Introducción
Actualmente, la estomatitis aftosa recurrente (EAR) se reconoce como la enfermedad de la mucosa bucal más común en el ser humano, debido a las ulceraciones bucales recidivantes conocidas como: aftas.1) La EAR afecta a entre el 20% y el 40% de la población.2 Se caracteriza por la aparición de úlceras bucales dolorosas, aisladas o agrupadas, variables en forma, número y tamaño; cuya evolución es aguda, necrótica y recidivante.3 Constituye una dolencia inflamatoria aguda, catalogada como una de las urgencias estomatológicas más frecuentes y de atención inmediata, debido a las molestias que ocasiona.4
Según el tamaño y el número de las lesiones, se pueden distinguir 3 formas. De acuerdo con el tamaño de la lesión: menor, mayor y herpetiforme, que cursan en períodos de 7 a 10 días o de 10 a 14 días.5
Habitualmente, se afectan las mucosas bucales no queratinizadas, en especial la mucosa vestibular, labial, los pliegues bucales, linguales, los bordes y la parte inferior o piso de la lengua.6) En los últimos años se han introducido varias terapéuticas como la terapia láser; un método sencillo, indoloro, no invasivo y cada vez más aceptado por los pacientes.7
El láser (derivado del Inglés LASER (Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation) significa: “la amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación”. Es un dispositivo que utiliza un efecto de la mecánica cuántica llamado: emisión inducida o estimulada, que genera un haz de luz coherente, a partir de un medio adecuado, cuyas dimensiones, forma y pureza pueden ser controladas.8)
Sus efectos analgésicos, antiinflamatorios y regenerativos son bien reconocidos. Es un procedimiento indoloro, no invasivo, no ionizante, no cancerígeno y con pocos efectos colaterales; por lo que se puede emplear solo o en combinación con otros tratamientos.3 Por ser la EAR una enfermedad cuya sintomatología es la razón principal de asistencia a consulta, en busca de un alivio más rápido con menos molestias al paciente, y con la finalidad de evaluar la eficacia del láser por su arsenal terapéutico para el tratamiento de esta enfermedad, se decidió presentar este caso clínico.
Presentación de Caso
Paciente femenina de 37 años de edad, acude a consulta estomatológica por la presencia de lesiones en la mucosa oral, en el Hospital Clínico-Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley”, de Manzanillo, Granma, Cuba. La paciente no presenta ninguna enfermedad sistémica asociada ni alergia medicamentosa. Refiere que le sucedió con anterioridad, hace 3 o 4 meses. Se le pregunta si encuentra algún factor desencadenante para la aparición de la lesiones como: deberes del trabajo, menstruación o algún alimento; pero no refiere ningún motivo para la aparición de las lesiones. El estado general de la paciente es bueno.
Examen intraoral: se observan dos lesiones de pequeño tamaño, de forma redondeada y bien delimitadas, localizadas una en la mucosa interna del labio inferior, cerca del surco vestibular, a nivel del incisivo lateral derecho de 2 mm aproximadamente, de un día de evolución; la otra en el surco vestibular, al lado del frenillo labial inferior, del lado izquierdo, de 4 mm aproximadamente, fondo blanquecino y dos días de evolución. Las lesiones son dolorosas y no presentan profundidad (Figura 1).
Diagnóstico: dadas las características de las lesiones como: superficiales, pequeñas, bien delimitadas y a la anamnesis, se establece el diagnóstico de aftas menores.
Tratamiento: para el tratamiento se procedió al lavado y secado de las lesiones con torundas estériles. Se aplicó láser con el equipo FISSER 21 de fabricación cubana, siguiendo los parámetros antiinflamatorio y regenerativo (44 mW, 20 seg.).
Se realizaron depósitos puntuales de energía cada 1 cm, con el aplicador a distancia de la mucosa de la zona lesionada. Al final, se aplicó el tratamiento zonal o pincelado muy lento en el área dañada. La frecuencia de la aplicación fue diaria con 5 sesiones de tratamiento.
Al finalizar la 5ta sesión, tanto las lesiones como sus sintomatologías desaparecieron (Figura 2). Se le explica a la paciente el carácter recidivante de esta enfermedad.
Discusión
Se pudo comprobar la eficacia del láser en el tratamiento de la estomatitis aftosa con el resultado obtenido en esta paciente, cuyas lesiones sanaron en 5 días al igual que la sintomatología que presentaba. No se produjeron efectos significativos colaterales.
La paciente no refirió molestias durante el tratamiento con el láser.
En otras investigaciones sobre la laserterapia como la de Fernández Carmenate,7) refieren que el láser no tiene ningún efecto nocivo para la salud, incluso puede ser utilizado en presencia de complicaciones sistémicas como: la diabetes mellitus, hipertensión arterial y las cardiopatías.
Según Pérez Morales,3 durante el tratamiento de la EAR, el empleo del láser de baja potencia, mejora la respuesta al tratamiento y, en la mayoría de los casos, acorta el tiempo de recuperación de los pacientes; pues más del 50% responden satisfactoriamente al tratamiento entre la 1ra y 3ra sesiones.
En el tratamiento de la EAR se comprueba la eficacia del láser, así como su efecto antinflamatorio y regenerativo en las aftas bucales; lo que facilita un estado general satisfactorio y contribuye a la mejoría del paciente. El tratamiento con láser tiene una efectividad máxima de 5 a 10 días en las lesiones de EAR menor y mayor; por lo que, al mejorar la calidad de vida de los pacientes durante su curación, se considera eficaz.