Introducción
Las infecciones fúngicas en piel, cabello y uñas están entre las infecciones más comunes a nivel mundial. En este marco, la onicomicosis, condición común que representa más del 50 % de los problemas de la unidad ungular y es por lo tanto la enfermedad más prevalente en ésta, ha mostrado cambios epidemiológicos en las últimas décadas como consecuencia de las modificaciones en las condiciones ambientales, la distribución de los agentes etiológicos, el envejecimiento de la población, el aumento de las terapias inmunosupresoras y de enfermedades como el VIH, además del incremento de la resistencia secundaria al uso indiscriminado de agentes anti fúngicos; lo cual se refleja en cambios en los patrones clínicos.1,2
La palabra onicomicosis, proveniente del griego onyx y mykes que significan uña y hongo, respectivamente. Es el término usado para describir una infección de las uñas causada principalmente por dermatofitos (90 %) como tricofiton rubrum (responsable del 71 % de los casos, tricofiton mentagrophytes (responsable del 5 % de los casos), Mycrosporum y especies de epidermofiton. Un 5-7 % es causado por especies de cándida y un 3 % por no dermatofitos como Fusarium, Aspergillus, Acremonium y Escopulariopsi .. (3
La incidencia de esta afección aumenta con la edad, llegando a presentarse hasta en el 60 % de las personas mayores de 60 años. Así mismo se considera una de las micosis superficiales con mayor dificultad en el diagnóstico y el tratamiento,1 afectando entre un 5 y un 20 % de la población mundial.2
Para algunos pacientes, una enfermedad ungueal es solo un inconveniente cosmético y no un problema médico, por lo cual buscan consejo o asesoría por motivos estéticos y cosméticos. Sin embargo, puede ocasionar dolor, incomodidad social y emocional, daño permanente en la uña y contagio a otras personas. Dependiendo de su clasificación, el paciente puede requerir un tratamiento a largo plazo.4,5
La investigación se realizó con el objetivo de describir factores de riesgo, características y dermatosis asociadas en pacientes mayores de 18 años con onicomicosis en el Policlínico Universitario Raúl Sánchez Rodríguez de Pinar del Río durante los años 2017 y 2018.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal, en la consulta de Dermatología durante dos años en un área de salud seleccionada del municipio Pinar del Río.
El universo de estudio estuvo constituido por 215 pacientes diagnosticados clínicamente de onicomicosis, quedando una muestra de 185 tras aplicar los criterios de inclusión de ser pacientes mayores de 18 años que dieron su consentimiento para formar parte de la investigación expresado mediante el consentimiento informado. Se excluyeron aquellos pacientes que tuvieron KOH negativo.
La información se recopiló mediante una entrevista, realizada en la consulta y los datos se procesaron utilizando el sistema Epinfo versión 2012. Los resultados encontrados se resumieron y describieron con el empleo de la estadística descriptiva, mediante frecuencias absolutas y relativas porcentuales. Se tuvieron en cuenta los principios éticos para este tipo de estudio.
Resultados
Se constató en la muestra (Gráf. 1), predominio de los pacientes del sexo femenino (55,1 %), y del grupo de edades que incluye a los individuos comprendidos entre 40 y 59 años (43,8 %). En ambos sexos, este grupo fue el más representativo con un 45,1 % en caso de las féminas.
Los factores de riesgo de onicomicosis más frecuentes fueron el empleo de calzado oclusivo (84,9 %) seguido por la insuficiencia vascular periférica (72,4 %) y el hacinamiento (63,2 %). Tabla 1.
Factores de riesgo | No. | % |
---|---|---|
Uso de calzado oclusivo | 157 | 84,9 |
Antecedentes de insuficiencia vascular periférica | 134 | 72,4 |
Antecedentes de trauma ungueal | 109 | 58,9 |
Enfermedades crónicas asociadas | 96 | 51,9 |
Hacinamiento | 117 | 63,2 |
Antecedentes de cuadros similares | 24 | 13,0 |
Ocupación de riesgo | 87 | 47,0 |
Dentro de las características de las onicomicosis (Tabla 2), se encuentra un predominio de la localización en pies (unilateral) (45,9 %), la forma clínica lateral + superficial distal (33,0 %), así como de la onicolisis + incurvación (54,6 %) como principal alteración ungueal.
En la muestra, la principal modificación ungueal presente fue la presencia de líneas longitudinales (70,8 %), teniéndose en cuanto a la consistencia, un engrosamiento de las uñas en el 68,1 % de los pacientes, siendo la leuconiquia y melanoniquia las principales coloraciones detectadas en las uñas para el 47 y 36,8 % respectivamente.
Características | No. | % | |
---|---|---|---|
Localización | Manos (unilateral) | 46 | 24,9 |
Manos (bilateral) | 5 | 2,7 | |
Pies (unilateral) | 85 | 45,9 | |
Pies (bilateral) | 37 | 20,0 | |
Manos y pies (unilateral) | 12 | 6,5 | |
Manos y pies (bilateral) | 0 | 0 | |
Forma clínica | Lateral | 21 | 11,4 |
Lateral + superficial distal | 61 | 33,0 | |
Lateral + superficial proximal | 31 | 16,8 | |
Distrófica total | 20 | 10,8 | |
Superficial distal | 34 | 18,4 | |
Superficial proximal | 18 | 9,7 | |
Alteración ungueal | Onicolisis | 19 | 10,3 |
Incurvación | 22 | 11,9 | |
Onicolisis + incurvación | 101 | 54,6 | |
Onicogrifosis | 17 | 9,2 | |
Coiloniquia | 5 | 2,7 | |
Braquioniquia | 21 | 11,4 |
Las enfermedades dermatológicas asociadas más frecuentes fueron la tiña pedis (55 %), seguida por la tiña crural (10,8 %) (Tabla 3).
Discusión
La onicomicosis, infección ungueal más frecuente y crónica, como enfermedad puede tener un efecto negativo y significativo en la calidad de vida de los pacientes, tanto a nivel fisiológico como emocional, incluso puede causar estigmatización y exclusión social.6
La literatura revisada arrojó discrepancias con en cuanto al sexo predominante, reflejando la misma como es más frecuente en hombres, lo cual podría tener relación con la actividad física y las prácticas deportivas preferidas por ellos. No obstante actualmente las mujeres han mostrado un alza, lo cual podría sugerir que las prácticas que antes se consideraban exclu sivas de los hombres (como los deportes de contacto o la asistencia a gimnasios) en la actualidad también son realiza das por las mujeres,7,8 además, la mayor frecuencia de presentación en mujeres encontrada se puede explicar por un mayor índice de consulta por parte de éstas, dadas las implicaciones cosméticas de estas enfermedades.2
Por su parte guarda relación en cuanto al predominio de grupo etario, siendo los individuos próximos a los 60 años, los más propensos a desarrollar dichas afecciones.1,2,4
Los resultados de la presente investigación coinciden con la literatura revisada, en cuanto a los numerosos factores que influyen en el desarrollo del proceso infeccioso, como lo son el uso de calzado cerrado, traumatismos frecuentes, uso de duchas comunes, entre otros.1,9,10
Los factores de riesgo asociados son principalmente el tipo de calzado, los hábitos deportivos, el traumatismo recurrente, la exposición a la humedad y el estado del sistema inmunitario, a su vez condiciones clínicas como la diabetes mellitus o enfermedades inmunosupresoras llevan a la aparición de esta afección3-5,11,12, otros autores coindicen con estos mismos factores de riesgo, a la vez que refieren como la coexistencias de estos factores en los pacientes de edad avanzada pueden favorecer la aparición de las onicomicosis a medida que aumenta la edad, pues son los ancianos los que con más frecuencia muestran estos factores de riesgo tanto por separado como en su conjunto. De hecho, se ha visto que, en pacientes de edad avanzada, la enfermedad vascular periférica, la diabetes, la inmunosupresión o el traumatismo también son factores que complican la terapia eficaz.2,13
Las onicomicosis son de distribución universal, sin embargo, los reportes sobre prevalencia de esta enfermedad en población general son contradictorios. Se han realizado numerosos estudios poblacionales que muestran cifras basadas en los aspectos clínicos. En España en un estudio de 10 000 habitantes se determinó una prevalencia de 2,6 %; en el Reino Unido 2,7 % sobre 9 000 habitantes; 13 en Estados Unidos 2-3 %; en Guatemala 2,6 %, sin embargo, la prevalencia aumenta cuando se incluyen datos de laboratorio, como en Finlandia, con una prevalencia de 8 %.13
Ante esta situación, la búsqueda intencionada para medir la frecuencia real y hacer una correlación en el ámbito clínico y el de laboratorio, permite un conocimiento más adecuado de la etiopatogenia y la historia natural de la onicomicosis.
Al mismo tiempo, permite desarrollar mejores estrategias de estudio, prevención y tratamiento, que eviten la distrofia temprana de la uña y la diseminación de la infección en este grupo de pacientes. Se concluye, además, que el examen clínico es de gran utilidad en la sospecha de onicomicosis, pero no así en el conocimiento del agente causal; por la variabilidad etiológica, es necesario el examen completo de laboratorio para hongos (examen directo con KOH y cultivo), para el correcto tratamiento etiológico de la entidad.13
En conclusión, las onicomicosis fueron más frecuenta en el sexo femenino, predominando entre 40 y 59 años, el calzado oclusivo fue el principal factor de riesgo y la forma clínica más frecuente la onicomicosis lateral distal. Las líneas longitudinales y el engrosamiento ungueal, así como la leuconiquia y la melnoniquia, predominaron en los casos estudiados. La tiña pedis fue la dermatosis que más se asoció a las onicomicosis.
En conclusión, es importante el conocimiento del comportamiento clínico epidemiológico de las onicomicosis para de esta manera poder actuar y modificar los factores de riesgo e incidir sobre las dermatosis asociadas y de alguna manera disminuir la incidencia de onicomicosis, pues estas requieren de un tratamiento muy prolongado, incluyendo eventos adversos importantes y por consiguiente el costo adicional de los medicamentos. El conocer sobre estas características epidemiológicas permitiría la identificación correcta y modificarlas en lo posible, para evitar iatrogenias en su diagnóstico.
Conflicto de interés
Los autores declaran que no existe ningún tipo de conflicto de interés.