Introducción
Hace más de dos décadas comenzó a difundirse la hipótesis de que las enfermedades infectocontagiosas habían dejado de suponer un peligro para los países desarrollados. Dicha teoría quedó descartada con el surgimiento y diseminación de la COVID-19, secundaria a la infección por el virus SARS-CoV-2.1
Esta enfermedad presenta una elevada incidencia y un alto impacto, sobre todo a nivel sanitario, al evidenciar considerables tasas de morbilidad y mortalidad. Desde la primera oleada de COVID-19 se reportó que entre el 10 y 20 % de los pacientes persistían los síntomas más allá de las tres semanas.2
En la medida que avanzó esta afección, en un número considerable de sobrevivientes se observaron diversas manifestaciones clínicas, desde presentaciones leves autolimitadas hasta formas graves asociadas a eventos multisistémicos y elevada mortalidad. Después de un exhaustivo análisis fueron planteadas las secuelas asociadas al daño orgánico inducido por el virus, lesión endotelial, estado inflamatorio y protrombótico persistente, así como, a los efectos de la hospitalización, entre otros.3
El Instituto Nacional de Estadística de Reino Unido ha estimado que una de cada 5 personas con COVID-19 tiene síntomas más allá de la quinta semana y una de cada 10 más allá de los tres meses. El número y diversidad de las manifestaciones clínicas, añaden complejidad al síndrome, en cuanto al diagnóstico, atención sanitaria multidisciplinar, protocolizada y equitativa.4
Estudios previos,4,5 evidencian dentro de las principales secuelas por coronavirus de 2019, las constituidas por pérdida de la capacidad funcional, musculoesqueléticas y neuromusculares. Son referidos de manera frecuente, síntomas como la disnea, fatiga y debilidad muscular. Además, pueden presentarse recidivas pulmonares (lesiones fibróticas), cardiovasculares constatadas por resonancia magnética cardiaca, problemas neurológicos y psicoemocionales.5,6
Los pacientes recuperados de la COVID-19, tal vez, experimenten secuelas pos-COVID-19 y necesiten de rehabilitación inmediata posterior a la hospitalización. Aun así no son suficientes los logros en lo relativo al avance y efectividad de tratamientos, considerándose preciso la necesidad de una mayor comprensión de las estrategias de diagnóstico y manejo, sin llegar a necesitar la publicación de ensayos controlados aleatorios para dar comienzo a la rehabilitación oportuna en pacientes egresados.7,8
Si la rehabilitación resulta exitosa, es posible que los pacientes consigan recuperar la capacidad pulmonar a un año del egreso hospitalario, y de manera progresiva, en el lapso de hasta 5 años, puedan rebasar la debilidad muscular y la polineuropatía originadas por el coronavirus.9
A pesar de haberse logrado cierto control de esta pandemia, los servicios de salud a nivel mundial, y en Cuba en particular, continúan con un aumento en las atenciones, en este caso justificadas por las secuelas pos-COVID-19, poco conocidas hasta el momento. A nivel de país y provincia existen pocos estudios al respecto, motivo por el cual se decide realizar la presente investigación con el objetivo de caracterizar desde el punto de vista clínico y epidemiológico a pacientes adultos con secuelas pos-COVID-19.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, con los casos atendidos en la consulta municipal de pos-COVID-19 ubicada en el Policlínico “José Martí”, durante el periodo de enero a diciembre de 2021. En la misma fueron atendidos los pacientes pertenecientes a las 9 áreas de salud del municipio Camagüey.
La población objeto de estudio estuvo constituida por los 151 pacientes adultos atendidos en la consulta en el período analizado. Fueron seleccionados para el estudio los 123 que cumplieron los requerimientos establecidos.
Criterios de inclusión
Paciente con antecedente de la COVID-19, con resultado positivo mediante reacción en cadena a la polimerasa en tiempo real (PCR-TR); que refirió síntomas persistentes posterior a las 12 semanas del inicio de la enfermedad, y tenía una edad igual o superior a los 19 años.
Criterios de exclusión
Paciente con historia clínica incompleta o que decidió no participar en la investigación.
Las variables estudiadas incluyeron:
Grupos de edades que comprendió las categorías de 19-29 años, 30-39, 40-49, 50-59, 60-69, 70-79 y 80 años y más.
Sexo: Masculino o femenino.
Policlínico al que pertenece, en relación con los 9 del municipio Camagüey.
Semestre de la consulta fue operacionalizada con las categorías enero-junio y julio-diciembre.
Las comorbilidades hicieron referencia a las enfermedades previas a la COVID-19.
El antecedente de descompensación de las comorbilidades posterior al diagnóstico de COVID-19 quedó definido en sí o no.
Los síntomas referidos apuntaron a las causantes de asistir a consulta.
La clasificación por sistemas abarcó al respiratorio, cardiovascular, neurológico y general.
El tipo de investigaciones médicas realizadas quedaron definidas en radiológicas, tomográficas y hematológicas.
Los principales hallazgos encontrados estuvieron en relación con las interpretaciones de los estudios, practicadas por los especialistas afines (especialistas en Imagenología y en Laboratorio Clínico).
Las hojas de registro de la consulta de pos-COVID-19 constituyeron la fuente primaria de información. Para la secundaria se utilizaron las historias clínicas individuales de los pacientes objeto de estudio.
En el periodo antes mencionado, se escogieron un total de 123 casos para participar en el estudio, de un total de 151 casos atendidos, por cumplir los criterios de inclusión requeridos, y dieron su conformidad para participar mediante consentimiento informado. Se excluyeron 28: por datos incompletos 19 y 9 que no quisieron participar en la investigación.
Para el procesamiento de la información se empleó el Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS), versión 23.0 en computadora Pentium IV. Se obtuvieron valores absolutos y porcentajes como medidas de resumen, así como, los resultados se presentaron en forma de textos y tablas.
En la evaluación de los casos participó un equipo multidisciplinario integrado por dos especialistas de Segundo Grado en Medicina Interna con más de 30 años de experiencia, un psicólogo, un cardiólogo, un neumólogo y un fisiatra. Varios pacientes necesitaron valoración por otras especialidades, en las que se incluyen Neurología, Dermatología y Gastroenterología.
El estudio fue aprobado por el Consejo Científico, el Comité de Ética del Policlínico, y la confidencialidad de los datos se mantuvo mediante la codificación de las variables, accesibles solo para los investigadores. La información obtenida no se empleó para otros fines ajenos a la investigación y se siguieron los principios de la Declaración de Helsinki.10
Resultados
En la tabla 1 se muestra el total de pacientes estudiados con secuelas pos-COVID-19. Aproximadamente el 58 % de los casos fueron del sexo femenino. La mayor preponderancia correspondió al grupo de 50-59 años, tanto a nivel del grupo completo (26,0 %), como en mujeres (26,7 %) y hombres (25,0 %).
Grupos de edades (años) |
Sexo | Total | ||||
Masculino | Femenino | |||||
n | % | n | % | n | % | |
19-29 | 5 | 9,6 | 9 | 12,7 | 14 | 11,4 |
30-39 | 11 | 21,1 | 6 | 8,5 | 17 | 13,8 |
40-49 | 10 | 19,2 | 18 | 25,3 | 28 | 22,8 |
50-59 | 13 | 25,0 | 19 | 26,7 | 32 | 26,0 |
60-69 | 5 | 9,6 | 8 | 11,3 | 13 | 10,6 |
70-79 | 4 | 7,7 | 6 | 8,5 | 10 | 8,1 |
≥ 80 | 4 | 7,7 | 5 | 7,0 | 9 | 7,3 |
Total | 52 | 42,3 | 71 | 57,7 | 123 | 100,0 |
El Policlínico que más casos aportó fue el “Joaquín de Agüero” con 23 pacientes (18,7 %) (tabla 2). Le siguieron el José Martí y Previsora con 17,1 y 13,0 %, en el mismo orden. En el segundo semestre fue atendido en consulta el mayor por ciento de pacientes (62,6 %).
Policlínico al que pertenece | Semestre de la consulta | Total | ||||
Enero-junio | Julio-diciembre | |||||
n | % | n | % | n | % | |
Joaquín de Agüero | 9 | 19,6 | 14 | 18,2 | 23 | 18,7 |
José Martí | 6 | 13,0 | 15 | 19,5 | 21 | 17,1 |
Previsora | 7 | 15,2 | 9 | 11,7 | 16 | 13,0 |
Tula Aguilera | 5 | 10,9 | 9 | 11,7 | 14 | 11,4 |
Julio Antonio Mella | 6 | 13,0 | 8 | 10,4 | 14 | 11,4 |
Carlos J. Finlay | 4 | 8,7 | 7 | 9,1 | 11 | 8,9 |
Rodolfo Ramírez Esquivel | 4 | 8,7 | 6 | 7,8 | 10 | 8,1 |
Este | 3 | 6,5 | 4 | 5,2 | 7 | 5,7 |
Ignacio Agramonte | 2 | 4,3 | 5 | 6,5 | 7 | 5,7 |
Total | 46 | 37,4 | 77 | 62,6 | 123 | 100,0 |
La hipertensión arterial (36,6 %), diabetes mellitus (31,7 %) y cardiopatía isquémica (22,0 %) fueron las principales comorbilidades encontradas. Las dos primeras tuvieron predominio de descompensación con el 22,8 y 20,3 % respectivamente (Tabla 3).
Comorbilidades | Antecedentes de descompensación | Total | ||||
Sí | No | |||||
n | % | n | % | n | % | |
Hipertensión arterial | 28 | 22,8 | 17 | 13,8 | 45 | 36,6 |
Diabetes mellitus | 25 | 20,3 | 14 | 11,4 | 39 | 31,7 |
Cardiopatía isquémica | 13 | 10,6 | 14 | 11,4 | 27 | 22,0 |
Síndrome endocrino metabólico | 19 | 15,4 | 6 | 4,9 | 25 | 20,3 |
Asma bronquial | 11 | 8,9 | 7 | 5,7 | 18 | 14,6 |
Enfermedades del tiroides | 8 | 6,5 | 6 | 4,9 | 14 | 11,4 |
Cáncer | 5 | 4,1 | 3 | 2,4 | 8 | 6,5 |
Otras | 14 | 11,4 | 12 | 9,8 | 26 | 21,2 |
Nota: Las comorbilidades se presentan en la tabla 3, sin alcanzar en su totalidad el 100,0 %, debido a que, en un mismo paciente coincidieron más de una patología de base. El porcentaje, por su parte, se calculó en correspondencia a la población objeto.
La tabla 4 distribuye los pacientes según los síntomas referidos por sistemas, donde en el respiratorio la tos (36,6 %) se ubica en primer lugar, en el cardiovascular el dolor torácico ocupa el 21,1 %, en el neurológico predominó la cefalea (30,1 %), del mismo modo que, en el sistema gastrointestinal el síntoma más relevante fue el dolor abdominal (18,7 %) y en el sistema general resultó la fatiga (63,4 %).
Clasificación por sistemas | Síntomas referidos | n | % |
Sistema respiratorio | Tos | 45 | 36,6 |
Disnea | 32 | 26,0 | |
Sistema cardiovascular | Dolor torácico | 26 | 21,1 |
Opresión | 22 | 17,9 | |
Palpitaciones | 20 | 16,3 | |
Sistema neurológico | Cefalea | 38 | 30,1 |
Mareo | 25 | 20,3 | |
Pérdida del gusto | 21 | 17,1 | |
Pérdida del olfato | 19 | 15,4 | |
Trastornos del sueño | 18 | 14,6 | |
Síntomas cognitivos | 16 | 13,0 | |
Síntomas psiquiátricos | 14 | 11,4 | |
Sistema gastrointestinal | Dolor abdominal | 23 | 18,7 |
Náuseas | 17 | 13,8 | |
Diarrea | 14 | 11,4 | |
Anorexia | 11 | 8,9 | |
Sistema general | Fatiga | 78 | 63,4 |
Dolor | 42 | 34,1 | |
Artralgias | 36 | 29,3 | |
Fiebre | 8 | 6,5 |
Nota: Los síntomas referidos se muestran en la tabla 4, de manera que, no suman en su totalidad el 100,0 % porque un mismo paciente refirió varias manifestaciones clínicas. El por ciento en cada caso se obtuvo en relación a la población objeto.
En las investigaciones radiológicas realizadas los principales hallazgos consistieron en opacidades reticulares (19,5 %), en el 30,9 % de las tomografías efectuadas predominaron dilataciones bronquiales y el 36,6 de los estudios hematológicos arrojó leucopenia (Tabla 5).
Tipo de investigaciones | Hallazgos | n | % |
Radiológicas | Opacidades reticulares | 24 | 19,5 |
Atelectasias periféricas | 14 | 11,4 | |
Vidrio deslustrado | 8 | 6,5 | |
Bajo grado de inspiración | 6 | 4,9 | |
Tomográficas | Dilataciones bronquiales | 38 | 30,9 |
Bandas pleurales | 21 | 17,1 | |
Atrapamiento aéreo | 16 | 13,0 | |
Neumatoceles | 8 | 6,5 | |
Panal | 2 | 1,6 | |
Hematológicas | Leucopenia | 45 | 36,6 |
Linfopenia | 43 | 35,0 | |
Trombocitopenia | 31 | 25,2 | |
Anemia | 26 | 21,1 | |
Ferropenia | 22 | 17,9 |
Nota: Los hallazgos de las investigaciones se representan en la tabla 5, con por cientos calculados en base a la población objeto, que no alcanzan en la suma general el 100,0 %, a consecuencia de que, en un mismo paciente se constataron varios hallazgos.
Discusión
Las secuelas pos-COVID-19 presentan particularidades que necesitan ser estudiadas para potenciar la planificación de políticas de salud. En este sentido, la investigación se direccionó a poner en conocimiento resultados de interés que serán motivo de discusión.
Una de estas variables la constituyó la edad, estudiada por autores peruanos en pacientes con secuelas pos-COVID-19, atendidos en el Hospital de Huancayo, durante el año 2021. De la muestra analizada, poco más de la mitad resultaron adultos en las edades comprendidas entre 36 y 59 años, mientras para el sexo femenino obtuvieron similar denominación.3) Los autores de la presente investigación manifiestan cierta concordancia en relación con los antes referido.
En el ámbito nacional Hierrezuelo Rojas y otros,4 de 159 pacientes atendidos por presentar síndrome pos-COVID, agruparon 69 en el conjunto de 50 a 59 años y 44 en el de 60 años y más. El sexo preponderante resultó el femenino con el 65,4 % del total. A decir de los investigadores de este estudio, los análisis realizados muestran correspondencia con el sexo, más no con los grupos etarios.
Los investigadores consideran que el predominio de las secuelas pos-COVID-19 en paciente con edades superiores a los 40 y hasta los 60 años, puede estar determinado por el debut y descompensación de enfermedades crónicas no transmisibles.
Para abordar la distribución de casos con secuelas pos-COVID-19 según Policlínico de procedencia, en la provincia no se disponen de publicaciones al respecto. Sin embargo, Cendra Asencio y otros,11 estudiaron esta variable en pacientes confirmados, para exhibir los mayores porcentajes en los policlínicos Norte o Joaquín de Agüero y Centro o José Martí. Los creadores del actual informe de investigación hallaron semejantes resultados.
Rodríguez Puga y otros,12 en un estudio realizado en el mismo periodo en la provincia de Camagüey, aunque en trabajadores de la salud, encontró poco más de la mitad de los contagios en el segundo semestre, resultados con los que el presente análisis muestra similitud.
En ese marco, los ejecutores del estudio arribaron a conclusiones en cuanto a la superioridad de casos en el municipio Camagüey, y de manera específica en los policlínicos antes señalados. En consecuencia, el alto conglomerado de personas, la continuidad de las actividades laborales, y la complejidad del aislamiento en estas zonas de la ciudad, pudieron causar importantes tasas de contagio, y, por ende, de secuelas pos-COVID. El mayor número de atenciones en el segundo semestre pudiera estar justificado por la coincidencia con el alza de contagios reportados en este periodo.
Pérez Bejarano y otros,13 a propósito de las comorbilidades informaron el antecedente de tabaquismo, hipertensión arterial y diabetes mellitus, en ese orden. Del mismo modo, se reportó mayor incidencia de descompensación de las enfermedades crónicas no transmisibles. En este sentido, los autores de la presente investigación encontraron coincidencias.
Un estudio realizado en Santiago de Cuba,4 develó, conforme a los antecedentes patológicos personales en pacientes con síndrome pos-COVID, la presencia de hipertensión arterial y diabetes mellitus en la mayoría de los casos. En este aspecto, los autores del artículo informan similitud. En cuanto al precedente de descompensación no fue referido en las investigaciones consultadas, sin embargo, en otros informes,14,15 atribuyen tal efecto al coronavirus.
Los investigadores adjudican a la superioridad de enfermos con hipertensión arterial y diabetes mellitus descompensadas, el estrés continuo al que estuvieron sometidos en el ambiente hospitalario - muchas veces en unidades de cuidados intensivos -, a los medicamentos utilizados, - como, los esteroides -, además de, la respuesta inmunológica - propia de cada individuo -.8,13,18
En un trabajo realizado por expertos paraguayos,16 en convalecientes de COVID-19, las manifestaciones clínicas fundamentales fueron expuestas por sistemas, así pues, la secuela respiratoria cardinal resultó ser la fatiga, en las cardiovasculares las palpitaciones, neurológicas los problemas de memoria y la cefalea, y en las gastrointestinales ubicaron la disgeusia. Los artífices de este análisis descriptivo posicionan de igual manera la fatiga como uno de los síntomas más reiterados, aunque lo incluyen en los síntomas generales, asimismo la cefalea tuvo superioridad en las manifestaciones cardiovasculares. Por consiguiente, se encuentra cierta analogía de criterios para estos y disparidad para el resto.
En el Hospital Universitario “General Calixto García” de La Habana, se estudió una serie de casos convalecientes de COVID-19,17 con manifestaciones clínicas como tos, fatiga, cefalea, desórdenes del sueño, anosmia y ageusia, entre otros. Los autores de la presente investigación constataron síntomas afines.
A juicio de los autores de esta investigación las principales secuelas se presentaron en el sistema respiratorio, pues constituye la vía de transmisión del virus, así como puede estar asociada a la variante circulante en cada zona de manera específica.
Los resultados del presente estudio coinciden con los obtenidos en una investigación,18 de pacientes sobrevivientes a la COVID-19, donde, a las 12 semanas del alta, en el 30 % de los casos estudiados, estaban presentes las opacidades del parénquima y la reticulación, como anomalías más frecuentes.
Los resultados de un estudio prospectivo en China,19 mostraron datos interesantes. De 144 pacientes con seguimiento pos-COVID a los que se le realizó tomografía axial computarizada un número significativo mostró opacidades en vidrio esmerilado, consolidación, reticulación, enfisema y engrosamiento pleural, entre otros; resultados con los que no se encuentra similitud.
Reyes Chacón y Sarango Aguiar,20 evaluaron algunos biomarcadores en pacientes con síntomas pos-COVID, que indicaron leocupenia y linfopenia. Al respecto, los datos obtenidos en la muestra que se analiza muestran coincidencias con los autores antes referidos.
Según criterio de los autores las remanentes radiográficas y tomográficas destacan como causales del proceso inflamatorio pulmonar que genera la COVID-19. La leucopenia apunta como la más relevante alteración hematológica, que pudiera estar justificada por el papel del sistema inmunológico en la defensa contra las enfermedades.
A pesar de tratarse de un estudio descriptivo sobre un tema del que se disponen pocos referentes, el mismo aporta datos de interés. Por tanto, este tipo de trabajo permite conocer el estado inicial de las características implicadas en el evento como antesala para la elaboración de investigaciones correlacionales, de casos y controles, y otras de tipo experimental. Del mismo modo, servirá de material de consulta a estudiantes y profesores.
En el año 2021 fueron atendidos un número considerable de pacientes adultos con secuelas pos-COVID-19 en la consulta municipal, en su mayoría mujeres, en la quinta década de la vida. La hipertensión arterial resultó el principal antecedente personal, la fatiga la manifestación clínica más relevante y en los hallazgos de laboratorio el conteo bajo de leucocitos.
Se recomienda a todo profesional en observancia de un paciente aquejado de los efectos de la COVID-19, a realizar su remisión a una de las consultas de este tipo que ofrece el Sistema Nacional de Salud en todas sus instancias o a interconsultar con los especialistas pertinentes con el fin de mejorar su estado de salud.