Introducción
Las transformaciones de la educación en general y, en particular, en el sector de la salud propiciaron cambios en la concepción del trabajo docente, que inciden directamente en la actuación profesional pedagógica del profesorado. La proyección de los objetivos de la actividad docente en función de las necesidades de los estudiantes, la solución de problemas como fruto de la investigación, la gerencia de los procesos y la correcta práctica asistencial con un fuerte componente ético, demandan un mayor nivel de preparación y entrega personal.1
Referente a lo anterior, Travieso Ramos,2 en el año 2010, declaró que se considera al docente como el principal agente promotor del cambio en el proceso docente-educativo que dirigen, donde influyen los elementos curriculares y organizacionales.
Al respecto, la presente investigación se centra en la profesionalización del docente, puesto que la solución teórico-práctica de las insuficiencias presentes en este requiere el aporte de diferentes ciencias sociales, lo cual está en consonancia con la elevada complejidad del proceso de formación, en el que influyen la Sociología, la Psicología, la Filosofía y la Pedagogía.
Por tanto, la evaluación3,4,5,6 de la profesionalización es una de las vías para que los docentes de las carreras de Enfermería y Tecnología de la Salud puedan lograr el desarrollo continuo de una actuación profesional pedagógica pertinente. A partir de la identificación de sus principales problemas y potencialidades, se evidencia la necesidad que tienen de aumentar y perfeccionar su preparación, sobre la base de las exigencias de la educación médica.
Desarrollo
La incorporación a la nueva economía de la sociedad y la adaptación o inserción a un mercado de trabajo que se transforma a gran velocidad no podrán desarrollarse en un profesional si solo se plantea el objetivo de adquirir un conjunto de conocimientos y destrezas.
Entre los aspectos que ocupan a los investigadores de las ciencias de la educación se encuentra el referido a la conceptuación de la profesionalización, no solamente en la búsqueda de la definición teórica del concepto, sino en la toma de posición para adecuar el desarrollo de este proceso formativo, de gran importancia para el personal de la educación del siglo XXI y de los venideros.7,8 La base del desarrollo profesional debe sustentarse en un modelo replicable y escalable, que contribuya al fortalecimiento, el enriquecimiento y la diversificación de las opciones de formación inicial y continua de docentes, metodólogos pedagógicos y directivos.
Cabe señalar que la profesionalización tuvo sus premisas alrededor del siglo XIII, en la Edad Media, con el surgimiento de los gremios de comerciantes, cuando lucharon por los derechos exclusivos para la práctica de sus oficios como jornaleros y la participación de aprendices no remunerados. Luego de la formación de los estados nacionales en el siglo XIX, adoptaron la forma de asociaciones o colegios profesionales y tenían como objetivo supervisar la conducta de los miembros de la profesión y el cierto grado de demarcación entre estos y los clasificados como amateurs.
Actualmente la educación médica sitúa las aspiraciones éticas, espirituales, sociales en la profesionalización del hombre como centro del problema, resultado de la creación humana y máxima expresión de su conciencia:1 “… se basa en el rescate del humanismo que, como esencia, marca la diferencia entre el hombre y el resto de los miembros del reino animal". En la misma línea de pensamientos, se plantea que “el humanismo, sin conocimientos y habilidades, no puede transformar el medio y garantizar las necesidades básicas del hombre para su superación y perpetuación”. Estas palabras refrendan la relación de la bioética con la profesionalización como parte del hombre en un entorno determinado, de igual manera la relaciona con sus necesidades básicas de conocimiento especializado según su actividad profesional.
De igual forma, se considera que la profesionalización es un proceso que generalmente tiene su génesis en la formación escolarizada del individuo y posee como esencia la reorientación o especialización, según el caso, de los recursos laborales calificados, a través de lo cual se logra alcanzar la eficiencia en la adquisición y/o el desarrollo de las competencias básicas exigidas por el modelo profesional. Esta definición apunta a la continuidad del proceso relacionándolo con la eficacia desde las habilidades y destrezas básicas exigidas; elementos que coinciden con lo referido por otros investigadores.6,8,9,10 Por ende, se puede decir que es un proceso educativo relacionado con la adquisición y/o desarrollo de las habilidades y destrezas básicas demandadas por el modelo profesional que se manifiestan en su actuación.
Ahora bien, la profesionalización de los docentes de Enfermería y Tecnología de la Salud es definida como el proceso profesional de formación continua, compuesto por las dimensiones docente, investigativa, asistencial, gerencial, bioética y de actuación profesional, que hacen posible la conjugación armónica entre el “saber”, “saber hacer” y “saber ser” en el docente, a partir de las bases teóricas de la educación médica, lo que permite la construcción y reconstrucción de los criterios educativos en salud de forma ascendente.
En la segunda mitad del siglo XX se inició la valoración de la profesionalización docente como un proceso social; resultado de la evaluación mediante el cual se mejoran las experiencias en términos de su profesión. Históricamente la educación superior ha desempeñado un papel importante en el desarrollo social y cada vez más se acrecienta como resultado de la evolución de la ciencia y la técnica, de la creciente informatización de la sociedad, de las tendencias globalizantes y de las nuevas demandas que se le plantean a esta institución.
Los docentes universitarios tienen como peculiaridad que laboran en un alto centro de estudios, pero que no se formaron como tal para ello; es decir, que no se prepararon previamente como docentes. En el mundo existen limitados centros especializados en educar y preparar individuos para ser docentes en la educación superior.11,12 En la gran mayoría de los casos el claustro de profesores está integrado por profesionales egresados en la propia universidad o en otra similar.
La profesionalización, como proceso pedagógico profesional permanente, ha sido objeto de investigaciones en el área de la educación médica. Sin embargo, la evaluación de la profesionalización ha sido poco tratada, pues esta ha sido considerada como una meta en sí alcanzada por los docentes con años de experiencia y una acumulación de evaluaciones aceptables. Respecto a este particular se puede valorar que la profesionalización es alcanzable, pero no es el fin, pues el proceso continuo por el cual se puede lograr termina solo con la jubilación.
De lo anterior se pueden identificar como principales elementos: condición de proceso continuo, así como su carácter social, educativo y desarrollador. Se puede entender, entonces, la evaluación de la profesionalización de los docentes de Enfermaría y Tecnología de la Salud como el proceso ordenado y sistemático de identificación de información cuantitativa y cualitativa de la actividad docente profesional permanente en educación médica que, mediante el análisis, en función de criterios preestablecidos por las demandas formativas de la universidad médica, permite emitir un resultado relevante al respecto.
Para evaluar la profesionalización de los docentes de Enfermería y Tecnología de la Salud se tendrían en cuenta sus seis dimensiones:
Dimensión No. 1. Docente: Se refiere a la incorporación del proceso docente-educativo al quehacer profesional y está dirigida a la enunciación, ejecución y evaluación de los programas educativos de la salud que tienen como propósito la formación integral de los futuros profesionales con un enfoque sistémico e integrador de la actividad docente, asistencial e investigativa, mediante el trabajo favorecedor de la práctica educativa, en una acción innovadora y comprometida, expresado en la actuación profesional del docente.
Dimensión No. 2. Científico-investigativa: Se refiere a la aplicación del método científico como herramienta para identificar, analizar y resolver problemas inherentes a su actividad profesional, con el fin de contribuir a mejorar el proceso docente-educativo, la formación del egresado y, por tanto, los niveles de salud de la población. Es comprendida como las manifestaciones en la actuación profesional del docente y su desarrollo alcanzado en la actividad científico-investigativa en la educación médica.
Dimensión No. 3. Asistencial: Es entendida como la capacidad para contribuir desde los conocimientos teórico-prácticos que brinda el proceso docente a la identificación, evaluación y contribución en la solución de los problemas en las áreas de salud, de manera que propicie la tutoría, el trabajo en grupo y la iniciativa de estudiantes y docentes en su marco de actuación profesional.
Dimensión No. 4. Gerencial: Es vista como el proceso dirigido a la planificación, la organización, la dirección y el control de las actividades docentes educativas, así como de los recursos materiales y humanos, hacia el cumplimiento de los propósitos a su cargo. Propicia la utilización de la comunicación como herramienta en relación con sus funciones a través del trabajo en equipo para la solución de problemas relacionados con el proceso docente-educativo y el actuar profesional.
Dimensión No. 5. Bioética: Es el conocimiento de los principios de la ética médica en la vida social y profesional que le permiten interactuar con el estudiante, con otros docentes, la familia y la sociedad, así como cumplir los reglamentos académicos existentes, para la toma de decisiones ante los problemas que se susciten en el proceso docente-educativo; elemento que se revela en la actuación profesional del docente.
Dimensión No. 6. Actuación profesional: Apunta hacia el cumplimiento de las funciones del docente en el ejercicio de la profesión. Muestra los grados en que se asumen, favorecen y realizan las acciones, los deberes y las obligaciones propias de su cargo, evidenciado en su ejercicio y compromiso con la sociedad. Se expresa en el comportamiento real, donde se refleje su dominio técnico-profesional, su espíritu de cooperación, colaboración e integración, así como la capacidad en la solución de problemas docentes, investigativos, asistenciales y gerenciales.
La proyección de los objetivos de la actividad docente en función de las necesidades de los estudiantes, la solución de problemas como fruto de la investigación, la gerencia de los procesos y la correcta práctica asistencial con un fuerte componente ético, demandan un mayor nivel de preparación y entrega personal. Los docentes de Enfermería y Tecnología de la Salud comparten las particularidades de todos los que laboran en las universidades cubanas, a saber:
No se formaron como docentes universitarios ni bajo estrategias de profesionalización para ello.
No son profesionales con formación básica en todas las carreras a las que le imparten docencia.
Son responsables de la identificación, la evaluación y el control de las insuficiencias relacionadas con las funciones docente, investigativa, asistencial y gerencial en los estudiantes, para lo cual necesitan estar preparados.
Están en el deber de aplicar el método científico en la solución de problemas surgidos en la actuación profesional de sus funciones docente, investigativa, asistencial y gerencial para el perfeccionamiento de los procesos académicos.
Direccionan la adquisición, el desarrollo y/o el perfeccionamiento de habilidades de los estudiantes para contribuir a mejorar su futura actuación profesional.
En esa misma dirección, el accionar formativo de los docentes de Enfermería y Tecnología de la Salud, como expresión de los docentes de la educación médica, comparte las singularidades siguientes:
Carencias manifiestas en el proceso formativo, como resultado de los cambios curriculares continuos.
Existencia de docentes que proceden del área clínica.
Multiplicidad de tareas laborales unido al tránsito acelerado de la enseñanza técnica y profesional a la educación superior.
Multiplicidad de escenarios formativos.
Coexistencia de la educación superior, la formación técnica de noveno y doce grados y la formación de técnico superior en los perfiles de Tecnología de la Salud y en Enfermería.
Las prácticas de los docentes con enfoque científico, dirigido a las dimensiones antes mencionadas conducen a la profesionalización. Se considera oportuno posesionarse en la categoría evaluación de la profesionalización, desde la cual se aspira a la mejora del vínculo del docente y su profesión.
Conclusiones
La evaluación de la profesionalización de los docentes revela el carácter educativo y sistemático como ejercicio social en el que intervienen los docentes, que está necesariamente asociado a otro de toma de decisiones. En la actualidad se constata que no existe una propuesta teórico-metodológica para dicha evaluación, que responda a las demandas que provienen del proceso formativo en las carreras de Enfermería y de Tecnología de la Salud.