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Revista Cubana de Plantas Medicinales

versión On-line ISSN 1028-4796

Rev Cubana Plant Med v.2002 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2002

 

Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. Juan Tomás Roig"


Instructivo técnico del cultivo de Cymbopogon citratus (D.C) Stapf (caña santa)

Ing. Rafaela Soto Ortiz,1 Lic. Gilberto Vega Marrero1 e Ing. Aldo Luis Tamajón Navarro.2

DeCS: CULTIVOS AGRICOLAS; EXTRACTOS VEGETALES/uso terapéutico; SEMILLAS/ crecimiento & desarrollo; PLANTAS MEDICINALES/ crecimiento & desarrollo; MEDICINA HERBARIA; AGRONOMIA.
Subject headings: CROPS, AGRICULTURAL; PLANT EXTRACTS/ therapeutic use; SEEDS/ growth & development; PLANTS, MEDICINAL/growth & development; MEDICINE, HERBAL; AGRONOMY.


En la década de los 90, caracterizada por el resurgimiento de una cultura naturalista científicamente fundamentada, que abarca tanto la actividad agronómica como la médica, se revalorizan el uso y producción de las plantas medicinales, tanto en estado natural, como de las sustancias y productos elaborados a partir de ellas. Este nuevo estadio de la cultura humana, unido a condiciones económicas excepcionales ha provocado el auge de la medicina alternativa, en la cual el cultivo, estudio y el procesamiento de las plantas con fines terapéuticos ocupan una posición cimera (Rodríguez y col. 1993).

Las posibilidades de desarrollar el cultivo de Cymbopogon citratus (D.C) Stapf (caña santa) en Cuba como planta medicinal y aromática habían sido indicadas por Roig en 1943, como resultado del estudio de su comportamiento en la Estación Agronómica de Santiago de las Vegas y apuntaba que: "El establecimiento de nuevos cultivos es siempre una labor difícil y aunque ciertas especies de plantas medicinales se dan bien en Cuba, no se pueden ofrecer cantidades apreciables al exportador, porque no existen plantaciones comerciales, ni datos sobre el costo del cultivo y manipulación," concluye exponiendo, "De algún modo debe estimularse el cultivo de plantas aromáticas y medicinales en Cuba", así como el establecimiento de laboratorios y fábricas de productos farmacéuticos que empleen drogas nativas.

El presente Instructivo Técnico surge producto del resultado de las investigaciones realizadas por la autora principal en el Plan Experimental de Aceites Esenciales ubicado en el municipio Alquízar en la Provincia de La Habana. (Soto R. 2001).
Entre las plantas reconocidas por sus comprobadas propiedades medicinales se encuentra esta especie, conocida con los nombres vulgares de caña santa, hierba de calentura, hierba limón y otros, que en forma de droga seca, extracto fluido, tintura o aceite esencial se emplea en once medicamentos diferentes en las categorías farmacológicas: analgésica, antiinflamatoria, antiasmático, expectorante, antiespasmódica y otras (Emp. Prov. de Medicamentos Cienfuegos, 1993).

Este género se cultiva en numerosos países del mundo para la obtención de aceite esencial, como lemon grass de gran importancia para la industria, ya que grandes cantidades son utilizadas para la estracción del citral, principal constituyente del aceite, el cual es un importante material para la perfumería, confitería, licores, y se emplea como materia prima en la síntesis de las iononas, sustancias aromáticas con fuerte olor a violetas y en la síntesis de la vitamina A.

Los aceites esenciales ricos en citral son bien conocidos también por sus propiedades bactericidas y fungicidas (Guenther, 1950 y Pattmaik y col. 1996).

1. Generalidades

La naturaleza aromática del género Cymbopogon ha atraído la atención del hombre a lo largo de su historia. El agradable olor que poseen las diferentes especies de este género por sus contenidos en aceites esenciales ricos en compuestos terpénicos ha creado una demanda de estos para el desarrollo de la industria en Sri Lanka, India, Singapur, Malaya, Java, Formosa, China, Francia, Alemania, África, Seychelle, Islas Comoros, Madagascar, Haití, Puerto Rico, México, Guatemala, Honduras, Salvador, Ecuador, Brasil y Argentina.

Alrededor de 120 especies pertenecen a este género, con una variada combinación de compuestos terpénicos en sus aceites esenciales, los cuales son usados en perfumería, cosméticos y preparaciones farmacéuticas, entre las que se distinguen por su importancia C. nardus, C. winterrianus, C. flexuosus, C. martini y C. citratus.

Apuntan Gupta y Jain (1978), además, que todas las hierbas pertenecientes a este género son muy fuertes y crecen sobre una gran diversidad de suelos desde loam ricos hasta lateríticos pobres. Son fuentes de citral: C. flexuosus, C. pendulus, C. khasianus y C. citratus (Sabti y col. 1982).

Las hierbas del género Cymbopogon son perennes, una vez plantadas con un rendimiento económico de 3 a 5 años en dependencia de la fertilidad del suelo, condiciones climáticas y la práctica fitotécnica (Pareek y col. 1985).

En Cuba, se reportan por Roig (1965) 2 especies aromáticas de este género C. nardus Rendle, conocida como citronela y Cymbopogon citratus (D.C) Stapf (caña santa) que se conoce con los nombres vulgares señalados anteriormente. En otros países se le denomina, según una encuesta realizada por Tramil (2000): zacate, limón, té de limón y zacate té en Costa Rica, Honduras y Guatemala, así como limoncillo en Venezuela y República Dominicana.

1.1. Origen y distribución

El Centro de origen de esta especie es el Sureste Asiático y al igual que el resto de las especies del género Cymbopogon, está distribuida en las regiones tropicales y subtropicales (Gupta y Jain, 1978).

1.2. Clima

El impacto multivariado del clima sobre los organismos vivos en general, y sobre el desarrollo de los cultivos agrícolas en particular, exige tomar en consideración los factores climáticos, ante todo las temperaturas y las precipitaciones, señala Lerch (1984), quien destaca que en el desarrollo de las plantas importan, en primer lugar, la distribución y las oscilaciones de las temperaturas y precipitaciones durante su ciclo de vida.

El viento cálido es quizás uno de los elementos del clima que más afecta a la plantación al provocar un aumento de la evapotranspiración de las hojas, apareciendo de forma precoz necrosis apical en estas y fundamentalmente cuando no ha existido un suministro adecuado de agua a través del riesgo.

La calidad, cantidad y duración de la luz son características que juegan un papel preponderante en los rendimientos agrícolas de esta especie. La posición vertical de las hojas le permite una mayor cantidad de superficie foliar por unidad de superficie del suelo y una utilización mayor de la luz como consecuencia inmediata. Este factor conjuntamente con el aumento de la temperatura y duración del día, determina un rápido crecimiento en masa verde experimentado en cierta época del año, alcanzando la madurez en menos tiempo.

Nair (1982) señala que las condiciones óptimas para el desarrollo de Cymbopogon citratus son calor y clima húmedo con plena exposición solar y lluvia de 2 500- 2 800 mm al año uniformemente distribuidas.

Handique y col. (1984) indican que este cultivo en las condiciones de Jorhat India mostró gran variación en el contenido de aceite esencial de un mes a otro, durante todo el año.

Al relacionar los rendimientos de aceite con las variaciones de temperatura encontró que el aumento o disminución de esta, tiene una pequeña relación con el contenido mensual de aceite. La lluvia, por otra parte, por sí misma, no guardó una relación con el contenido de aceite, así como la humedad relativa. Sin embargo, la humedad del suelo si tuvo relación con el contendio de aceite en comparación con otros factores.

La condición estacional acumulativa y su variación siempre estuvo relacionada en algún grado con el patrón de variación total del contenido de aceite, y algunos factores desconocidos también influyen sobre la variación del contenido de aceite. Estos factores desconocidos pueden ser una variación de algunas actividades bioquímicas o fisiológicas rítmicas relacionadas con la síntesis del aceite, que necesita una profunda investigación.

La mejor adaptación se encuentra en las zonas donde la temperatura media mensual es de 24-26 °C, valores de temperatura por encima de 35 °C afectan su crecimiento, sobre todo cuando el suministro hídrico es deficiente.

En nuestras condiciones, el mejor crecimiento del sistema radical se produce cuando la temperatura del suelo fluctúa entre 21-23 °C, retardándose su desarrollo por debajo de 21 °C como sucede en los meses de diciembre, enero y febrero.

1.3. Fenología

Pocas poaceas presentan en sus hojas aceites esenciales, las más importantes son precisamente las del género Cymbopogon. Las hojas no son realmente lampiñas pues a lo largo de los nervios se encuentran cerdas que le comunican cierta aspereza que se acentúa en las hojas secas, en los bordes, estas cerdas se lubrican y al tacto se sienten como el filo de un serrucho.

Las lígulas son membranosas y pelosas, en las vainas se observan depósitos de cera. En las membranas de las células epidérmicas se acumula sílice.

El color de las hojas es variable en cuanto al tono del verde en dependencia de donde se desarrolla, a veces se percibe un aspecto ceniciento. A plena exposición solar las hojas pueden presentar tonalidades violáceas que denotan la presencia de pigmentos antocianos.

Los rizomas presentan numerosos haces concéntricos y de él brotan las hojas más unidas y mediante la ramificación de ellos se forman grandes macollos o cepas.

En las condiciones de Cuba no florece o lo hace rara vez.

El período de brotación, al realizar la plantación es de 10-15 d comenzando el ahijamiento a los 20-30 d y alcanzando la maduración fisiológica a los 180 d, siempre que la plantación haya recibido las atenciones fitotécnicas de fertilización, control de malezas, riego y control fitosanitario (Soto y Vega, 1990).

1.4. Descripción botánica

Yerba perenne, robusta, tallos muy ramificados de 1 a 2 m de alto con los nudos ceríferos. Hojas aromáticas, amontonadas cerca de la base, lampiña, glaucas, de 6 a 10 dm, sus ramas alargadas y un tanto penduladas. Espatas lanceoladas: las espiguillas en pares, una sésil y la otra pedicelada; los racimos bifurcados, portando en la bifurcación una espiguilla estaminada sin arista, la espiguilla sésil, del par o los pares inferiores diferentes de las de arriba. Racimos de 1 a 1,5 cm de largo, la espiguilla sésil línea lanceolada de 4 a 5 cm de largo acuminada con el dorso cóncavo en la parte baja (Roig, 1974). No florece o lo hace muy rara vez.

En una planta de C. citratus desarrollada pueden encontrarse hojas cuyas longitudes varían desde 22 cm hasta 82 cm y la mayor proporción se encuentra entre los rangos de 34 a 46 cm, 58 y 70 cm (Soto y col. 1984). Un estudio realizado por estos autores sobre la definición del método adecuado para la determinación del área foliar para esta especie, dio como resultado que el más adecuado es el de largo por ancho, empleando como coeficiente para las hojas cuyos largos oscilan entre 34 a 46 cm, 0,58 y para las de 47 a 70 cm, 0,71.

En cuanto a su sistema radical, un estudio sobre la distribución de este en un suelo ferralítico rojo típico mostró, que el mayor porcentaje de raíces se encuentra hasta los 0,30 m de profundidad en el suelo. En la distribución horizontal y para las distancias entre las hileras de las plantas de 0,90 m, la mayor proporción de raíces se halla a los 22,5 cm a partir del eje central del plantón.

1.5. Identificación de la especie

Guenther (1950) apunta que al inicio había mucha confusión respecto a la toxonomía de las plantas que producen los aceites de lemon grass de las Indias Orientales y de las Indias Occidentales.
Stapf finalizó la larga controversia identificando a la planta productora del aceite de las Indias Orientales como Cymbopogon flexuosus y a la que produce el aceite de las Indias Occidentales como Cymbopogon citratus.

Las 2 plantas han sido denominadas varias veces como Andropogon nardus var. flexuosus Hack o Andropogon flexuosus Nees y Andropogon nardus var. ceriferus Hack o Andropogon citratus D.C. respectivamente.

Las correcciones de las clasificaciones de Stapf fueron confirmadas experimentalmente por Jowitt y Pickles, citado por Guenther (1950), quienes plantaron las 2 especies en Ceylan, extrajeron sus aceites esenciales por destilación, encontrando que el aceite esencial derivado de C. flexuosus Stapf era soluble en 2,2 volúmenes o más de alcohol al 70 %, mientras que el aceite derivado de C. citratus Stapf no era claramente soluble ni en 10 volúmenes de alcohol al 90 %. Resulta perfectamente identificable con los datos brindados en la descripción botánica.

1.6. Multiplicación

Existen plantas que solo se reproducen por sus porciones vegetativas, pero hay otros grupos de plantas que aunque producen semillas botánicas, estas no se utilizan económicamente para su reproducción por diferentes causas, como su viabilidad, la longitud de su ulterior crecimiento o la dificultad de su obtención; en este caso se encuentra esta especie que no florece a no ser que crezca en un clima favorable y que no haya sido cosechada durante varios años. Por lo que se propaga por la división del plantón.

Se recomienda que los hijuelos o propágulos utilizados para la plantación procedan de campos preparados para este fin, dicho de otro modo, deben proceder de bancos de semillas, no pudiendo haber recibido ningún corte anteriormente y tener como mínimo 10 meses y preferiblemente 1 año.

Es aconsejable que el banco de semilla esté separado del resto de la plantación no menos de 1 km, con una orientación tal que los vientos predominantes no procedan de los campos de producción para contrarrestar el traslado de plagas y enfermedades al área ocupada por el banco de semilla.

Un plantón de esta especie procedente del banco de semilla debe proporcionar entre 40 y 70 hijos útiles a los 10 y 12 meses de plantado. El arranque se ejecutará de forma manual y traslado a un lugar sombreado, donde se seleccionarán los propágulos eliminándoles las hojas más viejas y cortando el extremo apical a la altura de deshimbricación de las hojas, obteniéndose con una longitud entre 25 y 30 cm y un diámetro de tallo rizomatoso de 1 cm como mínimo.

Una vez preparadas "las semillas" se hacen paquetes de 100 unidades, amarrándolas suavemente y depositadas en lugar fresco en posición vertical hasta el momento de su plantación.

En algunos casos, se pueden depositar en un lugar que mantenga humedad para estimular el brote de los primordios radicales, con lo cual se garantiza un brote rápido que contribuye a eliminar la competencia con las hierbas indeseables al realizar la plantación.

La desventaja que presenta este último método consiste en que si la manipulación de " las semillas" no es extremadamente cuidadosa, se dañan los primordios radicales y se retrasa el desarrollo de las hojas.
También se recomienda colocar los propágulos de 3-5 d en un lugar donde el agua esté en constante movimiento de circulación, provocando la estimulación de los primordios radicales. No debe emplearse agua estancada porque el ataque de microorganismos patógenos pueden enfermarlos.

2. Agrotecnia
2.1. Preparación del suelo

Este cultivo exige una esmerada preparación del suelo para poder lograr altos rendimientos en masa verde, además deben realizarse las labores que faciliten el drenaje interno de aquellos suelos que presenten este problema.

Las labores de preparación de suelo deben tener una duración no menor de 40 d para que resulte eficiente esta labor. La secuencia de las labores serán las siguientes:

  • Roturación: 10-12 cm de profundidad, tractor Junz-6 ó MT 380. La rotura superficial permite utilizar una potencia menor del equipo y por tanto un menor gasto de combustible, dando la posibilidad de no enterrar totalmente los residuos de cosecha o vegetación espontánea, las que estarán sometidas a los fenómenos de intemperismo que iniciarán el proceso de biodegradación de forma más acelerada.
  • Pase de grada media: 12-15 cm permitiendo esta labor, romper las estructuras más gruesas del suelo (terrones), eliminación de las hierbas indeseables y el fraccionamiento de los rastrojos para acelerar su descomposición.
  • Se recomienda dar un riego con una norma parcial bruta de 250 m3/ha después del pase de grada con la finalidad de acelerar la germinación de las semillas de las hierbas indeseables y favorecer la descomposición de la materia orgánica incorporada como abono verde y restituir el tempero del suelo, lo que permitirá un cruce cualitativamente óptimo.
  • Cruce: 25-30 cm en dependencia del tipo de suelo y de 12-15 d posterior al riego efectuado, de manera que se logre virar el prisma de tierra, eliminando de esta forma la población de hierbas indeseables que hayan brotado, depositándola a mayor profundidad para que continúe su descomposición, para aumentar el porcentaje de materia orgánica y muchas de las semillas de hierbas indeseables quedarán a mayor profundidad evitando su posible germinación.
  • Pase de Tiller: posteriormente al cruce y de forma inmediata se realizará un pase de este implemento en sentido perpendicular, de manera que el suelo quede mullido en su superficie y evitando el exceso de pulverización superficial que se producirá con otro pase degrada y contrarrestando la erosión eólica.
  • Surcar: una vez completado el cruce, se realiza esta labor para garantizar la plantación, haciendo la surquería a la misma profundidad del cruce (25-30 cm). Esto está dado porque en esta especie, mientras mayor es la profundidad del surco hay mejor garantía en la plantación y mayor será el rendimiento en masa verde.

2.2. Plantación, fecha y distancia

La mejor época de plantación para esta especie son los meses de marzo a mayo porque permite realizar la primera cosecha a partir de los 9 meses con rendimiento mínimo de 18-22 t/ha de masa verde y una concentración de aceite esencial de 0,3-0,5 % rico en citral, logrando la plantación una altura de 1,10-1,20 m debido a las condiciones climáticas predominantes en ese período.

Aunque se puede plantar en cualquier época del año, las plantaciones realizadas en noviembre-febrero se desarrollan con lentitud en su primera etapa alcanzando la madurez más tardíamente (10-11 meses).

Si la plantación se efectúa en los meses de julio-agosto, septiembre, octubre, la plantación presentará un buen crecimiento inicial, pero aminora el mismo a partir del mes de noviembre, obteniendo la madurez más tardíamente.

La plantación realizada en junio puede resultar buena en rendimiento de biomasa y aceite.

Tabla. Marco de plantación

 
alcanzada (cm)
Rendimiento (kg/planta)

Rendimiento aceite esencial
(mL /kg de hojas)

% Citral
Rendimiento (t/ha)
Marzo
133
1,78
3,1
76
35,6
Abril
130
1,70
3,5
79
34,0
Mayo
125
1,71
3,6
80
34,2
Junio
122
1,30
4,0
80
26,0
Julio
120
1,11
4,8
82
22,2
Agosto
112
0,94
5,1
83
18,8
Septiembre
110
0,91
3,8
75
18,2
Octubre
107
0,87
3,4
75
18,4
Noviembre
110
0,81
3,1
73
18,2
Diciembre
112
0,75
3,0
72
21,0
Enero
121
0,73
2,8
72
24,6
Febrero
126
1,61
3,1
76
32,2

 


El marco de plantación: está en dependencia de algunos factores tales como fertilidad del suelo, abasto de agua, fertilización y época de plantación seleccionada.

En término general, si la cosecha se desea realizar entre 9-11 meses el marco de plantación recomendado es de 0,90 x 0,50 m obteniendo una población de 22 000 propágulos/ha.

Si la cosecha se va a realizar después de los 12 meses o más, el marco de plantación a emplear es de 1 x 1 m para una población de 10 000 propágulos/ha, obteniendo un rendimiento entre 2-2,7 kg/planta.

Profundidad de plantación: se recomienda de 25-30 cm, tapando el propágulo hasta 1/3 de su longitud, lo que permitirá un mayor grado de ahijamiento y sobre todo un menor número de hijos aéreos que son las causas del debilitamiento de la planta madre en detrimento de la macolla, además de afectar el tiempo de vida útil de la plantación al reducirse el número de cosechas económicamente rentables.

Otra ventaja de la plantación profunda es la posibilidad que presenta la planta de obtener mayor nivel de agua del suelo a través de su sistema radical.

Lo más importante en una plantación de esta especie es obtener el 100 % de brote, lo que es perfectamente posible si se cumplen las exigencias establecidas en la selección y preparación de los propágulos, y el riego hasta los 25 d de realizada la plantación.

2.3. Fertilización

El cultivo de esta especie requiere importantes suministros de nitrógeno, fósforo, potasio y materia orgánica para obtener buenos rendimientos.

Si el aceite esencial se va a utilizar para la fabricación de medicamentos, no deben aportarse estos elementos a través de los fertilizantes inorgánicos, la única vía autorizada es la fertilización orgánica, lo que implicaría una dosis mayor por hectárea, para suplir las deficiencias nutricionales y mejorar las propiedades físicas del suelo.

Los estudios de fertilización realizados recomiendan:

100 kg/ha de nitrógeno al año en 2 aplicaciones.
1era: a los 2 meses de plantado.
2da : después de la cosecha.
Se recomienda urea al 46 %
50 kg/ha de potasio y fósforo al año aplicado como fertilización de fondo antes de realizar la plantación (Soto, Ortiz).

En la provincia Granma se han obtenido 42 t/ha de masa verde con dosis de 175 kg/ha de nitrógeno en suelo ferralítico rojo en su primer corte, al año de haberse plantado.

Es un cultivo exigente en la fertilización orgánica para lograr óptimos rendimientos, la cual debe ser aplicada de forma localizada en el surco antes de la plantación con una dosis de 20 t/ha.

La caña santa no responde a la aplicación de fertilizantes nitrogenados en la fase de fomento.

Con el objetivo de disminuir la dosis de fertilizantes químicos estos se pueden suplir con materia orgánica tales como la cachaza, estiércol y otros aplicándola de forma localizada en el fondo del surco antes de realizar la plantación.

En estudio realizado con la inoculación de micorrizas arbusculares al momento de la plantación con 10 g de inóculo comercial con 62 % de colonización radical y las cepas Glomus muscae güira 8, o Fasaculatum-1, G. amarillo Topes 7 y G. pelú Topes-5, se incrementó del 3 al 10 % el rendimiento del cultivo.

2.4. Mantenimiento de la plantación

Cuando han transcurrido entre 20 y 25 d de plantada, debe procederse a realizar la primera labor de cultivo, consistente en la eliminación de los brotes de hierbas indeseables que surgen como consecuencia de la humedad existente en el suelo en este período, esta no debe posponerse bajo ningún concepto porque es, quizás, el enyerbamiento más abundante que ocurre en todo su ciclo, dicha labor puede ejecutarse con cultivador de tracción animal perfectamente o manualmente con guatacas.

Cuando la plantación se realiza en los meses de marzo, abril, mayo o junio, el grado de enyerbamiento es alto, por lo que la labor de cultivo debe realizarse con intervalo de 15-20 d hasta los 150 d en dependencia del cierre del campo por el cultivo y del control que se haya logrado de las hierbas indeseables en ese estadio.

Tomando en consideración que una plantación de esta especie puede estar sometida a explotación durante varios años, es recomendable no realizar la labor de aporque durante el primer año, ya que al plantar la semilla en el fondo del surco, el aporque se realizará de forma natural durante ese primer ciclo y se lograría una óptima plantación, no permitiendo que surjan vástagos aéreos que afectarían los rendimientos y el tiempo de explotación del área plantada.

Después de la cosecha se realizará un desaporque para eliminar cierta cantidad de hijos y una vez logrado esto, se procederá a aporcar la plantación, fertilización y riego.

2.5. Riego

Se recomienda mantener la humedad del suelo al 85 % de la capacidad de campo hasta que la plantación llegue al período de ahijamiento y a partir de este momento mantener la humedad al 80 % durante todo el ciclo de vida del cultivo.

Cuando no se dispone de aseguramiento del riego, la plantación se realizará en la época de primavera, donde son más abundantes y frecuentes las precipitaciones obteniéndose un crecimiento rápido y muy buena implantación de la cepa.

Si se presenta déficit hídrico en cualquier momento de su ciclo vegetativo, la plantación manifiesta un acelerado necrozamiento de las hojas más viejas, comenzando por el ápice y abarcando el total del área foliar si se mantiene dicho déficit, y con la consiguiente disminución de los rendimientos.

2.6. Plagas, enfermedades y malezas

Cymbopogon citratus no es afectado grandemente por las plagas y enfermedades, sin embargo, publicaciones recientes indican la presencia de varios hongos y bacterias que provocan enfermedades foliares.

Escandán y otros (1987) identificaron entre las enfermedades que afectan este cultivo en Cuba, como la más importante la causada por Marasmius sp. que pudre el pseudotallo y la raíz, causando la muerte de la planta. Pruebas in vitro con diferentes fungicidas dieron como resultado que el mejor producto fue el propiconizol (Tilt), por su acción inhibidora en la formación de ergosterol, que afecta la síntesis y función de las membranas celulares.

Este producto ha sido utilizado en gramíneas contra enfermedades provocadas por Basidiomicetos, Ascomicetos y otros hongos.

Señalan además estos autores, que resulta importante el control de Diatraea sacharalis (bórer) porque produce daños mecánicos en el pseudotallo del cultivo que provocan una mayor incidencia de la enfermedad.

La caña santa tiene como plaga principal el bórer. De la Torre, 1879, citado por Escandan y col, 1985, apuntan que es importante el estudio de los controles biológicos debido a que son costosas las aplicaciones de productos químicos por las características del ataque del insecto y por las afectaciones que estas pueden traer aparejadas. Escandan y col. (1987) identificaron la presencia de Aphanteles sp. como control biológico natural del bórer en este cultivo en suelos salinos del valle de Guantánamo. Señalan entre otros insectos que afectan al cultivo, pero que no habían llegado a constituir plagas, los siguientes.

Moneophora bicinta fraterna
Toumeyella
sp.
Cyanopterus
sp.
Prosapia fraterna
(Uhler).
Como enfermedades, además de la provocada por el Marasmius sp., las causadas por:
Sclerotium rulfrolfsii Sacc.
Myriogenospora
sp.
Puccinia
sp.
Nigrospora
sp.
Curvularia
sp.

Como resultado de un estudio realizado sobre la dinámica poblacional de la vegetación indeseable en los cultivos citronela y lemon grass sobre suelo ferralítico rojo de la Provincia de La Habana (Escandan y Soto, 1981) determinaron que la competencia con las malezas cuando las plantas alcanzan la cobertura total del suelo es mínimo, no siendo así después de que se realiza la cosecha, cuando aparecen en estas condiciones asociadas en mayor proporción las especies siguientes:
Alysocarpus vaginales L. (maní cimarrón), Bidens pilosa (romerillo blanco), Sorghun halepense (Don Carlos), Cyperus rotundus (cebolleta) y Parthenium hysterphorus (escoba amarga).

En suelos ferralítico cuarsítico amarillo lixiviado de Pinar del Río se asocian al cultivo por orden de importancia las siguientes especies.

Portulaca oleracea L. (verdolaga), Cyperus rotundus (cebolleta), Brachiaria extensa Chase (gambutera), Amaranthus dubius Mart. (bledo), Sida acuta Burn. (malva de caballo) y Cassia tara L. (guanina).

Para el control de la maleza en las condiciones de suelos ferralíticos rojos de la provincia La Habana se recomienda la aplicación de Treflam 48 % 2,25 L/h con Cotoran 80 %, 5 kg/ha o Simazina, 4 kg/ha, para la fase de fomento si el objetivo no es con fines medicinales.

3. Cosecha y beneficio

3.1. Método de cosecha

La forma más fácil de determinar el momento de la cosecha es cuando la plantación manifiesta síntomas de envejecimiento del ápice caracterizado por un color pardo amarillento, presentándose este síntoma de los 9-11 meses en dependencia de la época de plantación. Coincidiendo esta fecha con el momento en que las hojas están completamente maduras y su rendimiento en aceite esencial es óptimo.

Si no se realiza la cosecha cuando la plantación ha presentado los síntomas anteriormente explicados, los ápices de las hojas se recruzan y se ven afectados los rendimientos en masa verde y en aceite.

La cosecha puede realizarse de forma manual o mecanizada en dependencia de las dimensiones del área plantada.

La cosecha mecanizada se realiza con una silocosechadora de las utilizadas en el corte de forraje para el ganado. Si la cosecha se realiza de forma manual se procederá de la forma siguiente: con una hoz o machete se corta a la altura de deshimbricación de las hojas (20-25 cm) haciendo paquetes con 2 macollas y amarrándolas para facilitar su transportación hasta el local de secado o planta extractora.

La cosecha mecanizada tiene la ventaja de que la hierba, en la medida en que se corta, se traslada directamente a la planta extractora de aceite y es procesada en mejores condiciones y garantiza una mejor calidad y rendimiento en aceites esenciales.
Cuando el destino de la cosecha es para su posterior utilización como droga seca para la producción de productos farmacéuticos, la hierba no puede ser almacenada en bultos, porque el calor que genera el proceso de oxidación deteriora los principios activos y se crean las condiciones para el desarrollo de hongos que aceleran su degradación, por lo que se recomienda llevarla a la mayor brevedad al local de secado.

Para extraer el aceite esencial se puede utilizar directamente la masa verde recién cortada o darle un tiempo de reposo antes de su destilación para aumentar la capacidad de extracción, siempre que se posean locales con condiciones para el reposo, tales como poca luz, buena ventilación y superficie que permita esparcir la hierba y no se formen bultos que propicien la aparición de microorganismos que contribuyen al deterioro del material a destilar. Deben realizarse las cosechas en horas tempranas de la mañana.

3.2. Rendimiento

Bajo condiciones de fertilización y riego y con dependencia del número de corte, el rendimiento en masa verde oscila de 50-60 t/ha/año. Cuatro cosechas al año después de establecida la plantación, cada 3 meses, es lo más recomendado, ya que es el tiempo de reposo necesario para que la planta acumule reservas, que le permitirán un rebrote vigoroso.

3.3. Secado de las hojas

Para garantizar el secado de las hojas de forma óptima deben cumplimentarse los requisitos siguientes:

  • Cosecharse bien temprano en la mañana.
  • Debe trasladarse al área de secado de forma inmediata para evitar los efectos de la radiación solar directa.
  • Agrupar las hojas en paquetes con un peso no mayor de 300 g (si el secado se realizara de forma natural) atándolas con un cordel sin apretar demasiado y colgándolos para aumentar la superficie de contacto con el aire.
  • El local de secado debe reunir buenas condiciones de circulación de aire, poca luz, temperatura relativamente alta y baja humedad relativa.
  • Las hojas deben perder entre el 72-78 % de peso entre los 12 y 14 d, dependiendo de la época del año que se someta al secado, obteniéndose hojas que mantienen su color, olor y sabor característicos, así como del 22-28 % de materia seca, lo que garantiza parámetros óptimos a los fármacos obtenidos a partir de ellas.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 25 de enero de 2002. Aprobado: 3 de agosto de 2002.
Ing. Rafaela Soto Ortiz. Estación Experimental de Plantas Medicinales "Dr. Juan Tomás Roig". San Antonio de los Baños, La Habana, Cuba.


1 Investigador Auxiliar.
2 Ingeniero Agrónomo.

 

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