Introducción
La hiperestesia dentinaria es una respuesta exagerada frente a los estímulos sensitivos, táctiles, térmicos, químicos u osmóticos que afectan a la dentina expuesta con túbulos abiertos y permeables. Se presenta como una sensación dolorosa, de intensidad variable, desde leve hasta moderada, que puede convertirse en una molestia constante, al encontrarse la dentina expuesta.1
Asimismo, la experiencia vinculada al dolor por hipersensibilidad dentinaria no es un fenómeno reciente, pues cualquier sustancia, ya sea ácida, dulce, fría, caliente, al aspirar aire por la boca o cuando la pieza dentaria roza con cualquier instrumento, incluso el cepillo de dientes, desencadenan dichas molestias durante unos segundos, que inducen al paciente a recibir ayuda profesional inmediata, de ahí que esta afección es considerada una urgencia estomatológica.1,2
Estudios epidemiológicos en diferentes países señalan que esta afecta a personas entre 25 y 45 años de edad y que es un problema de salud muy frecuente, ya que 25 % de la población mundial la padece y uno de cada 4 pacientes examinados tiene superficies dentales hipersensibles y una de cada 7 personas la ha experimentado.3,4
Por otra parte, existen 2 factores muy asociados con la hiperestesia dentinaria: la exposición dentinaria producida por apertura de los canalículos dentinarios, ocasionadas por la abrasión, erosión, caries dental, entre otros, y la recesión periodontal, que no es más que el desplazamiento del margen gingival apical a la unión cemento-amélica, con la exposición de la superficie radicular al ambiente bucal, que desde el punto de vista clínico, altera la estética, favorece la sensibilidad dentaria y predispone a la caries radicular.5
El tratamiento se basa en la aplicación de sustancias desensibilizantes que disminuyan o eliminen el dolor, mediante la estimulación de la formación de dentina que oblitere los canalículos dentinarios expuestos al medio bucal, tales como geles, enjuagatorios, barnices, pastas u otros.1
Entre los materiales dentales utilizados comúnmente se encuentran los siguientes: flúor, barniz copal, hidróxido de calcio y propóleos, entre otros. En los últimos años se ha incorporado la terapia láser, por su efecto analgésico, estimulante del trofismo de la pulpa dental y de la circulación pulpar, al facilitar la rápida formación de dentina secundaria o reparativa.1,6
La mayoría de los pacientes con hiperestesia dentinaria que asisten al servicio de urgencia presentan dolor, de ahí que el alivio o supresión sea una meta a cumplir por el estomatólogo, ya que generalmente requieren atención inmediata, lo cual influye en la calidad de vida, incluso en sus hábitos de higiene bucal y hasta en su alimentación.5,7
La economía de la salud se erige como un marco lógico y explícito para ayudar a decidir la mejor forma de utilizar los recursos disponibles para la salud, de ahí que la evaluación económica tiene gran importancia al fortalecer sustancialmente el capital humano en esta área y, a su vez, incrementar el uso de este tipo de estudio en la toma de decisiones en el sector sanitario. Además, se utiliza ampliamente en la planificación y evaluación de los programas preventivos. Se trata de técnicas que ayudan a la asignación eficiente de los recursos, teniendo en cuenta los costos y los resultados de las intervenciones comparadas. Como el análisis de decisión, estas técnicas ofrecen perspectiva y orientación, pero nunca reemplazan al juicio humano y a las consideraciones éticas.8,9,10
Para el profesional sanitario, el conocimiento de la eficiencia de las intervenciones que presta constituye un deber ético. Así, el uso racional de los recursos conducirá a mayores niveles de salud.
La técnica del análisis de decisiones es un método basado en modelos probabilísticos, que facilitan discusiones lógicas para clarificar y orientar la toma de decisiones bajo condiciones de incertidumbre, lo cual permite identificar las actuaciones con una mayor probabilidad de éxito.
La elevada frecuencia de pacientes con hiperestesia dentinaria en las consultas estomatológicas, la vulnerabilidad de los dientes afectados a presentar caries dentales y fracturas, así como las afectaciones estéticas y el desconocimiento sobre los costos de la terapia con laca flúor y láser por parte de los profesionales, no permite distinguir la magnitud de este problema y tomar medidas oportunas para prevenir alteraciones más complejas con el empleo de alternativas efectivas y menos costosas. Teniendo en cuenta lo anterior los autores se sintieron motivados a realizar una evaluación económica con el fin de determinar científicamente la alternativa terapéutica menos costosa para el tratamiento de pacientes con esta esta afección en la Clínica Estomatológica Provincial Docente Mártires del Moncada de Santiago de Cuba, lo que permitirá lograr un uso racional de los recursos y una adecuada utilización del presupuesto aprobado.
Métodos
Se realizó una evaluación económica completa, del tipo minimización de costo, en la Clínica Estomatológica Provincial Docente Mártires del Moncada de Santiago de Cuba, desde enero hasta mayo de 2019, para determinar la alternativa menos costosa en el tratamiento de pacientes con hiperestesia dentinaria.
La información se obtuvo producto a la voluntariedad de los especialistas principales de los departamentos de estadística y economía del centro. Para ello se revisaron 40 historias clínicas, escogidas a conveniencia, ya que contaban con los datos necesarios para la investigación. Se formaron 2 grupos de estudio: los integrantes del primero recibieron tratamiento con laca flúor en días alternos por 5 sesiones; los del segundo, fueron tratados con láser, con la misma frecuencia y sesiones, mediante el equipo Fisser-21 de baja potencia.
Para determinar el costo unitario de ambas alternativas de tratamiento se revisó el informe del análisis de gastos del departamento de contabilidad en el período enero-marzo de 2019.
Entre las variables analizadas sobresalieron loas siguientes:
Edad
Sexo
Efectividad: Se consideró efectivo cuando los pacientes curaron o mejoraron en las 5 sesiones de tratamiento y no efectivo cuando no mejoraron.
Costo directo: medicamentos, salario +9,09 %, seguridad social y utilización de fuerza de trabajo.
Costo indirecto: instrumental, servicios generales, depreciación, electricidad y agua.
Costo total: costo indirecto y directo.
Todos los datos se plasmaron en una hoja de cálculo en Microsoft Excel, a partir de los cuales se crearon tablas de asociación de variables y distribución de frecuencia para mayor comprensión.
Resultados
En la serie se observó homogeneidad entre ambos tratamientos con respecto a la edad, donde prevaleció el grupo etario de 15-24 (30,0 %), seguido por el de 25-34 (25,0 %); asimismo, predominó el sexo femenino (28 pacientes, para 70,0 %), con resultado similar en ambos grupos de estudio, dado por 65,0 y 75,0 % para los tratados con laca flúor y láser, respectivamente.
Se comprobó que ambas alternativas terapéuticas resultaron efectivas (100,0 %) tanto para un grupo como para el otro.
Al analizar los componentes del costo directo (tabla 1) se observó que el mayor gasto de materiales, de salario y otros correspondió al grupo 1.
Como se muestra en la tabla 2, el costo unitario del tratamiento con laca flúor fue de $7,77 y el del láser de $5,74, para una diferencia de $2,03; por lo tanto, este último resultó menos costoso.
Se tomaron como costos indirectos los gastos asociados a servicios generales y el apoyo que realizan los centros finales y auxiliares para desempeñar sus funciones. En el grupo 1 se utilizaron 91 equipos de diagnóstico, cada uno compuesto por 5 instrumentales, para un total de 455, equivalente a $50,05; mientras que en el grupo 2 se tuvieron en cuenta los gastos asociados a servicios generales, para un valor de $3.00.
Por su parte, la depreciación fue de $30 252,08 pesos, puesto que el equipo Fisser-21 tiene 14 años de explotación y ya depreció su precio total, por lo que no constituye gasto adicional por tecnología.
Discusión
Las organizaciones de salud a escala mundial incrementan sus esfuerzos por reducir los costos y aumentar la productividad, donde la demanda de servicios es cada vez mayor. En este contexto, el incremento de los costos asociados a la atención de los problemas de salud y la necesidad de ofrecer un servicio de calidad al paciente constituyen factores de peso, independientemente del diverso y cambiante rango de diagnósticos y tratamientos, por lo cual se necesitan herramientas o mecanismos que les posibiliten monitorear, controlar y mejorar los procesos de atención médica en función de proveer una mayor seguridad y calidad en el servicio prestado.11
En esta serie, los resultados en cuanto a la edad difieren de los de algunos autores,12,13 quienes encontraron predominio de los grupos de 30-45 y de 19-34 años, respectivamente, pero concuerdan con otros estudios,14 donde se afirma que la hiperestesia dentinaria disminuye a medida que aumenta la edad, lo cual es atribuible a los cambios escleróticos que sufren los canalículos dentinarios y la cámara pulpar que está más reducida, producto a que al aumentar la edad disminuyen la permeabilidad de la dentina (se esclerosa) y la sensibilidad de los nervios, de manera que la dentina esclerosada y la secundaria que se van formando son menos sensibles a diversos estímulos.
Con referencia al sexo, preponderaron las féminas en ambos grupos de estudio, lo que coincide con los hallazgos de Vinardell et al,1 en cuya serie el número de mujeres afectadas alcanzó 65,6 %, y con otro estudio similar,15 donde el criterio de que la hiperestesia dentinaria es más frecuente en las mujeres, con diferencias significativas, es casi unánime producto a que son quienes presentan mejor higiene desde temprana edad y acostumbran a mantener un cepillado intenso, lo que se asocia con esta enfermedad.
El aporte fundamental de esta casuística desde el punto de vista económico muestra que el tratamiento menos costoso para la hiperestesia dentinaria fue la aplicación de láser, con una diferencia del costo unitario de $ 2,03 con respecto a la laca flúor, lo que incide fundamentalmente en los costos directos.
A pesar del número limitado de publicaciones al respecto, contrasta con lo publicado por Gálvez et al16 sobre la evaluación económica, a la vez que continúa siendo una debilidad de los investigadores y profesores del área la publicación de los trabajos realizados; no obstante, con estos resultados los autores contribuyen a elevar los criterios para una acertada toma de decisiones con respecto al tratamiento menos cotoso para pacientes con hiperestesia dentinaria, por la transparencia, la efectividad y la posibilidad de reproducir este estudio en otros servicios estomatológicos.
Se concluye que la alternativa menos costosa en el tratamiento de pacientes con hiperestesia dentinaria es la aplicación de láser, por lo que la evaluación económica realizada demostró ser apropiada en materia de eficiencia económica, de ahí que el desarrollo de este instrumento sirva de apoyo para la toma de decisiones en los dirigentes estomatológicos de otras entidades de salud.