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MEDISAN
versión On-line ISSN 1029-3019
MEDISAN vol.20 no.4 Santiago de Cuba abr.-abr. 2016
PERFIL BIOGRÁFICO
La ética médica en el Dr. Narciso LLamos Sierra: baluarte de la educación médica superior en Santiago de Cuba
Medical ethics in Dr. Narciso LLamos Sierra: stronghold of the higher medical education in Santiago de Cuba
Lic. Zaida Espino La O y Lic. Natacha Lidia Álvarez Pérez
Facultad No. 1, Universidad de Ciencias Médicas, Santiago de Cuba, Cuba.
RESUMEN
Se exaltan cualidades del Dr. Narciso Llamos Sierra, Profesor Demérito, Auxiliar y Consultante de la especialidad de medicina interna; reconocido como baluarte de la educación médica santiaguera por su espíritu de consagración, abnegación, modestia, desinterés, humanismo, métodos docentes y de diagnostico clínico. Sus aportes fueron útiles para estimular el aprendizaje y la formación de valores ético-humanistas en sus estudiantes.
Palabras clave: ética, educación médica superior, figura relevante de la educación médica.
ABSTRACT
The qualities of Dr. Narciso Llamos Sierra are exalted, Demerit, Instructor and Consultant Professor of Medicine; recognized as stronghold of the medical education in Santiago de Cuba for his dedication, abnegation, modesty, lack of interest, humanism, educational and clinical diagnosis methods. His contributions were useful to stimulate learning and ethical-humanist values formation in his students.
Key words: ethics, higher medical education, outstanding personality of medical education.
INTRODUCCIÓN
Hoy, cuando la formación de valores constituye un reclamo del mundo actual, inmersos en los procesos globalizados que se producen a escala mundial y en general en la sociedad, refuerzan la importancia y necesidad del clima tanto intelectual como científico de las instituciones de educación superior. En estos nuevos contextos donde se plantean exigencias cualitativamente superiores,1 se reclama la pertinencia universitaria con el fortalecimiento de los procesos formativos, así como la responsabilidad de incidir y apoyar en la educación de los futuros profesionales.
Resulta importante estudiar el pensamiento de figuras relevantes de la medicina cubana, quienes desempeñan un papel trascendental en el trabajo educativo con los estudiantes de las ciencias médicas. Asimismo, tiene un gran valor conocer las actitudes ejemplares de galenos, cuyos aportes se mantienen vigentes en la práctica médica.
Santiago de Cuba es una de las provincias con amplia trayectoria en todos los órdenes del desarrollo: cultural, socioeconómico, científico-técnico, educativo y en el instructivo donde se destaca la educación médica superior, la cual constituye un pilar significativo en la apertura de nuevos horizontes gracias al triunfo de la Revolución y el inicio del desarrollo social hacia los territorios con precarias condiciones de salubridad.2,3
El 10 de febrero de 1962 marca en la historia de esta provincia uno de los hitos de alto valor para sus pobladores, pues se inaugura la escuela de medicina y con ella, una atención médica al alcance de la mayoría de las comunidades centradas en los hospitales provinciales y municipales. Se inicia la formación de un capital valioso para cualquier sociedad y con él la llegada al territorio de profesionales con espíritu de renovación, altruismo y entrega para construir la valiosa obra de la salud santiaguera.4
Cabe destacar que el Dr. Narciso Llamos Sierra, Profesor Demérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas (2004), Profesor Auxiliar (1977) y Consultante de Medicina Interna (1999 ) es reconocido por sus estudiantes y los profesores, que junto a él contribuyeron a esta obra como un valuarte de la educación médica santiaguera; por su espíritu de consagración, abnegación, modestia, desinterés, de altos sentimientos humanos y gran valor en sus métodos, para finalmente lograr el método clínico a partir del conocimiento científico. Profesor de generación de generaciones, con 42 años de experiencia en la docencia y la asistencia de la que nunca se ha separado y aún brinda servicio en su condición de Profesor Consultante del Hospital Universitario "Ambrosio Grillo Portuondo" (figura 1).
Se realizaron entrevistas a profesionales, egresados que compartieron con él el arte de aprender la medicina y a la familia que protagonizó cada uno de los momentos de evolución del eminente profesor. Se revisó toda la memoria documental del doctor como muestra de las experiencias vividas en la creación de lo que es hoy la Universidad de Ciencias Médicas.
¿Cómo contribuyó el Dr. Narciso Llamos Sierra a la educación médica cubana actual?
Este relevante profesor inició sus estudios en 1955 y se graduó en 1963 con derecho a la práctica de la medicina o consultas privadas, lo cual rechazó rotundamente desde que la medicina se nacionalizó y se estableció su carácter estatal y social.
Comenzó su actividad docente el 4 de abril de 1966, al iniciar la residencia en medicina interna en el Hospital Provincial Docente Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora Torres" donde se le ubica en una sala y el profesor José Reinaldo Roca Goderich le asigna alumnos para que atienda e imparta conferencias de Semiología; por esa razón tuvo necesidad de estudiar en la misma medida que enseñaba, pero además observaba lo que hacían otros profesores con mayor experiencia (figura 2).
Durante su formación como residente de medicina interna compartió con profesores de basta experiencia, entre los cuales se destacan: Dr. José Reinaldo Roca Goderich, Dr. Varan Smith y otros que hacían el posgraduado, pero habían sido alumnos ayudantes del Dr. Raimundo Llanio, pedagogo de amplia experiencia en la enseñanza de la propedéutica, quien aplicaba el método clínico como está concebido, a partir del método científico,5 la incógnita entre lo que el enfermo refiere y lo que tiene.
Al respecto, refiere el Dr. Narciso Llamos Sierra: " ¿cómo llega la incógnita?... mediante la anamnesis, el interrogatorio, el examen físico, la elaboración de una hipótesis de todos esos elementos y luego tratar de comprobar esa hipótesis, eso siempre se lo he inculcado a mis estudiantes que ese método se puede aplicar en cualquier lugar no necesita estar en un hospital con todos los recursos, , como lo aplicaba en la montaña de Bernardo de Baracoa y en las montañas de Argelia, yo examinaba a los pacientes, interrogaba a la medida del dominio del idioma y la comunicación con el intérprete en el caso de Argelia, elaboraba mi juicio clínico, mi hipótesis, después trataba de comprobarla, en Bernardo de Baracoa, no tenía como hacer los exámenes complementarios, no tenía posibilidad alguna de corroborar la hipótesis, no tenía los medios, en Argelia fue peor, allá era puramente llegar hasta la hipótesis de ahí tratar al paciente, al comprobar la hipótesis tienes que aplicar medicamentos, en el caso de Dermatología, me preguntaba ¿qué será esto que tiene el paciente?, no sé, me respondía, ¿por qué tiene este cuadro? Llegar hacer la anamnesis, ¿cómo inició el cuadro?... y de ahí el tratamiento."
Asimismo, considera que el diagnóstico es la razón del médico, pues tiene que hacerlo bien, aplicar el método clínico para hallar lo que tiene el paciente y después tratarlo. Analizar lo que refiere cuando dice "tengo fiebre", esa es la incógnita, el problema, hay que buscar el máximo de información. Según su criterio el diagnóstico es la vida, la existencia, la razón de un médico.
Estudiantes y compañeros de trabajo lo reconocen por su buen "ojo clínico" en la práctica. A veces ha percibido tener "intuición diagnóstica", puesto que además de ese razonamiento y la aplicación del método clínico siempre existió en él una especie de intuición, tal vez innata.
Concibe las relaciones médico-paciente como un problema de convicción científica, independientemente de las convicciones de carácter social y humano que pudieran tener. Refiere que al iniciar los estudios en la universidad establecía una especie de ABC en la relación con el paciente y sus familiares: A significa oír al paciente y examinarlo; B escuchar a los familiares y C tratarlo correctamente.6-8
En el orden científico considera que cuando un familiar refiere que su paciente tiene un problema debe ser escuchado, pues resulta imposible tratar a un individuo y no establecer relaciones fraternales y cordiales con sus familiares, el médico debe ganarse su afecto para indagar sobre cuáles son sus apreciaciones e impresiones, qué criterio y pronóstico tienen de la enfermedad, cómo puede complicarse. Esto es decisivo, no solo desde el punto de vista social, sino en el orden puramente de las relaciones humanas, en el orden científico es imprescindible establecer estas relaciones médico-paciente-familiares.
Por otra parte, el Dr. Llamos compartió sus experiencias en varias oportunidades con el doctor y profesor José Reinaldo Roca Goderich, con quien participó como coautor del libro de Medicina Interna; refiere sobre este hecho " tratamos de hacerlo lo mejor posible, de la forma que fuera más científico, como lo exigía Roca, más didáctico, más actualizado, participamos en la 2da, 3era, y 4ta edición del libro y creo que fue con los capítulos que nos tocó escribir, un aporte en la formación científica a los estudiantes, tan es así, que es el libro de texto de los estudiantes de Medicina, he tenido la posibilidad de desarrollar actividades en otras provincias y he comprobado el amor que se siente por este libro, que en algunos lugares le dicen "el Roca", otros le dicen "el Oriente", pero lo cierto es que los estudiante sienten una pasión por el libro desde que salió la primera vez como Temas de Medicina Interna, hasta el último tema."
Rememora a todos aquellos que junto a él se formaron en el Hospital Provincial Docente Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora Torres", quienes respondían a una escuela, se pudiera decir que a la escuela de Santiago de Cuba, donde el médico se formaba con una visión muy peculiar y todo revelaba consecuentemente el desarrollo de la sociedad y de la medicina en el orden ético, científico, social y humano. Muchos de sus compañeros ejercieron y ejercen la medicina como un sacerdocio, con mucha consagración, recuerda entre ellos a profesores como: Dr. Eduardo Pasprecilla (otro de los símbolos de la medicina santiaguera), Dr. Varan Von Smith, Dr. Montes de Oca,
Dr. Marino Pérez Paz (lo reconoce como "tremendo compañero, como profesor, docente"). Dice: "No creo que se pueda escribir la historia de la medicina de Santiago de Cuba sin hablar del profesor Varan Von" y de otros, quienes se incorporaron posteriormente, tales como Dra. Nilia Escobar, Dr. Verges, Dr. Dario Sánchez y muchos que se han consagrado a la enseñanza de la medicina, por lo que son queridos y muy respetados. Expresa también, sentirse orgulloso de esas generaciones de médicos que compartieron con él y los que vinieron después, sobre todo aquellos que compartieron en la residencia y los que siguen hasta este momento.
Considera que los valores más importantes para un profesional de la medicina son la consagración y la disciplina para el estudio continuo al nivel del progreso de las ciencias médicas en todos los órdenes y sentidos; siempre debe tratar de disminuir las enfermedades a partir de la prevención hasta lograr el hombre sano.9,10
Tiene un gran sentido de la modestia, el desinterés y la humanidad ante el deber; aunque no hubiera sido un profesional, sería como es, actitud que adquirió desde la cuna donde se formaron sus cualidades de hombre con elevados sentimientos humanos.
¿Cómo lo ven sus compañeros de trabajo y estudiantes?
El Dr. José Reinaldo Roca Goderich dice: " es un magnífico médico, es un médico que tiene experiencia frente al enfermo y que ha trabajado mucho y que ha estudiado, el ha hecho lo que hay que hacer, o sea ver enfermos. Llamos es un médico confiable porque es muy bueno en el diagnostico, como te decía, y en la medicina lo importante no es el tratamiento, sino el diagnóstico Llamos es muy humilde, es muy modesto, demuestra lo que él sabe a nivel de médico y de profesor y creo que él ha sido un triunfador, Llamos es magnífico, yo quisiera tenerlo como compañero de trabajo siempre."
Por su parte, la Dra. Leonor Aguirre Mariño asevera: " es una persona de respeto, siempre lo recuerdo sonreído, muy noble de carácter, es un amor de persona como compañero de trabajo, muy preocupado por los demás, es una persona que nunca dice que no ante una solicitud de ayuda."
De igual manera la Dra. Adela Fong Estrada refiere: " como un buen médico, como dice la gente, "por tener un buen ojo clínico" además es una persona que ayuda a que uno busque el camino correcto muchos valores... como la modestia, porque es bastante modesto, es un buen revolucionario siempre da el paso al frente a pesar de sus años, siempre está ahí es una persona que conserva la parte moral, la parte ética, incluso ayuda mucho a que eso se mantenga. Es una gente muy abierta a darle paso a las nuevas generaciones."
El Dr. Adrián Palú Orozco señala: " de carácter afable, amistoso, padre, amigo, compañero de todos sus estudiantes, de todo su colectivo de trabajo y considero que todavía, incluso, con la edad del profesor, sigue enseñando y va a constituir siempre un ejemplo para todos nosotros, para las generaciones que pasamos por sus manos, para la generación que vendrá y para la cantidad de profesores que fueron formados por este eminente médico y científico además" el sentido de la ética, el nos respetó muchísimo y nos vio siempre como seres humanos, como personas, como compañeros, como parte de un colectivo de trabajo, en equipo, valores como el sentido del patriotismo, el sentido de apropiarse de sus pacientes, sintiéndolos parte como de su propia familia, la no discriminación de que por ser un paciente había de tratarse como paciente, sino ese trato siempre respetuoso, cariñoso, haciéndole partícipe del proceso."
CONCLUSIONES
El Dr. Narciso Llamos Sierra puede considerarse líder de la educación médica superior en este siglo XXI, puesto que lo han reconocido sus estudiantes, los profesores y trabajadores que junto a él contribuyeron a esta obra, como un baluarte de la educación médica santiaguera, por su espíritu de consagración, abnegación, modestia, desinterés, altos sentimientos humanos y gran valor de sus procedimientos para lograr el método clínico a partir del conocimiento científico.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece en especial al Dr. Narciso Llamos Sierra por la contribución de los aportes documental y referencial, así como a todos los que permitieron la elaboración de este artículo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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3. Reconocimiento. MEDISAN. 1999 [citado 12 Abr 2008]; 3 (4). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol3_4_99/san11499.pdf
4. Roca Goderich JR. Instauración de la docencia médica en Santiago de Cuba. MEDISAN. 2002 [citado 12 Abr 2008];6(4). Disponible en:http://www.bvs.sld.cu/revistas/san/vol7_4_02/san13402. htm
5. González Menéndez R. Relación equipo de salud-paciente-familia. Aspectos éticos y tácticos. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2005.
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7. González Menéndez R. La relación médico paciente y su significado en la formación profesional. Educ Med Sup. 2003 [citado 12 Abr 2008];17(4). Disponible en:http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol17_4_03/ems02403.htm
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9. Amaro Cano MC. Ética médica y bioética. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009.
10. Rodríguez Rivera L. La clínica y su método. Reflexiones sobre dos épocas. 2 ed. La Habana: Editorial Ciencias Médicas. 2013 [citado 18 Mar 2016]. Disponible en: http://www.bvs.sld.cu/libros/la_clinica_metodo/clinica_metodo_completo.pdf
Recibido: 9 de noviembre de 2015.
Aprobado: 14 de enero de 2016.
Zaida Espino La O. Universidad de Ciencias Médicas, avenida de las Américas, entre calles I y E, reparto Sueño, Santiago de Cuba, Cuba. Correo electrónico:zaida.espino@infomed.sld.cu