Introducción
El siglo XX resultó ser el de los nacimientos en masa y la amenaza de la sobrepoblación, el actual siglo XXI resulta otro fenómeno: el envejecimiento de la población.1) El aumento de la esperanza de vida (de 50 años en 1900 a 75 aproximadamente en el 2000) pudiera registrarse como uno de los mejores logros de la humanidad, sin embargo, es fuente de preocupación para gobiernos y naciones por la readaptación social, económica y familiar que exige.2-3
Cuba se encuentra dentro de los primeros cuatro países con más envejecidos de Latinoamérica y el Caribe. Al cierre del 2001 la población cubana en términos de envejecimiento alcanzó un 14,5 por ciento de personas de 60 años y más (1 629 184), lo que evidencia el avance de este proceso en el país, precedidos por Uruguay con 21 % de población mayor de 60 años, Argentina con 18 % y Barbados con un 16 %.4-5
En nuestro país en 1998, los mayores de 60 años representaban el 13,6 % de la población y para el 2020, un aproximado del 21 % del total de la población. Teniendo en cuenta lo anterior, fue necesario crear políticas y programas especiales que se preocupen en forma específica de los adultos mayores, otorgándoles beneficios especiales en relación a los servicios sociales y de salud, contando además con actividades especiales creadas para mantener a esta población activa y partícipe de la sociedad; así como la calificación de los recursos humanos que se dedican a la atención de este grupo poblacional que sean capaces de trasmitir educación a este grupo etario para que estos incorporen hábitos y habilidades en materia de rehabilitación que los ayuden a preservar la salud.6-7
Por las razones anteriores fue creado el especialista en Medicina General Integral y se fomentó la formación de especialistas en Geronto-Geriatría. Surgió, además, el Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor donde participan en su ejecución otras especialidades como Psicología, Terapia Ocupacional y Rehabilitador Social, Trabajo Social, Nutrición, entre otras que permiten que esa evaluación sea integral.8
Se considera que están las herramientas y las estrategias establecidas; sin embargo, deben prepararse más a los adultos mayores desde sus consultorios para que el propio individuo que envejece, prepare y se eduque lo mejor posible para una mejor senectud y su calidad de vida sea la mejor.9,10,11
Desplegar un papel activo y creativo en la construcción del propio bienestar, asumir con ánimo positivo las pérdidas y limitaciones inevitables; aprovechar y participar al máximo en las relaciones interpersonales y aceptar el apoyo social que se le brinda, ya sea cognitivo, emocional o instrumental son algunos de los aspectos a tener en cuenta para un envejecimiento saludable.12-13) De ahí, la importancia de mantener la calidad de vida en las personas en etapa de envejecimiento.14
Método
Se realizó un estudio observacional, descriptivo en pacientes mayores de 60 años del Policlínico Universitario “Omar Ranedo Pubillones” en el período comprendido de marzo 2016 a marzo 2017.
Se tomó una muestra de 121 pacientes por el método aleatorio simple, excluyendo solamente aquellos que no quisieron participar en el estudio con el objetivo de conocer la calidad de vida de los adultos mayores en etapa de envejecimiento.
Se confeccionó una planilla de recolección de información (edad, sexo, estado civil, evaluación (biomédica, psicológica y social), incorporación al círculo de abuelos).
Finalmente, los datos recogidos se vaciaron en una base de datos del programa Microsoft Office Excel 2007, para su análisis y procesamiento en tablas. Luego se procedió a confeccionar el informe final de la investigación en el programa Microsoft Office Word 2007, para lo cual se utilizó una Laptop Acer Aspire 5534, Intel Celeron con procesador AMD Atlhon.
Resultados
La Tabla 1 muestra que en el estudio predominó el grupo etario de 65-69 años, sexo masculino con un 26,4 %.
Hubo predominio de los pacientes casados con un número de 55 para un 45,4 %, siguiéndole en orden de frecuencia los acompañados con un 33,8 %, como se muestra en la Tabla 2.
Según los resultados prevalecieron los daños en la esfera biomédica y funcional (Tabla 3), con 32 y 42 casos, respectivamente. Estas esferas se repitieron en más de un adulto mayor e incluso muchos de ellos tienen dañada todas las esferas.
No todos los pacientes están incorporados a círculos de abuelos (Tabla 4), predominaron los no incorporados en ambos sexos.
Discusión
El envejecimiento no es más que un proceso biológico propio del organismo de todo ser vivo, que involucra ciertos números de cambios fisiológicos, anatómicos, psicológicos y sociales, o sea es una declinación del organismo como un todo1-2, la calidad de vida se refiere a las condiciones de vida social, económicas, política y ecológicas de la existencia del individuo, incluyendo las condiciones de trabajo y vida, el tiempo libre, la organización del descanso, las necesidades y los servicios utilizados, la sanidad pública, la educación y el medio ambiente, partiendo de estos dos conceptos es que nos planteamos la necesidad de mejorar la calidad de vida en los pacientes a partir de la tercera edad.3-4
Hoy día en nuestro país, la mayoría de las personas pueden aspirar a vivir hasta más allá de los 60 años. La respuesta a estos desafíos está precisamente en lograr que se comprenda el envejecimiento, de ahí, la importancia de tratarlo desde la atención primaria de salud para que la calidad de vida en estos adultos mejore y puedan asumir las limitaciones del envejecimiento con fuerza y audacia.5
En el estudio realizado predominó el grupo de 65 a 69 años del sexo masculino, casados, a diferencia de la población joven que predominan los divorcios, muchos de ellos aun con vinculo laboral porque independiente de los cambios existidos en la seguridad social se acogieron a la ley actual de incorporación y continúan trabajando sobre todo los que su estado de salud lo permite, en la evaluación geriátrica integral predominaron los problemas biomédicos y funcionales que son retos que tiene nuestro sistema de salud y que lo logra a través del cumplimiento del programa del adulto mayor y de la intersectorialidad con los órganos asesores, las actitudes negativas o discriminatorias hacia las personas mayores están muy extendidas y son perjudiciales para su salud física y mental y se muestra a través de la evaluación social.
La no incorporación a los círculos de abuelos en la mayoría de los casos también influye en la calidad de vida, porque a través de estas agrupaciones se interrelacionan entre sí, intercambian ideas y mejoran su estado de bienestar psíquico, biológico y social y aunque a la larga la mayoría de las personas mayores experimentarán múltiples problemas de salud, la edad avanzada no implica dependencia. Es urgente inculcar a todas las generaciones una nueva manera de entender el envejecimiento, donde es necesario aceptar la amplia diversidad de la experiencia de la edad avanzada, reconocer las inequidades que a menudo subyacen a ella y estar dispuestos a preguntarnos cómo podrían hacerse mejor las cosas.6-7
Se trata de resignificar la vejez y abordarla desde una mirada compleja para descubrir qué es ser «viejo» en la sociedad del presente siglo, un cambio que pasa necesariamente por visualizar esta etapa como una más del ciclo de vida, en la que las personas pueden seguir contribuyendo, desarrollando su potencial y ejerciendo sus derechos, entre los cuales el derecho a decidir sobre sus vidas es esencial.8
Esta mirada implica necesariamente dejar de ver a los mayores como frágiles, vulnerables y beneficiarios, para reconocerlos como ciudadanos activos, que contribuyen al crecimiento económico, que producen y consumen bienes y servicios, que realizan tangibles aportes a la familia y a la sociedad, que tienen derechos y responsabilidades.9-10)
La pérdida de coetáneos, fundamentalmente su compañera o compañero; la disminución de la movilidad, lo que incrementa el aislamiento social; las dificultades económicas causadas por el retiro laboral, enfermedades médicas agudas y crónicas, que conllevan al uso de medicamentos ocasionando interacciones medicamentosas y la polifarmacia; la declinación natural causada por la edad provocando la disminución gradual de la capacidad adaptativa de los órganos vitales, incluido el cerebro11-12) ocasionan un desequilibrio en su personalidad y se afectan sus relaciones como ser social.
La sociedad debe mantener un papel de crear ambientes adecuados para quienes envejecen, promover todo tipo de programas de asistencia para este grupo poblacional; así como abrir horizontes de crecimiento, desarrollo y oportunidades al adulto mayor para que cumpla tareas significativas y se mantengan sintiéndose útil en la sociedad.13-14
La educación a los familiares sobre prevención de accidentes y fracturas con una adecuada iluminación del hogar y eliminación de barreras arquitectónicas, los adelantos científicos técnicos, en general, y el mejoramiento de la asistencia médica y de enfermería hacen posible que la población envejezca con mejores condiciones de vida.14
Conclusiones
El estudio mostró predominio de los pacientes de 65-69 años, del sexo masculino, con predominio de jubilados, además de baja incorporación al círculo de abuelos y evaluación integral donde predominaron los problemas biomédicos y funcionales que influyen en que su calidad de vida sea mejor.