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Correo Científico Médico
versión On-line ISSN 1560-4381
CCM vol.17 no.1 Holguín ene.-mar. 2013
ARTÍCULO ORIGINAL
Comportamiento de la tensión arterial en adolescentes de 12 a 13 años en el área de salud de Velasco
Blood Pressure’s Behaviour in Adolescents from 12 to 13 Years Old at Velasco Health Area
Diego Miguel Labarta Rodríguez 1, Orieta de Carmen Martínez García 2, Tania García Mariño3, Kenia Machado Novell 4, Jesús Ramón Hernández Pérez 5
- Máster en Urgencias Médicas. Especialista de Primer Grado en Pediatría. Asistente. Policlínico Docente José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín, Cuba.
- Máster en Atención Integral al Niño. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Policlínico José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín, Cuba.
- Especialista de Primer Grado en Pediatría. Profesora Auxiliar. Policlínico Docente José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín. Cuba.
- Máster en Urgencias Médicas. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Instructora. Policlínico Docente José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín. Cuba.
- Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Policlínico Docente José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín. Cuba.
RESUMEN
Introducción: actualmente, la hipertensión arterial es la más común de las condiciones que afectan la salud de los individuos adultos en las poblaciones de todas partes del mundo; es una enfermedad y también un factor de riesgo para otros padecimientos; evoluciona desde formas asintomáticas a otras graves y comienza en la niñez.
Objetivos: establecer el comportamiento de la tensión arterial entre los adolescentes de entre 12 y 13 años del área de salud de Velasco en 2011.
Métodos: se realizó un estudio transversal en 177 adolescentes de entre 12 a 13 años atendidos en el área de salud de Velasco, Gibara, Holguín, entre enero y mayo de 2011. Las variables a estudiar fueron: edad, sexo, tensión arterial, valoración nutricional y sedentarismo.
Resultados: el 78,53% de los adolescentes presentaron cifras normales de tensión arterial. Predominó el sexo femenino entre los adolescentes hipertensos. El grupo con peso corporal más alto presentó cifras de tensión arterial más elevadas. Más de la mitad de los adolescentes presentaron estilos de vida no sedentarios. La mayor parte de los adolescentes hipertensos se ubicó en este grupo.
Conclusiones: la detección temprana de cifras de tensión arterial altas en la adolescencia es una tarea prioritaria en la atención primaria de salud con vistas a indicar un tratamiento que evite que estos adolescentes ingresen a la atención secundaria con daños o secuelas importantes causadas por la hipertensión.
Palabras clave: adolescentes, presión arterial, hipertensión arterial.
ABSTRACT
Introduction: hypertension is the most frequent disease that affects the health of the persons in the population from all over the world; it is also an important risk factor for other diseases, and change from asymptomatic stages to severe ones. It begins in childhood.
Objective: to establish the blood pressure behaviour in adolescents between 12 and 13 years old in Velasco health area in 2011.
Methods: a cross-sectional study in 177 adolescents between 12 and 13 years old from Velasco health area, from January to May 2011 was carried out. Age, sex, blood pressure levels, nutritional assessment and physical inactivity were studied.
Results: the 78.53% of patients was normotensive. Blood pressure increased with age. Most of hypertensive adolescents were females. The overweight adolescents presented higher blood pressure levels. More than half of the patients were in the group with a sedentary lifestyle and those adolescents with hypertension belonged to this group.
Conclusions: it is necessary to identify an early diagnosis of hypertension in adolescents ir order to establish treatment to avoid severe health problems regarding blood pressure in the adulthood.
Key words: adolescents, blood pressure, hypertension.
INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial es hoy la más común de las condiciones que afectan la salud de los individuos adultos en las poblaciones de la mayor parte del mundo. Es una enfermedad y, a la vez, un factor de riesgo importante para otras enfermedades, fundamentalmente para la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad cerebrovascular, la insuficiencia renal; así como para las afecciones vasculares periféricas y la enfermedad de la retina 1,2.
En las últimas décadas, ha cobrado importancia medir la tensión arterial (TA) de los niños como parte de los cuidados pediátricos, y se ha demostrado que las cifras de TA que se presentan durante la niñez y la adolescencia tienden a mantenerse hasta la vida adulta3. Avances considerables han tenido lugar en la detección, evaluación, tratamiento y prevención de la hipertensión arterial sistémica y en el reconocimiento de su importancia como factor de riesgo cardiovascular en la niñez 4.
La enfermedad con frecuencia se comporta de manera asintomática y su origen es multifactorial 5, en ella intervienen: un sistema circulatorio determinado genéticamente, así como factores de riesgo personales y los ambientales, muchos de los cuales comienzan en la infancia.
El conocimiento de la magnitud de la proporción de la población infantil afectada es difícil, porque muchos de los enfermos no conocen su estado; además, los valores normales de TA varían con la edad, el sexo, la talla y son difíciles de recordar por el personal de salud 6.
La presencia de cifras de de TA alta ha aumentado significativamente en todas las latitudes, ello se explica en parte por los nuevos valores establecidos como normales y a los efectos producidos por la adopción de estilos de vida inadecuados y la obesidad. La prevalencia de la hipertensión en niños de edad escolar se ha estimado entre 1 y el 3% a nivel mundial y en adolescentes, y aumenta hasta el 5,5% para el sexo masculino y el 6,4% para el femenino 4-6.
La identificación de los adolescentes con riesgos elevados o hipertensos constituye una acción esencial de las instituciones de salud, la población y los gobiernos para evitar que la enfermedad avance sin control y cause daños importantes en la edad adulta.
Por esta razón, se realizó el presente estudio donde se establece el comportamiento de la TA; así como de algunas variables epidemiológicas relacionadas en una población de adolescentes del área de salud de Velasco, municipio Gibara, Holguín, durante el 2011.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo transversal para establecer el comportamiento de la TA en adolescentes con edades de entre 12 y 13 años del área de salud de Velasco, perteneciente a la Policlínica José Ávila Serrano del municipio Gibara, Holguín, en el periodo comprendido entre enero y mayo de 2011.
El universo estuvo constituido 331 adolescentes del consejo popular y la muestra por 177 sujetos, seleccionados de forma aleatoria simple entre los consultorios del médico de la familia del área de salud.
Cada adolescente asistió a una primera entrevista, acompañado por sus padres, a los que se les explicó la importancia del estudio y se les pidió su aprobación para participar en la investigación.
Se excluyeron del estudio pacientes con enfermedades crónicas descompensadas, los que hubieran consumido fármacos con posibilidades de modificar las cifras de TA y los que abandonaron el estudio. Estos individuos fueron reemplazados.
Para establecer las cifras de TA, se utilizaron esfigmomanómetros aneroides. Se realizaron las mediciones de la TA diastólica y sistólica, según las normas internacionales. Se determinó en tres ocasiones la TA con 30 minutos d3 diferencia y esto se repitió en tres sesiones en un periodo de 15 días.
Las variables estudiadas fueron:
- Edad.
- Sexo.
- Tensión arterial: las cifras de TA se clasificaron según los valores establecidos para la edad, el sexo y la talla, según Guía cubana para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial 1.
- Prehipertensos: del 90 al 95 percentil.
- Hipertensos: valores superiores al 95 percentil.
- Valoración nutricional: se clasificó según las tablas de índice de masa corporal en niños y adolescentes cubanos de 0 a 18 años:
- Normopeso: del 10 al 90 percentil.
- Peso alto: más del 90 percentil.
- Sedentarismo: adolescentes que practicaban ejercicios menos de tres veces por semana y en sesiones menores de 30 minutos.
RESULTADOS
La proporción de adolescentes de 12 y 13 años fue de 2:1 (tabla I). La mayor parte de los adolescentes presentaron valores normales de TA, algo más de la quinta parte mostraron cifras de TA alta (suma de prehipertensos e hipertensos). El porcentaje de prehipertensos y de hipertensos fue mayor en el grupo de 13 años.
Tabla I. Distribución de los adolescentes según las cifras de tensión arterial y la edad
Edad (años) | TA normal | Prehipertensos | Hipertensos | Total |
12 | 95 80,51 | 17 14,41 | 6 5,08 | 118 100 |
13 | 44 74,58 | 11 18,64 | 4 6,78 | 59 100 |
Total | 139 78,53 | 28 15,82 | 10 5,65 | 177 100 |
Fuente: registro de autores
En la distribución por sexos (tabla II) predominó el sexo femenino con una razón femenino: masculino de 1,42. El porcentaje de adolescentes masculinos prehipertensos fue mayor que el femenino, mientras que, en el grupo de hipertensos sucedió lo contrario.
Tabla II. Distribución de los adolescentes según las cifras de tensión arterial y el sexo
Sexo | TA normal | Prehipertensos | Hipertensos | Total |
Femenino | 85 81,73 | 12 11,54 | 7 6,73 | 104 100 |
Masculino | 54 73,97 | 16 21,92 | 3 4,11 | 73 100 |
Total | 139 78,53 | 28 15,82 | 10 5,65 | 177 100 |
Fuente: registro de autores
Al comparar las cifras de TA y la valoración nutricional (tabla III), se encontró que la totalidad de los adolescentes con bajo peso eran normotensos; la quinta parte de los normopesos tenían cifras de tensión arterial elevada y en los de peso alto, ésta se elevó a más del 25%.
Tabla III. Distribución de los adolescentes según las cifras de tensión arterial y su valoración nutricional
Valoración nutricional | TA normal | Prehipertensos | Hipertensos | Total |
Bajo peso | 4 100 | 0 | 0 | 4 100 |
Normopeso | 104 80,00 | 19 14,62 | 7 5,38 | 130 100 |
Peso alto | 31 72,09 | 9 20,93 | 3 6,97 | 43 100 |
Total | 139 78,53 | 28 15,82 | 10 5,65 | 177 100 |
Fuente: registro de autores
Más de la mitad de los adolescentes eran no sedentarios, este grupo, sin embargo, presentó un mayor número de hipertensos y prehipertensos (tabla IV).
Tabla IV. Comportamiento de las cifras de tensión arterial y el sedentarismo
| TA normal | Prehipertensos | Hipertensos | Total |
Sedentarios | 65 36,72 | 5 2,83 | 2 1,13 | 72 40,68 |
No sedentarios | 74 41,81 | 23 12,99 | 8 4,52 | 105 59,32 |
Total | 139 78,53 | 28 15,82 | 10 5,65 | 177 100 |
Fuente: registro de autores
DISCUSIÓN
Los reportes en publicaciones nacionales e internacionales muestran diferentes valores, pero la mayoría de ellos coinciden en que la TA aumenta con la edad y que entre los 13 y 18 años se produce una elevación significativa 5,7. Los resultados del presente estudio muestran un número mayor de hipertensos que el de Marlene Ferrer Arrocha realizado en La Habana 8, mientras que coincide con otros, como uno desarrollado en Argentina donde se encontró valores de hipertensión en el 10% de una población de adolescentes, en Texas (Estados Unidos), se reporta el 9,5% de adolescentes hipertensos 9, y en Canadá entre el 13 y 16% 10.
De forma general, la prevalencia de la hipertensión arterial en la niñez no se conoce con precisión y se considera baja con frecuencia, sin embargo, también notable el subdiagnóstico en esta etapa 6,11,12. Aunque los resultados de la presente investigación no pueden extrapolarse a otras poblaciones y territorios del país, porque existen factores socioculturales y dietéticos que pueden influir en los cambios de TA, debe servir como una señal de alarma sobretodo en la atención primaria y pediátrica.
Es significativo que 28 de los adolescentes fueran prehipertensos que, aun cuando no constituye una enfermedad propiamente dicha, conforman un grupo de elevado riesgo que requiere de un seguimiento estricto, porque pueden desarrollar la enfermedad en cualquier momento de la adolescencia o en la adultez, esto coincide con lo planteado por McNiece y colaboradores en los Estados Unidos 13 y por otros autores 6,11.
Existió un predominio de la hipertensión en el sexo femenino y ello coincide con el estudio realizado por Marlene Aglony 12 en Chile y el FRICELA en Argentina 14. Sin embargo, no es similar a los resultados de otros estudios, donde existe un predominio de la hipertensión en el sexo masculino 15,16. El número de prehipertensos fue mayor en el sexo masculino, y coincide con numerosos trabajos donde se observó cifras de TA mayores en los pacientes masculinos.
En la mayoría de los estudios revisados, existe una relación significativa entre la hipertensión arterial y la obesidad, tanto en el ámbito nacional como internacional 5, 12,17-19. Muchos autores consideran que los adolescentes obesos presentan entre dos y tres veces más posibilidades de desarrollar hipertensión arterial que los no obesos 5,19.
La elevación de la TA en la obesidad puede deberse a la resistencia a la insulina que se observa en los obesos y que el hiperinsulinismo resultante condiciona la aparición de hipertensión arterial, debido a la acción estimulante de la insulina sobre la membrana celular el transporte de sodio, con independencia de sus efectos en el transporte de glucosa. Se ha reconocido también que un defecto común en el mecanismo de control de las células beta y del músculo liso, podría ser responsable de hiperinsulinismo y la hipertensión. Un mayor índice de masa corporal condiciona cifras de TA más altas.
Durante la reducción del peso y después de su estabilización, la TA suele bajar 5. La identificación de estos factores de riesgo en niños es una importante contribución a la prevención de enfermedad cardiovascular en la adultez.
Entre los factores de riesgo de la hipertensión, el sedentarismo es uno de de los más importantes, porque favorece el sobrepeso y la obesidad infantil, así como a la dislipidemia y la resistencia a la insulina 5,20.
Diversos ensayos clínicos de gran magnitud y a largo plazo demuestran que existe una relación independiente e inversamente proporcional entre la actividad física, la salud y la mortalidad cardiovascular y global. Esto se observa, tanto en sujetos aparentemente sanos como en individuos con enfermedad cardiovascular 21.
Se ha comprobado que el nivel de riesgo para la salud y la vida del paciente asociado con la inactividad física es comparable y en algunos casos mayor, que el producido por los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales. El número de adolescentes sedentarios en este trabajo es menor que el reportado por Thelma Leite de Araujo en Brasil 15 pero coincide con otros reportes 9.
La presencia mayor de cifras de TA alta en el grupo de los no sedentarios es contraria a lo reportado en la literatura y puede deberse a que los planes de estudio de Cuba incluyen la educación física como una asignatura más, lo que establece que todos los adolescentes realicen en mayor o menor grado ejercicios físicos. En estudios posteriores, deberán realizarse mediciones más precisas para evaluar esta variable. Esta es una limitante de la presente investigación.
Los datos evidencian la importancia de la promoción de salud con vistas a prevenir la hipertensión arterial desde la infancia, así como de desarrollar cambios en los modos y estilos de vida con la adopción de hábitos saludables y su mantenimiento en busca de una vida saludable en la adultez.
CONCLUSIONES
La mayoría de los pacientes presentaron cifras de TA normales. y la hipertensión se comportó de forma similar a lo reportado a nivel mundial. La TA fue mayor en el grupo de adolescentes de 13 años. La mayor parte de los adolescentes hipertensos pertenecían al sexo femenino. El grupo con peso corporal alto presentó cifras de TA más elevadas. En más de la mitad de los pacientes hipertensos se encontró un modo de vida no sedentario.
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Recibido: 5 de diciembre de 2012
Aprobado: 20 de febrero de 2013
Dr. Diego Miguel Labarta Rodríguez. Policlínico Docente José Ávila Serrano. Velasco. Gibara. Holguín, Cuba.
Correo electrónico: diegolabarta@gibara.hlg.sld.cu