Introducción
La obesidad está relacionada con un riesgo elevado de enfermedades no transmisibles.1 Una tendencia creciente en la prevalencia de la obesidad desde principios de la década de 1980 ha planteado una importante carga de salud de la población en todo el mundo.2,3 En 2016, la OMS estimó que, a nivel mundial, más de 1 900 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso, de los cuales 650 millones eran obesos.4
En Cuba, la III Encuesta Nacional de Factores de Riesgo describe que 33,4 % de la población cubana presenta sobrepeso y 15 % tiene obesidad.5 Al comparar estos resultados con los obtenidos en la encuesta anterior de 2001,6 se revela la tendencia al incremento del exceso de peso en este país. En Cuba, el exceso de peso presenta niveles discretamente inferiores (48,4 %) al resto de los países de América Latina.7,8
La obesidad abdominal se considera un factor de riesgo mayor e independiente de enfermedad cardiovascular.9,10 Numerosos estudios han puesto en evidencia su relación con la resistencia a la insulina y los componentes del síndrome metabólico (SM).11,12,13
El riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular se duplica en pacientes con SM.14 En el Instituto de Endocrinología se realizaron dos estudios en sujetos sobrepeso y obesidad que demostraron la relación directa entre el aumento del peso, la RI y la presencia de otras alteraciones metabólicas.15,16
La estrecha asociación de la obesidad con la hipertensión arterial está identificada en ambos géneros, incluso, en distintos grupos étnico-raciales.9 El estudio de Framingham mostró que entre 40-70 % de las personas con hipertensión “esencial” podrían ser atribuibles, en realidad, a la obesidad.17 Una pérdida de 1 kg de peso se asocia con una disminución media de 1,2-1,6 mmHg en la tensión arterial sistólica y de 1,0-1,3 mmHg en la diastólica.18,19 El tejido adiposo visceral es considerado más dañino que el tejido adiposo abdominal subcutáneo, por ser más activo metabólicamente y producir una variedad de sustancias que causan inflamación y RI.18 El incremento del tejido adiposo visceral está asociado con la activación del sistema nervioso simpático y la disminución de las concentraciones circulantes del péptido natriurético (NPs), lo cual contribuye al desarrollo de la hipertensión.9
La hipertensión y la prehipertensión son consideradas factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, asociadas con el incremento progresivo del riesgo de aterosclerosis.20,21Millán y otros coinciden en que los individuos con mayor circunferencia abdominal presentan mayores niveles plasmáticos de triglicéridos, presión arterial sistólica, riesgo de enfermedad coronaria y diabetes mellitus tipo 2 (DM2).9
En el año 2010, la consulta de expertos de la OMS declaró que el SM es una afección de riesgo cardiometabólico más que un diagnóstico clínico, por lo que debería excluir a los individuos con diabetes establecida o enfermedad cardiovascular conocida.22 El riesgo de enfermedad cardiovascular asociado al SM, aparentemente no es superior al de cada uno de sus componentes y el valor para predecir diabetes, no es superior al de la glucemia en ayunas.22,23 Por ende, varios investigadores (23,24 han declarado que se debe evitar etiquetar a las personas con el término de SM y que los adultos con cualquier componente del síndrome deben ser evaluados para la existencia de otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular o de diabetes. Por lo antes expresado, se hace ineludible investigar varias combinaciones de binomios de los componentes del SM que sean efectivas para identificar personas con riesgo cardiovascular global.
El fenotipo hipertrigliceridemia-obesidad abdominal (FHGOA) es el binomio más estudiado de los componentes del “SM” y se ha reafirmado como predictor de riesgo cardiovascular, mediante su asociación con alteraciones metabólicas, entre las que figuran: la alteración del perfil de lípidos, la hipertensión arterial, la DM2 y la resistencia a la insulina. El FHGOA también se ha reconocido como una herramienta que apoya la detección sencilla y menos costosa de estas condiciones.25,26,27,28
Ruíz-Fernández y otros observaron que el FHGOA se asoció con un perfil metabólico adverso y un alto riesgo cardio-metabólico en adolescentes, recomendando su detección en atención primaria de salud para identificar población de riesgo.29 Otros investigadores respaldan también la utilidad de combinar el FHGOA con el riesgo cardiovascular global para la predicción de enfermedades cardiovasculares y en programas de detección e intervención de salud en los pueblos indígenas.30
En Cuba, se han investigado varios binomios fenotípicos que están relacionados con la presencia del SM y otros factores de riesgo cardiovasculares;25,31 los autores han encontrado al fenotipo hipertensión-obesidad abdominal (FHTOA) como la combinación más frecuente en personas con exceso de peso.31
El riesgo de tener un evento coronario es tres veces superior si el índice de masa corporal es mayor de 29 Kg/m2.32) El riesgo cardiovascular global es la probabilidad de presentar una enfermedad o muerte cardiovascular en un periodo determinado, generalmente de 5 o 10 años, basado en el número de factores de riesgo presentes en el mismo individuo (riesgo cualitativo) o teniendo en cuenta la magnitud de cada uno de ellos (riesgo cuantitativo).33
Se han utilizado numerosas ecuaciones para determinar el riesgo cardiovascular,16,17,34,35 las cuales tienen la ventaja de ofrecer información al individuo evaluado y por tanto, modificar la conducta hacia un estilo de vida sano. Sin embargo, tienen como limitaciones la extrapolación de la estimación del riesgo a poblaciones con distinta carga de enfermedad que la población de origen y la ausencia de inclusión de factores de riesgo importantes como la obesidad y los antecedentes patológicos familiares de enfermedad coronaria prematura.33
La realización de este estudio se justifica por la alta incidencia de obesidad en la población cubana y se pretende determinar el riesgo cardiovascular de estas personas de una forma práctica, empleando diferentes fenotipos cardio-metabólicos con la obesidad abdominal como denominador común.
En la literatura internacional revisada se encontró solo un estudio realizado en adultos indígenas que empleó el FHGOA combinado con la puntuación de riesgo cardiovascular de Framingham para identificar personas con riesgo cardiovascular global moderado y alto (RCVMA).30 No se ha encontrado ninguna investigación que utilice el FHTOA en sujetos con exceso de peso, ni en población general, para evaluar la utilidad de este binomio en la identificación de personas con riesgo cardiovascular global.
Puesto que en Cuba se ha observado un incremento de los factores de riesgo cardiovascular y que la prevalencia del SM se eleva cuando se incrementa el índice de masa corporal,36,37) el objetivo de este trabajo fue determinar la utilidad del fenotipo hipertensión-obesidad abdominal (FHTOA) para identificar personas con RCVMA en adultos con exceso de peso corporal y si esta es superior a la de otros binomios fenotípicos descritos y al síndrome metabólico.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en el período comprendido desde enero 2013 a diciembre 2015, en el Instituto de Endocrinología, La Habana, Cuba. Se estudiaron 257 personas de 35-70 años con sobrepeso (índice de masa corporal [IMC] entre 25,0 y 29,9 kg/m2) y obesos (IMC ≥ 30,0 kg/m2) según los criterios de la OMS,4 que fueron reclutados consecutivamente de una consulta para sujetos con exceso de peso.38) Se excluyeron las personas con diabetes y embarazadas, además aquellos individuos con enfermedades crónicas que requirieron tratamiento esteroideo o inmunosupresor.38
Para el diagnóstico de SM se empleó como criterio la definición de la declaración provisional conjunta (Joint Interim Statement, JIS) de varias asociaciones: International Diabetes Federation (IDF), American Heart Association (AHA), Federación Mundial del Corazón, Sociedad Internacional de Ateroesclerosis, Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad y la National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI).39,40
SM según JIS: Se definió como la presencia de al menos tres de los siguientes componentes: circunferencia de la cintura (CC) en hombres ≥ 90 cm y en mujeres ≥ 80 cm39,40,41; triglicéridos ≥ 1,7 mmol/L (150 mg/dL) o tratamiento para la dislipidemia, colesterol HDL en hombres < 1,03 mmol/L (40 mg/dL) y en mujeres < 1,29 mmol/L (50 mg/dL) o tratamiento para la dislipidemia,39,40 presión arterial ≥ 130/80 mmHg o tratamiento antihipertensivo31,42 y glucemia en ayunas ≥ 5,6 (100 mg/dL) o tratamiento para la prediabetes.39,40
Fenotipo hipertensión-obesidad abdominal (FHTOA): Se definió como la presencia de presión arterial sistólica ≥ 130 o presión diastólica ≥ 80 mmHg o tratamiento antihipertensivo 31,42) y una CC ≥ 80 en mujeres y ≥ 90 cm en hombres.39,40,41
Fenotipo hipertrigliceridemia-obesidad abdominal (FHGOA): Se definió como la presencia de triglicéridos ≥ 1,7 mmol/L (150 mg/dL) o tratamiento para la dislipidemia (31,43) y una CC ≥ 80 en mujeres y ≥ 90 cm en hombres.39,40,41
Fenotipo hiperglucemia-obesidad abdominal (FHGLOA): Se definió como la presencia de glucemia en ayunas ≥ 5,6 (100) y ≤ 6,9 mmol/L (125 mg/dL) o tratamiento para la hiperglucemia,31,44) y una CC ≥ 80 en mujeres y ≥ 90 cm en hombres.39,40,41
Se determinó el riesgo cardiovascular global según las tablas de Gaziano.35
A todos los sujetos se les aplicó un cuestionario para la recolección de datos que incluyó: edad, sexo, medicamentos empleados, variables antropométricas (peso, talla, IMC y CC), clínicas (presión arterial [PA]) en el formato diseñado para el estudio, además de los antecedentes personales de HTA. El médico investigador se encargó de facilitar las historias clínicas para la recolección de los valores bioquímicos.
En todos los sujetos sobrepeso y obesos se les determinó la presencia de SM según los criterios JIS39 y de los binomios de los componentes del SM anteriormente descritos.31,44
Los sujetos fueron evaluados según peso, talla, CC e IMC [Peso (kg)/ Talla (m2)]. La medida de la CC se tomó con una cinta métrica con el sujeto colocado de pie, en espiración, con el abdomen relajado, tomando como referencia el punto medio entre el borde inferior de la última costilla y la espina ilíaca anterosuperior de cada lado. En el caso de abdomen en péndulo, la medición se realizó en el punto más prominente del abdomen.
A cada sujeto se le midió la PA con un esfigmomanómetro de mango acorde al tamaño del brazo. Previamente, el sujeto estuvo sentado en reposo durante 10 min. El procedimiento se realizó tres veces en el brazo derecho, con un intervalo de 5 min. El valor final de la PA correspondió al promedio de las tres mediciones obtenidas.
Las determinaciones bioquímicas se realizaron a cada sujeto en el momento de la obtención de la primera muestra sanguínea (basal), luego de aproximadamente 8-12 h de ayuno. Se midieron en ayunas las concentraciones plasmáticas de glucosa y lípidos (triglicéridos y colesterol-HDL).
La concentración de glucosa en ayunas, triglicéridos y colesterol-HDL se midieron en los sujetos mediante un analizador automático (Elimat, Francia) por métodos enzimáticos.
Análisis estadístico
El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS versión 18.0. Se calcularon las medidas de resumen de acuerdo con los tipos de variables; en este caso, para las cualitativas (porcentajes). Se utilizó la prueba chi cuadrado de Pearson para comparar proporciones.
Se realizó el cálculo de la sensibilidad, la especificidad y los valores predictivos positivo (VPP) y negativo (VPN) para determinar la capacidad de los fenotipos (FHTOA, FHGOA y FHGLOA) y del SM para detectar personas con riesgo cardiovascular moderado-alto.
Se admitieron como valores de significación estadística los de p menores que 0,05. En todos los casos se trabajó para un nivel de confianza de 95 %, prefijándose un error alfa de 0,05.
La investigación contó con la autorización del investigador principal del estudio original38 y fue aprobada por el comité de ética e investigación del Instituto de Endocrinología. Los participantes del estudio dieron su consentimiento informado por escrito. La información recogida se utilizó con fines netamente científicos con la confidencialidad de los datos obtenidos.
Resultados
De los sujetos estudiados, 46,3 % tenían 35-44 años y 53,7 % eran igual o mayor que 45 años. Predominó el sexo femenino (78,6 % mujeres vs 21,4 % hombres) y la mayoría tenían el color de la piel blanco 62,3 % (tabla 1).
En cuanto a las características clínicas, 85,2 % de los pacientes eran obesos. Del total, 98,8 % presentaban obesidad abdominal y 82,9 % eran hipertensos o tenían tratamiento antihipertensivo. Entre los parámetros bioquímicos, la disminución del colesterol-HDL en los sujetos con exceso de peso fue de 66,9 % y la glucemia en ayunas alterada fue de 23,7 % en los individuos estudiados (tabla 2).
La mayoría de los sujetos presentaban el FHTOA (81,7 %), incluso con mayor frecuencia que el SM según JIS (73,9 %). El FHGLOA fue el menos encontrado en este grupo (23,3 %); en cambio, la frecuencia de sujetos con el FHGOA y riesgo cardiovascular moderado-alto fue similar: 30 % y 28 %, respectivamente (tabla 3).
Del total de sujetos, 72 presentaron riesgo cardiovascular global moderado-alto, según las tablas de Gaziano. En estos, el FHTOA detectó la mayoría de sujetos con riesgo cardiovascular global moderado alto (64/72), incluso por encima de aquellos con SM (56/72), sin diferencias significativas (tabla 4). Merece destacarse también, que la presencia de individuos con riesgo cardiovascular global moderado-alto fue similar en el resto de los fenotipos estudiados y el SM. Sin embargo, en los individuos con el FHTOA este riesgo estaba presente en la mayoría de los sujetos en comparación con aquellos sin este fenotipo [88,8 % (64/72) vs 11,1 % (8/72)] (tabla 4). El FHTOA discriminó más personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto con valor estadísticamente significativo (p=0,043). En cambio, la presencia del FHGOA detecta menos personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto que en aquellos que no presentaban dicho fenotipo [38,8 % (28/72) vs 61,1 % (44/72); p=0,037, respectivamente) (tabla 4).
Total de individuos: N = 257
n: Número de casos con la condición
SM: Personas con síndrome metabólico
FHTOA: Fenotipo hipertensión-obesidad abdominal
FHGOA: Fenotipo hipertrigliceridemia-obesidad abdominal
FHGLOA: Fenotipo hiperglucemia-obesidad abdominal
SM: Personas con síndrome metabólico
JIS: Joint Interim Statement39,40
RCVGMA: Riesgo cardiovascular moderado-alto
Al comparar la sensibilidad y especificidad de cada fenotipo y del SM en relación con el riesgo cardiovascular moderado-alto, se encontró que el FHTOA lo detectó con una alta sensibilidad (88,9 %) y un VPN de 83,0 % (tabla 5). El SM es la condición que ocupa un segundo lugar en este sentido (77,8 %) con un VPN de 76,1% (tabla 5). La sensibilidad y VPN del FHGOA y el FHGLOA fueron inferiores al del FHTOA, aunque ambos fenotipos (FHGOA y FHGLOA) mostraron una elevada especificidad (tabla 5). Sin embargo, el FHGLOA es el que más especificidad presentó con 79,5 %, pero con una baja sensibilidad para detectar personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto (tabla 5).
VPP: Valor predictivo positivo; VPN: Valor predictivo negativo
FHTOA: Fenotipo hipertensión-obesidad abdominal
FHGOA: Fenotipo hipertrigliceridemia-obesidad abdominal
FHGLOA: Fenotipo hiperglucemia-obesidad abdominal
SM: Personas con síndrome metabólico
RCVGMA: Riesgo cardiovascular global moderado-alto.
Discusión
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son condiciones en las que se presenta acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud.4 La obesidad se considera un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular y está asociada con el desarrollo de hiperinsulinemia, resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, hipertensión arterial, dislipidemias y el síndrome metabólico.1,3,45
En este estudio se observa que la mayor frecuencia de obesidad se encontró en el grupo de sujetos con una edad mayor o igual a 45 años. Algunos datos procedentes de los Estados Unidos muestran que en este rango de edad se incrementan los riesgos de adquirir dietas poco saludables, disminuir la actividad física y desarrollar obesidad. La tendencia a adoptar malos hábitos alimentarios y al sedentarismo en esta etapa de la vida puede verse agravada por el estrés laboral, las responsabilidades en el hogar y las cargas de horario que conducen al consumo de comidas rápidas poco nutritivas, la irregularidad en los horarios de alimentación y la falta de tiempo para realizar ejercicio físico, lo que hace susceptibles a desarrollar sobrepeso u obesidad a las personas que transitan por ella.4,45,46
Es indiscutible la influencia de la obesidad en la salud y expectativa de vida de un individuo.47 En la actualidad, conocer el grado de obesidad determinado por el IMC no es suficiente, puesto que gran parte de las afecciones metabólicas que se presentan están más asociadas al tipo de distribución de la grasa o la cantidad de tejido adiposo.45 La obesidad abdominal es la que más se relaciona con la presencia de factores de riesgos metabólicos y vasculares. Es por eso que la CC y el índice cintura-cadera cobran importancia en la práctica clínica como indicadores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.38,41
Según el IMC, la mayoría de los pacientes de este estudio eran obesos. Estos tenían, a su vez, mayores CC y PA. El riesgo de enfermedad cardiovascular asociado al SM aparentemente no es superior al de cada uno de los componentes.23,24,31,45 En la actualidad, el fenotipo más estudiado es el hipertrigliceridemia-obesidad abdominal, que es comúnmente utilizado en la práctica clínica como un marcador de riesgo cardiovascular y de DM2.25,26,27,28,29,30,45,48
El factor de riesgo más importante de hipertensión arterial es la obesidad; el incremento del perímetro abdominal también tiene una relación directa con esta enfermedad. Los estudios epidemiológicos muestran que 60 %-70 % de los casos de hipertensión arterial están asociados con el exceso de tejido adiposo y que un incremento de 4,5 cm de la circunferencia de la cintura en el hombre o de 2,5 en la mujer, conlleva a un aumento de 1 mm Hg de la presión sistólica.49,50
Los resultados de nuestro estudio muestran que el FHTOA fue el más frecuente de los fenotipos, coincidiendo con otros estudios en los cuales la HTA y la obesidad abdominal están asociadas con el riesgo cardiovascular.44,49,50
Resulta interesante que el FHGOA, que es el único binomio que se ha estudiado asociado con el riesgo cardiovascular,29,30 se encontró con menor frecuencia en este estudio. De esta manera, el FHTOA podría ser un marcador confiable para identificar personas con RCV, pues la literatura revisada y los resultados de esta investigación demuestran que este fenotipo es el que detecta más personas con riesgo cardiovascular moderado-alto.49,50
Es de destacar, que la frecuencia del FHTOA es similar a la del SM. Esto nos indica que, utilizar este binomio en la práctica clínica nos simplificaría la detección de personas con elevado riesgo cardiovascular sin necesidad de determinaciones de laboratorio.
En esta investigación se observó que el fenotipo que detectó mayor proporción de sujetos con riesgo cardiovascular global moderado-alto fue el FHTOA, lo cual resalta que la presencia de este binomio pudiera ser una señal para la realización de exámenes de laboratorio (triglicéridos y glucemia en ayunas) que identifiquen trastornos metabólicos asociados con el riesgo cardiovascular.31,44,49,51,52
Este estudio mostró la alta sensibilidad del FHTOA para la detección de personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto, así como de VPN alto para el mismo propósito. Los valores altos de sensibilidad y de VPN del fenotipo FHTOA en comparación con los calculados para los otros fenotipos y el SM, orientan a que la asociación del binomio HTA-obesidad abdominal se utilice como herramienta para la detección de personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto. Esto coincide con algunos estudios donde se analizan cada uno de los componentes de este binomio, que muestran también una alta sensibilidad para detectar personas con alto riesgo cardiovascular.49,50,51,52,53
Observamos que la presencia del FHTOA mostró una especificidad de 21,1 % y reveló una alta probabilidad para descartar realmente los sujetos que no tengan riesgo cardiovascular global moderado-alto (VPN de 83,0 %). Al contrario, los FHGOA y FHGLOA exhibieron baja sensibilidad y VPN más bajos, por tanto, estos fenotipos no descartan realmente a las personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto. No obstante, estos dos fenotipos antes mencionados detectan menos falsos positivos (especificidad de 73,5 % y 79,5 %, respectivamente) y ostentaron VPP un poco más alto, por tal razón tienen una probabilidad superior a la del FHTOA para detectar realmente sujetos con riesgo cardiovascular global moderado-alto.
Estos resultados confirman que el FHTOA (alta sensibilidad) es útil para identificar o descartar a las personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto. Pues, el no presentar el FHTOA descarta que probablemente la persona tenga riesgo cardiovascular global moderado-alto. Esto significa que la identificación de sujetos con el FHTOA da muy pocos falsos negativos, pero un número elevado de falsos positivos.
En resumen, la combinación de los componentes HTA y obesidad abdominal, es capaz de detectar una gran cantidad de personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto en comparación con los otros fenotipos estudiados. La presencia de este fenotipo puede ser una señal de alarma para el médico de asistencia, por la asociación de la HTA con los trastornos lipídicos y del metabolismo de la glucosa, así como con el riesgo cardiovascular.49,53
En el presente estudio encontró que las personas con el FHTOA presentaban la mayoría de los factores de riesgo implícitos en las tablas de Gaziano para determinar riesgo cardiovascular global (edad, IMC, HTA), en relación con aquellas que no presentaban el fenotipo, lo que confirma la utilidad de este para detectar personas con mayor riesgo cardiovascular global.35,54
La limitación principal de este estudio radica en que, al haber incluido a sujetos con exceso de peso que acudieron de manera consecutiva a un proyecto de investigación, hace que sea un muestreo no probabilístico y la muestra de pacientes no es representativa para que los resultados sean extrapolados a la población general. No obstante, la importancia del estudio radica en que hasta donde conocemos, no existen estudios en Cuba en los cuales se compare la sensibilidad, especificidad y los valores predictivos entre los distintos fenotipos estudiados (FHTOA, FHGOA, FHGLOA) y el SM para identificar personas con riesgo cardiovascular global moderado-alto en población general, ni en población con exceso de peso.
En conclusión, la utilidad del FHTOA es superior a la de otros binomios fenotípicos y al síndrome metabólico para identificar personas con riesgo cardiovascular moderado-alto. Este binomio fenotípico posee una alta sensibilidad para identificar o descartar personas con riesgo cardiovascular global moderado o alto en adultos con exceso de peso corporal; pudiendo ser una opción útil para la pesquisa de personas con riesgo cardiovascular moderado-alto. La aplicación de este binomio es económica, pues no utiliza mediciones de laboratorio.31,44 Por lo tanto, es recomendable realizar otros estudios semejantes en Cuba con una muestra representativa que sustente estos resultados, de modo que puedan ser generalizables.