Introducción
La cirugía plástica estética es aquella especialidad quirúrgica que se ocupa de las alteraciones de la envoltura corporal que afecta la forma, debido a una alteración manifiesta. Tiene como objetivo la reparación de estas afectaciones. Es una cirugía electiva, es decir, el paciente puede elegir operarse o no.
Pueden existir complicaciones como en cualquier otro tipo de cirugía (hemorragias, infecciones, cicatrización patológica) o de tipo anestésico, ya sea local, regional o general (alergias, problemas cardiovasculares, respiratorios, etc.). Sin embargo, estadísticamente el porcentaje de complicaciones generales es extremadamente reducido, entre otras razones por ser una cirugía que en la mayoría de los casos no es intracavitaria, pues requiere de una anestesia menos profunda y por efectuarse, en general, en pacientes sanos.1
El cirujano plástico estético debe saber tratar cualquier tipo de tejido (piel, grasa, músculo, cartílago, hueso...), lo que requiere un amplio conocimiento anatómico de todo el cuerpo y una gran comprensión del proceso de cicatrización de los diferentes componentes tisulares. El objetivo principal del trabajo es reafirmar que la cirugía plástica estética resuelve verdaderos problemas de salud tanto física como mental, al reconocer la labor de los especialistas de cirugía plástica como evaluadores y consejeros de pacientes que acuden a esta consulta.
La abdominoplastia
A partir de la condición de que la salud en Cuba es gratuita, se escucha actualmente hablar con frecuencia sobre la cirugía plástica y estética, sobre todo por parte de las mujeres, que tratan temas como liposucción, implantes mamarios, y otras intervenciones quirúrgicas de esta especialidad.2
Muchas veces las mujeres justifican esta elección porque consideran que han quedado muy deformes después de sus embarazos y partos. Si bien muchas féminas en Cuba lucen atractivas después de esta etapa, nos hemos acostumbrado a que la mujer suba de peso, después de tener sus hijos debido a una mala elección de su dieta y al escaso ejercicio físico. Todo ello, unido a la falta de recursos y voluntad hace que descuiden su apariencia física.2
La consulta de Cirugía Estética del municipio Santiago de Cuba radica en el Hospital Clínico Quirúrgico Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de esta ciudad, donde sus especialistas laboran y orientan sus conocimientos y habilidades hacia la satisfacción de las demandas que cada paciente expone por la inconformidad con la forma de su cuerpo. En cada consulta se solicitan intervenciones quirúrgicas plásticas estéticas generalmente del abdomen o de las mamas, y no son pocas las ocasiones en que los cirujanos plásticos se encuentran en un dilema, ya que deben saber diferenciar entre lo que es de cirugía plástica pura o lo que realmente concierne a un problema de salud.
Muchos de los solicitantes traen alterada su personalidad y su psiquis por el problema que presentan, que al resolverse les ayuda a afianzar su estabilidad emocional, algo que los hace sentir mejor consigo mismos, lo que reafirma que un cuerpo armónico lleva con él una mente sana.
Se ha observado la presencia de características psicopatológicas de la personalidad en candidatos de ambos sexos con interés en realizarse una cirugía estética o próximos a ella tales como: predominio de insatisfacción corporal, que en ocasiones llegan a trastornos de la imagen corporal como son el dismórfico corporal, bajos niveles de autoestima, altos niveles de depresión o ansiedad y trastornos de la personalidad.
Existen diferencias significativas en pacientes con cirugías estéticas entre el antes y el después de la misma en cuanto a variables psicológicas tales como: disminución de depresión o sintomatología depresiva y de los niveles de ansiedad, incremento de la valoración subjetiva positiva de la imagen corporal, niveles de extroversión, mejoramiento tanto de su autoestima, calidad de vida y relaciones de pareja.3
No en todos los seres humanos la pérdida de la elasticidad de la piel se manifiesta de la misma forma y muchos son los factores que contribuyen a esto como el tipo de piel, los ascensos y descensos bruscos de peso corporal, estados hormonales y los embarazos múltiples entre otros, que la harán pensar cuando se mire al espejo que necesita una cirugía del abdomen.
Son los embarazos los que más estragos hacen pues la piel se tensa mes tras mes con el crecimiento del útero, más si este aloja un gran feto o más de uno como sucede en gestaciones múltiples, las marcas por el estiramiento de la piel durante cada gestación le dejará estrías que resultarán casi imborrables.
Además de flacidez de la piel, esta zona corporal por las causas antes mencionadas y el aumento de tejido adiposo, puede también alojar patologías que muchas veces el paciente desconoce que las tiene y afloran en la exploración abdominal, como son las hernias umbilicales incisionales y crurales, entre otras y que deben ser resueltas.
Las cirugías plásticas de abdomen o abdominoplastias, exigen preparación y cuidados antes y después de la intervención, es planificada cuidadosamente en el preoperatorio, hábilmente trabajada en el transoperatorio con la finalidad de que en el postoperatorio los resultados sean los esperados por la paciente, para cumplir con sus expectativas.4
Es necesario realizar una serie de preguntas al paciente antes de la cirugía como: enfermedades que padece, ya que el padecimiento de una enfermedad cardiovascular, pulmonar, cutánea entre otras, pondrá en riesgo la cirugía abdominal. Es importante declarar los hábitos tóxicos, ya que deberá abandonarlos semanas antes de su intervención ya sea el hábito de fumar o la ingestión de alcohol o drogas, algún tratamiento con aspirina, ibuprofeno, o tratamiento homeopático como es la tintura de ajo entre otros).
La nicotina es perjudicial, pues no permite la oxigenación correcta de los tejidos, algo que comprometerá la cicatrización. La tintura de ajo y la aspirina intervienen en el proceso de coagulación de la sangre durante la cirugía por lo que, si no se ha informado al médico se pondrá en riesgo la vida del paciente.
Con la cirugía abdominal se logrará la adquisición de un vientre plano y la delineación de su cintura, al retirarle la piel excedente durante el acto quirúrgico, se tensa la piel y se corta el tejido sobrante, luego se trabaja sobre los músculos rectos abdominales colocando el ombligo en su nueva posición.4) En ocasiones es necesario más de un tiempo quirúrgico para satisfacer las necesidades del paciente.
Los drenajes en este tipo de cirugía son necesarios para que escurra el líquido fuera de la incisión y uno de los beneficios de esta cirugía es que al tensar la piel ya no se acumulan secreciones que producen erupciones e infecciones en la parte baja del vientre, características que frecuentemente se observan en vientres en péndulo.4
Los cuidados postoperatorios de una abdominoplastia se deben explicar minuciosamente, pues esto contribuirá con el grado de satisfacción tanto del paciente como de los cirujanos. Después de la cirugía el o la paciente deberá llevar una faja especial reforzada que le causará ciertas molestias que van desapareciendo con el transcurso del tiempo, debe hacer reposo, tener a alguien para su ayuda, alimentarse de manera adecuada e ir incorporando sus actividades paulatinamente, teniendo siempre en cuenta que son pocos los cuidados que se tomen en el postoperatorio en aras de tener excelentes resultados y que estos dependen del paciente, ya que los traumas sobre la zona operada con el apoyo o un esfuerzo físico inadecuado, pudieran ocasionar necrosis, hematomas, seromas e infecciones entre otros por lo que, una vez operado, se debe mantener en contacto con su cirujano principal para detectar a tiempo cualquier alteración.5
Muchas insatisfacciones que deterioran el buen funcionamiento de la mente humana tienen también solución en la consulta de cirugía plástica, ya que el cirujano se acompaña de un equipo multidisciplinario para brindar una consulta de excelencia al solicitante, y allí se orienta y decide de conjunto lo mejor para la salud física y mental del mismo.
Se debe tener en cuenta que si el paciente padece una enfermedad, lo primero debe ser consultar al médico de base si puede o no ser intervenido, ya que una cirugía, por pequeña que sea, crea estrés que desencadenará una serie de acontecimientos que pueden ir en detrimento de su salud, cuando sólo se espera la armonía del cuerpo, para con ello mejorar su autoestima.6
Se presentan casos que solicitan el servicio de Cirugía Plástica que verdaderamente representan un problema para el especialista, como sería un abdomen en péndulo que cubra como una cortina, las partes del pubis del o la paciente y que genera, por inadecuado aseo, el asiento de hongos y otros tipos de afecciones que hacen sentir mal al ser humano.
Mamoplastia de reducción
Entre las expectativas de las pacientes de este servicio se encuentran sentirse más femeninas y atractivas, tener más confianza en sí mismas, sentirse menos tímidas con los hombres, mejorar su vida sexual, facilitar el encuentro de una pareja o conseguir un trabajo.
La forma y tamaño de las mamas pueden variar por diferentes factores como la edad, constitución física, estado nutricional, lactancias previas, labor que desempeña y estados hormonales entre otros. La posición de estas es mantenida por estructuras ligamentosas que sufren deterioro por las causas antes mencionadas, son zonas muy vascularizadas e inervadas. Las mamas pueden aumentar su tamaño en un 50 %, en este caso recibirá el nombre de hipertrofia mamaria, que puede ser moderada cuando su volumen se encuentra entre 300 y 500 cm3, pero cuando el volumen sobrepasa los 1500 cm3 se considera una gigantomastia.7
Los estados de crecimiento exagerado de las mamas llevan a la paciente a limitarse en su comportamiento social, sufren complejos por la restricción en el uso de ropas modernas y en su participación en determinadas actividades. Se quejan de molestias en los hombros y espalda causadas por el peso de las mismas al tener que soportar la carga, además del bullying del que son objeto, y al compararse con otras mujeres están en desacuerdo consigo mismas.
La mamoplastia de reducción es la cirugía de mamas para disminuir el tamaño de estas y sus glándulas, se corrige la posición o ptosis que presentan ocasionada por la pérdida de elasticidad de los ligamentos que la sostienen.8
La selección de una paciente que acude al servicio de cirugía plástica para una mamoplastia reductora se realiza de manera selectiva, pues se debe considerar un verdadero problema de salud, al tener en cuenta factores como Índice de masa corporal (IMC), ya que una paciente obesa podrá tener aumento y ptosis de mamas, pero siempre se trata de corregir primero su exceso de peso.
El examen minucioso de las mamas nos proporcionará detalles acerca de alteraciones vistas en estas glándulas que son asiento de tumoraciones nodulares y quísticas y que pueden aparecer en el periodo premenstrual y luego desaparecer, por lo que se impone conocer el ciclo menstrual por el que está atravesando la paciente cuando se examina en consulta.
Las técnicas quirúrgicas a utilizar estarán bajo la consideración de los criterios de cada cirujano según lo demande el caso, en aras de lograr una menor visibilidad de las cicatrices al resolverse así el fenómeno psicológico que afecta el bienestar del paciente en cuestión.
En el servicio de Cirugía Estética se atendió una paciente femenina de 32 años, de raza blanca, que manifestó su deseo de ser operada del abdomen, pues estaba muy ”flojo”. Tuvo dos embarazos, uno de ellos gemelar y tres años después el otro que resultó ser un feto muy grande. Aumentó mucho de peso y con dietas y ejercicios había perdido muchas libras, pero su abdomen descendió más y estaba muy deformado.
Manifestó no padecer ninguna enfermedad. No declaró ninguna alergia a medicamentos conocidos, ni hábitos tóxicos. Psicológicamente traía un problema dado por la inconformidad con su cuerpo.
En el examen físico se observó un abdomen globuloso, sin tumoraciones herniarias, ni otras palpables con muchas vergeturas superiores e inferiores (marcas por el estiramiento), su vientre en péndulo caía sobre el pubis, guardaba calor y sudor, con cambios en su coloración y signos a ese nivel de que tuvo una lesión de piel que ya había sanado.
En la interconsulta con Psicología se explican todos los pasos a seguir en la intervención quirúrgica y se solicita su consentimiento por escrito. Se le indican exámenes sanguíneos, se le orienta adquirir una faja elástica que debe usar de inmediato después de la cirugía y durante cierto tiempo posterior a la misma, así como unas medias elásticas. Se le indica un turno para la próxima consulta.
En la próxima visita con los complementarios ya realizados, se programa turno para consulta de anestesia y para su intervención quirúrgica, para así resolver el problema de la paciente. Obtenemos el consentimiento para fotografiar su abdomen antes y después de la intervención (Fig. 1).
A la misma consulta acudió una señora de 38 años, de raza negra, que se aquejaba de dolor en hombros y espalda por el peso de sus mamas que poco a poco fueron aumentando, y no encontraba talla para usar, ni podía vestirse con ciertas ropas por el volumen de estas. La paciente se examinó minuciosamente para detectar cualquier tipo de tumoración en sus gigantes mamas y se comenzó su preparación para la intervención quirúrgica. Se le indicó pasar por la consulta con el psicólogo y una vez preparada se planificó una mamoplastia reductora. Un caso más que demuestra que este problema de salud aqueja a muchas féminas.
Durante el examen físico se observó que presentaba mamas gigantes, en péndulo que rebasaban la cintura, no padecía ninguna enfermedad, sus padres eran ambos hipertensos. Se trataba de una mujer trabajadora, gestora de ventas en una empresa. Su peso era de 82 Kg y su talla era de 1.69 cm.
Evitaba los embarazos con un dispositivo intrauterino desde hacía 5 años y se lo revisaba con frecuencia.
Manifestó fumar solo cuando estaba preocupada y no ingería alcohol ni otras drogas. Es alérgica a la penicilina y al yodo. Su último parto fue hace 20 años.
Se siguió igual conducta que con la paciente anterior y firmó su consentimiento, se realizó consulta con Psicología y se programó la intervención quirúrgica. La figura 2 muestra el cambio luego de la cirugía estética de las mamas.
Quedó pendiente un segundo tiempo quirúrgico para corregir la ptosis a expensas del polo inferior.
Las observaciones permiten reconocer diferencias significativas en variables psicológicas entre el antes y el después de la cirugía estética, ya que se hace manifiesta en las pacientes intervenidas la disminución de la depresión (o de los síntomas depresivos), disminuyen los niveles de ansiedad, se observa un incremento en la valoración subjetiva positiva de la imagen corporal y mejora el autoestima, la calidad de vida y las relaciones de pareja.9
De acuerdo con lo expresado por Pérez Aguilar, para los cirujanos plásticos lo bello es lo simétrico, lo armónico, lo que entona de acuerdo a la raza y la cultura del individuo, y su labor como especialista es la de armonizar aquellas partes del cuerpo, que se salen de la normalidad en una persona, y asegura que los medios de comunicación y la moda impactan hoy significativamente en la concepción de los cánones de belleza, casi siempre al estilo occidental.
A veces los pacientes no escuchan o no interpretan estos posibles resultados y van al salón de operaciones con una expectativa aún mayor de la que se puede lograr a través de la ciencia.(9
Aclara también que los resultados de una cirugía estética no son permanentes en el tiempo, ya que la fuerza de gravedad hace que los tejidos vayan hacia abajo. 9
Los hallazgos de investigaciones realizadas acerca de las motivaciones en mujeres para llevar a cabo una mamoplastia,3 hacen referencia a una desvalorización personal, se sienten poco deseables o atractivas para su pareja, y se creen en menor nivel de competencia al sentirse diferentes del resto de las mujeres, con inseguridad e incomodidad en situaciones sociales. Su objetivo es sentirse más femeninas y atractivas, tener más confianza en sí mismas, sentirse menos tímidas con los hombres, mejorar su vida sexual, facilitar el encuentro de una pareja y hasta conseguir un empleo, es decir, que predomina en ellas una insatisfacción con su imagen corporal.
Conclusiones.
La cirugía plástica en Cuba lejos de ver al paciente como un cliente, lo ve como un ser humano que sufre un problema al que se le puede dar solución. Las pacientes aquí presentadas fueron operadas por el mismo equipo multidisciplinario del servicio, y se pudieron solucionar los problemas de salud física y mental que las aquejaban.