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Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río

versión On-line ISSN 1561-3194

Rev Ciencias Médicas vol.16 no.3 Pinar del Río mayo-jun. 2012

 

OTORRINOLARINGOLOGÍA

 

Color del iris e hipoacusia en el Síndrome de Waardenburg. Pinar del Río, Cuba

 

Color of the iris and hypoacusis in Waardenburg Syndrome. Pinar del Rio, Cuba

 

 

Fidel Castro Pérez1, José Guillermo Sanabria Negrín2, Reinaldo Menéndez García3, Rolando Jesús Iviricu Tielves4, Julián Santana Oruña5

1Especialista de Segundo Grado en Otorrinolaringología. Master en Atención integral al niño. Profesor Auxiliar. Investigador Agregado. Policlínico Dr. Ernesto Guevara de la Serna. Sandino. Correo electrónico: fcastro@princesa.pri.sld.cu
2Especialista de Segundo Grado en Histología. Dr. en Ciencias Biológicas. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río. Correo electrónico: joseg_50@princesa.pri.sld.cu.
3Especialista de Segundo Grado en Genética. Profesor Auxiliar. Centro provincial de Genética. Pinar del Río. Correo electrónico: generey@princesa.pri.sld.cu
4Especialista de Primer Grado en Oftalmología. Profesor Auxiliar. Hospital General Docente Abel Santamaría Cuadrado. Pinar del Río.
5Especialista de Primer Grado en Oftalmología. Instructor. Policlínico Dr. Ernesto Guevara de la Serna. Sandino. Correo electrónico: julian@princesa.pri.sld.cu

 

 


RESUMEN

Introducción: Aunque se han descrito hipoacusia neurosensorial y cambios de color en el iris, la relación entre estos no ha sido estudiada previamente.
Objetivos: Describir y analizar la posible asociación de la hipoacusia y profundidad de ésta con el color del iris en una familia afectada con el síndrome, lo que constituiría un nuevo aporte al conocimiento del Síndrome de Waardenburg (SW).
Material y Método:
Se realizó un estudio de casos, observacional, transversal y descriptivo con algunos aspectos analíticos en personas con SW del Municipio Sandino. Se utilizaron las medidas de resumen para variables cualitativas y la prueba de X2 para medir asociación al 95 % de certeza.
Resultados: 15 individuos presentaron hipoacusia neurosensorial de diferentes distribución e intensidad, con predominio de los ojos pardos y azules bilaterales. Se detectó mayor frecuencia de individuos hipoacúsicos entre los que tenían ojos azules con asociación entre las dos variables (X2= 6,47, gl = 1; p = 0.01). La intensidad de la hipoacusia fue mayor entre los individuos con ojos azules (85.7 % con hipoacusia severa o profunda) 3 veces superior que en los otros colores de los ojos.
Conclusiones: Existe relación entre el color azul del iris y la presencia de la hipoacusia y mayor intensidad de esta última en individuos con SW.

DeCS: Síndrome de Waardenburg/genética, Pérdida auditiva.


ABSTRACT

Background: Although sensorineural hearing loss and iris pigmentary changes have been described, the association between these two elements has not been previously studied.
Objectives: to describe and analyze the possible association of hypoacusis and the intensity of this with the color of the iris in a family suffering from this syndrome; which will constitute a new contribution to the understanding of Waardenburg Syndrome (WS).
Material and Method: an observational, cross-sectional and descriptive case-study was carried out having some analytic aspects in people suffering from WS in Sandino municipality, Pinar del Rio. Measures of review to conduct qualitative variables and chi square test X2 to measure the association of 95% of confidence.
Results: about 15 individuals presented sensorineural hearing loss of different distribution and intensity, prevailing brown and blue bilateral eyes. A greater frequency of individuals with hypoacusis and blue eyes was found in association between the two variables (X2= 6,47, gl = 1; p = 0.01). Hypoacusis was greater in blue-eyed individuals (85.7% with severe or profound hypoacusis), three times superior than in the other color of eyes.

Conclusions: an association between the blue color of the iris and the presence of hypoacusis along with a greater intensity of hearing loss in individuals suffering from WS was observed.

DeCS: Waardenburg's syndrome/genetics, Hearing loss.


 

 

INTRODUCCIÓN

El síndrome de Waardenburg (WS), nombrado así después de P. J. Waardenburg, un oftalmólogo holandés que en 1951 describió un síndrome con seis rasgos característicos; el desplazamiento lateral del canto medio del punto lagrimal, raíz nasal ancha y alta, hipertricosis de la parte media de las cejas, heterocromía del iris parcial o total, el mechón de pelo blanco y sordomudez congénita.1

El SW hace referencia a un grupo de enfermedades hereditarias que aparecen como consecuencia de una alteración de la migración de las células derivadas de la cresta neural entre la octava y la décima semana de gestación. De estas células derivan los melanocitos que migran a la estría vascular del órgano de Corti, a la dermis y al cabello, a la retina, al hueso frontal, a grupos musculares de miembros superiores, a las estructuras palpebrales y para formar las células ganglionares de los plexos submucosos y mientéricos del tubo digestivo. La incidencia del SW es de 1/42.000 habitante, y corresponde al 5-6% de los casos de hipoacusia neurosensorial sindrómica. Es la causa más frecuente de hipoacusia neurosensorial sindrómica con patrón de herencia dominante.2

El SW, caracterizado por hipoacusia neurosensorial, de severidad variable (de leve a profunda), unilateral o bilateral, asociada con anomalías en la pigmentación de la piel, del pelo (mechón blanco característico), y de los ojos (heterocromía del iris), en el cual se han descrito 4tipos e identificado 6 genes (PAX3, MITF, SNAI2, EDNRB, EDN3 y SOX10).3

La hipopigmentación en el SW es un hecho conocido, así como lo son la hipoacusia neurosensorial, y los cambios en el color el iris; sin embargo, no se ha establecido relación entre estos dos últimos aspectos, por lo que el propósito de este trabajo ha sido, describir y analizar la posible asociación de la hipoacusia y profundidad de ésta con el color del iris en una familia afectada con el síndrome, lo que constituiría un nuevo aporte al conocimiento del SW.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizó un estudio de casos, observacional, transversal y descriptivo, con algunos aspectos analíticos a las personas pertenecientes a una familia con SW del municipio Sandino. Se confeccionó una base datos automatizada, que incluyó todos los síntomas y signos clínicos detectados.

Según los resultados audiométricos se clasificó la hipoacusia de acuerdo a la intensidad y localización de la misma junto al análisis clínico de los casos, con la agrupación de los individuos según la coloración del iris ocular, nos permitió vincular estas dos variables, estableciendo una novedosa relación entre las mismas. Se utilizaron las frecuencias absolutas y relativas porcentuales para resumir las variables cualitativas. Las mismas, cuando necesario se compararon mediante la prueba de X2 al 95 % de certeza.

 

RESULTADOS

La familia está compuesta por 26 miembros afectados y 15 individuos presentaron hipoacusia neurosensorial para el 57,7%, de diferente distribución e intensidad. Predominaron los ojos de color pardo y los azules intensos, en menor proporción lo grises y los de diferente color, como se muestra en la tabla 1.

La hipoacusia bilateral fue más frecuente, 10 individuos, de los cuales 4 tenían ambos ojos azules, y cuatro, ambos ojos pardos, el resto tenía mezcla de colores

(Heterocromía del iris) o azul y pardo (2) o azul y gris (1).

Con relación a la hipoacusia y el color de los ojos se encontró asociación significativa y la comparación de frecuencias de ojos azules (15 azules/26 total en los hipoacúsicos vs. 6 azules/26 entre los Normoacúsicos resultaba altamente significativa X2= 6,47, gl = 1; p = 0.01), es decir, hubo significativamente más ojos azules entre los hipoacúsicos, (Tabla 2).

La hipoacusia severa no manifestó diferencia ostensible independientemente del color de los ojos, pero la hipoacusia profunda fue más frecuente en los ojos de color azul (14/21; 66.7 %). En los individuos que tenían ojos pardos, la frecuencia de hipoacusia profunda fue de 4/21, 19 %, mientras que los que tenían ojos grises, la frecuencia de hipoacusia profunda era de 12.5 % (1/8).

Al sumar las dos intensidades de la hipoacusia (severa + profunda) también fue mayor la cantidad de ojos azules afectados (16/21, 76,2 %) contra 8 de 21 (38,1 %) pardos. En los grises no varió el porcentaje.

En los ojos azules la hipoacusia bilateral fue más profunda en el ojo derecho con 4 casos, contra 1 profunda y 3 severas en los ojos grises de ese ojo. En el ojo izquierdo la hipoacusia fue más intensa también en los ojos azules: con 1 caso severo y 3 profundos, mientras que los ojos pardos tenían 1 ligera y 3 profundas. Los individuos con hipoacusia unilateral tanto izquierda como derecha, tenían ambos los dos ojos azules. (Tabla 3)

 

DISCUSIÓN

No se han encontrado ninguna referencia que muestre esta asociación, por lo que lo se considera como un elemento novedoso, que debe ser tenido en cuenta a partir de ahora por aquellos profesionales que investiguen el tema.

Es interesante la relación encontrada entre el color azul y la presencia de hipoacusia, tanto unilateral como bilateral, con un predominio significativo respecto al resto de los colores del iris en los casos analizados. Sobre todo resalta el detalle que en los casos hipoacúsicos el 80 % de estos tenía ojos azules, lo que se puede indicar una relación entre este color y la presencia de pérdida auditiva en este síndrome, reforzado por el dato que solo el 20 % de la muestra de casos normoacúsicos presentaban el iris azul.

Otro aspecto de interés resultó la intensidad de la hipoacusia, tampoco descrita en otros trabajos, que solamente señalan la hipoacusia en el SW, pero sin asociarla al color del iris.

Se ha comprobado la pérdida auditiva relacionada con el color de los ojos en individuos expuestos a ruido. Se encontró que los obreros con ojos de color oscuro, presentaron un porcentaje mayor de umbrales de tonos puros normales que los obreros de ojos de color claro, y con relación al tiempo de exposición al ruido, los que tenían 10 años de exposición al mismo mostraban el mismo patrón audiométrico que los obreros con ojos oscuros expuestos por más de 10 años.

Obreros no expuestos al ruido no presentaron diferencias significativas en su patrón audiométrico en función del color de los ojos. Estos resultados sugieren que la pigmentación del iris pueda ser una indicación adicional de susceptibilidad a la pérdida auditiva inducida por ruido. 4

De lo anterior podemos deducir que: los casos de nuestro estudio con ojos de color azul, son más susceptibles a la pérdida auditiva que los de color pardo, aspecto importante a tener en cuenta de forma profiláctica a la hora de seleccionar un determinado oficio o profesión relacionada con el ruido, pues un caso de nuestra muestra es artesano con los dos ojos azules y trabaje en un torno, hasta ahora tiene un patrón audiométrico normal, pero habrá que hacerle la recomendación de trabajar con audífonos para evitar el efecto nocivo del ruido.

El otro caso es un carpintero afectado bilateralmente de nacimiento por el carácter sindrómico de la hipoacusia que padece, pero hay que prevenirle igual que en el caso anterior para que no se profundice la pérdida auditiva por el efecto del ruido. Aunque este caso tiene un ojo azul y el otro gris, ambos claros.

Se considera debe investigarse a profundidad todo lo relacionado con la hipoacusia en los casos de la familia analizada y al relacionar este síntoma con el color del iris estamos incursionando en un campo inexplorado hasta este momento. Se plantea que el SW es el responsable del 3% aproximadamente de las pérdidas neurosensoriales de la audición 5, que la pérdida de audición de tipo neurosensorial es uno de los signos mayores de este síndrome, y según la clasificación clínica puede estar presente en los 4 tipos clínicos.

La hipoacusia es un síntoma identificable en más de 400 síndromes diferentes2; sin embargo, en la mayoría de síndromes la hipoacusia es leve o incluso puede estar ausente. Las mutaciones genéticas por las que se producen cada tipo se encuentran en distintos genes de los tipos I, II y III de herencia autosómica dominante, de penetrancia variable 6, por lo que consideramos que a esto se debe los diferentes grados de hipoacusia encontrados en los casos analizados.

Lo anterior concuerda con las investigaciones que plantean que: Los pacientes con SW se caracterizan por presentar hipoacusia neurosensorial congénita de grado variable y alteraciones pigmentarias en la piel, el cabello y los ojos.7

En los niños, cualquier deterioro auditivo permanente debe investigarse etiológicamente, como plantearon Mac Ardle y Bitner-Glindzicz en el 2010.8

De lo anterior se concluye que en el SW se manifiesta claramente una relación entre el color azul con la presencia y profundidad de la hipoacusia, que es más intensa.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Tagra S, Talwar AK, Walia RS, Sidhu P. Waardenburg syndrome. Indian J Dermatol Venereol Leprol 2006; 72: 326. En: http://www.ijdvl.com/article.asp?issn=0378-6323;year=2006;volume=72;issue=4;spage=326;epage=326;aulast=. Acceso 20-02-12

2. Lesmas Navarro MJ, Cavallé Garrido L Rodríguez Rivera V. Morera Pérez C. Caso Clínico - El implante coclear en el síndrome de Waardenburg tipo IV. O.R.L. ARAGON. 2011; 14 (2) 11-13. En: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3767790&orden=323339&info=link. Acceso 17-02-12

3. Cabanillas Farpón R, Cadiñanos Bañales J. Hipoacusias hereditarias: asesoramiento genético. Acta Otorrinolaringol Esp. 2011[citado 16-02-12]; 63(3): En: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/eop/S0001-6519(11)00054-9.pdf.

4. Da Costa EA, Castro JC, Macedo MEG. La pigmentación del iris y susceptibilidad a la pérdida de audición inducida por ruido. International Journal of Audiology[internet]. 2008[citado 14-05-2009]; 47(3): 115-118. En: http://informahealthcare.com/doi/full/10.1080/14992020701704776.

5. Milunsky JM, Maher TA, Ito M, Milunsky A. The value of MLPA in Waardenburg syndrome. Genet Test. 2007; 11: 179_82. [PubMed] Disponible en: http://online.liebertpub.com/doi/pdf/10.1089/gte.2006.0531 acceso:17-02-12.

6. Chen J, Yang SZ, Liu J, Han B, Wang GJ, Zhang X, Kang DY, Dai P, Young WY, Yuan HJ. Mutation screening of MITF gene in patients with Waardenburg syndrome type 2. Yi Chuan. 2008; 30: 433-8. En: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18424413. Acceso: 17-02-12.

7. Huang BY, Zdanski C, Castillo M. Pediatric sensorineural hearing loss, part 2: syndromic and acquired causes. AJNR Am J Neuroradiol[internet]. 2012 Mar[cited 17-02-12];33(3):399-406. Available from: http://www.ajnr.org/content/33/3/399.long

8. Mac Ardle B, Bitner-Glindzicz M. Investigation of the child with permanent hearing impairment. Arch Dis Child Educ Pract Ed 2010; 95: 14-23. En: http://www.ep.bmj.com/content/95/1/14.full. Acceso 20-02-12

 

Recibido: 7 de marzo de 2012.
Aprobado: 22 de junio de 2012.

 

Dr. Fidel Castro Pérez. Especialista de Segundo Grado en Otorrinolaringología. Master en Atención integral al niño. Profesor Auxiliar. Investigador Agregado. Policlínico Dr. Ernesto Guevara de la Serna. Correo electrónico: fcastro@princesa.pri.sld.cu