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MEDISAN
versión On-line ISSN 1029-3019
MEDISAN v.14 n.5 Santiago de Cuba 10/jun-19/jul. 2010
ARTÍCULO ORIGINAL
Calidad en la ejecución del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida
Quality in the implementation of the Prevention and Control Program of the Suicidal Behavior
Dra. Raxsy Soler Santana,1 MsC. Bárbara Castillo Núñez,2 MsC. Marlene Brossard Cisnero3 y MsC. Carilda Emilia Peña García4
1Especialista de I Grado en Medicina General Integral e Higiene y Epidemiología. Instructora. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Santiago de Cuba, Cuba.
2Especialista de II Grado en Organización y Administración de Salud. Máster en Atención Primaria de Salud. Profesora Auxiliar. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Santiago de Cuba, Cuba.
3Especialista de I Grado en Higiene General. Máster en Enfermedades Infecciosas. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Santiago de Cuba, Cuba.
4Especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología. Máster en Salud Pública. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Santiago de Cuba, Cuba.
RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo y transversal para evaluar la calidad en la ejecución del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida en el Policlínico "Mario Muñoz Monroy" de Santiago de Cuba durante el 2007, teniendo en cuenta el desempeño cientificotécnico y la satisfacción de los usuarios. Mediante la creación de un grupo de expertos se establecieron criterios explícitos, descriptivos y normativos, así como se construyeron indicadores y prefijaron estándares. Se constató que la estructura no garantizaba un idóneo cumplimiento del Programa y existía insuficiente competencia profesional de los prestatarios del Sector, debido a la poca capacitación e insatisfacción con respecto a su contenido, todo lo cual pudo influir en los resultados inadecuados de los indicadores previstos.
Palabras clave: evaluación de la calidad, Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida, competencia profesional, atención primaria de salud
ABSTRACT
A descriptive and cross-sectional study to evaluate the quality in the implementation of the Prevention and Control Program of the Suicidal Behavior was carried out in "Mario Muñoz Monroy" Polyclinic in Santiago de Cuba during 2007, taking into account the scientific technical performance and the satisfaction of the users. By means of the creation of a group of experts explicit, descriptive and normative approaches were established, as well as indicators were built and standards were preset. It was verified that the structure didn't guarantee a suitable implementation of the Program and there was insufficient professional competence in workers of the Sector, due to the little training and dissatisfaction with regard to its content, all this could influence in the inadequate results of the foreseen indicators.
Key Words: quality evaluation, Prevention and Control Program of the Suicidal Behavior, professional competence, primary health care Recibido: 22 de diciembre de 2009
Aprobado: 12 de enero de 2010
INTRODUCCIÓN
El suicidio constituye un acto que, como consecuencia del intento suicida, produce la muerte. Este es considerado un hecho de causa multifactorial en el que intervienen elementos biológicos, psicológicos y sociales. Se define como intento suicida a cualquier acción mediante la cual el individuo se produce a si mismo una lesión independientemente de la letalidad, el método empleado y el conocimiento real de su intención.1
Según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio constituye un importante problema de salud y se encuentra entre las 10 primeras causas de muerte en todas las edades. A escala mundial sus tasas aumentaron 60 % en los últimos 45 años y, en 90 % de los casos, está asociado con la depresión y el abuso de sustancias. Cada año se suicidan un millón de personas.2
Las naciones desarrolladas presentan altas tasas de mortalidad por suicidio. Corea del Sur y Japón presentan los índices más altos del mundo, con 24,8 y 27 de cada 100 000 personas, respectivamente; seguidos por Bélgica (21,3), Finlandia (20,35) y los Estados Unidos (11,1).3,4
Dicha tasa se ha mantenido en aumento en Cuba. La incidencia anual por consultorio médico es de 0,2 suicidios consumados y 2 intentos por cada 1 000 habitantes. 5 En 1989 se creó el Programa de Prevención de la Conducta Suicida, actualizado en el 2000, el cual constituye una vía de acción para los médicos y las enfermeras de la familia.6
En la provincia de Santiago de Cuba, durante los últimos años, la tasa de mortalidad por suicidio, cada 100 000 habitantes, ha sido similar. En el 2003 ocurrieron 80, para una tasa de 7,7; posteriormente hubo un incremento en el 2004 y 2005, con 98 (9,4) y 103 (9,9) suicidios, respectivamente. En el 2006 se redujo el indicador a 7,9 y en el 2007 sucedieron 89, para una tasa de 8,5.
La segunda posición por fallecimientos debido a esta causa en el municipio de Santiago de Cuba, en el 2007, la ocupó el Policlínico "Mario Muñoz Monroy", donde hubo 3 personas, para una tasa de mortalidad de 1,1 por 10 000 habitantes. Por tal motivo, se decidió efectuar este trabajo en el citado policlínico.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo y transversal para evaluar la calidad en la ejecución del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida en el Policlínico "Mario Muñoz Monroy" de Santiago de Cuba durante el 2007, teniendo en cuenta el desempeño cientificotécnico y la satisfacción de los usuarios.
El universo estuvo constituido por los 20 médicos y 33 enfermeras de la familia que se encontraban laborando en el área cuando se realizó el estudio y los 22 pacientes que fueron notificados por medio de las tarjetas de enfermedades de declaración obligatoria (EDO), con conducta suicida, durante el 2007, así como los 237 pacientes con riesgo, dispensarizados. La identificación de los casos fue de base institucional y los tipos de criterios fueron explícitos normativos y descriptivos e implícitos en el momento de la evaluación. Se confeccionaron criterios, indicadores y estándares, se seleccionaron los métodos evaluativos y crearon los instrumentos a utilizar. Las dimensiones de calidad a estudiar fueron la cientificotécnica, la competencia profesional de los proveedores de salud y la satisfacción de los pacientes respecto a la atención profesional y todos los servicios de salud recibidos. La investigación fue concurrente para la estructura y el proceso, y retrospectiva para los resultados del Programa.
La estructura fue evaluada de adecuada si se cumplían 6 de los 7 indicadores, es decir, si se obtenía 85,7 % ó más de los criterios evaluados como adecuados. El proceso fue evaluado de adecuado si se cumplían 13 de los 15 indicadores, es decir, si alcanzaban 86,7 % ó más de los criterios considerados adecuados. Los resultados del Programa se evaluaron de adecuado si cumplían 17 de los 20 indicadores, o sea, 85,0 %. Para la evaluación de los criterios utilizados se tuvo en cuenta el resultado del indicador en relación con el estándar que se estableció por el equipo de expertos.
Asimismo, se consideró al indicador en la categoría de adecuado (A) cuando el resultado de este fuese igual o mayor que el estándar establecido por el grupo de expertos, excepto en los indicadores de los resultados del Programa, los que se consideraron adecuados cuando fueran menores que el estándar, e inadecuado (I) cuando el resultado del indicador fuese menor que el estándar establecido por el grupo de expertos, excepto en los indicadores de los resultados del programa, los cuales se consideraron inadecuados cuando fueran mayores que el estándar.
En general se utilizaron 42 criterios para evaluar la estructura, el proceso y los resultados. Se consideró de adecuada la evaluación en este policlínico, cuando los resultados de 36 (85,7 %) indicadores o más del total de criterios evaluados, fueran iguales o superiores a los estándares establecidos.
RESULTADOS
Al evaluar la estructura (tabla 1), se observó que solo 1 (14,3 %) de los indicadores evaluados tuvo una calidad adecuada, mientras que 85,7 % fue considerado inadecuado. La disponibilidad de equipo de salud mental fue el que alcanzó los resultados más desalentadores.
La tabla 2 muestra que 100,0 % de los criterios evaluados en el examen de competencia aplicado a los profesionales de la salud, obtuvieron evaluación de inadecuados. Los más representativos fueron el conocimiento de la finalidad del programa y el seguimiento del paciente que realizó un intento suicida, con 47,2 y 40,0 %, respectivamente.
De los criterios utilizados para evaluar el proceso (tabla 3), en el seguimiento de pacientes con riesgo e intento suicida, 70,0 % obtuvieron evaluación de inadecuados, y los indicadores con los resultados más alarmantes fueron la evaluación del riesgo potencial de suicidio y el seguimiento adecuado del intento suicida, con 31,8 y 36,6 %, respectivamente.
Se evidenció que los proveedores de salud están insatisfechos con los servicios prestados (tabla 4), pues 100,0 % de los criterios evaluados fueron inadecuados. Los indicadores que alcanzaron los resultados más desfavorables fueron: la satisfacción con los cursos de capacitación y la bibliografía existente (20,7 %) y con los conocimientos acerca del programa (22,6 %). De los criterios evaluados en relación con la satisfacción del paciente, 100,0 % resultaron adecuados.
Al evaluar los criterios (tabla 5), se observó que 14,4 % resultó adecuado, 42,8 %, inadecuado y 42,8 %, no evaluado (en el policlínico no existía la información estadística). La tasa de incidencia de intentos suicidas fue de 8,4 x 10 000 habitantes y las tasas de letalidad y de años de vida potencialmente perdidos fueron de 13,6 por cada 100 habitantes y 5,0 por 1 000, respectivamente.
Se constató que la calidad en la ejecución del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida en el Policlínico "Mario Muñoz Monroy" resultó inadecuada, puesto que de un total de 42 criterios para evaluar la estructura, el proceso y los resultados, solo 5 (11,9 %) fueron adecuados, cifra muy inferior al estándar establecido de 85,7 % por el grupo de expertos.
DISCUSIÓN
Para la aplicación y el desarrollo de los diferentes programas sanitarios resulta vital una adecuada infraestructura en la atención primaria de salud. La estructura para desarrollar las acciones del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida en este policlínico no es adecuada, es decir, que no alcanzó el estándar preestablecido para este fin, por el grupo de expertos. Estos resultados son similares a los obtenidos por Armas et al.7
El estigma de los trastornos mentales debe ser superado para poder reducir la tasa de suicidio asociada. Las personas que necesitan los servicios de salud mental, deben ser vistas como personas que requieren cuidados básicos en salud.8
Algunos autores 9 opinan que no siempre una estructura adecuada presupone resultados favorables, pues esta por sí sola no garantiza el éxito. El hecho de disponer de los recursos humanos, con un alto nivel de competencia, en cantidad suficiente y debidamente calificados, en los lugares y momentos oportunos, constituye la parte decisiva de la calidad de los servicios.
Los objetivos que persigue el Programa son la reducción de la morbilidad por intento suicida y los indicadores de mortalidad por suicidio consumado, por lo que se hace necesario que el personal de salud esté debidamente entrenado en la identificación de individuos y familias con factores de riesgo para la conducta suicida; de esta manera se cumplirá con su finalidad de evitar que se cometa el primer intento, el desenlace fatal y los intentos repetidos.
En esta investigación se evidenció el desconocimiento del personal de salud sobre aspectos fundamentales del Programa, hecho que resulta alarmante, pues la principal actividad del médico y la enfermera de la atención primaria es la prevención. Dichos hallazgos coinciden con los de Sierra y Guibert.10
La identificación de factores de riesgos y de comportamientos, que pueden considerarse como prodrómicos de suicidio, es importante en el seguimiento de los pacientes. Son numerosos los estudios 11-13 que describen este fenómeno social e identifican entre los principales factores de riesgo: las edades extremas de la vida, las afecciones crónicas invalidantes, los trastornos psiquiátricos, las deformidades por cualquier causa, el alcoholismo y las familias con alteraciones en la dinámica y bajos ingresos per cápita.
El seguimiento de los pacientes con intentos suicidas presentó problemas en los primeros 30 días después de ocurrido cada hecho, principalmente porque no se llevaba a cabo la interconsulta con el equipo de salud mental del área, por lo que ningún paciente había sido valorado al no estar constituido dicho equipo, ni recibían los servicios que brindan las diferentes modalidades terapéuticas de salud mental. Similares resultados obtuvo Ramos 7 en su investigación.
De hecho, el proceso en el seguimiento de los pacientes con riesgo de suicidio y de los que realizaron un intento suicida, tuvo calidad deficiente. Los criterios no lograron el estándar propuesto por el grupo de expertos, lo cual pudo estar determinado por las deficiencias detectadas en la estructura y competencia profesional en relación con el Programa.
Al respecto, la calidad de la atención médica se favorece extraordinariamente cuando quienes la brindan están satisfechos con las condiciones de trabajo, el nivel de preparación científica y el logro de sus aspiraciones en el campo profesional.
Valadez Figueroa et al 14 plantean que el afrontamiento de este problema multicausal no solo se logra con la atención médica, sino con la integración de los sectores sociales, la familia y la comunidad.
Los criterios que no lograron el estándar propuesto por el grupo de expertos fueron: la tasa de incidencia de intentos suicidas, la tasa de letalidad, que resultó la más alta de los últimos 5 años, y la de años de vida potencialmente perdidos. En Colombia la tasa de años de vida productiva perdidos por suicidio en el 2003 fue de 6,43 por cada 1 000 habitantes.15
En la bibliografía médica consultada, solo se encontró un número limitado de estudios de evaluación en relación con este Programa.
Resultaron evidentes, en esta investigación, las deficiencias en la calidad de la ejecución del Programa de Prevención y Control de la Conducta Suicida en el Policlínico "Mario Muñoz Monroy". Fueron notables la inadecuada estructura con que cuenta el área e insuficiente competencia profesional del personal de salud para desarrollar las acciones, lo cual pudiera estar influyendo en los resultados desfavorables de los indicadores seleccionados e impidiendo el logro de los objetivos del Programa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Dra. Raxsy Soler Santana. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Calle 4 No. 612 C, reparto Sueño, Santiago de Cuba, Cuba.
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