Señor director:
De gran valor resulta la publicación en la Revista Información Científica; volumen 97 no. 6 noviembre - diciembre 2018 del artículo, “El envejecimiento. Repercusión social e individual”, tanto por el significado que tiene como indicador del desarrollo del país y de la provincia, como por el resultado de la investigación realizada por los autores, sobre la cual estamos muy a tono, aún más cuando conocemos la problemática.
El envejecimiento y la vejez dependen de la calidad de vida que se lleve desde el nacimiento, para envejecer con salud se deben de mejorar las condiciones de vida de toda la población independientemente de la edad, sexo o etnia, brindar bienestar a las personas mayores, asegurando servicios de salud y seguridad social, una subsistencia adecuada, vivienda digna y asistencia íntegra, priorizando acciones de salud para los grupos más pobres.1
Por eso el apoyo integral a las personas de edad avanzada y su total integración a la sociedad, constituye un objetivo eminentemente político, cuya solución satisfactoria solo puede acometerse y realizarse gradualmente en el socialismo, y es con el trabajo del médico de la familia donde se encuentra un valioso punto de apoyo en el medio social, para que se tomen en consideración todos aquellos aspectos psicológicos que favorecen un envejecimiento normal y satisfactorio. El envejecimiento significa un reto humano para los individuos comprometidos en todas las sociedades con el mejoramiento de la calidad de vida de la especie humana.2
Por ello uno de los retos de los planes educativos de los adultos mayores es dotarlos de los recursos necesarios para su desarrollo intelectual y emocional de manera que, puedan conocerse mejor y relacionarse positivamente con el mundo en que viven, pues esta es otra etapa de la vida en la que continúan desarrollando la personalidad y las capacidades para aprender.3
Señor editor, sin lugar a dudas debe tenerse en cuenta la importancia de este tema en la formación del profesional de la salud, ya que el país tiende a un marcado envejecimiento poblacional lo que constituye un reto demográfico, con un comportamiento acelerado del mismo, lo cual debe ser asumido por la medicina familiar con dominio de las opciones de atención que se encuentran disponibles dentro y fuera de la comunidad.
Por lo que de una forma u otra estamos encargados a garantizar el bienestar y la salud de estos, tenemos que tener las herramientas necesarias para enfrentar esta problemática.