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Revista Cubana de Endocrinología
versión On-line ISSN 1561-2953
Rev Cubana Endocrinol v.18 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2007
Hormonas del eje hipotálamo-hipófisis gonadal y síndrome climatérico
Dra. Daysi Navarro Despaigne,1 Dr. Felipe Santana Pérez,2 Dr. Rubén Padrón Durán3 y Dra. Maité Cabrera Gámez4
Resumen
Las manifestaciones clínicas del síndrome climatérico (SC) se consideran expresión de los cambios neuroendocrinos consecutivos al cese de la función reproductiva, por tanto, sería de esperar que la intensidad del SC tenga relación con el hipoestrogenismo o los niveles de gonadotropinas. Con el objetivo de relacionar niveles de estradiol y gonadotropinas con la intensidad de los síntomas climatéricos, se realizó un estudio descriptivo transversal entre septiembre de 2005 y agosto de 2006 en un grupo constituido por 48 mujeres posmenopáusicas provenientes de la Clínica de Climaterio y Osteoporosis del INE, con edades entre 41 y 59 años, sanas y sin tratamiento hormonal de reemplazo. Para la evaluación del SC se utilizó la escala de Pérez Piñeiro, y se determinaron niveles plasmáticos de FSH y LH mediante ensayo inmunoradiométrico (IRMA) y de estradiol por radioinmunoensayo (RIA). Se utilizaron la media, desviación estándar, y la mediana. Para el análisis de correlación se utilizó la prueba de rango de signo de Wilcoxon y el test de Mann-Whitney. La mediana de los niveles de FSH fueron de 77,0 UI/L y los de LH de 37,7 UI/L, los valores medios de estradiol fueron de 14,8 pmol/L. Respecto a la intensidad de los síntomas climatéricos, el grado ligero fue el más frecuente (50 %), seguido del moderado (33,3 %) y finalmente el severo (16,7 %). No se encontró correlación entre los niveles de gonadotropinas ni estradiol con el grado de severidad de los síntomas climatéricos. En conclusión, no se demostró que el patrón hormonal del eje hipotálamo hipofiso ovárico posterior a la menopausia influyera en la intensidad de los síntomas climatéricos.
Palabras clave: Síndrome climatérico, gonadotropinas, estradiol.
Introducción
La transición de la vida reproductiva de la mujer hacia la senescencia está caracterizada por una progresiva disminución de la función ovárica, refractaria a la estimulación que la hipófisis realiza sobre los folículos ováricos, los cuales van perdiendo su capacidad de crecer, madurar y ovular; proceso caracterizado por un progresivo aumento en los niveles plasmáticos de hormona estimuladora de los folículos (FSH), asociado a una disminución de los niveles de estradiol.1
Las manifestaciones clínicas del SC son consideradas como expresión de los cambios neuroendocrinos consecutivos al cese de la función reproductora, es decir, al hipoestrogenismo y al aumento de las gonadotropinas; sin embargo, cuando se analizan los factores que influyen en la intensidad del SC no son muchos los reportes que se refieren al impacto de los niveles plasmáticos de estas hormonas sobre él (Pérez J. Diseño y aplicación de un instrumento para medir la severidad del síndrome climatérico. Trabajo para optar por el título de Máster en Salud Pública, 2001. Escuela Nacional de Salud Pública. Ciudad de La Habana. Cuba), 2-12 aunque desde el punto de vista teórico sería válido esperar que a mayor hipoestrinismo mayor intensidad de la sintomatología climatérica, lo que en la práctica no siempre sucede, por lo que nos propusimos identificar la influencia de los niveles de estradiol y gonadotropinas sobre la intensidad del SC en un grupo de mujeres en la edad mediana.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo transversal, entre septiembre de 2005 y agosto de 2006 en una muestra de 48 pacientes que asistieron a la Clínica de Climaterio y Osteoporosis del Instituto Nacional de Endocrinología (ClimOs), y que cumplieron los criterios de inclusión siguientes: antecedentes de buena salud, tener entre 41 y 59 años de edad, que no estuvieran tomando terapia de reemplazo hormonal y que aceptaran participar en la investigación.
Se le realizó interrogatorio, examen físico y determinación de los niveles plasmáticos de FSH, de hormona luteinizante (LH) y estradiol. Se consideró a la paciente en menopausia tras amenorrea de 12 o más meses y valores plasmáticos de FSH ≥ 30 UI/L y LH ≥ 13 UI/L. Se empleó para estas determinaciones el método inmunoradiométrico del Instituto de Isótopos de Budapest. Se consideró hipoestrogenismo a niveles de estrógenos inferiores al valor mínimo del radioinmunoanálisis (≤ 82 pmol/L) de la compañía IMMUNOTECH.
Para la evaluación de la sintomatología climatérica utilizamos la escala elaborada por Pérez Piñeiro J,11 que agrupa las manifestaciones climatéricas en: síntomas circulatorios, síntomas psicológicos, síntomas genitourinarios y síntomas generales. A cada síntoma se le asigna un valor de ponderación de 1 a 4, obteniéndose un puntaje total que permite clasificarlo en 3 categorías: ligero (de 1 a 15), moderada (de 16 a 30) y severo (más de 30).
Las variables que presentaron distribución normal, se expresan en media y desviación estándar, y en aquellas que no se distribuyeron normalmente, utilizamos los valores de la mediana con el rango total. Para el análisis de correlación se utilizó la prueba de rango de signo de Wilcoxon y el test de Mann-Whitney. En todos los casos se consideró un nivel de significación estadística del 95 % y una potencia del 80 %.
Resultados
El promedio de edad de las pacientes fue de 51,8 ± 5,0 años, con un rango de edad entre 41 a 59 años. La edad de la menopausia fue de 48,5 ± 4,3 años, con un rango entre 40 y 58 años de edad. Los niveles de la mediana de FSH y LH fueron de 77,0 UI/L y 37,7 UI/L correspondiendo ambos con el estado posmenopáusico. El estradiol plasmático tuvo un valor de mediana de 14,8 pmol/L con el límite inferior de no detectable.
Los síntomas más frecuentes relacionados con el climaterio, referidos por las pacientes, fueron los circulatorios, y entre ellos, las crisis vasomotoras que ocuparon el 75 %; entre los síntomas psicológicos correspondió a la disminución de la libido el síntoma más frecuente, con una proporción del 43,8 %, seguidos de la irritabilidad y la depresión. La sequedad vaginal fue, entre los síntomas genitourinarios, la molestia más citada (52,0 %), se manifestaron además la dispareunia y la incontinencia urinaria con una frecuencia similar de 12,5 %.
Analizamos los síntomas climatéricos según el grado de severidad, y se comprobó que predominó el ligero, con una frecuencia de 50 %, seguido del grado moderado que se presentó con una frecuencia de 33,0 %; los síntomas de intensidad severa fueron referidos por el 16,7 % del grupo.
Se realizó análisis de correlación entre: los valores plasmáticos de FSH, LH y estradiol con el índice climatérico, sin encontrar correlación significativa entre ambos r = -0,22, r = -0,21 y r = 0,2 respectivamente. Realizamos igual análisis para los síntomas más frecuentes referidos en cada subgrupo, como fueron las crisis vasomotoras (tabla1), la sequedad vaginal (tabla 1a) y disminución de la libido (tabla 1b) y tampoco encontramos correlación entre éstos y los valores plasmáticos de las hormonas evaluadas.
Tabla 1. Correlación entre niveles de FSH, LH, estradiol y crisis vasomotoras (CVM)
Hormonas | Presencia de CVM | Ausencia de CVM | Test de Wilcoxon Valor de z; valor de p |
X ± DE | X ± DE | ||
FSH | 75,9 ± 23,0 | 76,1 ± 26,9 | - 0,36; 0,97 |
LH | 41,1 ± 15,6 | 43,5 ± 13,7 | - 4,41; 0,66 |
Estradiol | 55,8 ± 66,1 | 37,1 ± 53,1 | - 7,45; 0,57 |
Tabla 1a. Correlación entre niveles de FSH, LH, estradiol y sequedad vaginal (SV)
Hormonas | Presencia de SV | Ausencia de SV | Test de Wilcoxon |
FSH | 73,9 ± 22,4 | 78,2 ± 25,5 | - 0,65; 0,51 |
LH | 38,5 ±11,4 | 45,2 ± 15,8 | - 1,31; 0,19 |
Estradiol | 51,9 ± 60,8 | 50,2 ± 66,9 | - 1,33; 0,74 |
Tabla 1b. Correlación entre niveles de FSH, LH, estradiol y disminución de la libido (DL)
Hormonas | Presencia de DL X ± DE | Ausencia de DL X ± DE | Test de Wilcoxon Valor de z; valor de p |
FSH | 73,9 ± 25,0 | 77,6 ± 23,1 | - 0,36; 0,72 |
LH | 36,9 ± 12,8 | 45,5 ± 15,8 | -1,7; 0,08 |
ESTRADIOL | 54,9 ± 60,9 | 48,1 ± 65,8 | - 0,85; 0,40 |
Finalmente se analizaron los resultados de las pacientes a las cuales no se detectaron los niveles plasmáticos de estrógenos (n =23) y correlacionamos los niveles de FSH y LH con la presencia o no de crisis vasomotoras y la sequedad vaginal, y no encontramos correlación entre ellas (tablas 2 y 2 a).
Tabla 2. Correlación entre niveles de FSH, LH y CVM en mujeres con niveles indetectables de estradiol
Hormonas | Presencia de CMV | Ausencia de CVM | Test de Mann-Whitney |
Mediana; máximo-mínimo | Mediana; máximo-mínimo | ||
FSH | 93,8; 48,7-116,0 | 85,6; 41,2-122 | - 0,1; 0,9 |
LH | 42,1; 30,1-88,8 | 38,2; 28,4-65,4 | - 0,6; 0,5 |
Tabla 2a. Correlación entre niveles de FSH, LH y SV en mujeres con niveles indetectables de estradiol
Hormonas | Presencia de SV | Ausencia de SV | Test de Mann-Whitney |
Mediana; máximo-mínimo | Mediana; máximo-mínimo | ||
FSH | 86,7 ; 48,7-106,7 | 93,8; 41,2-122 | - 0,18; 0,85 |
LH | 40,6 ; 30,1- 55,6 | 51,2; 28,4- 88,8 | - 1,29; 0,19 |
Discusión
La elevación de los niveles de FSH constituye uno de los primeros signos del envejecimiento de la función gonadal en la mujer, que precede, incluso, a la aparición de la menopausia, y se atribuye a la disminución de la secreción de inhibina o a cambios en la secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GNRH) (Pérez J. Diseño y aplicación de un instrumento para medir la severidad del síndrome climatérico. Trabajo para optar por el título de Máster en Salud Pública 2001. Escuela Nacional de Salud Pública. Ciudad de La Habana. Cuba).2 Se ha sugerido que la elevación de LH se produce más tarde en el climaterio, para luego ambas gonadotropinas seguir elevándose gradualmente hasta alcanzar el estadio hipergonadotrópico propio de la posmenopausia,3 en el que se mantiene sin cambios hasta muy avanzada edad.4,5
Los síntomas que acompañan a la menopausia varían en intensidad y muchos se consideran expresión de los cambios hormonales característicos de este período, conclusión que resulta de la mejoría de estos síntomas con el tratamiento hormonal. Se plantea que entre el 20 y el 25 % de todas las mujeres menopáusicas presentan síntomas severos que requieren de tratamiento médico, también se reporta que la frecuencia de los síntomas climatéricos no se comporta de manera similar entre las mujeres de diferentes etnias y continentes, 1 y aun entre pacientes de una misma raza.6,7
Las diferencias antes mencionadas se consideran el resultado de condiciones biológicas y sociales.8,9 Entre las primeras se plantea que las mujeres obesas tienen climaterio menos sintomático, lo que se atribuye a una mayor conversión a estrógenos por el tejido adiposo.10 Por otra parte, se conoce que la terapia de reemplazo hormonal, la testosterona, la progesterona, la tibolona y los fitoestrógenos son medicamentos que disminuyen la intensidad de las manifestaciones del SC al modificar los niveles en las hormonas de la reproducción.12,13 Estos hechos sugieren que el cambio en el patrón hormonal de la mujer en etapa climatérica juega un papel importante en la génesis del SC, sin embargo los resultados de esta investigación, ni otros estudios similares11 demuestran una correlación entre niveles de plasmáticos de gonadotropinas, estradiol y la intensidad del SC en su conjunto, ni tampoco entre los síntomas más llamativos del síndrome (depresión, oleadas de calor, sequedad vaginal). Es de destacar que no hemos encontrado muchas referencias al respecto, y las escasas encontradas tienen más de 10 años de publicadas.
Los resultados de este estudio ponen en tela de juicio el criterio clínico que asocia desde el punto de vista patogénico síntomas climatéricos y el hipoestrogenismo, aunque no cabe dudas que el inicio de ambos eventos coinciden, al menos temporalmente, sobre todo en aquellas mujeres en las que los cambios se establecen de forma brusca, como ocurre en la ovarectomía bilateral (menopausia quirúrgica), por tanto, queda aún por definir su verdadera etiología, sobre todo, si se tiene en cuenta que dichos síntomas tienden a disminuir con los años de posmenopausia, a pesar de mantener la mujer el mismo patrón hormonal a partir de la menopausia.
abstract
Hormones of the hypothalamic-hypophyseal gonadal axis and climacteric syndrome
The clinical manifestations of the climacteric syndrome (CS) are considered as an expression of the endocrine changes following the cessation of the reproductive function, so there must be a relation between the intensity of the CS and hypoestrogenism or the gonadotropin levels. In order to connect the levels of estradiol and gonadotropins with the intensity of the climacteric syndromes, a descriptive cross-sectional study was conducted from September 2005 to August 2006 in a group of 48 healthy postmenopausal females aged 41-59, without replacement therapy treatment, from the Climacteric and Osteoporosis Clinic of the National Institute of Endocrinology. Pérez Piñeiro’s scale was used to evaluate CS. The plasmatic levels of FSH and LH were determined by IRMA and those of estradiol by RIA. The mean, standard deviation and median were used. Wilcoxon’s sign rank test and Mann-Whitney’s test were applied. The mean of the FSH levels was 77.0 UI/L, whereas that of the LH levels was 37.7 UI/L. The mean levels of estradiol were 14.8 pmol/L. As to the intensity of the climacteric symptoms, the mild degree was the most common (50 %), followed by the moderate (33.3 %) and the severe (16.7 %). No correlation was found between the levels of gonadotropins or estradiol and the severity degree of the climacteric syndromes. It was not proved that the hormonal pattern of the hypothalamic hypophyseal ovarian axis influenced on the intensity of the climacteric symptoms after menopause.
Key words: Climacteric syndrome, gonadotropins, estradiol.
Referencias bibliográficas
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Recibido: 30 de julio de 2007. Aprobado: 26 de noviembre de 2007
Dra. Daysi Navarro Despaigne. Instituto Nacional de Endocrinología. Calle Zapata y D, Vedado, municipio Plaza, Ciudad de La Habana. Cuba. E mail: dnavarro@inend.sld.cu
1Especialista de II Grado en Endocrinología Profesora e Investigadora Titular. Doctora en Ciencias.
2Especialista de II Grado en Endocrinología. Máster en Ciencias en Salud Reproductiva. Profesor e Investigador Auxiliar.
3Especialista de II Grado en Endocrinología. Profesor e Investigador Titular. Doctor en Ciencias.
4Especialista de I Grado en Endocrinología y Medicina General Integral.