Introducción
La población mundial está envejeciendo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 2015 y 2050, la proporción de la población mundial con más de 60 años de edad pasará de 900 millones hasta 2000 millones, lo que representa un aumento del 12 % al 22 %.1
En la región de las Américas se estima que para los años 2025, la proporción de población mayor de 60 años de edad será de 14 % y para el 2050 de 23,4 %, respectivamente.2 Esta población requiere de un plan de acción y atención diferenciada que satisfaga sus necesidades biológicas, psicológicas y sociales para elevar la calidad de vida.2,3,4
En Cuba, la población está compuesta por 11 187 533 habitantes, el porcentaje de urbanización es de un 77,1 % y el 21,3 % de las personas tiene 60 años y más de edad, se estima que para el 2030 sea de un 30,3 %. La provincia de Guantánamo no escapa de esta realidad donde la población de adulto mayor es de 7,2 % aproximadamente.5,6
El cuidado del adulto mayor constituye uno de los principales retos del Ministerio de Salud Pública (Minsap), por lo que la dirección del país adopta medidas para enfrentar el acelerado envejecimiento.5,6
A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno y de ser refrendado en la nueva constitución del 10 de abril de 2019 en Artículo 88, son insuficientes las acciones encaminadas para el logro exitoso del cuido del adulto mayor.7,8 Lo que indica que es una problemática no resuelta.
Según datos del Departamento de Estadísticas de la Policlínica “Mártires del 4 de Agosto” de Guantánamo, en el análisis de la situación de salud entre el 2018 y 2019 se encuentra una significativa proporción de adultos mayores de 7881 con limitaciones biológicas, psicológicas o sociales que les hace demandar de cuidados para asegurarles la mejor calidad de vida posible, necesidad tangible del despliegue de los sujetos con la responsabilidad del cuidador del adulto mayor.
El cuidador, también conocido como cuidador informal, es la persona que cuida de una persona de edad avanzada, o no9, en Cuba éste debe estar preparado para asumir esa responsabilidad con un alto sentido de humanismo condición indispensable para el cuidado al adulto mayor.
La situación problemática se plantea a partir del diagnóstico realizado que revela la insatisfacción con los cuidados que se les brindan a los adultos mayores o con posiciones u opiniones de los sujetos que asumen los cuidados de los adultos mayores incongruentes con las funciones del cuidador. Sin embargo, son escasos los estudios dirigidos al desarrollo de acciones educativas dirigidas a esta finalidad, lo que revela la pertinencia social de este artículo, cuyo objetivo es Implementar una intervención educativa dirigida a elevar la preparación de los cuidadores del adulto mayor del Consultorio Médico de Familia No. 6 del Policlínico Universitario “Mártires del 4 de Agosto”, de Guantánamo.
Adulto mayor, es la llamada tercera edad de la vida del hombre, donde existen cambios biológicos, psicológicos y funcionales. También es definida como el desgaste global del organismo humano y se considera que comienza a los 60 años de edad.6,10
Cuidar es servir, asistir, estar responsabilizado por lo que le suceda a esa persona y es propio de la naturaleza humana. La gestión del cuidador en la familia responde al más alto sentido de humanismo y del respeto a la vida, a los derechos al disfrute y satisfacción plena de las elementales necesidades.8,11
Método
En el período septiembre de 2018 y junio de 2019 se realizó un estudio prospectivo, de tipo intervención educativa, que se aprobó por el Comité de Ética del policlínico. A cada uno de los cuidadores seleccionados, se les explicó los propósitos de esta investigación y se les solicitó su consentimiento informado para ser incluidos en el estudio, dando así cumplimiento a los lineamientos de la Declaración de Helsinki para estudio en humanos.
El universo fue el total de cuidadores incluidos según criterio de inclusión (estar conforme, apto psíquica y físicamente, ejerciendo el oficio, ser adscrito al policlínico y tener como mínimo un año de experiencia) y por una muestra intencionada y no probabilística de 38 cuidadores.
Los cuidadores se encuestaron para explorar el nivel de preparación que poseen en relación con la labor que realizan, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: conocimientos de los factores de riesgos del adulto mayor y su prevención, orientación y control del trabajo a realizar, medios y herramientas necesarios para el cuidado, conocimiento de los primeros auxilios. Los contenidos incluidos se determinaron sobre la base de los requerimientos del programa de salud del adulto mayor.12
El nivel de información sobre estos contenidos se exploró antes y después de aplicar la intervención educativa, y según éste los cuidadores se agruparon en una de las siguientes categorías: a) con nivel de preparación suficiente: cuando alcanzó una evaluación de bien o excelente, b) con nivel de preparación insuficiente: cuando alcanzó una evaluación de regular o mal.
La intervención educativa se realizó en tres etapas, con sus respectivos objetivos y métodos de ejecución: la etapa I se dirigió al diagnóstico del nivel de preparación de los cuidadores; la etapa II consistió en el diseño y ejecución de la intervención educativa, se desarrollaron seis sesiones educativas, de 50 minutos de duración, con una periodicidad quincenal, y pasadas los seis meses se concluye con la etapa III que consistió en la evaluación de los resultados de la aplicación de la intervención.
Los datos compilados fueron introducidos en una base de datos con el programa Microsoft Excel. Para su procesamiento estadístico se empleó el paquete estadístico SPSS, versión 19.
Se utilizó la frecuencia absoluta y el porcentaje como medida de resumen. Para determinar el impacto de la intervención se utilizó la prueba de Ji-cuadrado, se consideró el valor p<0,05 como nivel de significancia estadística.
Resultados
La tabla 1 revela que antes de la intervención educativa diseñada, la preparación y el conocimiento de los cuidadores sobre la labor que realizan era insuficiente, osciló entre el 63,1 % y el 78,9 % (p<0,05). Después de aplicar la intervención educativa, fue significativo el nivel de preparación adquirido (p<0,05).
La tabla 2 expresa que antes de la ejecución de la intervención educativa, el 63,1 % de los cuidadores manifestaron un nivel de conocimientos insuficiente, proporción que disminuyó al 31,5 % luego de aplicarla, lo que significó una reducción en un 67,2 % de los cuidadores con insuficientes conocimientos teórico-prácticos respecto al tema. El 46,9 % incrementó su conocimiento (p<0,05), lo que indicó la ventaja de implementar la intervención educativa que se diseñó.
Discusión
El cuidado del adulto mayor era un tema solo tratado en los países más desarrollados, sin embargo, se ha ido trasladando a los países en vía de desarrollo.13) En Cuba y en Guantánamo continua amentando el envejecimiento de la población y esto indica que necesariamente se deben tomar medidas a partir de los objetivos de trabajo del Ministerio de Salud Pública (Minsap) para el 2019, respecto al incremento del estado de salud de la población.14 Comprender la necesidad de preparación de los que se encargan de esta tarea desde una perspectiva epidemiológico-preventiva y social y no solo abordarlo desde un paradigma curativo-asistencial es obligatorio.
Gustavo Sánchez y otros autores han hecho referencia a la importancia del tema y realizado valiosos aportes que constituyen referentes importantes. Consideran que las expresiones personales sobre salud, enfermedad y cuidado cobran importancia porque resumen experiencias vividas por el adulto mayor y evidencian tendencias sobre el bienestar de las personas.15
A pesar de las investigaciones realizadas, los aportes de la gran mayoría no siempre se encaminan a la idea original del artículo, lo que ofrece novedad a este estudio, fenómeno social que exige aumentar el apoyo de las diversas instituciones sociales de salud máximos responsables de brindar bienestar, seguridad y amor a los ancianos en este territorio.13,14 El lineamiento 106 aprobado en el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, refiere la necesidad de garantizar la implementación gradual de la política en aras de atender los elevados niveles de envejecimiento de la población.16
En la revisión bibliográfica realizada se encontraron diversos estudios similares de otros investigadores, en los que se concluyó que los cuidadores demuestran en algunos casos poca preparación para ejercer eficientemente esta tarea.16,17) De igual modo, varios autores revelaron la viabilidad de la intervención educativa con la finalidad de solventar las insuficiencias en la preparación.18,19
Otros autores en relación al tema señalan que no son suficientes las acciones de promoción y educación por el personal de salud; por lo que resulta primordial intensificar la labor educativa del médico y demás personal involucrado en la atención y orientación de los cuidadores, en la prevención de enfermedades, sus secuelas y el tratamiento adecuado que disminuyen la carga hospitalaria. Las personas que viven en mejores condiciones de vida pueden arribar a edades avanzadas.16,17
Los resultados de este estudio son coherentes con los de otros investigadores que señalaron la efectividad de las intervenciones educativas para la preparación del cuidador del adulto mayor18,19, sin embargo, en las indagaciones hecha por los autores de esta investigación se evidencian que son escasos los artículos publicados sobre el cuidado que debe recibir un adulto mayor, en estos momentos donde el bloqueo económico y financiero no es definitorio pero si impide tener todas condiciones necesarias para ello.
Las estrategias o las actividades realizadas por los grupos básicos de salud y /o los servicios de salud para la aplicación de programas de educación y preparación a los cuidadores son escasas y no siempre se ajustan a las especificidades de cada familia, generalmente las intervenciones que se encaminan a promover estas actividades carecen de una planificación, de una ejecución y una evaluación adecuada que permitan su perfeccionamiento continuo.17
La intervención educativa dirigida a la preparación de los cuidadores del adulto mayor adscritos al Policlínico “Mártires del 4 de Agosto”, posibilitó preparar mejor a los cuidadores, dicha preparación era casi empírica lo que se corroboró mediante la encuesta a los cuidadores, lo que permitió identificar limitaciones para la generalización de este resultado, debido a la intencionalidad en la selección y el tamaño de la muestra, será necesario aplicar la intervención en una mayor número de cuidadores y en otras áreas de salud para demostrar su fiabilidad de manera más precisa, también será conveniente realizar una valoración teórica de la viabilidad de la intervención diseñada y medir su impacto en la satisfacción de los servicios prestados. Lo anterior hace beneficioso la progresión de la investigación, considerando otras variables que puedan influenciar en la preparación teórico-práctico del cuidador.
Además, dentro de las herramientas necesarias para el cuidado del adulto mayor interiorizaron la importancia de la adecuada comunicación que ellos como cuidadores deben poseer, resultado que coincide con los planteamientos de Bello Carrasco y Covena Bravo, al referirse a las habilidades que deben tener los cuidadores.19
El envejecimiento de la población es profundo, permanente y tiene importantes consecuencias y repercusiones para todas las facetas de la vida humana. En el ámbito económico, el envejecimiento de la población tendrá un impacto en el crecimiento económico, el ahorro, la inversión, el consumo, los mercados de trabajo, las pensiones, los impuestos y las transferencias intergeneracionales.20
Los investigadores de este artículo coinciden en que el envejecimiento constituye esencialmente un triunfo de la vida y para ello se necesita de la preparación sobre cuidados y manejos de estas personas por parte de la familia, profesionales de la salud, educadores y por ende de los cuidadores. Por tanto, atender los cuidados de este grupo etario es inminente, es un reto que implica a cada sector de la sociedad; cumplimentando siempre los propósitos planteados en el programa del adulto mayor de ‘’contribuir a elevar el nivel de salud, el grado de satisfacción y la calidad de vida del adulto mayor, mediante acciones de prevención, promoción, asistencia y rehabilitación ejecutadas por el Sistema Nacional de Salud Pública en coordinación con otros organismos y organizaciones del estado involucrados en esta atención, teniendo como protagonistas a la familia, comunidad y el propio adulto mayor en la búsqueda de soluciones locales a sus problemas’’.16
Conclusiones
La mayoría de los cuidadores del adulto mayor, incluidos en el estudio antes de la intervención educativa, demostraron insuficiente nivel de preparación con respecto a los factores de riesgos del adulto mayor y su prevención, orientación y control del trabajo a realizar, medios y herramientas necesarias para el cuidado y conocimiento de los primeros auxilios. Después de la intervención educativa disminuyeron las carencias teóricas-prácticas de los cuidadores con respecto al tema y se incrementó su preparación a través de los conocimientos adquiridos.