 48,9 |
Total | 47 | 100 |
Fuente: historias clínicas.
Dentro de las complicaciones más frecuentes encontradas en las pacientes estudiadas, la arritmia cardiaca se presentó en el 14,8 % seguido de la insuficiencia cardiaca y la sepsis intrahospitalaria con el 10 % (Tabla 3).
Discusión
Es conocido el hecho de que el envejecimiento afecta al sistema cardiovascular. La actividad cardiaca tiende a deteriorarse, ya que aumenta el grosor de las paredes del corazón y las arterias y se hacen menos flexibles. La incidencia del IAM aumenta de forma sustancial en mujeres posmenopáusicas; 13) se le atribuye un papel protector a la circulación de estrógenos en el endotelio vascular, sin embargo, los complejos mecanismos por los cuales influye el estrógeno todavía no están totalmente aclarados. (14) Hay autores que dan cuenta de un aumento en la incidencia y mortalidad en el sexo femenino, independientemente de su edad. (4,15
La hipertensión arterial fue el factor de riesgo más frecuente encontrado en la investigación. Borges Moreno YR et al. (16) en un estudio realizado en Cuba informan que la hipertensión arterial fue el principal factor de riesgo en la muestra de mujeres estudiadas, se estima que está presente en el 36 % de los casos de infarto, por lo que de eliminarse este factor podría tener una incidencia significativa en la prevención del IAM. (4) Las mujeres tienen una menor percepción de riesgo de padecer enfermedades coronarias; en una revisión sobre el tema publicada por Aggarwal NR et al. (17) la mayoría de las mujeres no reconocieron los factores de riesgo típicos, a pesar que muchas de ellas tenían más de tres factores de riesgo, solo el 52 % se consideraba a sí mismo riesgo en el momento del infarto. Existen factores no modificables como la edad, sexo, herencia y antecedentes familiares de enfermedad arterial coronaria, que influyen en la ocurrencia del IAM. Young AL N et al. (10) mencionan otros factores de riesgos no tradicionales en mujeres como: la menopausia, la diabetes mellitus gestacional, la preeclampsia y la eclampsia así como otros trastornos sistémicos inflamatorios. La dislipidemia es más frecuente en las mujeres, y está motivado por los cambios del perfil lipídico que acompañan la menopausia, entre los que se incluyen niveles aumentados de colesterol total y triglicéridos. Estos factores están presentes en la población cubana de igual forma. (18,19) Mehta LS et al. (4) y Liao D et al. (20) refieren que los antecedentes familiares juegan un papel determinante; si una persona tiene un familiar de primer grado (padre, madre, hermano o hermana) con antecedentes de haber padecido enfermedades cardíacas, tales como angina de pecho o infarto; presenta el doble de probabilidades de desarrollar problemas similares que la población que no cumple estas características. La historia familiar como un factor cardiovascular está representado por distintos elementos como la genética, el ambiente y la conducta, los cuales interactúan entre sí. Se plantea que la presentación clínica en el contexto del IAM también es diferente en ambos sexos. En la investigación, la mayoría de las mujeres refirieron dolor precordial seguido de aquellas que tuvieron además del dolor precordial una irradiación al brazo izquierdo. Giménez MR et al. (21 y O'Donnell S et al. (22) opinan que a pesar de que la mayoría de pacientes con IAM presentan un dolor torácico, las mujeres refieren con mayor frecuencia dolor en la parte superior de la espalda, brazo, cuello y mandíbula, así como fatiga inusual, disnea, debilidad e indigestión, náuseas, vómitos, palpitaciones, debilidad y una sensación de temor.
El dolor en el hombro y el brazo son dos veces más predictivos de un diagnóstico de síndrome coronario agudo en las mujeres en comparación con los hombres, según De Von HA et al. 23) En una comparación entre los sexos en cuanto a las manifestaciones clínicas, Araújo C et al. (24) informaron que el 82 % de los pacientes estudiados refirieron dolor torácico; por lo que concluyeron que si bien no hay diferencias significativas en la frecuencia o ubicación del dolor entre sexos, las mujeres son más propensas a sentir dolor de mayor intensidad y otros síntomas distintos al dolor. El conocimiento de estos perfiles de presentación del síndrome coronario agudo es importante para la práctica clínica. Existe un escaso reconocimiento de la presentación atípica de IAM en mujeres incluso cuando los síntomas fueron reconocidos, solo la mitad buscaría atención médica. Las mujeres consultan menos y más tarde que los hombres acerca de cualquier problema coronario. 4)
El género parece que no afecta el diagnóstico de IAM basado en el electrocardiograma. En cuanto al análisis de los cambios electrocardiográficos el predominio de casos que en el electrocardiograma no presentaron elevación del ST (no STEMI -51 %) no coinciden con Eindhoven DC et al. (25) en su estudio sobre adherencias medicamentosas, donde plantean que hay mayor proporción en los casos con elevación del ST (STEMI).
La elevada mortalidad por IAM también se debe a la aparición de complicaciones. Entre estas, la arritmia cardiaca, fue la más frecuente encontrada en el estudio, seguido de la insuficiencia cardíaca. Martínez Carrillo A et al. (26) informan que la arritmia ocurre hasta en un 10 % en su estudio. Las mujeres tienen un riesgo similar que los hombres de desarrollar una arritmia ventricular después del IAM.
Trueba Rodríguez D et al. (27) plantean que el 25,7 % de las pacientes con IAM evolucionaron con insuficiencia cardiaca. La frecuencia de re-infarto y la muerte encontrada en la serie es similar a los datos aportados por Young AL-N et al. (10
A pesar de que las indicaciones terapéuticas son comunes para hombres y mujeres, el tratamiento de re-perfusión en el síndrome coronario agudo, tanto farmacológico como intervencionista, sigue mostrando en general diferencias entre ambos sexos, pues se aplica menos y existe una mayor mortalidad en las mujeres. El factor de diagnóstico tardío es referido como causa de que las mujeres afectadas por esta enfermedad tengan menos probabilidades de someterse a cateterismo cardíaco y menos probabilidades de recibir repercusión oportuna. (10,28