Introducción
El bajo peso al nacer (BPN) constituye un desafío para la ciencia a lo largo de la historia de la humanidad y una problemática de salud a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS), (1) lo define como todo niño con peso inferior a 2 500 gramos (por debajo del percentil 10), independiente de la edad gestacional. Se estima que entre un 15 y un 20 % de los niños nacidos en todo el mundo presentan BPN. El objetivo para 2025 es reducir un 30 % el número de niños con un peso al nacer inferior a 2 500 gramos.
El BPN, es el índice más importante para determinar las posibilidades del recién nacido de sobrevivir y tener un crecimiento sano y constituye uno de los principales problemas obstétricos actuales. Causa alrededor de 5 millones de muertes anualmente a nivel mundial. En específico los muy bajos pesos determinan el 60 % de la mortalidad infantil. (1) Existe una variabilidad considerable en la prevalencia del BPN, según las regiones e incluso dentro de un mismo país. La OMS, (2) plantea que los porcentajes regionales estimados son del 28 % en Asia meridional, el 13 % en el África subsahariana y el 9 % en Latinoamérica. Mientras que en Sudamérica, Perú presenta un 11 %, seguido de Paraguay, Colombia, Venezuela y Bolivia. (3) España reporta un 5 %, el Reino Unido un 6 % y en los Estados Unidos de América un 7 %. 1,3)
El BPN, es una enfermedad compleja, que incluye a los neonatos prematuros (nacidos antes de las 37 semanas de gestación), los a término pequeños para su edad gestacional y los neonatos en que se suman ambas circunstancias. El recién nacido de bajo peso, constituye el producto de un hecho biológico, ocurrido como consecuencia de las influencias de factores socioculturales, biológicos y antecedentes gineco-obstétricos de la madre. 4,5) Las causas principales que reporta la literatura son: la edad materna menor de 20 años y las edades mayores a 35 años, la hipertensión arterial, los partos previos, hipertensión arterial gestacional, la ganancia inadecuada de peso, el período intergenésico corto (PIC), la diabetes gestacional, la infección urinaria, las hemorragias transvaginales, las anemias y el embarazo gemelar entre otros. 1,4,5,6
En Cuba el índice de BPN, ha sufrido un descenso paulatino. 7) Con la instauración del Programa de Reducción del Bajo Peso al Nacer, este indicador ubica a Cuba entre los países con parámetros más bajos a nivel mundial, aunque se plantea que no deja de ser un problema de salud actual. La situación del BPN, en el Policlínico Pedro Borrás Astorga constituyó el principal problema de salud en el Programa Materno Infantil. Por lo que el objetivo de la investigación fue identificar los factores de riesgo asociados al bajo peso al nacer y al nacimiento pretérmino en el Policlínico Pedro Borrás Astorga de Pinar del Río durante los años 2015 al 2019.
Métodos
Se realizó un estudio transversal descriptivo de los recién nacidos con bajo peso al nacer, en el Policlínico Universitario Pedro Borrás Astorga de Pinar del Río durante los años 2015 al 2019. Hubo un total de 1 640 nacimientos. Se trabajó con el total de los recién nacidos con bajo peso al nacer (85).
Las variables estudiadas se agruparon en: socio demográficas (estado civil y edad), riesgos médicos previos a la gestación (antecedentes de partos con BPN, de hipertensión arterial, bajo peso preconcepcional, de abortos, adolescencia, diabetes mellitus, enfermedad renal y cardiaca, muerte fetal, de anemia, PIC. Riesgos médicos durante el embarazo: trastornos hipertensivos del embarazo, anemia, antecedentes de amenaza de aborto o parto pretérmino, modificaciones cervicales, infecciones vaginales, infección urinaria y bacteriuria asintomática, ruptura prematura de membrana, gemelaridad, ganancia insuficiente de peso, sangramiento de la I y III mitad de la gestación. Datos del BPN (tiempo de gestación al nacimiento, vía del parto, clasificación y peso al nacer).
Se emplearon métodos del nivel teórico y empíricos. La recolección de datos se realizó a partir de información obtenida de la encuesta elaborada por el autor y se revisaron las historias clínicas de las gestantes con previo consentimiento de estas. Los datos fueron incluidos en una base de datos creada al efecto en el sistema Excel para Windows versión ocho para su interpretación y análisis. Se utilizó como métodos matemático-estadísticos la estadística descriptiva y los datos se resumieron en frecuencias absolutas y relativas. Los resultados del estudio se presentaron en tablas.
Bioética: en el estudio se respetaron los principios básicos de la ética médica.
Resultados
En la tabla se muestra el total de nacimientos (1 640) y el total de recién nacidos con bajo peso (85) ocurrido en los años estudiados en el Policlínico Pedro Borrás Astorga de Pinar del Río, distribuidos por grupos básicos de trabajo (GBT). El índice de bajo peso en el período fue de 5,2 %. El año 2015 y 2017 fueron los del índice más bajo 4,5 y 3,1 respectivamente. El año 2019 fue el del índice más elevado (7,1), comportándose el resto de los años de manera similar. El GBT 1 fue el de mayor incidencia en el BPN, en los años estudiados (Tabla 1).
Se muestra la relación entre el estado civil y edad con el BPN. El estado civil que prevaleció fue el soltero con un 38,8 % comportamiento parecido al de la unión estable. Las mujeres solteras prevalecieron en los años 2015 y 2016 y se comportaron de forma similar en los años 2017 y 2018 con un 42,1% respectivamente estos dos estados civiles y las mujeres con unión estable en el 2019 (39,1 %). Con relación al BPN, con la edad materna, prevalecieron de manera general, las adolescentes con 37,7 % seguidas de las edades extremas de la vida con 36,5 % (Tabla 2).
Según la relación entre el BPN y los riesgos médicos maternos previos a la gestación. Los riesgos previos más frecuentes fueron el antecedente de parto con BPN, de hipertensión arterial, de bajo peso preconcepcional y de abortos. Por años se presentaron los riesgos de la siguiente forma, en el 2015, los antecedentes de partos con BPN, en el 2016 los antecedentes de abortos, en el 2017 los antecedentes de aborto e hipertensión arterial, en el 2018 los antecedentes de anemia y en el 2019 la adolescencia. Hubo un 28,2 % que no presentaron riesgos (Tabla 3).
Con respecto a la relación entre los riesgos médicos durante el embarazo y el BPN. Los riesgos médicos durante el embarazo más frecuente fueron: trastornos hipertensivos del embarazo, las anemias, amenaza de aborto o parto pretérmino y la infección urinaria y bacteriuria asintomática. En el 2015 predominaron los trastornos hipertensivos del embarazo, en el 2016 las anemias, en el 2017 y 2018 los antecedentes de amenaza de aborto y parto pretérmino. En el 2019 las anemias y los trastornos hipertensivos del embarazo (Tabla 4).
Se reflejan los datos del recién nacido con BPN. Con respecto al tiempo de gestación al nacimiento se comportaron por igual los entre 28 y 36 semanas y los de 37 y 41 semanas. Predominaron los partos entre 28 y 36 semanas, en los años 2015 y 2016. En los años 2018 y 2019 predominaron los BPN con tiempos de gestación entre 37 y 41 semanas. La vía del parto prevaleció la trans-pelviana con un ligero incremento de la cesárea en el 2018. Predominó el pretérmino en los años 2015 y 2016. En el 2018 y en el 2019 la RCIU. Prevalecieron los recién nacidos con pesos de más de 2 000 gramos (Tabla 5).
Discusión
En la investigación el índice del BPN en el policlínico objeto de estudio, respecto a la realizada por el autor en años anteriores tuvo un comportamiento similar, a pesar de las acciones implementadas en el período, 5) aunque se lograron indicadores inferiores al 5 %, propósitos del Programa Materno Infantil. Diversos son los autores a nivel internacional que presentan en sus estudios los índices de BPN. En México, Ulloa A et al. 8) reportaron un 10 %, Estrada-Restrepo A et al. 9) entre 3,6 y 4 %. Roja Salazar EG et al. (10 en Bolivia 9,6 %. Autores nacionales como Bertrán Bahades J et al. (4) y Henríquez Navarro D et al. (11) reportaron 5,4 y 7,4 % respectivamente. Selva Capdesuñer A et al. 12 y Herrera Alcazar V, 13) mostraron índices superiores al estudio.
Resulta elemental el cumplimiento de las guías de actuación o protocolos establecidos para el seguimiento de los embarazos de riesgo, cuyas acciones se encaminan a la prevención de la morbi-mortalidad infantil. Durante la atención prenatal se debe lograr sensibilizar a las madres, sus parejas, su familia sobre la importancia de los cuidados prenatales.
En el estudio se evidencia la relación entre la edad materna y el BPN. Autores como Quintero Paredes PP et al. 5) Padrón Beltrán R, 14) sugieren que las mujeres menores de 20 años y las mayores de 35 están propensas a tener hijos con peso inferior a 2 500 gramos. Resultados similares respecto a la edad menor de 18 años fueron encontrados por Noa M et al. 15) Mientras que Roja EG et al. (10) y Guerra Y et al. 16 no reportan relación entre la edad y el BPN.
Se han descrito como mecanismos para explicar los riesgos del embarazo precoz, la inmadurez biológica-emocional determinada por la falta de crecimiento y madurez de los órganos reproductores, los aportes nutricionales y calóricos insuficientes para el desarrollo del feto y por el Síndrome de Mala Adaptación Circulatoria. Los resultados de esta investigación, confirman que mientras más joven es la madre, mayores son los riesgos de tener un BPN, e indican que la adolescencia constituye un problema antiguo al que se le debe dedicar mayor atención para garantizar la salud integral de este grupo poblacional. 5,11,15
En las mujeres con edad avanzada existen con más frecuencia patologías pre-gestacionales y gestacionales, las que condicionan un mayor riesgo de parto prematuro y RCIU. Gómez Gómez Hernández T et al. 17 reportan que los nacimientos con peso menor de 1 500 gramos en mujeres añosas se deben a que se les agregan diversos factores de riesgo.
Resulta evidente la relación que existe entre el estado civil y el BPN por la existencia de poco apoyo por parte de la pareja en la protección de la mujer embarazada. Estrada-Restrepo A et al. 9) reportan mayor número de BPN, en las madres solteras, lo que está dado por el apoyo socioeconómico y sentimental de las madres que conviven con una pareja. Constituye un objetivo de vital importancia reducir embarazo en jóvenes solteras y se debe hacer mayor énfasis en la educación de la sexualidad y a la planificación familiar.
La salud materna es un factor determinante que influye en el peso del niño al nacimiento. Pérez Martínez M et al. 18 identificaron los antecedentes de partos con BPN, como factor de riesgo. Plantea que toda gestante que dé a luz antes de tiempo tiene un riesgo 60 veces mayor de tener un BPN, respecto a las que lo hagan después de 37 semanas. La investigación corroboró este hecho por lo que la pesquisa de este dato en la historia clínica prenatal, permitirá intervenir durante la gestación modificando los factores de riesgo. (5
La OMS, 2 en metas mundiales de nutrición 2025, plantea que el peso materno anterior al embarazo inferior a 50 kilogramos constituye un factor de riesgo. Basso y Arranz citado por Pérez Martínez M et al. 18) plantean que; el primero, en sus estudios tuvo un 21,1 % de las gestantes con estado nutricional deficiente y el segundo el 13 %. El embarazo es un estado fisiológico que demanda cuantiosos requerimientos, se impone considerar el tiempo de recuperación entre gestaciones. Esto implica un accionar del personal de salud, en el control del riesgo reproductivo preconcepcional, para evitar que las mujeres se embaracen antes del tiempo establecido.
En la Atención Primaria de Salud resulta importante tener presente la relación del BPN, con el PIC, a fin de brindar un seguimiento adecuado y control de las mujeres con este factor asociado. Resulta de vital importancia planificar no solo el número de hijos, sino el espaciamiento entre los embarazos. Franco Monsreal J et al. 19) al respecto encontraron predominio del PIC relacionado con el BPN, lo que destaca lo señalado con anterioridad.
Bertrán Bahades J et al. (4) y Retureta Milán SE et al. 20 concluyen que los factores de riesgos encontrados fueron la malnutrición por defecto a la captación, las enfermedades previas asociadas y las propias del embarazo, fundamentalmente la anemia y la infección vaginal. Henríquez Navarro D et al. 11) reportaron además, la edad materna. González García I et al. 21 encontraron la preeclampsia, la placenta previa y el asma bronquial, seguido por la hipertensión arterial y la diabetes mellitus. Existe un consenso entre los diferentes autores que uno de los principales trastornos que produce la hipertensión es la prematurez. En el estudio, la hipertensión arterial de la madre se asoció al BPN.
Como consecuencia de los cambios fisiológicos del embarazo y de las necesidades del feto en desarrollo, la anemia es frecuente durante la gestación y resulta altamente perjudicial para el embarazo. 12) Morillo Rosero HH et al. (22) refieren que el 80 % de las maternas tuvieron anemia, la que está muy ligada al aumento de las demandas nutricionales del feto y que la grávida anémica y su hijo están frecuentemente expuestos a complicaciones.
Noa M et al. 15) y Reyna Gell S et al. (23 muestran un índice de amenaza de parto pretérmino o aborto, de infecciones urinarias y vaginales similares al estudio. Al respecto, Herrera Alcazar V, 13) y Retureta Milán SE et al. 20 plantean que se asocian a partos pretérmino lo que constituye una amenaza para la gestación ya que provocan modificaciones severas del cuello uterino, sin que el producto de la concepción haya alcanzado el peso adecuado.
Por lo que el diagnóstico y tratamiento oportuno de las infecciones constituye un factor modificable en el cuidado individual de la embarazada. González García I et al. 21 reportan el embarazo gemelar, la rotura prematura de membrana y la incompetencia cervical como causas de BPN.
La influencia de la nutrición materna sobre el peso al nacer ha sido estudiada en diferentes contextos y poblaciones. Morillo Rosero HH et al. (22 plantea que se requiere de un nivel mínimo de nutrientes para obtener un peso adecuado al nacer. Los resultados del estudio mostraron semejanzas con enfoques similares a investigaciones realizadas en diferentes países por Jiang C et al. (24 y Rodríguez SK et al. (25
En cuanto a la edad gestacional al momento del parto, los hallazgos de esta casuística coinciden con los de Montero M et al. 26) y con Rivera AM et al. (27) En Latinoamérica y el Caribe la OMS, (19 reportó relación estadísticamente significativa entre el peso y la edad gestacional. Por su parte Rivera AM, 27 plantean que en el tiempo de embarazo por debajo de las 37 semanas existe una relación significativa con el neonato menor de 2 500 gramos.
Todos los esfuerzos que se realicen para prevenir el parto pretérmino, se verán reflejados en la mejoría de los índices de BPN.
En la investigación se encontró que el RCIU predominó en algunos de los años del estudio. Bertrán Bahades J et al. (4 plantearon que existió correlación entre la edad gestacional, el bajo peso al nacer, el parto pretérmino y la RCIU. Selva Capdesuñer A et al. 12 reportan que la RCIU fue de un 75 % y como forma clínica prevaleció la RCIU a término. En la investigación de Ulloa et al. (8) el peso promedio fue de 2 311 gramos y la edad gestacional de 38,5 semanas.
Conclusiones
Dentro de los principales factores de riesgos, en el estudio se encontraron el estado civil soltero, las edades extremas de la vida, los antecedentes de parto con BPN, el bajo peso preconcepcional, los trastornos hipertensivos y las anemias. Varios de estos factores pueden ser modificados desde el estilo de vida.
En Cuba la Atención Primaria de Salud y el médico y la enfermera de la familia cuentan con una poderosa herramienta para la reducción del BPN. Se trata no solo de conocer las causas, sino de modificar o atenuar los factores causales, formas de pensar y actuar en las parejas, las familias y en los profesionales de la salud con el propósito de eliminar este flagelo tan antiguo como la propia sociedad que es el BPN. El control adecuado de las parejas con factores de riesgo reproductivo preconcepcional y su responsabilidad en la planificación de un embarazo, contribuye al mejoramiento de la calidad de vida del binomio.