INTRODUCCIÓN
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es considerado como bajo peso al nacer todo neonato que en el momento de su nacimiento pese menos de 2 500 g, cualquiera que sea la causa y sin tener en cuenta la duración de la gestación. El pronóstico de los nacidos con bajo peso es motivo suficiente para tratar de prevenirlo, y para ello es muy importante el conocimiento de sus causas; ya que es el índice predictivo más importante de mortalidad infantil. Los neonatos muestran una tendencia a padecer distintas enfermedades, con evolución tórpida en la mayoría de los casos, y se considera que la mortalidad durante el primer año, es 40 veces mayor en niños con bajo peso en relación con los que nacen con peso normal.1
Se ha demostrado la existencia de una fuerte asociación de la condición de bajo peso al nacer con la ocurrencia más frecuente durante los primeros 12 meses de vida, complicaciones severas, entre los que destacan retraso del desarrollo neurológico, hemorragia cerebral, alteraciones respiratorias y otras que imponen la necesidad de atención prolongada y hospitalización. También existe sólida evidencia que prueba la asociación entre el bajo peso al nacer y mayor mortalidad infantil. Los que sobreviven tienen disminuidas las funciones del sistema inmunológico y esta insuficiencia ponderal se ha asociado con la aparición de algunas enfermedades que ocurren en los adultos, tales como diabetes mellitus y enfermedad coronaria. Asimismo, tienen más probabilidad de seguir desnutridos y con menor coeficiente de inteligencia, además de discapacidades cognoscitivas en el futuro.1
El bajo peso al nacer es consecuencia del crecimiento intrauterino inadecuado, de un periodo gestacional demasiado corto, o de la combinación de ambas alteraciones. Por ello, cabe esperar que los factores relacionados con el bajo peso al nacer representen una confluencia de las causas básicas del parto pretérmino y del retardo en el crecimiento intrauterino.1
Es conocido que la duración del intervalo entre embarazos debe ser alrededor de los 24 meses, debido a que durante este tiempo la mujer debe recuperarse desde el punto de vista biopsicosocial, con el objetivo de prepararse para una nueva concepción, ya que en caso contrario puede existir una mala condición del útero para la implantación adecuada del embrión. Puede suceder que la recuperación nutricional no se haya logrado y las reservas de hierro que disminuyen durante el embarazo se encuentren exhaustas, por lo que es muy frecuente en estos casos que se produzca una restricción del crecimiento intrauterino y partos antes del término de la gestación. Esto último favorecido además, con el intervencionismo sobre el cuello uterino en cada interrupción de embarazo, que conlleva en gran número de las pacientes a modificaciones permanentes del mismo.1
Se ha demostrado una disminución de 150 a 250 g en el peso del recién nacido entre las madres fumadoras. La nicotina traspasa de manera fácil la barrera placentaria que protege al bebé, provoca deterioro del lecho vascular y alteración circulatoria, lo que atenta contra la oxigenación y la nutrición intrauterina.
Uno de los más importantes aspectos a destacar es la edad materna; existen trabajos donde no ha sido identificada como un factor de riesgo, sin embargo, la mayoría de los autores señalan que tanto las edades precoces (menores de 18 años) como las tardías (mayores de 35 años) constituyen un factor de riesgo importante, pues repercuten en el peso del recién nacido.2
A la adolescencia se asocian otros factores sociales, como el embarazo no deseado, madre soltera, bajo nivel educativo, abandono familiar y momento de la gestación tardío en que se realiza el control prenatal o ausencia de control.
La hipertensión arterial inducida por el embarazo produce alteraciones vasculares placentarias con disminución del riego útero-placentario, con envejecimiento precoz de la placenta y en ocasiones, asociación a toxemias que pueden traer consecuencias graves como eclampsia y desprendimiento de la placenta normo inserta, los cuales provocan la terminación del embarazo.3
El inadecuado seguimiento del proceso preconcepcional es una de las causas fundamentales del bajo peso al nacer. El riesgo reproductivo preconcepcional se aplica a mujeres en edad reproductiva, entre 15 y 49 años, no gestantes, que, de acuerdo con la presencia de condiciones y factores de riesgo, tienen mayor probabilidad de sufrir daños en su salud o la de su futuro hijo, si se involucran en el proceso reproductivo. Esta probabilidad no es igual para todas las mujeres aunque sea lo mismo, es decir, que la magnitud del riesgo es individual y así debe considerarse. No existe una condición de riesgo que sea medible por igual en cada mujer o pareja.4
Al tener en cuenta lo anterior, se decide hacer el estudio de los principales factores que inciden en este aumento, con énfasis en los factores de riesgo maternos que influyen sobre los recién nacidos bajo peso. Se tiene como objetivo identificar los factores de riesgo maternos asociados en el bajo peso al nacer, en el municipio San Juan y Martínez en el período comprendido de 2018-2019.
MÉTODOS
Se realizó una investigación descriptiva, longitudinal y prospectiva, en la que se identificaron los principales factores de riesgo materno que influyeron en la aparición de los recién nacidos bajo peso, en el municipio San Juan y Martínez en el período comprendido de 2018-2019.
El universo y la muestra coinciden y están constituido por todas las 31 madres cuyo producto de la concepción fue, en el período estudiado, bajo peso al nacer.
Las variables analizadas fueron: edad, ganancia de peso en el embarazo, paridad, afecciones propias del embarazo y afecciones asociada al embarazo.
Los resultados obtenidos fueron depositados en una base de datos confeccionada al efecto y procesados en el paquete estadístico SPSS 21.0. Para describir el comportamiento de las variables se analizó de forma univariada con frecuencias absolutas y porcentajes; y bivariada, con el uso de la prueba Chi Cuadrado con un valor de p<0,05, como evidencia estadística de las diferencias encontradas. Además, se relacionaron algunos factores con la mortalidad, se empleó el Odds Ratio (OR) con un intervalo de confianza del 95 %. Se siguieron los principios éticos de la Declaración de Helsinki.
RESULTADOS
Se encontró un predominio de madres entre las edades de 21 a 34 años (74 %). (Tabla 1)
Grupos de edades | No. | % |
---|---|---|
< 20 años | 8 | 16,0 |
21 a 34 Años | 37 | 74,0 |
> 35 años | 5 | 10,0 |
Total | 50 | 100 |
Fuente: Historia clínica
Se encontró un predominio de madres fumadoras en el grupo etáreo de más de 35 años (40 %). (Tabla 2)
Grupos de edades | Hábito de fumar | |||
---|---|---|---|---|
Si | No | |||
No. | % | No. | % | |
< 20 años | 0 | 0,0 | 8 | 100 |
21 a 34 Años | 1 | 2,7 | 36 | 97,2 |
> 35 años | 2 | 40,0 | 3 | 60,0 |
Total | 3 | 4,0 | 47 | 94,0 |
Fuente: Historias clínicas y cuestionario
X2 =8.59 GL= 2 Prob=0.0136
En el estudio predominaron las mujeres que presentaron una adecuada ganancia de peso durante el embarazo (58 %). (Tabla 3)
Grupos de edades | Ganancia de peso | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Adecuada | Inadecuada | |||||
No. | % | No. | % | No. | % | |
< 20 años | 4 | 50,0 | 4 | 50,0 | 8 | 16,0 |
21 a 34 Años | 23 | 62,1 | 14 | 37,8 | 37 | 74,0 |
> 35 años | 2 | 40,0 | 3 | 60,0 | 5 | 10,0 |
Total | 29 | 58,0 | 21 | 42,0 | 50 | 100 |
Fuente: Historias clínicas y cuestionario
X2 =1.14 GL= 2 Prob=0.5659
Según paridad
Se observó un predominio de mujeres nulíparas (64 %) de ellas la gran mayoría menores de 20 años (87,5 %).
Según afecciones propias del embarazo
Se encontró un predominio de mujeres que durante el embarazo presentaron alguna afección propia de la gravidez (84 %); donde las más frecuentes fueron el parto pretérmino, infecciones vaginales, infección urinaria, anemia e hipertensión arterial inducida por el embarazo.
Se encontró un predominio de mujeres que no planificaron el embarazo (82 %). (Tabla 4)
Grupos de edades | Si | No | Total | |||
---|---|---|---|---|---|---|
No. | % | No. | % | No. | % | |
< 20 años | 1 | 12,5 | 7 | 87,5 | 8 | 16,0 |
21 a 34Años | 6 | 16,2 | 31 | 83,7 | 37 | 74,0 |
> 35 años | 2 | 40,0 | 3 | 60,0 | 5 | 10,0 |
Total | 9 | 18,0 | 41 | 82,0 | 50 | 100 |
Fuente: Historias clínicas y cuestionario
X2 = 1.88 GL= 2 Prob =0.3899
Según el uso de ácido fólico antes del embarazo
Ninguna de las mujeres estudiadas tomó el ácido fólico antes de su gestación.
DISCUSIÓN
Este estudio es similar al realizado por Rojas Salazar y colaboradores5 y a la investigación de la doctora Hernández-Valencia y colaboradores6 donde predominó el grupo etario de 21 a 34 años. El mismo resultado se obtuvo en la investigación realizada en la provincia de Artemisa por Grant Toca7 en la cual existe igualdad entre este grupo y el mayor de 35 años.
Este estudio es similar al realizado por Quintero Paredes y colaboradores8 donde la mayoría de las mujeres presentaron un estado nutricional normopeso al inicio de su gestación.
La ganancia de peso durante la gestación es uno de los elementos clínicos más importantes relacionados con el nivel nutricional de las embarazadas y está vinculado con los resultados perinatales de la gestación. Este aspecto puede ser mejorado, pues una correcta orientación higiénico dietética, con adecuado control y seguimiento de la ganancia de peso materno por parte de los profesionales de la salud, se pueden traducir en mejores resultados perinatales.
En la investigación, se relacionó la paridad con la edad en relación con la aparición de los niños bajo peso al nacer. Se puede afirmar que los datos obtenidos son similares con lo reportado en la literatura consultada.9
La gran mayoría de las mujeres estudiadas presentaron alguna patología propia del embarazo donde la mayor incidencia la tuvo el parto pre término, lo que implica menor permanencia en el útero; esto se refleja en disminución del crecimiento y peso, pues en esta etapa final de la gestación es cuando el aumento de peso es mayor. Además, se relaciona con múltiples factores, tales como edad muy joven de la madre, dilatación permanente del cuello uterino, enfermedades maternas, complicaciones del embarazo, entre otras. Según la presente investigación la mayor asociación se encontró en las infecciones vaginales y la hipertensión arterial, en el tercer trimestre del embarazo y las complicaciones que estas acarrean.
Otros estudios10,11) reflejan una importante asociación entre el parto pretérmino y el bajo peso al nacer, esta es una importante causa de mortalidad infantil.
Como se analizó, la planificación del embarazo constituye uno de los problemas fundamentales ya que sin planificación las mujeres no toman las medidas necesarias para llevar a feliz término el embarazo.12 Una de las tareas del control del riesgo preconcepcional es preparar a la mujer antes del inicio de la gestación, esto incluye la indicación de la ingesta adecuada de ácido fólico; vitamina indispensable para prevenir deformaciones placentarias que supondrían aborto, defectos en el cierre del tubo neural, dificultades en el aprendizaje, además de anemia megaloblástica, prematuridad y bajo peso al nacer. La madre puede presentar hipertensión arterial y eclampsia. La literatura consultada coincide con el presente estudio y refleja que este déficit se asocia con bajo peso al nacer, desprendimiento prematuro de la placenta y defectos del tubo neural.13,14
Se concluye que, los principales factores de riesgo maternos que contribuyeron a la aparición del bajo peso al nacer fueron: la nuliparidad, el parto pretérmino, las afecciones asociadas al embarazo, con énfasis en la infección vaginal hipertensión arterial y anemia durante el embarazo, la no planificación del embarazo y la no utilización del ácido fólico en tiempo preconcepcional.