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MEDISAN
versión On-line ISSN 1029-3019
MEDISAN vol.15 no.11 Santiago de Cuba nov. 2011
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Las actitudes interferentes hacia el aprendizaje y su corrección: una propuesta desde la Pedagogía
Attitudes interfering in learning and their correction: a proposal from the Pedagogy
Lic. Guillermo Vallejo Portuondo
Licenciado en Psicología. Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas No.2, Santiago de Cuba, Cuba.
RESUMEN
Se expone acerca de la función de las actitudes en el proceso de aprendizaje y particularmente de aquellas con direccionalidad negativa, a las cuales el autor de este trabajo identifica como actitudes interferentes hacia el aprendizaje, pues su connotación desfavorable conduce en muchos casos al fracaso académico y a la deserción universitaria. También se explica, con un enfoque determinista sistémico, el mecanismo de formación de las actitudes interferentes hacia el aprendizaje y se establece una clasificación propiciadora de una atención mucho más precisa por parte del docente que domina la estrategia pedagógica instituida para su corrección, la cual está diseñada por el autor con los elementos teóricos y prácticos necesarios. Se impone que los profesores y en especial los universitarios, apliquen los conocimientos y técnicas para corregir las actitudes interferentes hacia el aprendizaje, con el fin de lograr egresados más competentes.
Palabras clave: Estudiante, deserción universitaria, aprendizaje, motivación profesional, actitudes, rendimiento académico, actitudes interferentes, actitudes deferentes, mediadores potenciales del aprendizaje.
ABSTRACT
The role of attitudes in the learning process is stated, particularly of those with negative directionality, which the author of this work identifies as attitudes interfering in learning, because their unfavorable connotation leads in many cases to the academic failure and college dropout. It is also explained with a systemic deterministic approach the formation mechanism of attitudes interfering in learning, and established a classification for a more precise attention from the teacher who dominates the pedagogic strategy instituted for their correction, which is designed by the author with the necessary theoretical and practical elements. It is required that teachers and especially those from the university apply the knowledge and techniques to correct attitudes interfering in learning with the purpose of achieving more competent graduates.
Key words: Student, college dropout, learning, professional motivation, attitudes, academic performance, interfering attitudes, deferential attitudes, potential mediators of learning.
INTRODUCCIÓN
La deserción de los estudiantes universitarios ha cobrando gran magnitud y se ha generalizado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2004), apoyada en los datos de la Asociación Internacional de Universidades, se refiere a ella como un fenómeno común en muchos centros universitarios del planeta que afecta a 180 países. 1
Cuba no está ajena a esta problemática. Al respecto, Horruitiner Silva (2005), en su libro "La universidad cubana: el modelo de formación", señala: " en los cursos regulares diurnos, solo en los 17 centros de educación adscritos al Ministerio de Educación Superior, se producen cada año unas 4 000 bajas y la eficiencia limpia (para una cohorte, en un plazo de 5 años), no rebasa con mucho el 60 %". 2
Es indiscutible que esta situación tiene su escenario en los centros de altos estudios e independientemente de que la permanencia en la educación superior está determinada por múltiples factores, le corresponde a las ciencias pedagógicas en primer lugar, trabajar en la solución de dicho problema, conociendo de antemano que una de las causas está dada por la insuficiencia académica.
A finales de los años 80, fueron constituidas las unidades de orientación estudiantil en las facultades de ciencias médicas para dar atención a los problemas relacionados con el aprendizaje de los estudiantes de medicina, estomatología, enfermería y tecnología de la salud. Desde ese entonces, esa tarea se convirtió en el elemento esencial del trabajo profesional, conjuntamente con la docencia y las investigaciones.
En sentido general se puede decir que las dificultades con respecto al aprendizaje han sido debatidas entre 2 aspectos muy importantes: la motivación profesional 3-5 y el coeficiente de inteligencia; 6-8 pero, ¿qué decir cuando ambos están presentes y no hay correspondencia con los resultados académicos o cuando a pesar de un coeficiente de inteligencia limitado se vencen los objetivos instructivos y educativos?
Durante todo este tiempo se han ido extrayendo conclusiones acerca del aprendizaje y sus determinantes; sin embargo, el autor de este artículo se percató finalmente de que uno de ellos no estaba bien establecido, ni recibía la atención necesaria: las actitudes, particularmente las que interfieren los objetivos de la formación profesional. Lo anterior condujo a profundizar y sistematizar los elementos teóricos referenciales de las actitudes en general, lo cual conjuntamente con las experiencias obtenidas en la práctica profesional, permitió concluir que estas son un determinante esencial en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, que pueden pasar inadvertidas y ser la consecuencia de su fracaso, aun cuando otros determinantes como la motivación o el coeficiente de inteligencia necesaria estén presentes.
Con esos elementos, este propio autor elaboró, desde la Psicología y la Pedagogía, un modelo teórico que diera respuesta a los problemas del aprendizaje desde las actitudes, especialmente de las denominadas actitudes interferentes hacia el aprendizaje. En el caso de la primera, se tomaron las experiencias psicoterapéuticas que se tienen en cuanto al tratamiento profundo y breve de las actitudes, la terapia racional emotiva, así como las teorías de la disonancia cognitiva y de la persuasión; y en cuanto a la segunda, todo lo relacionado con métodos, estrategia y modelo pedagógico.
LAS ACTITUDES INTERFERENTES: UN NUEVO ENFOQUE SISTÉMICO A LOS PROBLEMAS DEL APRENDIZAJE
Antes de analizar las actitudes interferentes hacia el aprendizaje como tal, es oportuno recordar que en el orden gnoseológico el término actitud se usó por primera vez por el filósofo inglés Herbert Spencer, sin precisiones al respecto. Según Casals, 9 fueron los sociólogos W. Thomas y F. Znaniecki quienes alrededor de los años 20 introdujeron la actitud por primera vez con fines investigativos, para analizar y comprender la función que ejerce en el comportamiento humano y explicar algunos fenómenos sociales. Años más tarde, G.W. Allport (1935), al integrar los conocimientos y definiciones existentes hasta ese momento, definió la actitud como un estado mental y neural de disposición, organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la conducta del individuo ante todos los objetos y situaciones con los cuales se relaciona. 10
El tratamiento teórico de las actitudes ha transitado por varias etapas en las que han participado muchos investigadores, 11-13 mayoritariamente pertenecientes a la rama de la Psicología, los cuales han realizado aportes desde sus posiciones metodológicas y han contribuido al desarrollo de los conocimientos acerca de ese objeto.
Actualmente, el cúmulo de investigaciones realizadas y su grado de sistematización ha facilitado un intercambio más amplio entre los diferentes autores, por tal razón Summer (1976), citado por Bautista (2010), delimitó 4 áreas en las que existe un acuerdo esencial entre los teóricos en torno al significado actitud, todo lo cual ha favorecido en su comprensión.
1. Es una predisposición a responder a un objeto y no la conducta efectiva hacia él.
2. Es persistente, lo que no significa unívocamente que sea inmutable.
3. Produce consistencia en las manifestaciones conductuales.
4. Tiene una cualidad direccional. 14
Como caso particular, cabe agregar una nueva característica a tomar en consideración a partir de la complejidad de las actitudes, la referida a que la actitud tiene un condicionamiento social progresivo en interacción con las propiedades específicas particulares individuales del sistema nervioso, lo cual debe ser un aspecto de suma importancia a tener en cuenta al momento de establecer cualquier estrategia para su corrección.
Con referencia a lo anterior, la actitud no permanece inmutable, lo mismo puede afianzarse que debilitarse, en correspondencia con las nuevas experiencias del sujeto; por otra parte, las actitudes tienen un sustrato material: el sistema nervioso, en el cual se reflejan y refractan los objetos y fenómenos y de acuerdo con la calidad de la percepción e interpretación de la realidad, así será la valencia de la actitud hacia ella.
En el contexto formativo, las actitudes hacia el aprendizaje son condicionamientos personales que se establecen a partir de la experiencia y pueden dar una dirección positiva o negativa hacia la actividad de aprendizaje, de manera que las que poseen una influencia positiva son denominadas deferentes y preferentes y las que tienen una influencia negativa son las llamadas interferentes.
La actitud deferente hacia el aprendizaje es aquella que lo propicia y mantiene una conducta consecuente y de respeto hacia la actividad de estudio que realiza; por su parte, la preferente es aquella donde la alta valoración de este lo coloca en el centro de la actividad del sujeto, en tanto se constituye en su voluntad y elección.
La actitud interferente, según el concepto físico de interferencia, significa perturbación, y en su sentido figurativo, acción y efecto de interponerse una cosa a otra, es decir, refleja cómo esta se interpone y perturba el aprendizaje que debe realizar el estudiante para apropiarse de los contenidos.
¿Cuál es el origen de las actitudes interferentes?
La actitud interferente del aprendizaje es el efecto de un mal aprendizaje y su causa posterior. El finalismo y el fraude son el resultado de experiencias anteriores adquiridas en el proceso de interacción social, las cuales distorsionan el sentido real del aprendizaje, lo deforman y conducen a la mediocridad profesional, la que el sujeto enmascara con apariencias y mecanismos de defensa de la personalidad, que en un momento determinado, cuando hay que demostrar la competencia, dejan de ser inadvertidas. Estas actitudes interferentes hacia el aprendizaje pueden comenzar su formación en cualquier etapa de la vida y sus causas pueden estar en la familia, en la comunidad, en la sociedad producto de influencias negativas, así como también en las instituciones docentes a causa de la Pedagogenia.
Las actitudes interferentes hacia el aprendizaje son identificadas a partir de los indicadores determinados y se clasifican en primarias y secundarias, clasificación basada en 2 criterios fundamentales: el momento de formación de la actitud y el nivel de conciencia y capacidad crítica del sujeto (estudiante) con respecto a la causa que genera los problemas de aprendizaje.
A manera de síntesis de la definición general, la actitud interferente primaria se forma con antelación y puede sufrir modificaciones a través del tiempo y afectar el nivel de conciencia y la capacidad crítica a lo cual se hizo referencia.
En tanto, las actitudes interferentes secundarias son resultado de las primarias, se detectan con facilidad y, en apariencia, son las únicas responsables de los problemas en el aprendizaje. Esto quiere decir que su corrección a nivel fenoménico no es concluyente en la solución del problema, ya que este queda latente en su causa primaria, con posibilidad de manifestarse en cualquier otro momento ante circunstancias similares.
TRATAMIENTO PEDAGÓGICO DE LAS ACTITUDES INTERFERENTES HACIA EL APRENDIZAJE
No resulta apropiado que un problema que está presente en la formación universitaria --la que nos ocupa--sea abordado desde otras ciencias y no sea la Pedagogía la que asuma el rol protagónico en esa interdisciplinariedad.
En primer lugar hay que conocer la situación que debe ser enfrentada, la cual se puede resumir gráficamente como se muestra en la figura 1.
En el proceso de formación inicial del estudiante de medicina y durante toda la carrera, en general, confluyen 2 elementos esenciales que lo determinan:
1. Las exigencias de la ciencia en su amplia acepción, que conlleva a una dinámica en cuanto a la actualización constante de los contenidos que forman parte del currículo, con el tratamiento pedagógico y metodológico para que sean transmitidos de manera dosificada, de acuerdo con el nivel de complejidad y el grado de comprensión del auditorio al cual va dirigido, con el empleo de métodos y medios que faciliten su asimilación.
2. Las exigencias sociales al proceso de formación, que son las demandas hechas por la sociedad como usuaria del producto final y que es quien marca las pautas acerca de las características profesionales y humanas del egresado de la carrera de medicina.
Estas exigencias toman contenido y forma en exigencias instructivas y educativas al estudiante de medicina, que por una parte debe apoderarse de los contenidos de la Ciencia en la práctica profesional, lo cual representa un elevado volumen de conocimientos y habilidades a aprender y, por otra parte, debe integrar a su modo de actuación, las normas y valores que responden a la ética médica.
Dichas exigencias, en su conjunto, representan un importante esfuerzo volitivo para el estudiante, que debe estar en correspondencia con las actitudes hacia el estudio.
Cuando estas no se corresponden con las exigencias planteadas y el estudiante asume una conducta inadecuada, el aprendizaje será deficiente y deberá cuestionarse la presencia de actitudes interferentes, las cuales, si no son corregidas, lo conducirán a un bajo rendimiento, que es la antesala del fracaso académico y, por consiguiente, la deserción.
Para considerar la posible presencia en un estudiante de actitudes interferentes hacia el aprendizaje se parte de su bajo rendimiento académico y de ahí se dan los siguientes pasos, que van desde su confirmación hasta su corrección:
1. Identificar las actitudes interferentes mediante una guía de observación.
2. Clasificarlas luego de la aplicación de una entrevista.
3. Evaluar el grado de afectación provocado por las actitudes interferentes al aprendizaje.
4. Determinar la activación selectiva de mediadores personológicos potenciales del aprendizaje.
5. Intervención de las actitudes interferentes mediante el método correctivo.
Todos esos pasos se sintetizan en un modelo pedagógico que posibilita la corrección de las actitudes interferentes hacia el aprendizaje (figura 2).
Es en el estudiante donde coexisten, tanto las actitudes interferentes como los mediadores personológicos potenciales del aprendizaje, que son estos últimos los que pueden revertir las deficiencias académicas a partir de su activación selectiva, conjuntamente con la aplicación de un método correctivo pedagógico.
CONCLUSIONES
A lo largo de los años, la práctica ha demostrado que la corrección de las actitudes interferentes es posible y permite rescatar un gran número de estudiantes de un fracaso y frustración irremediables. Por otra parte, la concepción de un modelo pedagógico que sustenta una estrategia pedagógica para la corrección de actitudes interferentes hacia el aprendizaje, permite su trasmisión al resto de los profesores universitarios para que sean capaces de atender, de manera directa, los problemas de aprendizaje de sus alumnos, elevar su maestría pedagógica, así como los conocimientos básicos relacionados con la personalidad de los educandos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 7 de julio de 2011
Aprobado: 22 de julio de 2011
Lic. Guillermo Vallejo Portuondo. Facultad de Ciencias Médicas No.2, avenida Cebreco, km 1½, reparto Pastorita, Santiago de Cuba, Cuba.
Dirección electrónica:gvallejo@medinew.scu.sld.cu